Innatismo: concepto, origen, características, representantes
¿Qué es el innatismo?
El innatismo en filosofía es una teoría que sostiene la preexistencia de ideas o nociones fundamentales del pensamiento de origen innato; es decir, no adquiridas por la experiencia o el aprendizaje. Según esta corriente, el conocimiento es una cualidad inherente al ser humano, que tiene habilidades, características y conocimientos no aprendidos.
La doctrina innatista proclama que los humanos nacen con algunos conocimientos (e incluso el conocimiento en su totalidad) o que está determinado a adquirirlos. Esta noción parte de la premisa de que el conocimiento nace junto con el individuo. El innatismo como filosofía presenta dos variantes o áreas.
Por un lado está el innatismo del conocimiento, en el que el individuo tiene acceso a determinados conocimientos que le son propios por naturaleza. Por otro lado está el innatismo como idea; es decir, el sujeto tiene acceso a ciertas ideas innatas.
El innatismo del conocimiento implica el innatismo como idea, pero no al revés. En otras palabras (aunque es discutible), el innatismo como idea no conduce necesariamente al innatismo del conocimiento. En el campo de la lingüística, la teoría innatista ha cobrado relevancia en la actualidad en estudios sobre el origen del lenguaje infantil.
Origen
El término innatismo sugiere la presencia de algo (idea o conocimiento) al momento de nacer. En filosofía, todas las diferentes corrientes del innatismo están vinculadas con el racionalismo. Tal es el caso de la doctrina de Platón, a quien se considera el padre de esta noción.
El innatismo también está presente en el pensamiento de otros filósofos racionalistas modernos, como René Descartes, Gottfried Leibniz, Baruch Spinoza e Inmanuel Kant, entre otros.
Los racionalistas consideraban que, si la razón es la gran productora de conocimiento, entonces debían existir ideas innatas ya fuera de forma parcial o total. Dichas ideas estarían exentan de la influencia de la enseñanza o el aprendizaje como fuentes del conocimiento.
Kant intentó salvar o aproximar las diferencias existentes entre el racionalismo y el empirismo, sin dejar de lado las premisas innatistas; es decir, las intuiciones sobre tiempo y espacio y los conceptos o categorías a priori de la razón pura.
Su función esencial es organizar el caos de sensaciones en que se traduce la experiencia y, a partir de allí, generar el conocimiento.
Innatismo contemporáneo
En la actualidad, los presupuestos innatistas han sido rescatados por el lingüista estadounidense Noam Chomsky en la gramática universal y en la gramática generativa transformacional.
Chomsky propone que el lenguaje es inherente a los seres humanos. En otras palabras, que nacemos con una predisposición para producir sonidos y, por tanto, para comunicarnos. Por lo tanto, que la capacidad de hablar y entender que poseen los seres humanos no se adquiere a través de la experiencia.
Según el lingüista, esta facultad está determinada por un fundamento de carácter genético sin el cual no sería posible ejecutarla. En tal sentido, sostiene que el lenguaje es transitivo y da lugar a la pregunta de si acaso la inteligencia también lo es.
Según esta teoría los seres humanos nacen con inteligencias múltiples desarrolladas. Del mismo modo establece que existen estructuras mentales o ideas preconcebidas anteriores a la experiencia.
Otra doctrina filosófica vinculada al innatismo es el constructivismo, pese a que no defiende la noción de “razón universal” ni tampoco el empirismo.
Características del innatismo
– El conocimiento o algunas ideas son inherentes o nacen con el ser humano. En otras palabras, es una capacidad o habilidad presente en el individuo desde el momento mismo de su nacimiento.
– El conocimiento o parte de este no depende de la interacción o la experiencia del individuo con su entorno social.
– El innatismo es considerado una característica predominante en los sistemas filosóficos racionalistas, los cuales intentan encontrar un origen o fuente de conocimiento distinto a la experiencia sensorial.
– El pensamiento innatista se ha apoyado también en la genética moderna que ha estudiado la predisposición de los seres humanos al momento de la concepción.
– Se opone al pensamiento empirista de filósofos como Aristóteles, David Hume o John Locke, quienes niegan la preexistencia de ideas en el ser humano.
– Los filósofos del innatismo o racionalismo otorgan una gran importancia a la matemática porque, a través de esta, es posible argumentar mejor cómo algunas personas tienen mayor habilidad con la aritmética que otras.
– Todas las corrientes del pensamiento racionalista confluyen en la doctrina innatista en tanto que defiende el principio de que las ideas son connaturales a la razón, en contraposición a los filósofos empiristas como Aristóteles, Locke y Hume, quienes no aceptan la existencia de cualquier tipo de idea anterior a la experiencia sensorial.
Representantes del innatismo
Platón (427 – 347 a. C.)
Fue uno de los tres filósofos griegos más importantes, junto con su maestro Sócrates y Aristóteles, su discípulo. El pensamiento occidental en buena medida está influenciado por las ideas de Platón, tal como lo afirmó el filósofo inglés Alfred North Whitehead.
Según Platón, los conocimientos más importantes del hombre —como la matemática o la ciencia en general— no pueden explicarse simplemente a partir de experiencias empíricas o meramente perceptivas.
Por eso defendió la idea de las reminiscencias que posee el ser humano de su anterior vida espiritual antes de encarnarse.
René Descartes (1596 – 1650)
Fue un filósofo, físico y matemático francés, considerado como el padre de la filosofía moderna y la geometría analítica. Durante toda su vida centró su estudio filosófico en el problema del conocimiento, para luego estudiar otros temas inherentes.
En la superación de la duda metódica y la demostración de la existencia de Dios, Descartes fundamentó sus argumentos en las ideas innatas como punto central del desarrollo de su pensamiento.
Baruch Spinoza (1632-1677)
Baruch Spinoza fue un filósofo holandés cuya familia judía llegó exiliada a Holanda. Estudió a profundidad la cábala judía, la filosofía medieval y la filosofía moderna, convirtiéndose en una de sus figuras más destacadas.
Tuvo un sistema de pensamiento muy original sin apartarse totalmente del tradicional racionalismo de la época en que vivió, influenciado por René Descartes.
Gottfried Leibniz (1646-1716)
Este filósofo, teólogo, político y matemático es uno de los más reconocidos pensadores alemanes de los siglos XVII y XVIII, a tal punto que es catalogado como el “último genio universal”, cuya contribución en el área epistemológica fue notable.
Leibniz, junto con Descartes y Spinoza, conforma el grupo de los tres racionalistas más destacados del siglo XVII. Sus ideas innatistas fueron formuladas en su obra Discurso de metafísica (1686), y luego en Nuevos ensayos (1703).
Inmanuel Kant (1724-1804)
Es uno de los filósofos prusianos más destacados de la Ilustración, padre del criticismo y también precursor del idealismo. Su contribución a la filosofía universal ha sido extensamente reconocida, pues se trata del último filósofo de la Modernidad.
Entre sus obras más destacas está la Crítica de la razón pura. En esta obra investiga la estructura de la razón y propone que la metafísica tradicional es posible reinterpretarla a través de la epistemología.
Noam Chomsky (1928 – a la actualidad)
Es un lingüista y filósofo estadounidense y una de las figuras más notables de la lingüística y la ciencia cognitiva. Desde sus primeros estudios, Chomsky rescató el innatismo para oponerse al conductismo con relación al lenguaje.
Él sostiene que el cerebro humano tiene un dispositivo innato llamado “dispositivo para la adquisición del lenguaje”, a través del cual el hombre aprende a hablar.