Historia

Guerra de Secesión: qué fue, causas, consecuencias, personajes


¿Qué fue la Guerra de Secesión?

La Guerra de Secesión o Guerra Civil norteamericana fue un largo y sangriento conflicto armado de los Estados Unidos que duró cuatro años. Once estados del sur, que conformaron los Estados Confederados de América, se enfrentaron con el gobierno federal y el resto de los estados de la Unión entre 1861 y 1865.

Se calcula que esta guerra, últimamente llamada también Guerra entre los Estados, provocó la muerte de más de un millón de personas. Además de las cuantiosas pérdidas de vidas humanas entre soldados y civiles, se produjo una gran pérdida de propiedades y millonarios daños económicos a la nación.

La Guerra Civil norteamericana comenzó el 12 de abril de 1861 y terminó el 9 de abril de 1865. Sus causas a menudo se atribuyen solo a las diferencias entre los estados que apoyaban o estaban en contra de la esclavitud.

Sin embargo, si bien esta fue una de las razones primordiales, hubo otras razones de carácter político, social y cultural que condujeron a esta. La Guerra Civil estadounidense significó un cruento enfrentamiento entre dos tipos de sociedad con intereses económicos y políticos contrapuestos.

El modo de vida de los estadounidenses del sur, basado en la segregación racial y las relaciones de producción esclavas, era diametralmente distinto al del norte. Los estados norteños no dependían de la esclavitud ni de la economía agrícola basada en el trabajo esclavo porque contaron con mano de obra inmigrante.

Causas

La Guerra Civil norteamericana se originó por varias causas. Las tensiones y los desacuerdos entre los estados del norte y el sur venían de tiempo atrás.

Diversos intereses económicos y políticos junto con valores culturales enfrentados y acumulados durante más de un siglo, condujeron al conflicto armado. A continuación se citan las causas más importantes de la guerra:

La esclavitud

Después de la Declaración de la Independencia en 1776 y su ratificación en 1789, la esclavitud continuó siendo legal en las trece colonias inglesas de América. Las relaciones de producción basadas en la mano de obra esclava siguieron desempeñando un papel preponderante en la economía y las sociedades de los estados del sur.

El establecimiento de la esclavitud y su consolidación como institución alimentó sentimientos de supremacía blanca entre los colonos y sus descendientes. Los negros africanos quedaron desprovistos de derechos. Incluso después de aprobada la Constitución, a muy pocos negros se les permitió ejercer el voto o poseer propiedades.

Sin embargo, en los estados del norte creció el movimiento abolicionista que condujo a abandonar la esclavitud. Al contrario de los estados del sur, los norteños recibían mano de obra barata procedente de inmigrantes europeos, lo que hacía innecesaria la esclavitud. En cambio, para el sur era fundamental la mano de obra esclava en las plantaciones.

Los ricos hacendados sureños no estaban dispuestos a renunciar a la riqueza generada por las rentables plantaciones de algodón. Después de que se inventó la desmotadora de algodón a finales del siglo XVIII, la demanda del producto creció en América y Europa.

En consecuencia, también creció la demanda de mano de obra esclava del sur. Al comienzo de la guerra civil unos 4 millones de esclavos trabajaban en las haciendas de plantación del Sur.

Diferencias entre el norte y el sur

El sur dependía exclusivamente de la agricultura mientras que el norte tenía una economía más diversificada, que combinaba agricultura e industria. De hecho, los estados del norte compraban algodón a los estados del sur para elaborar textiles y otros productos.

Por esta razón, el norte no tenía los apremios de mano de obra esclava porque prefería a los inmigrantes europeos. Estas diferencias económicas tan marcadas condujeron también a crear puntos de vista sociales y políticos irreconciliables.

Los inmigrantes del norte provenían de países en los que la esclavitud había sido abolida y propugnaban ideas igualitaristas y liberales. Además, las familias inmigrantes vivían y trabajaban juntas.

El orden social del sur estaba basado totalmente en la segregación de los negros, a quienes se consideraba una raza inferior. La supremacía blanca comprendía todos los aspectos de la vida cotidiana y lo político. Los dueños de esclavos se comportaban como verdaderos reyes dentro de sus respectivas haciendas.

Las diferencias sociales y culturales entre el norte y el sur en torno al tema de la esclavitud influyeron notablemente también en el pensamiento político. Los poderes federales que estaban asentados en el norte fueron influidos por el movimiento abolicionista. Tal influencia creó la necesidad de controlar la cultura y la economía de los estado sureños.

Los estados contra los derechos federales

Este fue otro punto de discordia entre el norte y el sur. Desde la llamada Revolución americana hubo dos puntos de vista con relación al papel del gobierno.

