Pléyades: historia, origen y composición
Las Pléyades son un cúmulo abierto de estrellas, visible a simple vista en el cielo nocturno en la constelación de Tauro. Los miembros de un cúmulo estelar abierto están vinculados a través de la fuerza de gravedad y tienen su origen en la misma nube molecular.
A simple vista la mayoría de los observadores distinguen seis estrellas, aunque excepcionalmente las personas con muy buena vista logran ver siete: Alcyone, Electra, Atlas, Pleione, Maia, Taygeta y Merope. Pero hay muchas más que el telescopio revela.
Con ayuda de instrumentos se ven docenas de ellas. Así, un asombrado Galileo registró 36 estrellas en 1610, aunque algunas estimaciones señalan que hay 3000.
Desde tiempos prehistóricos las Pléyades lograron llamar la atención. Durante la Edad del Bronce fueron representadas en el disco celeste de Nebra, hallado en Alemania. Asimismo se menciona a las Pléyades en muchos textos antiguos de civilizaciones alrededor del mundo, siempre vinculadas a la mitología local.
Para los hindúes eran seis ninfas, para los griegos eran las siete hijas de Atlas, el titán mitológico que sostiene al mundo, mientras que los antiguos pobladores de Tahití las conocían como Pipirima.
Los astrónomos del Nuevo Mundo también registraron su aparición, por ejemplo en libros sagrados como el Popol Vuh de los mayas.
Los incas consideraban su primera aparición anual como el inicio de su año nuevo y un indicador de cómo serían las cosechas durante ese año. Y es que los incas, junto a otros pueblos antiguos, creían que su aparición al amanecer, junto al cercano cúmulo de las Híades, era presagio de lluvias.
Coloquialmente aún se las llama de muchas formas: las Siete Hermanas, las Cabritas, las Siete Cabrillas o simplemente las Siete.
Índice del artículo
- 1 Origen de las Pléyades
- 2 Composición
- 3 Características físicas del cúmulo
- 4 Las estrellas de las Pléyades
- 5 Cómo encontrar a las Pléyades en el cielo nocturno
- 6 Referencias
Origen de las Pléyades
Las Pléyades tienen una edad estimada en 100 millones de años y sus estrellas se formaron de la misma manera en que lo hacen todas en la Vía Láctea y en otras galaxias.
Fue a partir de una gran nube de gas y polvo interestelar, que en ciertos momentos concentró una pequeñísima parte de materia en un punto del espacio.
Allí donde la gravedad era apenas más intensa, más materia comenzó a aglomerarse, estrechando más y más la distancia entre las partículas. Pero de ninguna manera estas permanecen estáticas. Toda partícula material posee energía cinética y si se acercan mucho unas con otras, comienzan a ejercer presión para soltarse y expandirse.
Estas dos fuerzas contrarias, gravedad que comprime, y presión que expande, son las que terminan por dar vida a las estrellas y activar el reactor nuclear de su centro, el cual transforma principalmente el elemento hidrógeno, el más sencillo y abundante en el universo, en otros elementos más complejos.
Una vez en funcionamiento el reactor central de la estrella, la presión hidrostática y la gravedad encuentran su equilibrio y la estrella brilla emitiendo energía en forma de radiación. ¿Cuánta? Eso dependerá de la masa inicial de la estrella.
Composición
No estaban equivocados los pueblos antiguos al afirmar que las Pléyades son hermanas, pues todas provienen de la misma región rica en materia interestelar: hidrógeno, helio y trazas de todos los demás elementos conocidos en la Tierra.
Los astrónomos saben esto analizando la luz de las estrellas, pues allí está contenida la información de los elementos que la componen.
Las estrellas de las Pléyades se formaron todas más o menos al mismo tiempo y tienen la misma composición, aunque su evolución posterior seguramente será diferente. La vida de una estrella depende en gran medida de su masa inicial, la que tiene cuando entra en la secuencia principal.
