Eva Perón: biografía, relaciones, política, muerte
Eva Perón (1919 -1952) fue una política argentina famosa por ser una de las políticas más influyentes del siglo XIX. Además, fue actriz y sirvió como primera dama del país suramericano entre 1946 y 1952. También presidió y fundó el Partido Peronista Femenino.
Comenzó su vida humildemente en las papas de Argentina y migró a la capital siendo muy joven, puesto que deseaba dedicarse a la carrera artística. Su primer encuentro con Juan Perón se dio en 1944 y se casaron al año siguiente.
Durante el gobierno de su marido, que ascendió a la presidencia en 1946, Eva Perón fue famosa por su lucha a favor de los sindicatos de su país. Desde 1947 impulsó la ley del sufragio femenino y después de obtenerla continuó exigiendo la igualdad de derechos de las mujeres en otros ámbitos.
Entre los logros de Perón en materia de igualdad civil, destacaron que los cónyuges fuesen iguales ante la ley y que en caso de separación la custodia de la descendencia estuviese compartida por ambos padres.
Por otra parte, creó el llamado Partido Peronista Femenino, en el que se integraron las mujeres que acababan de recibir derechos políticos por primera vez. También estableció una fundación llamada Eva Perón, a través de la cual creó proyectos de distintas índoles.
Fue postulada para optar al cargo de vicepresidenta en 1951, pero renunció a la nominación.
Su figura ha sido polémica, puesto que muchos la ven como una líder y promotora del feminismo en Argentina, mientras que otros la perciben como una populista que sirvió para dominar la maquinaria propagandística del peronismo.
Índice del artículo
- 1 Nacimiento
- 2 Infancia
- 3 Ascenso artístico
- 4 Relación entre Eva y Juan Domingo Perón
- 5 Política
- 6 Enfermedad
- 7 Muerte
- 8 Referencias
Eva María Duarte nació el 7 de mayo de 1919 en la ciudad de Junín, Argentina. Existe controversia en torno a su nacimiento, puesto que se sabe que con ayuda del general Juan Perón, su acta de nacimiento fue adulterada al momento de contraer matrimonio.
En el documento falso se declaró que Eva había nacido en 1922; con investigaciones posteriores en las que se incluyó su acta de bautismo quedó esclarecido que el año verdadero de nacimiento fue 1919.
En cuanto al lugar, también existen diferentes versiones: según algunas fuentes llegó al mundo en la hacienda de su padre, que estaba localizada en La Unión. Sin embargo, la historia que goza de mayor aceptación es que nació en Junín, donde había un hospital adecuado.
Eva fue hija natural de Juan Duarte, un político y hacendado conservador, con su entonces amante Juana Ibarguren. Su padre tenía una familia formal y su esposa llevó por nombre Adela Uhart, que además era su prima. Los Duarte – Uhart tuvieron 14 hijos dentro del matrimonio.
La pareja conformada por Duarte e Ibarguren tuvo en total cinco hijos, de los cuales Eva era la menor; la primera fue Blanca (1908 – 2005), luego llegó Elisa (1910 – 1967), seguida por Juan Ramón (1914 – 1953) y Erminda (1916 – 2012).
Según algunas fuentes la esposa de Juan Duarte falleció antes del nacimiento de Eva, con lo que en ese momento su padre era viudo y no casado.
Se cree que durante los primeros años de su vida, Eva Duarte y sus hermanos vivieron con comodidad, puesto que su padre velaba por ellos y por su madre, Juana Ibarguren. Un orden que reinó en sus vidas hasta la muerte de Juan Duarte.
Un accidente de tránsito fue el motivo del deceso del padre de los Duarte en enero de 1926. Algunos han popularizado la idea de que la familia de Eva fue humillada por otros parientes de su padre durante el velorio de este.
De cualquier modo, esas aseveraciones se han desmentido por personas cercanas que presenciaron el funeral de Juan Duarte y que dieron fe de que a los hijos de Juana Ibarguren se les permitió despedirse de su padre en paz.
Las situaciones a las que Eva y su familia tuvieron que enfrentar desde ese momento no fueron sencillas. En primer lograr se trasladaron definitivamente a Junín, donde Juana consiguió trabajo como costurera y en otras actividades que le permitían mantener a sus hijos.
Además, para sustentar a la familia, los hijos mayores comenzaron a tomar trabajos para poder realizar sus aportes económicos con el hogar.
