Sistema porta: anatomía y patologías
El sistema porta es un tipo de circulación especializada que conecta dos estructuras anatómicas con la finalidad de transportar sustancias específicas más allá de los nutrientes y oxígeno. Se trata de un tipo de circulación muy especializada presente en regiones muy específicas donde cumple una función bien definida, de hecho en el ser humano existen solo dos sistemas porta: el hepático y el hipotálamo-hipofisario.
La característica principal de la circulación portal es que inicia y termina en capilares venosos. Se diferencia de la circulación sistémica general en que esta última suele iniciar en componentes arteriales que disminuyen progresivamente su calibre; una vez que se alcanza el nivel de capilar arterial se comienza a construir el segmento venoso del circuito, desde los capilares venosos, pasando por las vénulas hasta llegar a las venas.
Por su parte los sistemas porta inician como capilares venosos que emergen de una estructura, se unen entre sí para formar una vena, la cual se dividirá de nuevo en cientos de capilares venosos en el otro extremo del sistema.
Otra característica particular de la circulación portal es que se trata de un sistema exclusivamente venoso, es decir, no existen arterias involucradas en la formación del sistema.
Índice del artículo
- 1 Objetivo de la circulación portal
- 2 Anatomía del sistema porta
- 3 Patología del sistema portal
- 4 Referencias
Objetivo de la circulación portal
En general la circulación sistémica posee dos componentes, uno arterial que lleva oxígeno y nutrientes a los tejidos, y otro venoso que recoge los desechos que serán eliminados en el hígado y el riñón, llevando además la sangre no oxigenada al pulmón donde se realizará el intercambio de dióxido de carbono por oxígeno.
Sin embargo, cuando se necesitan transportar sustancias específicas diferentes del oxígeno y los nutrientes entre dos regiones anatómicas distantes entre sí, es necesario que el organismo “canalice” las mismas en un sistema de transporte específico y directo.
De esta forma las sustancias a transportar no se diseminan por todo el organismo a través de la circulación general sino que van desde el punto A al punto B de manera expedita.
Dado que se trata de un tipo de circulación muy especializada, los sistemas porta no son comunes en el ser humano, de hecho existen únicamente dos:
– Sistema porta hepático
– Sistema porta hipotálamo-hipofisario
-Sustancias que se transportan por los sistemas portal
Según su ubicación anatómica la circulación portal está destinada al transporte de sustancias específicas entre dos puntos diana, tal como se indica a continuación:
Porta hepático
Su objetivo es transportar los macronutrientes absorbidos en el intestino hacia el hígado, donde serán convertidos en productos aprovechables por el resto de los órganos y sistemas.
Porta hipotálamo-hipofisario
Constituye una conexión sanguínea directa entre dos áreas del sistema nervioso central que se comunican y regulan entre sí entre mediadores químicos.
Las hormonas inductoras liberadas en el hipotálamo alcanzan la hipófisis de manera directa a través de la circulación portal hipotálamo-hipofisario. Una vez allí estas inducen la producción de hormonas específicas en la hipófisis anterior las cuales son liberadas a la circulación.
A través de la circulación sistémica estas hormonas llegan al hipotálamo donde inhiben la producción de la hormona inductora (sistema de retroalimentación negativo).
Anatomía del sistema porta
La circulación portal tiene como denominador común el hecho de ser venosa y de tener su inicio y su fin en una red capilar, sin embargo según su ubicación la anatomía de cada sistema porta varía ostensiblemente.
Sistema porta hepático
Los capilares que le dan origen se encuentran en la submucosa del intestino delgado donde los nutrientes absorbidos en el intestino alcanzan la circulación.
Estos capilares se unen entre sí para dar origen a vénulas en el espesor de la pared intestinal, las cuales a su vez confluyen para formar una compleja red venosa en el meso intestinal.
Todas estas venas confluyen para formar las venas mesentéricas superior e inferior, las cuales en su recorrido se unen recibiendo además a la vena esplénica y en ocasiones a la gástrica izquierda, dando origen a la vena porta.
