Las 10 costumbres de los diaguitas más curiosas
Los diaguitas son un pueblo indígena nativo del norte chico de Chile y el noroeste de Argentina, llamado así en quechua, ya que ese fue el nombre que los incas le dieron luego de conquistarlo. Desarrolló su cultura durante los siglos VIII y XVI.
El vocablo diaguita quiere decir en quechua “serrano”. Hoy en día sobreviven algunas comunidades en Argentina y en Chile, e incluso utilizan una bandera que identifica a este antiguo pueblo precolombino.
Las costumbres de los diaguitas han sido muy estudiadas, pues fueron una de las culturas precolombinas más avanzadas, dejando un legado de sofisticadas técnicas agrícolas, como los canales de irrigación, un sistema arquitectónico funcional o el arte de la cerámica.
Los diaguitas del oeste, o diaguitas chilenos, se ubicaron principalmente en los valles transversales, en medio de un ambiente semiárido.
Por su parte, los diaguitas del este, o diaguitas argentinos, vivieron al otro lado de la cordillera de los Andes, en Argentina, en las provincias que actualmente corresponden a Catamarca, La Rioja y parte de las provincias de Salta, Tucumán y San Juan.
Costumbres de los diaguitas
1. Los diaguitas tenían un idioma común
De acuerdo al lugar geográfico en el que habitaban, el lenguaje con el que se comunicaban los diaguitas presentaba ciertas variaciones. Sin embargo, la lengua era común, el cacán, también llamado kakán, kaká o chaka, dependiendo de las fuentes citadas.
Este idioma, ya extinto, se hablaba en los Valles Calchaquíes, al noroeste de Argentina, y hoy sobrevive solamente en algunos topónimos (nombres de lugares) como Antofagasta, Elqui, Sotaquí, Toconao, y apellidos como Campillay, Chavilca, Liquitay, etc.
2. Fueron llamados diaguita-calchaquí
Los diaguitas pertenecían al mismo pueblo indígena, pero localizado en distintos lugares de Sudamérica, como las provincias de Salta, Catarmarca, Tucumán y La Rioja en el noreste de Argentina. Estas zonas abarcan un sistema de valles y montañas conocido como los Valles Calchaquíes, terrenos en los cuales este pueblo habitó.
Por su parte, los diaguitas chilenos, que se instalaron entre las regiones de Atacama y Coquimbo del norte del Chile, son llamados simplemente diaguitas.
Como se comentó antes, los incas los llamaron diaguitas luego de invadirlos, y cuando ocurrió la conquista española, estos les llamaron calchaquíes.
3. Desarrollaron un avanzado sistema de canales de irrigación
Los diaguitas –tanto los de Argentina como los chilenos– se asentaron en valles semiáridos, rodeados de altas montañas y cumbres nevadas.
Este entorno podría parecer inhóspito y hacer difícil el cultivo y la agricultura. Sin embargo, los diaguitas inventaron un ingenioso sistema de acumulación e irrigación de agua, regando el desierto.
Los microclimas existentes en esta zona permitieron el crecimiento de plantas como maíz, quínoa y diferentes clases de papas, que aún son producidas hasta hoy.
Una amplia variedad de fauna como llamas, alpacas, vicuñas, armadillos, reptiles, venados, cóndores, pavitas, agutíes, por mencionar algunos, permitieron a la población contar con carne, cuero, plumas, lana y otros.
En cuanto a la flora de los valles, destacan los algarrobos y los cactus, que se usaron también como fuente de materias primas.
Los diaguitas aprovecharon de forma inteligente las afluentes de los ríos que corren por la montaña hacia abajo, además de las torrenciales lluvias de verano, que dejaban sedimentos fértiles para las plantaciones.
4. Desarrollaron una avanzada agricultura
Desde el año 1000 d.C., los diaguitas construyeron grandes villas que podían dar sostén a más de 300 personas en una comunidad agrícola.
Probablemente, durante esos años también existieron tiempos de guerra, ya que se pueden identificar dos tipos de edificaciones, algunas diseñadas para vivir en pacíficas comunidades, y otras villas fortificadas con reservas de agua, silos y terrazas de agricultura pero reforzadas también con piedras.
Las villas fueron construidas semisubterráneas, con materiales similares al adobe, y madera, bambú, arcilla y paja, con techos parciales de madera de cactus para proteger a los habitantes del intenso calor de la zona.
5. Construyeron los “pukarás”
Los diaguitas construyeron edificaciones fortificadas de piedra en lugares estratégicos, algunos de ellos incluso con reservas de agua en zonas más altas.
Estas construcciones les permitían sobrevivir invasiones de enemigos con gran cantidad de recursos y mucha creatividad.
6. Utilizaron todos los elementos que la naturaleza les brindaba
Al habitar en las altas montañas, desarrollaron la minería, extrayendo oro, plata, además de obsidiana, que utilizaban para sus lanzas y flechas. También conseguían sal de las minas.
En la zona baja de las montañas ubicaron sus terrazas de agricultura, que aprovechaban la humedad de los ríos que bajan y el sedimento de las lluvias.
Incluso, comerciaban con caravanas de las regiones tropicales, para conseguir productos como cera, miel y fruta, y de esta forma tener una dieta alimenticia mucho más variada.
7. Fueron expertos en el arte de la cerámica
Los diaguitas son conocidos por su arte en cerámica, que se caracteriza por su intrincada decoración de figuras geométricas, líneas rectas y en zigzag, junto con triángulos integrados en las líneas. Los colores preferidos para las piezas eran el rojo, negro y blanco.
Los diseños estaban inspirados en visiones chamánicas y muchos de sus diseños tienen motivos de felinos. También elaboraron máscaras.
Su cerámica puede catalogarse en dos tipos: los jarros zapato, que eran utilizados en la vida diaria, y los famosos jarros pato, usados para propósitos rituales, mucho más finos y elaborados.
8. Aprendieron el trabajo textil
Los diaguitas elaboraban complejas piezas y atuendos como túnicas, aguayos, ponchos y mantas, fabricados con lanas de llama o vicuña y teñidos con pigmentos vegetales, extraídos del algarrobo (verde), de las flores del cactus (violeta) y diferentes resinas (tonos café). También tenían algodón, que empleaban para la vestimenta.
También realizaron sandalias llamadas “ushutas”.
9. Nunca se cortaban el cabello
Para los diaguitas, el cabello era muy importante y consideraban un acto ofensivo el cortar el pelo a alguna persona. Es por esto que uno de los peores castigos que podían infligirles los españoles era afeitarlos.
En general, decoraban su largo cabello negro con trenzas y piezas de cobre, plumas, agujas hechas de madera de cactus, cuernos y plata.
10. Eran una sociedad patriarcal
De acuerdo a su sistema de jefaturas, la organización de los diaguitas era patriarcal. El poder era transmitido de un padre a su hermano o a un hijo.
Esto también se observa en las leyes de matrimonio, ya que si una mujer quedaba viuda, debía casarse con el hermano de su marido. Existía la poligamia.
También eran una cultura guerrera, los jóvenes no se casaban hasta terminar el servicio militar y realizaban ritos de circuncisión llevados a cabo por un chamán al momento de la pubertad de los muchachos.
Así, tras este rito, eran elevados al estatus de guerrero, el valor en batalla de un hombre era lo que garantizaba su liderazgo político frente al resto de la tribu.
Referencias
- Diaguita history. Recuperado de condorvalley.org.
- Dictionary of Indian Tribes of the Americas. Vol. 1. Jan Onofrio. Recuperado de books.google.cl.
- Ancient Tribes of Argentina. Recuperado de quizlet.com.