Desde esa época Eva María Duarte comenzó a mostrar interés por las artes escénicas. La muchacha participaba frecuentemente en obras de teatro locales, así como en otros actos culturales de la ciudad.
Antes de terminar el colegio, en 1934, Eva viajó por primera vez a la capital de Argentina. Pronto retornó a su casa en Junín, ya que no pudo encontrar trabajo en esa primera oportunidad. Luego volvió a intentarlo y así fue que a principios de 1935 Eva Duarte se fue definitivamente a Buenos Aires.
Parece ser falsa la versión que la relaciona con el cantante Agustín Magaldi y en la que se afirma que fue él quien la llevó a la capital. Según una de las hermanas de Duarte, su madre acompañó a Eva hasta que encontró un empleo.
Cuando Eva se radicó en Buenos Aires, la ciudad estaba experimentando una fuerte ola de inmigración interna. Los argentinos de áreas rurales, así como extranjeros de países vecinos llegaron por la oferta de trabajos en las industrias nuevas que se establecieron en la ciudad capital.
Los miembros de esta oleada de inmigrantes fueron apodados “cabecitas negras” y eran tratados de forma despectiva. La transición hacia el modelo económico industrial en el país suramericano fue el detonante de ese ambiente.
Los días de la Argentina agrícola estaban quedando atrás y necesitaban trabajadores para las numerosas fábricas que abrían sus puertas en el área porteña.
El primer puesto que encontró Eva Duarte fue trabajando como actriz principiante en la compañía de Eva Franco; era 1935. En ese momento su hermano Juan, que también vivía en Buenos Aires, era uno de los más allegados a ella.
Eva obtuvo otros papeles teatrales menores y en 1936 fue contratada por la Compañía Argentina de Comedias Cómicas. Junto con este grupo actoral partió en su primera gira nacional.
El 26 de junio de 1936 salió publicada su primera fotografía en un periódico junto con una leyenda que hacía referencia a su destacado trabajo como actriz durante esa temporada teatral.
Por ese entonces Eva Duarte tomaba todas las oportunidades que surgían en su camino. Trabajó como modelo, actuó en roles secundarios de películas y se hizo un nombre como locutora y actriz de radionovelas.
En 1938 ya había ganado suficiente popularidad en su gremio como para ser nombrada actriz principal en una nueva compañía llamada Teatro del Aire. Entonces llegó el momento de unirse al gremio formalmente e ingresó en la Asociación Argentina de Actores bajo el número 639/0.
Obtuvo roles en películas como ¡Segundos Afuera! (1937) y El más infeliz del pueblo (1941). La Compañía Candijelas la firmó en 1941 y desde entonces Eva comenzó a participar en un ciclo de radionovelas que eran transmitidas en una estación de la capital argentina.
Eva Duarte comenzó a realizar un programa llamado Grandes mujeres de todos los tiempos, el cual era transmitido todas las noches, comenzando en septiembre de 1943.
Después de su sacrificado comienzo Eva Duarte logró conseguir estabilidad económica gracias a su trabajo artístico: en 1942 se compró un departamento en Recoleta, una de las zonas más exclusivas de Buenos Aires.
La Asociación Radial Argentina fue la primera organización sindical de los trabajadores de ese medio de comunicación y su fundación sucedió en agosto de 1943. Una de las promotoras de esto fue Eva y además fue nombrada presidenta de ese sindicato pionero en su ramo.
Argentina estaba atravesando un delicado momento en su historia nacional. En el país de Eva Duarte la industrialización era un hecho inminente y llevó como consecuencia a un crecimiento rápido de la clase obrera.
La política también se vio afectada por los cambios, puesto que se produjo lo que se conoce como la Revolución del 43: una etapa que comenzó con un golpe de Estado que fue perpetrado el 4 de junio y estuvo dirigido por Arturo Rawson y Pedro Ramírez.
En ese momento Juan Perón todavía no tenía un gran protagonismo dentro del nuevo gobierno, pero se le asignó el Departamento de Trabajo, que luego pasó a llamarse Secretaría de Trabajo. Desde ese momento Perón consiguió acercamientos con los sindicatos argentinos.
Eso le proporcionó a Juan Perón un estatus importante dentro del aparato de gobierno y en 1944 consiguió escalar hasta el puesto de ministro de guerra.
En enero de 1944 algunas figuras de importancia se reunieron en el estadio Luna Park para recaudar fondos en beneficio de las víctimas del terremoto de San Juan. Durante esa gala la joven Eva Duarte conoció al general Juan Domingo Perón.
