Cultura general

Dios Eros: origen, historia, características, mitos


Eros es el dios del amor, la atracción y el sexo en la mitología griega. Su equivalente romano es Cupido, que generalmente es representado con alas y un arco con el que dispara flechas al corazón de las personas para enamorarlas.

También venerado como un dios de la fertilidad, es hijo de Afrodita, la diosa de la belleza y la sexualidad, y Ares, el dios de la guerra. Su trabajo consiste en ayudar a su madre a despertar la pasión entre los hombres.

En la Grecia más antigua su adoración era poco común, pero luego se volvió más popular, especialmente en Tespia y Atenas, siendo consagrado en su honor y el de Afrodita el cuarto día de cada mes.

Al ser hijo de la diosa de la belleza y del dios de la guerra, Eros es una deidad dual: así como el amor puede ser sinónimo de felicidad, también puede causar dolor y sufrimiento.

Además de inspirar la pasión en los demás, este dios fue víctima de sus propias flechas y se enamoró de la mortal Psique, considerada la mujer más bella del mundo. De la unión entre ambos nació su única hija, Hedoné, que simboliza la sensualidad.

Eros ha sido personificado en numerosas obras de arte a lo largo de la historia y su mito aún sigue vigente en nuestros días, representado en la figura de Cupido.

Índice del artículo

Origen e historia de Eros

El mito más representativo es que Eros es hijo de Afrodita, la diosa de la belleza y la sexualidad, y Ares, el dios de la guerra.

Sin embargo, otros escritos señalan que esta diosa lo concibió luego de ser poseída por la espuma del mar y que de esa unión nacieron gemelos: Eros, el dios del amor, e Himeneo, el dios de la lujuria y el deseo sexual.

Estos dos hermanos, junto a Potos, representan a los Erotes, los dioses alados del amor en la mitología griega.

Esta trilogía combina los componentes básicos en los que se fundamenta toda relación de pareja: el amor (Eros), el deseo sexual (Himeneo) y el anhelo (Potos).

Otros posibles orígenes

En su obra poética la Teogonía (siglo VI antes de Cristo), una de las más antiguas versiones del origen del cosmos y el linaje de los dioses de la mitología griega, Hesíodo explicó que Eros surgió tras el Caos primordial junto con Gea, la Tierra, y Tártaro, el inframundo.

Por su parte, en la comedia Las Aves (414 antes de Cristo) de Aristófanes, el dios brotó de un huevo puesto por Nix, la diosa de la noche, luego de ser fecundada por Erebo, el dios de la oscuridad y las sombras.

A su vez Platón, en su obra El Banquete (385-370 antes de Cristo), escribió que Eros nació de la unión de Poros, el dios de la abundancia, y Penia, que representa a la pobreza.

Esta combinación explica las características ambivalentes del amor, que del lado materno heredó la carencia permanente y del paterno la profusión y el coraje.

Características de Eros

Eros es el dios de la atracción, la sexualidad y el amor. Con sus flechas se ocupa de despertar la pasión entre los mortales y también de impulsar la creatividad en la naturaleza.

Se lo suele representar como un niño o un adolescente alado, generalmente desnudo, y en ocasiones con los ojos vendados dado que el amor es ciego.

Su comportamiento tiende a ser inocente e infantil y muchas veces sus flechas se clavan en los corazones equivocados y esas personas padecen la tristeza y el dolor del rechazo.

Para algunos historiadores Eros es el responsable de inspirar el amor entre varones, mientras que su madre Afrodita se encarga de hacerlo entre hombres y mujeres.

Por ello en la antigua Grecia se solía reverenciar su figura en las palestras, las escuelas de lucha, donde se producían los encuentros de muchos jóvenes con sus amados.

Mitos sobre Eros

Mito de Eros y Psique

Psique era la hija de un rey que deslumbraba a los hombres por su belleza. Esto hacía que muchos la adoraran como una reencarnación de Afrodita y abandonaran sus altares.

La diosa, celosa, ordenó a su hijo Eros que hiciera que la mujer se enamorara del hombre más desagradable y vil que pudiera existir. Sin embargo, el dios quedó cautivado por su hermosura y se la llevó a su palacio donde la convirtió en su esposa.

No obstante, para evitar la ira de su madre, solo la visitaba de noche y en la oscuridad para no revelar su verdadera identidad. Influenciada por sus hermanas envidiosas, un día Psique decidió esperar a que el dios se durmiera y con una lámpara iluminó su rostro para ver quién era.

Descubierta la traición, Eros decidió abandonarla y la tristeza hizo que perdiera su belleza. La mujer, sintiéndose culpada, emprendió una serie de peligrosas pruebas para ganar su perdón. En la última de ellas bajó a los infiernos para pedirle a Perséfone un poco de su hermosura, para así restaurar la de su amado.