La vena porta discurre en relación directa con la cara posterior del páncreas, asciende luego paralelo a la vía biliar y la arteria hepática donde se dividen en ramas lobulares izquierda y derecha.
Las ramas lobulares se subdividen a su vez en ramas segmentarias para finalmente dar sus ramas terminales a nivel de los sinusoides hepáticos, donde finalmente la sangre puede liberar los nutrientes hacia los hepatocitos para ser procesados.
El sistema porta hepático es grande y complejo, extendiéndose por una distancia considerable dentro de la cavidad abdominal y transportando ingentes cantidades de nutrientes.
Sistema porta hipotálamo-hipofisario
A diferencia de su contraparte hepático, el porta hipotálamo-hipofisiario es un sistema muy corto y localizado, de hecho la vena hipotálamo-hipofisaria tiene menos de 1 cm de longitud.
A pesar de su importancia los detalles anatómicos de este sistema no se conocen tan detalladamente como los del porta hepático. Sin embargo, a grandes rasgos se puede decir que los capilares que dan origen a este sistema se encuentran en el espesor del hipotálamo, donde reciben las hormonas inductoras que deberán ser transportadas a la hipófisis.
Los diferentes capilares que conforman esta amplia red se unen entre sí para dar origen a la vena porta hipotálamo-hipofisaria, la cual discurre paralela al pedículo hipofisiario.
Una vez que alcanza el lóbulo anterior de la hipófisis esta vena se divide de nuevo en varios miles de capilares venosos que llevan las hormonas inductoras directamente a las células efectores ubicadas en la adenohipófisis.
Patología del sistema portal
La enfermedad más conocida que afecta al sistema porta es la hipertensión portal, la cual se presenta en el sistema porta hepático.
La hipertensión portal se produce cuando hay obstrucción de los capilares de salida en el extremo hepático del sistema. La obstrucción puede estar antes de los capilares sinusoidales, en los capilares propiamente dichos o más allá de estos, en las venas hepáticas.
Cuando la obstrucción se encuentra antes de los capilares sinusoidales la hipertensión portal se clasifica como presinusoidal, siendo la causa principal la esquistosomiasis (conocida anteriormente como bilharzia).
En esta enfermedad las formas adultas del schistosoma (un gusano platelminto) alcanzan las vénulas mesentéricas, instalándose en ellas para cumplir su ciclo vital.
La presencia de estos pequeños gusanos que no superan los 10 mm de longitud obstruye los plexos capilares, por lo que aumenta la presión entre el origen del sistema porta y el punto de obstrucción.
En los casos donde el problema se localiza en el capilar sinusoidal hepático (hipertensión portal sinusoidal), la razón suele ser la fibrosis asociada a cirrosis (la cual a su vez induce esclerosis de los elementos vasculares) o cáncer hepático con la destrucción asociada de las estructuras anatómicas.
Finalmente, cuando la obstrucción se localiza más allá de los capilares porta terminales, en las venas suprahepáticas o la cava inferior, se habla de hipertensión portal postsinusoidal, siendo la causa más común la trombosis de las venas suprahepáticas y el síndrome de Budd-Chiari.
Síntomas de la hipertensión portal
La hipertensión portal se caracteriza clínicamente por la presencia de ascitis (líquido libre en la cavidad abdominal) asociada al desarrollo de red venosa colateral al sistema porta.
Esta red venosa se encuentra en el recto (plexos hemorroidales), el esófago (venas cardio-esofágicas) y la pared abdominal (venas epigástricas).
Según el tipo de hipertensión pueden asociarse otros síntomas, siendo los más frecuentes la ictericia (coloración amarilla de piel y mucosas) en los casos de hipertensión portal sinusoidal y el edema en miembros inferiores en los casos de hipertensión portal postsinusoidal.
Tratamiento
El tratamiento de la hipertensión portal debe estar orientado a corregir la causa siempre que sea posible; cuando esto no puede llevarse a cabo se debe optar por tratamientos paliativos orientados a disminuir la presión en el sistema.
Para ello existen diversas técnicas quirúrgicas las cuales comparten una características en común: la creación de un cortocircuito porto-sistémico para aliviar la presión sobre el sistema porta.
Referencias
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