Historia

Crisis de los misiles de Cuba: causas, desarrollo, consecuencias


La crisis de los misiles de Cuba fue una escalada de tensión prebélica entre Estados Unidos y la Unión Soviética en el marco de la Guerra Fría. Tuvo lugar en octubre de 1962, cuando los estadounidenses descubrieron los preparativos para instalar misiles nucleares soviéticos en Cuba.

Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética se convirtieron en las dos superpotencias globales. Ambas empezaron entonces un enfrentamiento que afectó a todo el planeta. Aunque nunca entraron en guerra abierta, sí participaron indirectamente en numerosos conflictos.

Cuba, por su parte, había entrado en la órbita soviética tras la revolución de 1959. Los intentos estadounidenses por acabar con el gobierno de Fidel Castro provocaron que este pidiera ayuda a la Unión Soviética, que ofreció instalar misiles nucleares en la isla.

La reacción de Estados Unidos fue establecer un bloqueo alrededor de Cuba para impedir el paso a los buques soviéticos. Tras once días de tensión, en los que el mundo temió el inició de una guerra nuclear, los mandatarios de los EE.UU y de las URSS, llegaron a un acuerdo, con concesiones de ambas partes.

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Antecedentes históricos

La Crisis de los Misiles, que involucró a los Estados Unidos, a la Unión Soviética y a Cuba, no fue un incidente aislado en la época. Lo ocurrido en octubre de 1962 fue uno más, aunque más grave, de los enfrentamientos que mantenían las dos grandes potencias desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

La Guerra Fría

Aunque habían luchado juntos para vencer a la Alemania nazi, cuando la Segunda Guerra Mundial terminó, soviéticos y estadounidenses, con sus respectivos aliados, comenzaron a competir por la hegemonía mundial.

Este enfrentamiento se denominó Guerra Fría y dividió el mundo en dos bloques. Por una parte, EE.UU y la mayor parte de occidente, con una economía capitalista y democracias representativas. Por otra, la URSS y el bloque del este, de ideología comunista y regímenes no democráticos.

La Guerra Fría duró alrededor de cuatro décadas. Durante este tiempo, ambos bloques emprendieron una carrera armamentista, con el desarrollo de poderosos arsenales nucleares como máximo exponente.

Las dos superpotencias, sabedoras de que una guerra nuclear representaba la destrucción mutua, nunca se enfrentaron entre ellas abiertamente. En su lugar, instigaron o participaron en la mayoría de los conflictos que estallaban en el mundo, apoyando al bando más cercano ideológicamente a ellos.

La Crisis de los Misiles de Cuba fue uno de los momentos en los que la posibilidad de una guerra total estuvo más cerca.

La Revolución Cubana

Desde su independencia, obtenida en 1898, Cuba había visto cómo los estadounidenses ganaban una gran influencia en sus gobiernos y en su economía.

La revolución de 1959 cambió totalmente esta situación. Al principio, los revolucionarios, empezando por su líder, Fidel Castro, no buscaban establecer un régimen comunista, pero los acontecimientos posteriores a su triunfo acabaron acercando a Cuba a la esfera de influencia soviética.

El nuevo gobierno surgido de la revolución empezó a realizar una serie de reformas que no gustaron a los estadounidenses. Medidas como la nacionalización de tierras o de industrias (en manos, casi todas, de empresarios de los EE.UU) provocaron la ruptura de relaciones y la imposición de un bloqueo a la isla.

Además, EE.UU comenzó a financiar acciones que buscaban acabar con el gobierno de Fidel Castro. Una de las más conocidas fue el intento de invasión por parte de exiliados cubanos en abril de 1961, que acabó en un fracaso.

Todas estas circunstancias provocaron que Cuba se fuera aproximando a la Unión Soviética, con la que firmó acuerdos comerciales y militares.

Causas

Desde antes de que Castro se decantara por acercarse a la Unión Soviética, el gobierno estadounidense, con el presidente Eisenhower a la cabeza, empezó a apoyar a los opositores que trataban de acabar con el régimen.

Bahía de Cochinos

Aunque hubo un intento previo de invasión desde la República Dominicana, el primer intento serio de acabar con el gobierno de Castro fue en abril de 1961.