Estaban los defensores de un gobierno federal con mayores poderes y control sobre los estados, así como los que exigían que los estados tuvieran más derechos.

La organización del primer gobierno estadounidense estuvo regida por los Artículos de la Confederación. Estados Unidos estaba integrado por trece estados dirigidos por un débil gobierno federal. Tales debilidades del Estado federal fueron luego enmendadas por la Convención Constituyente de Filadelfia, en 1787.

En la Convención Constituyente que redactó la Constitución de los Estados Unidos no estuvieron presentes Thomas Jefferson ni Patrick Henry. Ambos eran fuertes defensores del derecho de los estados a decidir si aceptaban o no determinados actos federales.

Los desacuerdos surgidos con el texto constitucional condujeron a crear serias discrepancias y a que la idea de la anulación de los actos ganara terreno.

Sin embargo, el gobierno federal se opuso y negó este derecho; así se fue abrigando el sentimiento secesionista en los estados que sentían que sus derechos no eran respetados.

Estados esclavos y no esclavos

Con la compra de Luisiana y después, como resultado de la Guerra de México, nuevos estados fueron incorporados al territorio estadounidense.

Surgió entonces el dilema de si declararlos estados con esclavitud o no. Primero se propusieron los estados libres y que los esclavos admitidos por la Unión tuvieran igual número, pero esto no resultó.

Después, en el Compromiso de Misuri (1820), se prohibió la esclavitud en los territorios occidentales ubicados al norte del paralelo 36º 30′. El acuerdo excluía al estado de Misuri y permitía la esclavitud al sur en el territorio de Arkansas.

Esta solución, que intentaba lograr un equilibrio, no solucionó las diferencias en este punto. Los choques entre los abolicionistas y los esclavistas continuaron en los estados y en encendidos debates en el Senado.

El movimiento abolicionista

Este movimiento ganó muchas simpatías en los estados norteños, donde la opinión contra la esclavitud y los esclavistas creció arrastrando la política. En el norte la esclavitud llegó a ser considerada socialmente injusta y moralmente incorrecta.

Algunos influyentes abolicionistas, como Frederick Douglass y William Lloyd Garrison, exigían la  libertad inmediata de todos los esclavos. Otros como Theodore Weld y Arthur Tappan eran del criterio de que la emancipación de los esclavos debía ser progresiva.

Muchos otros, como el propio Abraham Lincoln, esperaban que al menos la esclavitud no se extendiera más.

El movimiento abolicionista contó con el apoyo de la literatura y la intelectualidad de la época, pero en algunos estados como Kansas y Virginia los antiesclavistas llegaron al uso de la violencia en favor de la abolición de la esclavitud. Dos casos fueron emblemáticos en este sentido: la Masacre de Pottawatomie en 1856 y el ataque a Harper’s Ferry en 1859.

División política del país

La esclavitud se transformó en el principal tema de la política estadounidense. Dentro del Partido Demócrata existían facciones que apoyaban a uno u otro bando. Dentro de los Whigs (que se transformó en el Partido Republicano), el apoyo al movimiento antiesclavista ganó mucha fuerza.

Los republicanos no solo eran vistos como abolicionistas, sino como modernizadores de la economía estadounidense; eran los fieles partidarios de la industrialización y el avance educativo del país. En el sur los republicanos no tenían la misma simpatía entre la clase dirigente y la población blanca.

En medio de esta turbulencia política, en 1860 Abraham Lincoln fue elegido presidente de los Estados Unidos en representación del Partido Republicano.

Estas elecciones fueron decisivas respecto a la Secesión. Los demócratas del norte fueron representados por Stephen Douglas y los del sur por John C. Breckenridge.

Por el Partido de la Unión Constitucional se presentó John C. Bell. Este último partido era partidario de mantener la Unión y evitar a toda costa la secesión. La división del país se hizo patente con el resultado de las elecciones de 1860.

Elección de Abraham Lincoln

Como era de esperarse, Lincoln ganó en los estados del norte, John C. Breckenridge ganó en el sur y Bell fue favorecido en los estados fronterizos. Stephen Douglas solo pudo ganar Misuri y una parte de Nueva Jersey. Sin embargo, Lincoln ganó el voto popular y 180 votos electorales.

Carolina del Sur se opuso a la elección de Lincoln, pues consideraban que era antiesclavista y solo defendía los intereses del norte. Este estado emitió la Declaración de las causas de la secesión el 24 de diciembre de 1860 y las tensiones fueron en aumento.

