Lengua y literatura

Accidentes del verbo: descripción y ejemplos


Los accidentes del verbo son las variaciones de forma que presentan este tipo de palabras y que corresponden a ciertas variaciones de significado. El verbo es aquella parte de la oración que expresa acción o estado. Estos accidentes verbales son específicos para cada idioma. Su variedad y especificidad no responden a una estructura única y universal.

En caso del idioma español, los cambios en el verbo – expresados en sus distintas conjugaciones – denotan tiempo, número, persona, voz y modo. De manera general, estos orientan al oyente o lector sobre la manera en la cual se debe interpretar la idea o acción que es transmitida por el verbo en una oración dada.

Se puede decir que los accidentes verbales suman distintas significaciones que ayudan en la interpretación de un mensaje. El tiempo, persona y número responden a las preguntas ¿cuándo?, ¿quién? y ¿cuántos realizan la acción? La voz especifica si la acción se narra desde quien la ejecuta o quien la recibe. Y el modo denota la actitud del hablante.

Obsérvese, por ejemplo, los accidentes gramaticales del verbo en la cláusula: que los niños cantaran el himno en ese momento. El infinitivo del verbo es cantar. Su terminación -aran indica tiempo (pretérito imperfecto), persona (tercera persona, ellos), número (plural), voz (activa) y modo (subjuntivo).

Breve descripción de los accidentes del verbo con ejemplos

Tiempo verbal

Uno de los accidentes del verbo que supone más variaciones para esta clase de palabras es el tiempo verbal. Este establece el momento en el que se ejecuta la acción, situación o estado que se describe, indicando si es anterior, simultáneo o posterior al tiempo en el que se relata.

De este modo, la idea del tiempo verbal se basa en la secuencia de tiempos lógicos a lo largo de la línea de la temporalidad. Y guarda relación con la forma en que es concebida la ocurrencia de los eventos.

Tomando esto en cuenta, existen tres tiempos verbales básicos: pretérito, presente y futuro. Pero también se consideran otros tiempos intermedios.

Con respecto a los tiempos simples, el pretérito presenta dos formas: pretérito y copretérito. El primero es usado cuando la acción culmina en el pasado (comió).

Por su parte, el copretérito se usa cuando se trata de algo habitual o de una acción interrumpida (comía). También, están el presente (come), el futuro (comerá) y el condicional (comería).

Además, el español presenta tiempos verbales compuestos. Estos denotan la anterioridad de un evento con respecto a otro en una línea temporal. Por ejemplo, ha comido (antepresente) expresa una acción terminada antes del tiempo presente. Lo mismo sucede con Habrá comido (antefuturo), acción que terminará antes de otra acción futura.

Número y persona verbal

En las lenguas fusionantes, como el español, los morfemas (unidad mínima de significado) pueden combinar múltiples piezas de información gramatical. Este es el caso de los accidentes verbales, especialmente cuando se trata de número y persona.

En primera instancia, el número define si quien lleva a cabo la acción es uno (singular) o más de uno (plural. Por su parte, el accidente persona determina quién o quiénes la ejecutan.

Así, existen tres entes: primera, segunda y tercera persona. Estos dos accidentes del verbo dan lugar a seis posibles combinaciones (nótese el cambio en la forma verbal):

  • Primera persona del singular:  Yo comí un gran trozo de pizza.
  • Primera persona del plural:  Nosotros comímos un gran trozo de pizza.
  • Segunda persona del singular:  Tú comíste un gran trozo de pizza.
  • Segunda persona del plural:  Ustedes comieron un gran trozo de pizza.
  • Tercera persona del singular:  Él comun gran trozo de pizza.
  • Tercera persona del plural:  Ellos comieron un gran trozo de pizza.

Cabe resaltar que estas terminaciones corresponden al pretérito simple de los verbos regulares que terminan en -ar.