Un grupo de anticastristas, financiados por los Estados Unidos, trató de entrar en la isla por la Bahía de Cochinos (playa Girón). El resultado fue un gran fracaso, pero Castro, ante el temor de que se repitiera la intentona, solicitó a la Unión Soviética que ayudara a defender la isla.

Operación Mangosta

Estados Unidos, después del nulo éxito de la invasión de Bahía Cochinos, comenzó a preparar un nuevo plan para tomar la isla: la Operación Mangosta. A diferencia de la vez anterior, el plan previsto era que el ejército estadounidense participara directamente.

La Operación Mangosta nunca se llevó a cabo. La KGB, agencia soviética de inteligencia, descubrió el plan y pasó la información a los cubanos. Castro, de nuevo, reiteró su petición de ayuda militar a la Unión Soviética.

Misiles estadounidenses en Turquía

Otra de las causas de la crisis se desarrolló muy lejos de Cuba, en Turquía. Este país, con frontera con la URSS, era aliado cercano de los Estados Unidos y fue el lugar elegido por los estadounidenses para instalar misiles que pudieran alcanzar suelo soviético.

La amenaza que esto suponía llevó a los soviéticos a buscar una respuesta al mismo nivel. Cuba, a pocos kilómetros de las costas estadounidenses, era la mejor opción para equilibrar la balanza militar.

Desarrollo

El envío por parte de la Unión Soviética a Cuba de varios asesores militares no había pasado desapercibido en Estados Unidos. Además, algunos medios de comunicación afirmaban que los soviéticos habían comenzado a instalar misiles de alcance medio en la isla caribeña.

John F. Kennedy, presidente de los Estados Unidos en esos momentos, ordenó investigar esas acusaciones.

Operación Anádir

La Operación Anádir, nombre en clave dado por los soviéticos al envío de material bélico a Cuba, comenzó meses antes de que estallara la crisis. Así, a partir de junio de 1962, entregaron dos docenas de plataformas de lanzamiento, más de cuarenta cohetes R-12 y 45 ojivas nucleares.

Igualmente, llevaron hasta Cuba material de defensa antiaérea, aviones de caza y varios destacamentos de infantería. En total, para octubre de ese año, en la isla había cerca de 47000 soldados soviéticos.

Todas estas entregas se habían realizado en secreto por expreso deseo del líder soviético, Nikita Kruschev. Castro, por su parte, hubiera preferido dar publicidad al asunto, pero su petición no fue aceptada.

Aparte de la Anádir, la Unión Soviética también comenzó a desarrollar la Operación Kama. Esta consistía en el envío de submarinos con armas nucleares a Cuba, con la misión de establecer una base en la isla. Sin embargo, los estadounidenses descubrieron las naves y el intento quedó paralizado.

Descubrimiento de las instalaciones

La crisis de los misiles tuvo su primer acto el 14 de octubre de 1962. Ese día, uno de los aviones que Estados Unidos utilizaba para espiar la actividad militar en Cuba, tomó unas fotos que confirmaron las sospechas estadounidenses sobre la instalación de armas nucleares soviéticas en Cuba.

Las imágenes, tomadas en Pinar del Río, fueron minuciosamente analizadas al día siguiente. La conclusión fue que mostraban rampas de lanzamiento para cohetes balísticos que podían alcanzar fácilmente el territorio estadounidense.

La primera reacción de Kennedy fue dar la orden de aumentar las operaciones encubiertas contra el gobierno cubano.

Reunión del Consejo de Seguridad Nacional

Kennedy reunió el día 16 al Comité Ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad para debatir qué respuesta dar a los soviéticos. Según los expertos, las posiciones dentro de este organismo eran dispares. Algunos eran partidarios de dar una respuesta dura, mientras que otros preferían usar la diplomacia para solventar la crisis.

Entre las propuestas estudiadas se encontraban desde la imposición de un bloqueo naval a la isla hasta un ataque aéreo a las instalaciones que se estaban construyendo. Incluso se planteó la opción de invadir Cuba.

Por su parte, los soviéticos afirmaron que las armas que se estaban instalando tenían un propósito netamente defensivo. Además, Kruschev aprovechó para recordarle a los Estados Unidos que ellos habían establecido sus propios misiles en Turquía.