Poco después comenzaron una relación íntima y Perón se mudó al mismo edificio en el que Eva tenía su departamento. Mientras tanto, ella continuaba desarrollando su carrera artística y en 1945 obtuvo el papel principal en la película La pródiga.
Las turbias aguas políticas tuvieron como consecuencia un nuevo golpe de Estado tras el cual Juan Perón fue detenido y forzado a renunciar a su puesto. Sin embargo, el 17 de octubre de 1945 una manifestación multitudinaria promovida por los sindicatos exigió la liberación de Perón.
Los trabajadores obtuvieron su demanda, además en ese momento Perón también apareció públicamente anunciando su renuncia al Ejército de Argentina.
Menos de una semana después de haber sido liberado, Juan Perón contrajo matrimonio con Eva Duarte y el 10 de diciembre de 1945 celebraron su boda eclesiástica.
La inmersión de Eva Perón en la vida política de su país ocurrió cuando comenzó la maquinaria electoral que respaldaba a su marido. Desde principios de 1946, cuando arrancó la candidatura de Juan Perón, iniciaron los compromisos públicos de su esposa.
Las constantes apariciones de Eva eran algo novedoso en el país, ya que la sociedad típicamente machista no veía con buenos ojos que las mujeres participaran en eventos políticos. Ese pensamiento estaba tan arraigado que, de hecho, las mujeres no podían votar.
El 24 de febrero de 1946 los argentinos acudieron a las urnas electorales y el resultado fue que el presidente de la nación iba a ser Juan Perón. Tomó la posesión de la primera magistratura el 4 de junio del mismo año y Eva Perón pasó a ser la primera dama Argentina.
Al asumir dicho puesto ella continuó promoviendo el voto femenino y la igualdad de derechos políticos.
Entonces, por propuesta de Eva se creó un proyecto de ley muy corto que fue aprobado finalmente el 9 de septiembre de 1947, dicha ley estaba referida a los derechos para participar en política de las mujeres argentinas.
Eva Perón partió de Argentina en junio de 1947 para realizar una gira internacional que comenzó por Europa. Fue invitada por el gobierno español para representar a su esposo y realizó un recorrido que duró 64 días.
Estuvo en España, Italia, con una parada en el Vaticano, Portugal, Francia y Suiza. Además, antes de volver a su país pasó por Brasil y Uruguay. En suelo español Perón fue recibida por el general Francisco Franco y este le concedió la Gran Cruz de Isabel la Católica.
Observó las políticas sociales europeas durante su viaje; durante su paso por el Vaticano consiguió una audiencia con el papa Pío XII, luego al visitar Portugal pudo encontrarse con el rey Juan Carlos de España, que estaba exiliado en ese momento.
El 19 de junio de 1948 creó la Fundación Eva Perón, una institución a través de la cual canalizó la mayor parte de sus gestiones sociales. El objetivo de dicha organización fue ayudar a mujeres, niños, anciano y enfermos.
La fundación del Partido Peronista Femenino ocurrió un año después, plataforma que estaba dirigida totalmente por mujeres. Este partido fue concebido para ganar influencia en ese grupo con recién adquirida participación política.
Se cree que de ese modo Eva Perón sirvió para transmitir el peronismo de una forma más accesible al pueblo. Era una figura carismática con la que las masas podían sentirse identificadas y en quien podían depositar su confianza.
Constantemente Eva Perón se relacionaba con líderes sindicalistas con quienes el gobierno de su marido siempre mantuvo una alianza fuerte.
También en 1949 Eva promovió la igualdad jurídica de los cónyuges en una reforma constitucional que se llevó a cabo entonces. Igualmente otro de los cambios que impulsó fue la patria potestad compartida de los hijos y los derechos de niños y ancianos.
Las medidas de equidad para la custodia de los hijos fueron revertidas en 1955 y volvió a aplicarse el modelo en el que el hombre tenía mejor elegibilidad para obtener la patria potestad.
Las primeras elecciones con participación femenina en Argentina se realizaron en 1951. En ellas no solo estuvieron incluidas como electoras, sino también como candidatas; de hecho, resultaron electas 23 diputadas y seis senadoras.
Motivados por la estrecha relación que sostenía Eva Perón con los sindicatos argentinos, estos últimos la propusieron para el cargo de vicepresidente. Le solicitaron una respuesta inmediata y pública; ella contestó con ambigüedad para luego decir que no podía aceptar.
