Historia

Los logros de la Primavera de los Pueblos de 1848


Los logros alcanzados durante laPrimavera de los Pueblos de 1848 fueron la consolidación de la clase obrera como fuerza de cambio, derrocamientos monárquicos, dimisiones de emperadores y abolición de leyes antiguas, entre otros cambios de gran relevancia histórica.

Se trató de una serie de movimientos revolucionarios que involucró a decenas de países europeos que se levantaron en el mismo periodo y de manera espontanea contra los gobiernos o reinados en el poder, sin contar con alguna planificación aparente entre sí.

Aunque estos movimientos fueron aplacados, dejaron algunas victorias a su paso  y cimentaron el camino para que los objetivos que inicialmente no fueran alcanzados, vieran la luz en el futuro.

Índice del artículo

Origen

La Primavera de los Pueblos de 1848 fue la tercera oleada revolucionaria del siglo XVIII en el continente europeo, luego de los levantamientos de 1820 y 1830.

Ocurrieron varios hechos que generaron estas revoluciones, entre los que se destacan:

– Una crisis agraria registrada entre 1845 y 1849 por una plaga que afectó la siembra de patata y causó una intensa hambruna en muchos de los países europeos.

– La presencia de ideologías socialistas que incentivaban al pueblo a la acción. Ese mismo año fue publicado el Manifiesto Comunista de Karl Marx (1818-1883), mientras que los socialistas franceses llamaban al pueblo a defender sus derechos.

Logros de la Primavera de los Pueblos

Los alcances obtenidos como consecuencia de estos procesos revolucionarios son tan diversos como la cantidad de levantamientos que se desarrollaron.

Los logros están vinculados a la lucha específica de cada pueblo, por lo que se ofrecen a continuación los alcances obtenidos según las regiones foco de los levantamientos.

La unificación italiana

El origen de las revoluciones de 1848 tuvo su inicio en Italia, donde en enero de ese año se generó un levantamiento Sicilia. Para ese entonces Italia no era un Estado independiente sino una de las muchas regiones bajo el control del Imperio Austriaco.

Italia estaba conformada por el Reino de Piamonte y Cerdeña, Ducados de Parma, Módena y Toscana, Reino de Lombardo Véneto, el reino de Nápoles y los estados pontificios.

A pesar de que cada reino era políticamente independiente, sus pueblos lograron unificarse con el objetivo de derrotar al poder absolutista que los gobernaba y rechazar la invasión austriaca.

Hubo pasos positivos, ya que en el norte ganaron territorios ocupados por Austria, crearon un gobierno provisional y establecieron la república de San Marcos. Una situación similar ocurrió en Milán y Cerdeña, mientras que en Sicilia los levantamientos lograran derrotar el absolutismo y formar la República Romana.

Sin embargo, estas victorias no fueron permanentes, ya que pronto el Imperio Austriaco tomaría nuevamente el control.

Francia y la conformación de la Segunda República

Los historiadores afirman que si bien Italia fue el primer país donde se produjo el brote revolucionario, Francia fue donde se encendió la chispa que se expandiría por todo el continente.

En febrero de 1848 la clase obrera, estudiantes y una pequeña parte de la burguesía se levantaron en contra el rey Luis Felipe de Orleans, que ocupaba el trono después de que la monarquía fuera restablecida en ese país tras los movimientos revolucionarios de 1830.

Este nuevo levantamiento francés forzó al rey a abdicar, dando paso a la creación de la Segunda República, que trajo consigo la aprobación del voto directo (solo masculino), libertad de prensa y asociación y la implementación del derecho al trabajo.

Sin embargo, el clima se radicalizó, y la pequeña burguesía que originalmente participó en el levantamiento traicionó a la clase obrera y se unió a la alta burguesía, causando una lucha de clases que concluyó con más de mil personas ejecutadas.

Luis Napoleón Bonaparte, sobrino del General Napoleón Bonaparte, fue elegido presidente de la Segunda República francesa que solo duró cuatro años, ya que en 1852 se autoproclamó emperador, dando inicio al Segundo Imperio francés.