Diplomacia

En esos primeros días, Kennedy decidió no hacer público el intento de instalar misiles nucleares en Cuba.

La actividad diplomática empezó a acelerarse. El 17 de octubre, Adlai Stevenson, representante estadounidense en la ONU, propuso establecer un canal de comunicación directa con Castro y Kruschev.

Por otra parte, Robert McNamara, Secretario de Defensa, se mostraba partidario de establecer cuanto antes un bloqueo naval a la isla. Frente a esta posición, otros miembros del Consejo Nacional de Seguridad advertían que los soviéticos podían responder bloqueando Berlín.

Aprovechando que se estaba celebrando un pleno de la ONU; Kennedy concertó una reunión con el ministro de Exteriores soviético, Andrei Gromyko. Mientras, la inteligencia estadounidense constataba que los cohetes en Cuba estarían muy pronto operativos.

Propuesta de Adlai Stevenson

Finalmente, los partidarios de establecer un bloqueo a la isla salieron victoriosos. McNamara, incluso, comenzó a planear un posible ataque a la isla, aunque Kennedy pensaba que no era necesario.

Stevenson, por su parte, realizó el primer ofrecimiento a los soviéticos: retirar los misiles estadounidenses de Turquía a cambio de que la URSS no instalara los cohetes en Cuba.

Discurso de Kennedy a la nación

El presidente Kennedy hizo pública la crisis el 22 de octubre mediante una comparecencia televisiva. En ella, comunicó a los estadounidenses la decisión de imponer un bloqueo naval a la isla a partir del día 24, a las dos de la tarde.

Sus palabras fueron las siguientes: “Todos los buques de cualquier nación o puerto serán obligados a regresar si se descubre que llevan armamentos ofensivos”.

Además, bombarderos estadounidenses empezaron a sobrevolar Cuba de forma ininterrumpida. Todas las aeronaves que participaban en la operación estaban equipadas con armas nucleares.

Respuesta de la Unión Soviética y de Cuba

Nikita Kruschev esperó hasta el mismo día 24 para responder a Kennedy. El líder soviético le envió un mensaje en el que afirmaba lo siguiente: “La URSS ve el bloqueo como una agresión y no instruirá a los barcos que se desvíen”. A pesar de estas palabras, los barcos soviéticos que se dirigían a Cuba comenzaron a ralentizar su marcha.

Ambos líderes sabían que cualquier incidente podía desencadenar un conflicto abierto, por lo que intentaron minimizar los riesgos. Además, discretamente, empezaron a mantener conversaciones.

En Cuba, mientras tanto, Fidel Castro afirmó lo siguiente: “Nosotros adquirimos las armas que nos dé la gana para nuestra defensa y tomamos las medidas que consideremos necesarias”.

Inicio del bloqueo

Los historiadores coinciden en que el día de mayor tensión durante la crisis fue el 24 de octubre. A las dos de la tarde debía comenzar el bloqueo, con algunos buques soviéticos aproximándose a la zona.

Kruschev, desde la Unión Soviética, afirmó que estaban dispuestos a atacar a los barcos estadounidenses que intentaran detener a su flota. Además, en el área también había un submarino escoltando a las naves que se dirigían a Cuba.

Sin embargo, cuando parecía que el enfrentamiento era inevitable, los barcos soviéticos empezaron a retroceder. Según contó después el hermano del presidente Kennedy, Robert, los mandatarios de ambos países habían estado negociando incansablemente para poder encontrar una solución.

Aunque Kruschev siguió manteniendo que el bloqueo equivalía a una agresión, envió un mensaje a Kennedy para mantener una reunión con el propósito de evitar un enfrentamiento abierto entre sus países.

Resolución

Durante los siguientes días, la Unión Soviética y los Estados Unidos continuaron negociando para encontrar una solución aceptable para ambos países. Estas conversaciones no incluyeron a Cuba, que se sintió menospreciada por su propio aliado.

Derribo de un avión estadounidense

A pesar de que la tensión se había rebajado un poco, un incidente grave estuvo a punto de volver a incrementar los riesgos de que estallara una guerra nuclear. Así, el 27 de octubre, uno de los puestos de defensa antiaérea instalado por los soviéticos en Cuba disparó y derribó a un avión espía estadounidense.

