Juan León Mera: biografía, obras, premios y reconocimientos
Juan León Mera (1832-1894) fue un escritor, pintor y político ecuatoriano nacido en junio de 1832. Sus circunstancias familiares provocaron que no pudiera acudir al colegio de niño, por lo que su primera educación la recibió en su propia casa. A los 20 años se marchó a vivir a la capital, Quito, donde comenzó a recibir clases de pintura.
Con el tiempo, Mera pudo publicar sus primeras obras literarias y su nombre comenzó a ser conocido. Este reconocimiento no se limitó a la esfera artística, sino que alcanzó a la política. El autor, conservador y católico, fue elegido senador y ocupó diversos cargos públicos. Mientras ejercía uno de estos puestos recibió el encargo de redactar la letra del himno del país.
En el aspecto literario, Mera fue un admirador del romanticismo francés y del escritor español José Zorrilla. Además, se caracterizó por su defensa de la aristocracia criolla y por su reconocimiento del hecho indígena en Ecuador. Su novela Cumandá es posiblemente la obra en la que mejor auné todos esos factores.
Sus últimos años los pasó retirado en la finca Los Molinos, cerca del lugar en el que había vivido de niño. En esa etapa de su vida se dedicó sobre todo a la pintura, actividad que no abandonó hasta su muerte en 1894.
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Juan León Mera nació el 28 de junio de 1832 en una finca ubicada en la localidad de Ambato, Ecuador. Su infancia estuvo marcada por el abandono de su padre y la falta de recursos de la familia.
Esta pobreza provocó que no pudiera asistir al colegio, por lo que fue educado en casa por su madre, por su tío abuelo y, especialmente, por su tío Nicolás Martínez, doctor en jurisprudencia con muchos contactos políticos y culturales.
A los 20 años, Mera se trasladó a Quito en busca de mejores oportunidades de trabajo. Allí trabó amistad con Pedro Fermín Cevallos, conocido historiador, y Julio Zaldumbide, un poeta de éxito. Durante sus primeros años en la capital ecuatoriana, el joven Mera recibió clases de pintura en el taller de Antonio Salas.
Su primer empleo lo encontró en Correos, aunque pronto mostró su vocación literaria y empezó a colaborar en varios periódicos. Fue en uno de ellos, La Democracia, donde publicó sus primeros poemas, en 1854.
Su presencia como colaborador en la prensa hizo que Mera empezara a labrarse un nombre en los ambientes culturales de la capital. Además, sus contactos en el mundo de la política también eran cuantiosos.
En este último aspecto, los biógrafos señalan que Mera tenía ciertas tendencias liberales la primera vez que fue elegido diputado. Sin embargo, su ideología fue acercándose progresivamente al conservadurismo.
A pesar de haber atacado a Gabriel García Moreno, presidente ecuatoriano en varias ocasiones y con un marcado sesgo autocrático, con el tiempo se convirtió en uno de sus apoyos. Según los expertos, Mera también empezó a defender el catolicismo con una gran pasión.
En 1857, el autor se convirtió en colaborador de varios semanarios, como El Artesano. Además de su faceta creadora, también empezó a la investigación literaria.
Su nombre se convirtió pronto en muy popular en la capital debido a la inteligencia que demostraban sus escritos y al patriotismo que reflejaban. En 1860, tras la batalla de Guayaquil, García Moreno lo llamó para que ocupara el puesto de Tesorero Provincial de Ambato.
Algo más adelante fue nombrado Secretario del Consejo de Estado en Quito. En 1861, el escritor fue elegido diputado a la Asamblea Nacional Constituyente. Una de sus prioridades era abolir la pena de muerte.
También en 1861, Mera fue elegido miembro honorario de la Sociedad “El Iris Ecuatoriano”, que publicó dos de sus obras: la biografía de Miguel de Santiago y el poema La Virgen del sol. Al año siguiente, entró a formar parte de la Sociedad Científica Literaria.
Mientras era Secretario de la Cámara del Senado, en 1865, recibió el encargo de escribir la letra del Himno Nacional de Ecuador. Mera pusó todo sus esfuerzos en cumplir con esta misión.
Los versos fueron aprobados por el Congreso y se enviaron a Guayaquil para que el compositor Antonio Neumane compusiera una música acorde a ellos. Nació así el Himno Nacional del país.
Mera, ese mismo año, pasó a ocupar el puesto de Subsecretario del Ministerio de Interior de Relaciones Exteriores.