Cuanto mayor es la masa, más breve la vida de la estrella, pues tiene que gastar su combustible nuclear mucho más rápido que otra de masa menor. Y las Pléyades son más masivas que nuestro Sol, que es una estrella considerada mediana o más bien pequeña.
Los cúmulos estelares abiertos como las Pléyades son frecuentes en la Vía Láctea, donde se han identificado unos 1000 de ellos. También están presentes en otras galaxias y son muy interesantes porque en ellos los astrónomos pueden ver los comienzos de la evolución estelar.
Características físicas del cúmulo
El cúmulo estelar abierto de las Pléyades tiene las siguientes características, que comparte con otros cúmulos abiertos:
-Forma irregular.
-Miles de estrellas relativamente jóvenes o de mediana edad.
-Composición semejante a la del Sol: hidrógeno y helio mayormente.
-Sus estrellas están en la llamada secuencia principal de estrellas.
-Se ubican en el plano de la galaxia, cerca de los brazos espirales.
Por esta última cualidad, también se les conoce como cúmulos galácticos, pero no confundir el término con cúmulos de galaxias, que es otra clase de agrupación, mucho más grande.
Como se dijo antes, el cúmulo de las Pléyades surgió hace unos 100 millones de años más o menos, cuando los dinosaurios aún no pensaban extinguirse. Dista unos 430 años luz de la Tierra, aunque todavía hay cierto grado de incerteza en el valor.
En referencia a su tamaño, el cúmulo se extiende por aproximadamente 12 años luz y en la imagen 1 parecen estar rodeadas de una nebulosidad de color azul, el resultado de la luz atravesando el polvo y el gas cósmico alrededor de las estrellas.
No se trata de material remanente de la formación de las Pléyades, sino más bien del que están encontrando a su paso, pues estas estrellas se mueven a razón de 40 km/s y para este momento se encuentran en una región repleta de polvo. Dentro de 250 millones de años se habrán alejado y estarán dispersas por el espacio.
Las estrellas de las Pléyades
Hay más tipos de estrellas presentes en el cúmulo de las Pléyades de las que vemos brillar en una noche clara:
-Están las estrellas jóvenes y de mediana edad, azules, muy luminosas y calientes, bastante más masivas que nuestro Sol. Son las que vemos a simple vista y otras con telescopios.
-Enanas marrones, que no llegan a ser estrellas, puesto que su masa es muy baja y no alcanza el valor crítico necesario para encender el reactor nuclear central.
-Enanas blancas, que suelen ser el remanente de estrellas muy avanzadas en su evolución.
Cómo encontrar a las Pléyades en el cielo nocturno
Es muy fácil, ya que se trata de un objeto muy característico. Conviene tener a la mano cartas estelares, que se pueden descargar de internet o mediante aplicaciones para teléfono.
Con frecuencia las Pléyades aparecen en los mapas con el nombre del catálogo Messier M45, un antiguo catálogo de objetos celestes recopilados en el siglo XVIII por el astrónomo francés Charles Messier, aún en uso hoy en día.
El mejor momento para ver las Pléyades es durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. Para localizarlas fácilmente se busca la constelación de Orión, que es muy fácil de identificar, ya que tiene las tres estrellas brillantes a modo de cinturón.
Después se dibuja una flecha imaginaria sobre el cinturón que apunte a la estrella roja en la cabeza del toro (Taurus) llamada Aldebarán. Seguidamente, en línea recta, están las Pléyades, un bello espectáculo en el cielo nocturno.
Referencias
- EarthSky. Pleiades star cluster, aka Seven Sisters. Recuperado de: earthsky.org.
- Muy Interesante. ¿Cómo se le pone nombre a las estrellas? Recuperado de:muyinteresante.com.mx.
- Pasachoff, J. 2007. The Cosmos: Astronomy in the New Millennium. Third Edition. Thomson-Brooks/Cole.
- Seeds, M. 2011. Foundations of Astronomy. Seventh Edition. Cengage Learning.
- Wikipedia. Las Pléyades. Recuperado de: es.wikipedia.org.