También es importante mencionar que, debido a que esta información está contenida en el verbo, en muchas ocasiones se puede omitir el sujeto de las oraciones. Este no es el caso de otras lenguas, como por ejemplo el inglés o el francés.

Voz

La voz es la que indica si los sujetos ejecutan – voz activa – o reciben – voz pasiva – la acción descrita por el verbo. Esta última se utiliza cuando se quiere enfatizar el receptor de la acción y no quien la lleva a cabo.

De hecho, el agente es muchas veces omitido. Nótese el uso de la voz activa en los siguiente ejemplos:

  • Los panaderos hornean el pan cada mañana.
  • La compañía inauguró su primer sitio web en mayo de 1996.
  • Esas organizaciones han prohibido la venta de juegos pirotécnicos.

En líneas generales, el uso de la voz pasiva es más frecuente en contextos formales que en la cotidianidad. Se prefiere, en su lugar,  usar estructuras como el “se” pasivo e impersonal: Allí se suele votar republicano. Obsérvese los siguientes ejemplos en voz pasiva:

  • El pan es horneado cada mañana (por los panaderos).
  • Su primer sitio web fue inaugurado (por la compañía) en mayo de 1996.
  • La venta de juegos pirotécnicos ha sido prohibido (por esas organizaciones).

Modo verbal

A diferencia de los otros accidentes del verbo, el modo no guarda una relación directa con la acción, sino con la actitud del hablante. En español, se distinguen tres modos verbales: indicativo, subjuntivo e imperativo.

El modo indicativo se utiliza cuando se narran acciones que, para el hablante, son reales o que tienen probabilidades de que se efectúen. Las siguientes oraciones contienen verbos en modo indicativo:

  • El libro contiene material para las personas de todas las edades.
  • Ella trabajó como conferencista y presentadora de televisión por mucho tiempo.
  • Protagonizará varias películas en el cine italiano.

En el caso del modo verbal subjuntivo, este se usa para relatar acciones en las que existe duda o incertidumbre sobre la posibilidad de su ejecución. El hablante considera la acción como un deseo, no como un hecho cierto. En las siguientes cláusulas se observa este uso:

  • … (Sería ideal) que contenga material para las personas de todas las edades.
  • … (Quería) que trabajara como conferencista y presentadora de televisión.
  • … (Era probable) que hubiera protagonizado varias películas en el cine italiano.

Por último, el modo imperativo se usa para dar órdenes, rogar, pedir, sugerir o reprender. El verbo tiene formas propias solo para la segunda persona del singular y del plural en oraciones afirmativas.

En caso de oraciones negativas, se utiliza el subjuntivo. Obsérvese su uso en las siguientes oraciones con el verbo ir:

  • Ve allá inmediatamente.
  • Vayan allá inmediatamente.
  • No vayas allá.

Referencias

  1. Instituto Nacional para la Educación de los Adultos [México]. (s/f). Accidentes del verbo. Tomado decdmx.inea.gob.mx
  2. Gobierno de San Juan. Ministerio de Educación. (1991, agosto 04). Los accidentes verbales: número, persona, tiempo y modo. Tomado de sanjuan.edu.ar.
  3. Crystal D. (2003). El tiempo en el lenguaje. En K. Ridderbos (editora), El tiempo, pp 97-115. Madrid: Ediciones AKAL.
  4. Liroz, F. (s/f). Morfología – El verbo: 1. Estructura. Tomado de asmadrid.org.
  5. Carrasco Gutiérrez, A. (2008). Tiempos compuestos del español: formación, interpretación y sintaxis. En  A.Carrasco Gutiérrez (editora), Tiempos compuestos y formas verbales, pp 13-64. Madrid: Iberoamericana Editorial
  6. Manker, J. (2016, febrero 26). Morphological Typology. Tomado de linguistics.berkeley.edu.
  7. Real Academia Española. (s/f). Infinitivo por imperativo. Tomado de rae.es.