Pronto la semilla de la revolución no tardó en diseminarse por casi todo el resto de Europa, ayudada por la presencia de nuevos elementos de importancia comunicacional como lo fueron el tren y el telégrafo.

Alemania y la unificación de su Estado

En Alemania la denominada Revolución de Marzo, fue iniciada en respuesta al deseo de unificar su Estado, que también estaba constituida por una confederación de reinados similares a la conformación italiana.

La clase media y la obrera exigían derechos políticos y civiles y rechazaban la censura gubernamental. Sin embargo, estos grupos no formaron un frente unido, lo que trajo como consecuencia el fracaso de su movimiento.

Pese a su fracaso, este levantamiento pavimentó el camino para una eventual unificación de Alemania que tomaría lugar 25 años después.

Imperio Austriaco

Este imperio estaba compuesto por regiones donde hoy se establecen los países de Alemania, Hungría, Rumania, Italia, Polonia, Eslovenia, Ucrania y Serbia, entre otros.

Era dirigido por el canciller Klemens von Matternich (1773-1859) ante la imposibilidad de Fernando I de ejercer el poder por sufrir de una enfermedad mental.

Matternich manejó el imperio con mano dura, se pronunció en contra de la revolución y el liberalismo, y censuró la libertad de expresión y la prensa, además de resistirse en todo  momento a otorgar al pueblo algún tipo de libertad que favoreciera sus derechos.

Los movimientos revolucionarios que se generaron en los países del imperio, impulsaron la abolición de las obligaciones feudales en gran parte de Europa del Este, lo que otorgó la emancipación de los campesinos y dominio económico sobre sus tierras, anteriormente al servicio de los poderes señoriales.

Estos acontecimientos hicieron huir a Matternich y abdicar al emperador Fernando I, que fue sucedido inmediatamente por Francisco José I.

El imperio no fue abolido, pero el mensaje fue escuchado.

Aprendizaje de la Primavera de los Pueblos

Los historiadores coinciden en que la denominada Primavera de los Pueblos es un fenómeno de estudio debido a la manera masiva como se desarrollaron los hechos.

Aunque la mayoría de los eventos fueron finalmente sofocados, establecieron ciertos aspectos:

– Dejaron en entredicho nuevamente el poder de la monarquía y los imperios.

– Contaron con gran presencia del sector obrero, como nunca antes había ocurrido. Este grupo tomó conciencia de su importancia en la lucha para alcanzar sus derechos.

– Se trató de un proceso de globalización aún antes de que este concepto fuese acuñado, porque involucró a un número importante de países que coincidieron en sus luchas individuales pero similares.

– Demostró a las revoluciones fallidas dónde radicaban sus fallas, a qué grupos sociales afiliarse y cuáles evitar para lograr sus objetivos.

Estudiosos del tema indican que todo se trató de un efecto bola de nieve, que un evento arrastró al otro de manera inevitable y que la cercanía de las regiones y los nuevos medios comunicacionales presentes ayudaron a su conformación.

Las democracias europeas tienen raíces que provienen de estos tiempos convulsos que, aunque para los involucrados significaron una pérdida importante de vidas y gran frustración, allanaron el camino a las libertades modernas, los derechos humanos y el sufragio universal, por solo mencionar algunos elementos positivos.

Eventualmente cada país logró alcanzar la libertad que tanto había anhelado a lo largo de los siglos.

Referencias

  1. Saarang Narayan. (2016).The seed ot the “springtime of the peoples.. A study in the causes of the Revolutions of 1848”. Tomado de inquiriesjournal.com
  2. Gary J. Bass (2009) The Prage (Berlin, Paris, Milan) Spring. Tomado de nytimes.com
  3. Encyclopedia Británica. Tomado de Brittanica.com
  4. Las consecuencias no tan negativas de las revoluciones de 1848. Tomado de redhistoria.com
  5. Jamie Jackson Jessel (2017) Coincidence or Contagion? Why did so many European States experience revolution of 1848.Tomado de dover.broecks.com