Inseguridad emocional: qué es, causas, consecuencias, cómo superarla
¿Qué es la inseguridad emocional?
La inseguridad emocional es la sensación de poca autoconfianza y autovalor. Está asociada a sentirse vulnerable e inestable. La inseguridad puede surgir de las experiencias en la infancia temprana y reforzarse a medida que la persona crece.
Aunque cierto nivel de inseguridad es normal, la gente con niveles altos de inseguridad puede tener problemas para relacionarse con los demás, en el trabajo y en la vida general.
Causas
– Cuando no se recibe suficiente afecto y apoyo durante la infancia, puede generar un apego negativo e influir en el autoconcepto.
– La presión social puede llegar a ser un factor determinante, pues trataremos de cumplir con las expectativas de los que nos rodean: estudiar la carrera que esperan nuestros padres, ser personas exitosas, tener muchos amigos, etc.
– Relaciones de abuso o maltrato psicológico pueden ser causas de que aparezca la inseguridad emocional.
Consecuencias de la inseguridad
La falta de seguridad en nosotros mismos, provoca que nos sintamos incapaces de hacer algo, por lo que evitamos intentarlo –de forma que se cumplen nuestras expectativas negativas–.
Generalmente, una persona insegura no se anima a enfrentar nuevos retos ni a superar obstáculos, por lo que la consecuencia más obvia es un estancamiento en muchos ámbitos de la vida.
Cómo superar la inseguridad emocional
1. El cambio es un proceso, no una sola meta
Para aumentar la confianza y seguridad en ti mismo, es necesario que te establezcas unos objetivos específicos, además de dedicarle el tiempo suficiente para que el proceso de aumentar tu confianza se implante.
Es importante que aprendas a ser paciente y a valorar los logros que vas alcanzando, en lugar de reprocharte todo aquello que aún no has conseguido.
Piensa en todo lo que te gustaría mejorar. Cada uno tiene sus propios retos, por lo que existe una amplia variedad de opciones:
– Ser más seguros en el plano del lenguaje no verbal. Por ejemplo, puedes proponerte mirar a la cara cuando alguien te habla.
– Perder la vergüenza a hablar en público. Tanto en reuniones de amigos como en exposiciones de trabajo. En ambos casos, te resultará muy beneficioso tener más confianza en ti mismo.
– Saber decir no. Para rechazar una propuesta, un consejo o un favor que te han pedido, también es necesario que tengas gran confianza y seguridad personal.
Si te propones objetivos a corto plazo, tendrás expectativas mucho más realistas y, al mismo tiempo, podrás percibir los resultados poco a poco, en lugar de frustrarte al no alcanzar tus metas.
2. Piensa sobre tus talentos y cualidades
Dedicar un momento a analizar las virtudes y capacidades que posees te ayudará a tener una visión más objetiva de ti mismo.
Puedes llevar a cabo este ejercicio con papel y lápiz, puesto que si escribes, podrás leer los aspectos en los que eres competente cada vez que lo necesites.
Evita la comparación. Por ejemplo, en vez de decir “hablo inglés mejor que mi compañero del trabajo”, deberías escribir “tengo un buen dominio del inglés”.
Si este ejercicio te resulta complicado y no encuentras ejemplos de actividades en las que eres competente, puedes preguntar a la gente de tu alrededor.
Tras dedicarle el tiempo necesario, podrás apreciar todas las cualidades positivas y virtudes que posees, lo que ayudará a incrementar tu seguridad y confianza en ti mismo.
Visualizar tus éxitos pasados, ser consciente de todo aquello que has logrado por ti mismo, te ayudará a tener una mayor confianza en el futuro.
3. Cambia tu lenguaje interno, dejando a un lado las autocríticas
Los mensajes internos negativos tienen mucha fuerza. Seguro que, en algunas ocasiones, incluso verbalizas estos mensajes a otras personas, diciendo, por ejemplo, “qué torpe soy”, “nunca hago las cosas bien”.
El primer paso para cambiar esta comunicación interna es aprender a detectar estos mensajes negativos y convertirlos en positivos.
No se trata de negar la realidad, sino de ser más objetivos con las críticas que nos hacemos. Un ejemplo podría ser el siguiente:
En lugar de decir: “soy muy irresponsable y desorganizado”, podrías decirte: “me gustaría ser más ordenado y responsable. Tengo que trabajar para cambiar este aspecto de mí mismo”.
En el primer caso, es una autocrítica negativa sobre uno mismo que simplemente describe, sin intención ni propósito de cambio. El segundo caso pone de manifiesto un lenguaje que potencia el cambio sobre un ámbito con el que se está descontento.