El presidente Buchanan no hizo mayor esfuerzo por evitar el clima de tensión y evitar la llamada “Secesión de invierno”. Después de las elecciones y la toma de posesión de Lincoln en el mes de marzo, siete estados decidieron separarse de la Unión. Estos estados fueron: Carolina del Sur, Texas, Mississippi, Georgia, Florida, Luisiana y Alabama.

De inmediato el sur se apoderó de las propiedades federales, entre estas fortalezas y armas, preparándose para la inevitable guerra. Incluso, una cuarta parte del ejército federal, al mando del general David E. Twigg, se rindió en Texas sin disparar un solo tiro.

Desarrollo

La Guerra de Secesión estalló en la madrugada del 12 de abril de 1861, cuando el ejército rebelde del sur abrió fuego contra Fort Sumter, ubicado a la entrada del puerto de Charleston en Carolina del Sur. Sin embargo, en este primer enfrentamiento no se produjeron bajas.

Tras un bombardeo al fuerte que se extendió por 34 horas, el batallón unionista —integrado por 85 soldados al mando del mayor del ejército Robert Anderson— se rindió.

Anderson había recibido instrucciones precisas de no atacar ni provocar la guerra pero, por otro lado, estaba en desventaja numérica ante las 5500 tropas confederadas que lo tenían sitiado.

A las pocas semanas de iniciarse las hostilidades, otros cuatro estados del sur (Arkansas, Virginia,  Tennessee y Carolina del Norte) abandonaron la Unión y se unieron a la Confederación.

Ante la inminencia de una guerra prolongada, el presidente Abraham Lincoln enlistó a 75 000 milicianos civiles para que sirvieran durante tres meses.

Bloqueo a los confederados

Lincoln propició un bloqueo naval a los estados confederados, pero aclaró que estos estados no eran reconocidos legalmente como un país soberano, sino que eran considerados estados en rebelión.

Igualmente, ordenó al Tesoro disponer de 2 millones de dólares para financiar la incorporación de tropas y suspendió el recurso de habeas corpus militar en todo el país.

De 100 000 soldados que el gobierno confederado había llamado inicialmente para prestar servicio durante al menos seis meses, la cifra aumentó a 400 000.

Durante los dos primeros años de la Guerra de Secesión fueron notables las victorias del Ejército Confederado, dirigido por el general Robert E. Lee. Ganaron las batallas de Antietam y Bull Run (segunda batalla), y luego resultó victorioso también en Fredericksburg y Chancellorsville.

En estas batallas el ejército del sur humilló al norte al derrotarlo militarmente e invadir varios de sus estados, pero en 1863 la situación cambió gracias a la estrategia militar trazada al principio de la guerra por el gobierno de la Unión.

Plan Anaconda

Este plan consistió en el bloqueo de los puertos de los estados sureños para asfixiar su economía e impedir el financiamiento de la guerra. El sur se vio imposibilitado de poder comerciar el algodón con los mercados internacionales, que era su principal producto de exportación.

El algodón se cultivaba en las haciendas de plantación donde los ricos hacendados no tenían que pagar por mano de obra porque utilizaban solo esclavos. Los costos eran mínimos y los beneficios que obtenían totales.

Batalla de Gettysburg

A principios de julio de 1863, mientras el ejército sureño invadía algunos estados de la Unión, tuvo lugar la batalla de Gettysburg (Pensilvania). Allí los confederados fueron derrotados durante esta sangrienta batalla, en la cual se produjo la mayor cantidad de bajas de toda la guerra.

Gettysburg marcó un punto de inflexión en la Guerra de Secesión. A partir de ese momento los unionistas iniciaron su vasta ofensiva hasta la victoria.

Ese mismo año se pelearon otras batallas entre los estados en disputa en esta guerra que sirvieron para alentar la industria bélica estadounidense y modernizar las estrategias militares. Además, fue la primera guerra que recibió cobertura de la prensa, y fue uno de los primeros conflictos en los que se usaron trincheras.

En el año 1864 las tropas de la Unión, comandadas por el general Grant, iniciaron su avance hacia los estados confederados. El territorio confederado fue dividido en tres y atacaron a sus fuerzas simultáneamente. El sur comenzó a sentir el acoso del ejército unionista, que encontró poca resistencia durante su avance.

Las limitaciones financieras derivadas del bloqueo naval efectuado por el gobierno federal comenzaron a sentirse en las carencias de armamento y pertrechos. Aunque el ejército del sur logró algunas victorias aisladas así como capturar soldados y armamento, tenía la guerra perdida.

Batalla de Appomattox Court House

Finalmente, el 9 de abril de 1865 el general Robert E. Lee, comandante supremo de las tropas del sur, rindió sus armas tras perder la batalla de Appomattox (Virginia).

Lee venía de perder la Batalla de Five Forks unos días antes y fue obligado a salir de la ciudad de Petersburgo y de la capital confederada de Richmond.

