Luis de Góngora: quién fue, biografía y obras
¿Quién fue Luis de Góngora?
Luis de Góngora (1561-1627) fue un poeta y dramaturgo español, que destacó por ser el máximo representante del culteranismo o gongorismo. Es considerado el poeta más original del Siglo de Oro.
Se caracterizó por tener un estilo muy personal, utilizando numerosas figuras retóricas, como hipérboles, metáforas o hipérbaton, además de cultismos, palabras que han permanecido iguales desde sus orígenes latinos o griegos.
Su poesía puede resultar algo difícil de entender, pero obedeció a una intención estética del poeta.
Biografía de Luis de Góngora
Nacimiento, primeros años y familia
Luis de Góngora y Argote nació en el seno de una familia adinerada el 11 de julio de 1561. Su padre fue Francisco de Argote, quien se desempeñó como juez, y su madre una distinguida dama de la aristocracia española, conocida como Leonor de Góngora.
Su padre, quien también fue humanista y amante de los libros, se preocupó mucho por la educación de sus cuatro hijos. El tío materno, Francisco, influyó también en la educación de Góngora.
A los catorce años, su tío Francisco, quien se desempeñó como administrador de una iglesia, le hizo tomar las órdenes menores, con el objetivo de que se asegurara el bienestar económico. Sin embargo, el joven Góngora no tuvo interés ni vocación religiosa.
Años más tarde se fue a estudiar a la Universidad de Salamanca, donde cursó derecho canónico. Góngora sorprendió por su capacidad y talento para escribir poesía.
Por su tío siguió la formación sacerdotal, pero fue sancionado muchas veces por malos comportamientos. Recibió los hábitos a los cincuenta años de edad.
Sacerdote rebelde
Durante su preparación como sacerdote, además de asistir a lo que en aquella época se consideraban actos profanos, se dedicó también a escribir poesía satírica. Para 1589, como racionero de la catedral de Córdoba, viajó por varias ciudades de España, y aprovechó para escribir numerosos poemas.
Mientras viajó tuvo la oportunidad de conocer a muchas personalidades. Pudo asistir a distintas reuniones y escuelas literarias. Fue un crítico constante de algunos poetas de su época, quienes a su vez le criticaban duramente, como Francisco de Quevedo.
En varias oportunidades fue sancionado por el obispo Francisco Pacheco. Se le acusó de llevar una vida derrochadora, y de escribir poesía con contenido inadecuado.
Penurias económicas
En 1617 comenzó una etapa económicamente dura para Góngora. Era un hombre de placeres caros. Por ello decidió formar parte de la corte del rey Felipe III, pero no fue suficiente para costear sus gastos.
Cuatro años después, Felipe IV asumió el trono de España. Góngora aprovechó para hacer amistad con el conde de Olivares, quien ejercía como ministro del Rey. La idea del poeta fue que Olivares lo ayudara a publicar sus poemas, pero este no cumplió con su palabra.
Su situación económica se hizo más grave. Mientras esperaba por la publicación de sus obras, tuvo que deshacerse de algunas pertenencias para poder sobrevivir y pagar deudas. Ya para 1626 no vivía en la corte española.
El final de sus días
La frustración lo obligó a regresar a Córdoba. Su estado de salud comenzó a debilitarse, perdió la memoria. Desde muy joven padeció arteriosclerosis, enfermedad que puede producir fallas de memoria.
En 1627 sufrió un ataque y murió, en medio de la pobreza.
Fue enterrado en la capilla de San Bartolomé, en la catedral de Córdoba. En ese lugar fueron sepultados sus padres, y en algunos episodios fuertes de su enfermedad había pedido descansar allí.
Obras de Luis de Góngora
La trayectoria literaria de Luis de Góngora inició en 1580, y desde siempre estuvo cargada de ironía y burla. Fue un poeta de estilo humorístico, y muy culto. No publicó sus obras, estas corrieron de mano en mano, en copias que recopilaron sus poemas.
Lo tradicional y sencillo
Su poesía estuvo caracterizada por ser muchas veces tradicional. Hizo uso de temas ligeros y sencillos, con una métrica corta de los versos. Las canciones, las letrillas, los romances, así como las décimas y los tercetos, formaron parte de su repertorio.
Sin embargo, nunca estuvo conforme, y comenzó a escribir de manera más rebuscada. Incluyó numerosos cultismos y aplicó el hipérbaton a la sintaxis, que trató siempre de darle forma latina. De allí surgió el culteranismo o gongorismo, del que fue máximo representante.
Le daba especial importancia a la sonoridad de los versos, y sus poemas se convirtieron prácticamente en ejercicios mentales, pues había que descifrarlos para entenderlos.
Obras más conocidas
Quizás sean sus obras más conocidas Fábula de Polifemo y Galatea y Soledades. Ambas exponen una amplia imaginación, a la vez que contraponen la razón y la inteligencia.
Las dos obras también estuvieron en el ojo de la crítica, debido a las metáforas exageradas y al contenido inapropiado para la época.
Los adversarios de su poesía
Entre los críticos más fuertes de Góngora estuvieron Juan de Jáuregui y Francisco de Quevedo. El primero compuso Antídoto, mientras que el segundo hizo lo propio con Quien quisiera ser culto en un solo día.