Cambiando este lenguaje, poco a poco, llegarás a modificar tus pensamientos negativos sobre ti mismo, conseguirás alcanzar tus objetivos y aumentará tu nivel de autoconfianza.
4. Presta atención a tu lenguaje no verbal
Los signos de las personas que tienen baja confianza y seguridad suelen ser los siguientes:
– No mantienen la mirada cuando hablan con otra persona.
– No suelen tomar la iniciativa al iniciar una conversación.
– A veces hablan rápido porque quieren terminar pronto su intervención, por miedo a resultar inapropiados.
– Normalmente, tienen una posición corporal encorvada.
– Hablan con un tono bajo y titubeante.
Para transmitir mayor seguridad y confianza en ti mismo, necesitas modificar estos aspectos del lenguaje no verbal. Empieza por detectar cuáles son los signos donde transmites una imagen de baja seguridad en ti mismo, para modificarla poco a poco.
No intentes modificar todos los aspectos al mismo tiempo, puesto que estarás más preocupado en dar una buena imagen que en disfrutar de una conversación o un encuentro con tus amigos.
Habla con tranquilidad y espontaneidad, de forma que logres transmitir confianza al que te está escuchando.
5. Utiliza el sentido del humor
Un aspecto común entre la gente insegura es que les afecta notablemente las críticas.
Si tienes este problema, seguro que te ruborizas al hacer el ridículo o cuando dices algo inapropiado –o incluso te mantienes al margen del grupo por miedo a que se produzca una situación incómoda–.
Para combatir esta vergüenza, deberías usar el sentido del humor. Si cometiste un error o dijiste algo inoportuno, puedes reírte de ti mismo, de modo que los demás se puedan reír contigo –no de ti–.
Resta importancia a las consecuencias que puede tener tu conducta, de forma que no tengas un miedo excesivo e irracional a las críticas de los que te rodean.
6. No te disculpes continuamente
Si eres una persona insegura, puede que te disculpas excesivamente, de modo que las palabras “perdón”, “disculpa” o “lo siento” suelen estar en tu vocabulario.
Pedir perdón o disculparte por todo hace que los demás te vean como una persona muy insegura y débil. Además, también tiene consecuencias negativas para ti mismo, puesto que consideras que eres el culpable o responsable de lo que ocurre a tu alrededor.
Llevando a cabo algunos cambios simples en tu vocabulario, conseguirás que los demás perciban una mayor confianza en ti mismo, al tiempo que evitas sentirte mal con tu comportamiento.
Para que lo veas más claramente, podrías evitar decir: “siento haberme retrasado”, y cambiarlo por: “gracias por la espera”.
De esta forma, te muestras agradecido a la otra persona, pero sin necesidad de mostrarte preocupado en exceso por lo que puedan decir de ti o lo que puedan reprocharte.
7. No seas excesivamente humilde
Deberías aprender a aceptar los cumplidos que recibes de los demás. No te avergüences porque te hayan dicho lo bien que te sienta el nuevo corte de pelo, o que te halaguen por haber hecho bien tu trabajo.
No hace falta que te muestres arrogante ni pretencioso, simplemente agradece a los demás todo lo positivo que dicen de ti.
Las personas que tienen una gran confianza y seguridad en sí mismas, también son capaces de halagar a los demás –de hecho, lo suelen hacer frecuentemente–. Intenta adquirir este hábito de halagar a los demás y disfrutarás de las consecuencias positivas que aporta.
8. Cuida tu apariencia física
Aunque el físico no es lo más importante, está claro que tu seguridad y confianza depende, en parte, de él. Vestir ropa adecuada a cada ocasión, no resultar demasiado extravagante, te ayudará a sentirte más confiado y menos preocupado por el qué dirán.
Por otra parte, también deberías prestar atención a tu silueta –sin llegar a obsesionarte–, de forma que la persona que veas en el espejo te haga sentir bien cada día.
Para que puedas estar más satisfecho/a con tu imagen, puedes proponerte dedicarle un poco más de tiempo a tu cuidado personal –aplicar cremas hidratantes, hacerte un peinado que te favorezca, etc.–.
Recuerda que tu seguridad y confianza no debe depender exclusivamente de tu apariencia física, puesto que se trataría de una falsa seguridad que solo te hace sentir bien de forma temporal.
Si sigues estos consejos, conseguirás construir seguridad y confianza en ti mismo que te ayudará a aumentar tu bienestar personal.