La reacción de los dos mandatarios fue definitiva para evitar una nueva escalada de tensión. Kruschev le comunicó a Kennedy que la URSS accedía a retirar todo el material nuclear de Cuba a cambio de que Estados Unidos no invadiera la isla. Por su parte, el presidente estadounidense dio la orden de no responder al derribo de su avión espía.

Negociaciones

La oferta de Kruschev tenía un segundo punto: la retirada de los cohetes nucleares estadounidenses instalados en Turquía, aunque esto no se hizo público en esos momentos.

Las negociaciones se aceleraron durante las horas siguientes del mismo día 27. Castro, ignorado por ambos bandos, solicitó a Kruschev que no cediera ante los estadounidenses, ya que temía una invasión de la isla.

Mientras las conversaciones continuaban, todo el arsenal nuclear que ya había sido enviado a Cuba permaneció en manos de los militares rusos, sin que los cubanos tuvieran acceso al mismo.

Final de la Crisis

El acuerdo llegó ya el día 28 de octubre, de madrugada. Básicamente, Estados Unidos aceptó el trato propuesto por los soviéticos para terminar con la crisis.

Así, los soviéticos accedieron a retirar las instalaciones para misiles nucleares a cambio de que Estados Unidos prometiera no invadir o apoyar una invasión de Cuba. Aparte, Kennedy también aceptó desmantelar sus misiles de Turquía, aunque este último punto no se hizo público hasta seis meses después.

Ese mismo día, Kruschev hizo público que su país iba a retirar los misiles de Cuba. Los estadounidenses, durante los primeros días de noviembre, continuaron enviando aviones espías para confirmar que la retirada se estaba efectuando, con resultado positivo.

.Consecuencias

La solución acordada para detener la crisis permitió que ninguna de las dos superpotencias diera un imagen de debilidad. Además, lograron evitar el conflicto abierto entre ellas.

Creación del teléfono rojo

El riesgo de que una nueva crisis pudiera poner al mundo, de nuevo, al borde la guerra nuclear, convenció a ambas superpotencias de que era fundamental establecer líneas directas de comunicación.

Esto dio lugar a la aparición de lo que, popularmente, se conoce como teléfono rojo, un canal de comunicación directo entre los presidentes de ambos países para evitar retrasos en las posibles negociaciones y que se pudieran producir malentendidos.

Conferencia de Helsinki

Este nuevo clima de coexistencia pacífica permitió que se celebrara una conferencia para tratar la reducción de armas nucleares.

La Conferencia de Helsinki, que tuvo lugar entre 1973 y 1975, abrió las puertas a que los dos países eliminaran parte de su arsenal nuclear. Además, tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos prometieron no ser los primeros en usar las bombas nucleares en caso de conflicto.

Relaciones con Cuba

Aunque Castro mostró su descontento con la manera en que había terminado la crisis, sus relaciones con la Unión Soviética siguieron siendo buenas. Cuba permaneció en el área de influencia soviética y estos continuaron prestando a la isla ayuda militar, aunque sin incluir armas nucleares.

Por su parte, Estados Unidos cumplió con el compromiso de no intentar invadir la isla. Sin embargo, sí continuó con su bloqueo económico y con la financiación de los opositores al régimen.

Referencias

  1. Arrogante, Víctor. La crisis de los misiles que conmocionó al mundo. Obtenido de nuevatribuna.es
  2. Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades. Crisis de los misiles en Cuba. Obtenido de portalacademico.cch.unam.mx
  3. Vicent, Mauricio. Cuando el mundo dejó de girar. Obtenido de elpais.com
  4. History.com Editors. Cuban Missile Crisis. Obtenido de history.com
  5. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Cuban missile crisis. Obtenido de britannica.com
  6. Stairs, Denis. Cuban Missile Crisis. Obtenido de thecanadianencyclopedia.ca
  7. Swift, John. The Cuban Missile Crisis. Obtenido de historytoday.com
  8. Chomsky, Noam. Cuban missile crisis: how the US played Russian roulette with nuclear war. Obtenido de theguardian.com