Estos manuscritos fueron un ataque directo al trabajo de Góngora. Sin embargo, el poeta creyó en la calidad de su poesía e hizo alarde de su complejidad.
Rasgos de la poesía gongorina
Algunos de los rasgos de la poesía gongorina son el uso de la descripción con el objetivo de despertar los sentidos del lector, constantemente se enfocaba en elementos de la naturaleza, y usó con frecuencia el amor, la religión, la filosofía y la burla como temas principales.
El escritor buscó siempre resaltar el placer de lo estético, lo decorativo, lo artístico. Pocas veces centró su atención en los sentimientos y pensamientos. Igualmente, los juegos de palabras fueron una constante en su poesía.
Fábula de Polifemo y Galatea
Esta obra fue una fábula inspirada en las Metamorfosis de Ovidio. Cuenta la historia de la delicada y bella Galatea y del cíclope Polifemo, salvaje y agresivo, que llegó a transformarse cuando le cantó a su amor. Fue un texto basado en la mitología. Data de 1612.
Soledades
El autor la compuso en 1613. Fue escrito en silvas, es decir, seguido de forma indeterminada por versos heptasílabos y endecasílabos, que riman de manera libre.
En un principio estuvo dividido en cuatro secciones, pero su autor solo pudo terminar la dedicatoria al duque de Béjar Alfonso Diego López de Zúñiga.
Por otro lado, Góngora comenzó a escribir las llamadas “Dos primeras soledades”, pero no terminó la segunda.
La historia de la “Primera soledad” se refiere a un náufrago que asistió a la boda de unos pastores. El poeta describió detalladamente la naturaleza y aspectos mitológicos para embellecer el relato y atrapar al lector.
Fábula de Píramo y Tisbe
Lo escribió en 1608, por el estilo de sus versos se consideró un romance. Lo anterior significa que se compone de octosílabos, y que además su rima es asonante, con uno que otro verso suelto. Con este poema finalizó la combinación entre lo jocoso y lo glorioso.
Este manuscrito fue considerado como uno de sus trabajos más complejos y de difícil comprensión, pues utilizó una gran variedad de palabras polisémicas (de muchos significados).
Trata del amor entre dos jóvenes que hacen todo para estar juntos, y producto de una confusión terminan muertos. La obra fue ambientada en Babilonia.
El Panegírico
Con esta obra Góngora realizó una aclamación a don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, quien fue duque de Lerma durante el reinado de Felipe III.
Son 632 versos, con 79 estrofas denominadas octavas reales, es decir, compuestas por ocho versos endecasílabos.
Es uno de los poemas más extensos y complejos de Góngora. Sin embargo, muchos seguidores y estudiosos de su trabajo consideran que se ha tomado poco en cuenta, mientras que otros coinciden en que carece de poco sentimiento. El poeta lo escribió en 1617.
Hermana Marica
Esta obra de Góngora es de 1580. Fue un poema escrito en “romancillo”, o versos de arte menor, hexasílabos o heptasílabos. El poema se refiere a un niño que le habla a su hermana acerca de no tener que ir al día siguiente a la escuela.
Góngora escribió el poema cuando tenía 19 años.
Las Firmezas de Isabela
Fue una obra de teatro escrita en versos, en 1610. Es una comedia desarrollada en tres actos. Fue escrita, si se puede decir, como un juego: no cuenta la historia de forma lineal, sino que algunas actuaciones y comentarios no son percibidos por la audiencia hasta tanto la obra misma no da más información.
Los personajes de esta obra de teatro son Octavio, un viejo mercader de Toledo; Isabela, hija de Octavio; la criada de Isabela, llamada Laureta; se suma Fabio, otro mercader, además de Violante y Tadeo. Galeazo, Lelio, Emilio, Marcelo, Donato y dos criados más también forman parte del reparto.
Las flores del romero
Fue un poema amoroso escrito en 1608. En él el poeta planteó la búsqueda del amor, y los celos que pueden producirse al saber que la persona querida siente algo por alguien más, o es indiferente. De igual forma hizo referencia a la esperanza que llega con un nuevo amanecer.
Otras obras de Góngora
Los anteriores son quizás los más conocidos trabajos del poeta. No obstante, se suman además los siguientes: Comedia Venatoria y Doctor Carlino, que son piezas teatrales escritas en versos. Están también Granada, Al nacimiento de Cristo y El Forzado de Dragut.
Continuando con la lista, destacaron: Aquel rayo de la guerra, Entre los sueltos caballos de los vencidos, Ande yo caliente y ríase la gente. Fueron muchos los editores y escritores que posteriormente hicieron publicaciones de los trabajos de este autor.
Referencias
- Luís de Góngora. Recuperado de wikipedia.org.
- Luís de Góngora. Recuperado de ecured.cu.
- Romanos, M. (S. f.). Góngora atacado, defendido y comentado: Manuscritos e impresos de la polémica Gongorina y comentarios a su obra. Recuperado de bne.es.
- Luís de Góngora y Argote. Recuperado de biografíasyvidas.com.
- Luís de Góngora. Recuperado de cervantesvirtual.com.