El general Lee marchó hacia el oeste para unirse a las tropas confederadas que todavía quedaban en Carolina del Norte, pero las fuerzas de Grant persiguieron al cansado ejército y capturaron a 7700 tropas confederadas el 6 de abril en Sailor’s Creek. Los restantes soldados continuaron su marcha hacia Lynchburg.

El general de la Unión Philip H. Sheridan interceptó al ejército de Lee en Appomattox Court House, que está ubicado a unos 40 kilómetros al este de Lynchburg. Ese 8 de abril de 1865 logró capturar los suministros del ejército y bloquear la ruta hacia el oeste.

Sin embargo, al día siguiente el II Cuerpo Confederado rompió el cerco tendido por la caballería de Sheridan y se abrió paso, pero fueron contraatacados por la infantería de la Unión del Ejército de James (en alusión al río del mismo nombre en Virginia).

Rendición del ejército confederado

El ejército de la Unión, que era superior en número y en armas, lo tenía cercado; por esto el general Lee pidió al general Grant acordar un alto al fuego. Grant accedió a encontrarse con Lee donde este dispusiera.

Tras su rendición en Appomattox Court House, el general Lee pudo conservar su sable y su caballo, mientras que ordenó a las tropas que lo seguían tomar el camino que quisieran.

Final de la guerra

Una semana después de este suceso, el 14 de abril de 1865, Abraham Lincoln fue asesinado en Washington de un disparo en la cabeza. Fue sucedido en la presidencia de Estados Unidos por Andrew Johnson.

Luego, el 26 de abril el último general del ejército confederado se rindió ante el general Sherman del ejército federal. Dos meses más tarde, el 23 de junio de 1865, se firmó el alto el fuego definitivo que selló el final de la guerra y trajo la paz a Estados Unidos.

Consecuencias de la Guerra Civil Norteamericana

– El alto número de víctimas que dejó la Guerra de Secesión de Estados Unidos fue una de sus consecuencias más fatídicas. Se calcula que hubo 470 000 muertos y unos 275 000 heridos pertenecientes al ejército de  los estados de la Unión. En cuanto a los estados confederados de América, la cifra de muertos fue de 355 000 y 138 000 heridos.

– No obstante, de acuerdo con algunos historiadores el número de muertos entre civiles y militares excede del millón de personas.

– Luego de la guerra se aprobaron varias enmiendas a la Constitución, específicamente las enmiendas 13, 14 y 15.

– Fue abolida la esclavitud. Se calcula que entre 3,5 y 4 millones de esclavos y libertos fueron dejados en libertad.

– El poder y el prestigio del gobierno federal, y particularmente del presidente, se extendió por todo el país. De allí surgió la famosa frase de Lincoln sobre los “poderes de guerra”.

– Los efectos económicos de la guerra dejaron la economía de los estados del sur en ruinas. Los estados del norte también fueron afectados, pero en menor medida.

– Sin embargo, durante la guerra el Congreso le dio un fuerte impulso a los planes de industrialización de Estados Unidos. Antes de la Guerra, los legisladores del sur se habían opuesto a estos planes. Al renunciar a sus cargos durante la Secesión, los legisladores del norte aprovecharon para aprobar todas las materias económicas que estaban pendientes.

Personajes principales

Abraham Lincoln (1809 – 1865)

Político y abogado nacido en Kentucky, se convirtió en el decimosexto presidente de los Estados Unidos de América. Ejerció la presidencia desde marzo de 1861 hasta abril de 1865, cuando fue asesinado.

Entre sus principales logros figuran la preservación de la Unión, la abolición de la esclavitud, el fortalecimiento del Estado federal y la modernización de la economía

Ulysses S. Grant (1822 – 1885)

Este general fue el comandante general del Ejército de la Unión de los Estados Unidos durante la última parte de la Guerra de Secesión, entre los años 1864 y 1865. Luego se convirtió en el presidente de los Estados Unidos número 18, y gobernó desde 1869 hasta 1877.

Condujo al ejército de la Unión a la victoria durante la guerra y fue el principal ejecutor de los planes de reconstrucción nacional después de culminada la guerra.

Jefferson Finis​ Davis (1808 – 1889)

Militar y estadista estadounidense, se desempeñó como presidente de la Confederación durante la Guerra de Secesión, desde 1861 hasta 1865. Fue el organizador del ejército confederado.

Robert Edward Lee (1807 – 1870)

El general Lee fue el comandante general del Ejército Confederado de Virginia del Norte en la Guerra Civil norteamericana entre 1862 y 1865. Peleó durante la Guerra de México-Estados Unidos y fue superintendente en West Point.