La producción literaria e investigadora de Mera creció de manera considerable en los años siguientes. Por otra parte, siguió apoyando a García Moreno e, incluso, participó en algunos cuartelazos.
Aunque no todos los expertos coinciden, la mayoría considera a Cumandá la obra culmen de Mera o, al menos, la más famosa. Este libro fue publicado en 1879, después de que el autor enviara una copia a la Real Academia Española.
Juan León Mera pasó sus últimos años en la finca Los Molinos. Esta pertenecía a uno de sus tíos y había sido donde había pasado gran parte de su juventud.
Mera se dedicó durante esos años a la pintura. Así pudo aplicar las enseñanzas recibidas del famoso pintor Antonio Salas.
Sus últimos proyectos escritos fueron una apología de García Moreno y un relato épico sobre Huayna-Cápac. Su fallecimiento, el 13 de diciembre de 1894, impidió que finalizara esas dos obras.
Aunque Mera es más conocido por su obra literaria y por ser el autor de la letra del himno ecuatoriano, su primer interés artístico fue por la pintura.
Cuando llegó a Quito comenzó a recibir clases de pintura. Antonio Salas, su profesor, le enseño todo lo necesario para que desarrollara esta actividad.
Un dato poco conocido de Juan León Mera es su facilidad para los idiomas. Su formación en el catolicismo, promovida por su familia, le llevó a aprender latín y poder leer en esa lengua la vida de los santos.
A pesar de no haber podido ir al colegio, Mera también aprendió a leer en francés y en italiano durante su niñez. Ya de adulto aprendió a hablar las dos lenguas con más soltura.
Otro de los intereses de Mera fue la naturaleza. Comenzó estudiando la vegetación propia de la zona en la que estaba Quinta Atocha, la finca familiar. El escritor conservó muestras de varias especies y utilizó esos conocimientos para ambientar sus libros.
Durante su etapa romanticista, Mera escribió bastantes poemas y obras que mostraban una influencia considerable de José Zorrilla, un dramaturgo y poeta español al que admiraba mucho.
Esos primeros poemas solían ser muy breves y de temática conservadora. En ellos, como era propio del romanticismo, reflejaba las tradiciones y costumbres propias de su pueblo. Uno de los ejemplos más tempranos de estos escritos fue Poesías, publicado en 1858 en el diario La Democracia.
Más adelante, en 1861, publicó La Virgen del Sol, con el que mostró su interés por el la cultura indígena ecuatoriana. Otras obras de la época fueron Poesías devotas y Nuevo mes de María, ambas con una temática relacionada con la religión.
Aunque su obra más famosa fue Cumandá, muchos expertos consideran que Ojeada histórico-crítica sobre la poesía ecuatoriana desde su época más remota hasta nuestros días fue su libro más valioso. Se trata de un recorrido por la poesía del país a lo largo de la historia.
Como se ha señalado, Cumandá está considerada como la obra más famosa del autor. Fue publicada en 1879 y le permitió reflejar la vida de los indígenas en la selva.
La trama central, con grandes dosis de nacionalismo, romanticismo y apoyo al mestizaje, trata de la relación romántica entre un blanco y una india. Esta relación acaba provocando grandes problemas, disputas y amenazas.
Según los críticos literarios, este libro contiene buena parte de la temática característica de la obra de Mera. El autor siempre intentó que los indígenas se integraran en la sociedad e hizo un esfuerzo por dar a conocer sus costumbres, etnias y formas de vida al resto de la población.
La influencia del romanticismo se dejaba ver perfectamente en la temática de los poemas de Mera: la nación, la naturaleza, el indigenismo o las costumbres. En su caso, también quedaba reflejado su ideología conservadora y su catolicismo.
Juan León Mera recibió algunos reconocimientos en vida, sobre todo en forma de invitaciones a formar parte de organizaciones culturales.
Mera fue uno de los fundadores de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, en 1847. Además, fue socio de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, formó parte de la Real Academia Española de la Lengua y miembro honorario de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y Presidente del Ateneo de Quito.
Desde hace unos años, el gobierno ecuatoriano ha creado un premio anual con el propósito de fomentar y apoyar la cultura en el país. El Ministerio de Educación y Cultura, convocante del premio, busca fortalecer la identidad nacional y los valores de su pueblo.
El nombre de este premio, Juan León Mera, es todo un reconocimiento a la importancia de este autor para la vida cultural de Ecuador. Además, se concede todos los años en el día que se conmemora su nacimiento.