Algunos creen que la negativa de Eva se debía a presiones internas del partido peronista que no concebía que una mujer pudiese ostentar tanto poder. De cualquier modo, la versión que tiene más respaldo es que su respuesta estuvo fundamentada en su delicado estado de salud.
De hecho el 11 de noviembre de 1951 Eva Perón, al igual que muchas otras argentinas, votó por primera vez, pero ella lo hizo desde la cama de un hospital, porque se estaba recuperando de una histerectomía que se le practicó el 6 del mismo mes.
Eva Perón fue operada de apendicitis en 1950, pero desde 1946 presentaba antecedentes de mala salud por síntomas que incluían desmayos y mareos. A pesar de esa intervención sus quebrantos continuaron.
Se le practicó una biopsia en agosto de 1951 y el resultado de aquel estudio fue que la primera dama tenía cáncer de cuello uterino, la misma enfermedad que le arrebató a Juan Perón a su primera esposa en 1938.
Perón fue sometida a un tratamiento de radioterapia que no funcionó. Desde mediados de 1951 la esposa del presidente estuvo confinada en su hogar por la debilidad que le generaba su enfermedad; desde entonces detuvo sus apariciones en público por un tiempo.
Aunque ella no lo supo, la intervención quirúrgica que le practicaron a finales de 1951 fue ejecutada por un oncólogo norteamericano de nombre George Pack. La versión oficial fue que el médico había sido Ricardo Finochietto y hasta 1991 no se supo la verdad.
A principios de 1952 regresó por un tiempo a sus actividades regulares. En esos meses Eva Perón consiguió asistir a premiaciones, conferencias, viajes y otros compromisos públicos que eran parte de su vida normal como primera dama.
Estuvo presente en las celebraciones del 1° de mayo de 1952 y ese año pronunció uno de sus discursos más emblemáticos en el que atacaba y amenazaba frontalmente a los antiperonistas:
“Yo le pido a Dios que no permita a esos insectos levantar la mano contra Perón, porque ¡guay de ese día! Ese día, mi general, yo saldré con el pueblo trabajador, yo saldré con las mujeres del pueblo, yo saldré con los descamisados de la patria, para no dejar en pie ningún ladrillo que no sea peronista”.
El 4 de junio Eva acompañó a Juan Perón a su juramentación tras la reelección, a pesar de que el consejo de los profesionales médicos recomendaba que permaneciera en reposo. De ese modo concluyeron sus apariciones públicas, ya que la enfermedad no le permitió salir nuevamente.
Después de pasar semanas convaleciente, Eva Perón cayó en coma el 18 de julio de 1952.
Eva María Duarte de Perón falleció el 26 de julio de 1952 en Buenos Aires, Argentina. La actriz y política pasó sus últimos días inconsciente hasta que finalmente su cuerpo dejó de responder y murió. Su cuerpo fue embalsamado por el Doctor Pedro Ara.
Los restos de la difunta primera dama fueron trasladados al día siguiente al Ministerio del Trabajo y Previsión. El cuerpo permaneció allí hasta el 9 de agosto, cuando la llevaron al Congreso Nacional para rendirle honores oficiales.
Finalmente su cuerpo fue ubicado en la sede de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina, edificio que de hecho había sido donado por la misma Eva Perón a dicha organización sindical.
Permaneció allí hasta que se concluyó el “Monumento al Descamisado”, creado especialmente para que su cuerpo descansara. En vida Eva Perón solía referirse al pueblo como “descamisados”, especialmente a las clases bajas y trabajadoras.
El general Juan Perón fue derrocado por un levantamiento militar que ocurrió en 1955. Después de ese alzamiento los restos de Eva Perón fueron extraídos y desaparecieron durante 14 años. Ese controvertido suceso dio pie a la formación de múltiples leyendas.
Aunque no es sencillo separar la realidad de la ficción, ha sido confirmado que el cadáver de Eva Perón fue trasladado a Italia mediante un nombre falso. Bajo la figura de una supuesta repatriación se ubicaron sus restos en Milán y permanecieron sepultados allí durante más de una década.
De hecho, fue en 1971 cuando el general Lanusse, entonces presidente de Argentina, ordenó que el cuerpo se trasladara a España.
En 1974 el cuerpo de Evita, como era conocida popularmente, volvió a su país natal y, finalmente, dos años más tarde su familia lo reclamó para depositarlo en una bóveda familiar ubicada en el cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.
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