Finalmente Eros la perdonó y les rogó a su madre y a Zeus que volvieran a Psique inmortal, para permanecer juntos por toda la eternidad. De la unión entre ambos nació su única hija, Hedoné, que simboliza la sensualidad.

Mito de Dafne y Apolo

En otra historia se cuenta que Apolo, el dios del sol, la razón y la música, solía burlarse de las habilidades de Eros como arquero y cantante.

En venganza, este le disparó una de sus flechas para que se enamorara de una ninfa llamada Dafne. Pero a su vez, a la joven le lanzó otra con punta de plomo, para que sintiera desprecio y desdén por él.

A pesar del rechazo el dios continuó buscándola y, para huir del acoso, Dafne le pidió ayuda a su padre, el río Ladón. Este la transformó en laurel y desde entonces el árbol se convirtió en sagrado para Apolo.

Mito del amor y la pasión

Otro mito cuenta que Afrodita estaba preocupada porque el tiempo pasaba y su hijo no crecía, permaneciendo siempre como un niño rebelde y travieso.

Entonces decidió ir a consultar al oráculo de Temis en busca de una respuesta. En este lugar sagrado le contestaron que “el amor no puede crecer sin pasión”.

La diosa no comprendió el mensaje hasta que tuvo otro hijo, Anteros, el dios de la pasión. Cuando estaba junto a su hermano, Eros crecía y se transformaba en un bello joven. Pero cuando se separaban volvía a ser un niño malcriado.

Mito de Helena de Troya

Afrodita le prometió al príncipe troyano Paris el amor de Helena, luego de que este votara a su favor en un concurso de belleza en que la diosa se enfrentó con Hera y Atenea.

Helena, que era famosa por su hermosura, estaba casada con Menelao, el rey de Esparta. Sin embargo, gracias a una flecha de Eros, ella se enamoró de Paris y los amantes huyeron juntos, desencadenando la Guerra de Troya.

Eros en el arte

Eros ha sido personificado en numerosas obras de arte a lo largo de la historia. En la mayoría está representado como un niño o un adolescente alado, acompañado de sus inseparables arco y flechas con las que despierta la pasión en los mortales.

Generalmente su figura aparece desnuda y en ocasiones con los ojos vendados o portando una antorcha. Por otro lado, su sexualidad suele ser ambigua.

A partir del Renacimiento (siglos XV y XVI) su diseño como un niño rechoncho y pícaro, similar a la imagen actual de Cupido, comenzó a ganar popularidad.

En muchas piezas, principalmente entre los siglos XVIII y XIX, aparece sujetando un espejo para que su madre Afrodita pueda contemplarse en él.

En otras, se representa su historia de amor con Psique.

Obras más conocidas

Una de las obras más famosas es la escultura Cupido soplando la antorcha de Himeneo para reencender su llama (1831) del escocés George Rennie, en la que dos adolescentes se abrazan con cierto tono sensual.

Otra pieza destacada es la pintura al óleo El amor victorioso (1602) del italiano Caravaggio, en la que un Eros desnudo aparece cargando un arco y unas flechas, mientras pisotea los símbolos de las artes, las ciencias y el gobierno.

Por otro lado, entre las que es representado junto a su madre sobresalen los cuadros de Venus del espejo del italiano Tiziano (1555) y el español Diego Velázquez (1648), y la Venus y Cupido (1606) del alemán Peter Paul Rubens.

En tanto, entre los que reflejan la historia con su esposa se destacan las esculturas Psique contemplando al amor (1906) del francés Auguste Rodin, Psique reanimada por el beso del amor (1793) del italiano Antonio Canova, y Psique contempla a Eros sosteniendo una lámpara de aceite (1857) del alemán Reinhold Begas.

También la pintura Eros y Psique (1798) del francés François Gérard.

Por último, otras obras reconocidas del dios son Cupido fabricando su arco (1523) de Parmigianino, Cupido fabricando su arco con la maza de Hércules (1750) de Edmé Bouchardon y Eros haciendo girar al mundo conforme a su deseo (1903) de Claudius Marioton.

Referencias

  1. Eros, Greek God, Encyclopaedia Britannica. Disponible en: britannica.com
  2. Eros, Greek Mythology. Disponible en: greekmythology.com
  3. La Vanguardia. Cupido en el arte. Disponible en: vanguardia.com.mx
  4. Graves R. (2004). Los mitos griegos.  Círculo de Lectores. Barcelona, España.
  5. García Gual, C. (1997). Diccionario de Mitos. Planeta. Barcelona, España.
  6. Eros, Wikipedia. Disponible en: wikipedia.org