¿Qué es un ángel negro? (o ángel de la muerte)
Un ángel negro, según la tradición cristiana, es un ángel que ha sido expulsado del paraíso. Sin embargo, su significado varía entre culturas. En muchas religiones se consideran a los ángeles como seres espirituales que actúan como intermediarios entre Dios y los humanos.
Como mensajeros de Dios, los ángeles pueden cumplir distintas funciones. Su tarea principal puede ser la de enseñar, dirigir o informar a los individuos sobre su destino. Los ángeles también pueden actuar para proteger o ayudar a la gente.
La palabra ángel proviene del vocablo griego angelos, que significa mensajero. En religiones occidentales, la palabra típicamente describe a un ser bondadoso o benevolente. Sin embargo, en la mayoría de las religiones, la línea que separa a los ángeles “buenos” de los ángeles “malos” no siempre es tan clara.
Un ángel podría actuar de forma benevolente bajo una cierta circunstancia pero con intenciones malignas bajo otra diferente. En religiones basadas en revelaciones (la comunicación de la verdad o voluntad divina hacia la humanidad), el papel de los ángeles se desarrolla en mucho mayor detalle.
En estas religiones, Dios y la humanidad están distantes uno de la otra. Los ángeles ayudan a cerrar esa brecha. Ellos alaban a Dios, cumplen su voluntad y revelan su verdad.
También pueden ayudar a la gente a obtener la salvación o recibir favores especiales. Más allá, actuando en nombre de Dios, los ángeles pueden influir en los asuntos humanos, recompensando a los creyentes y castigando a aquellos que hacen el mal.
Índice del artículo
- 1 Origen de los ángeles negros o caídos
- 2 El primer ángel negro
- 3 Ángel negro o ángel de la muerte
- 4 Los ángeles negros más populares
- 5 Ángeles negros en la metafísica
Los ángeles negros o bien ángeles caídos fueron alguna vez cercanos a Dios, pero por alguna causa cayeron a una posición inferior. Trataron de interferir con la relación entre los seres humanos y Dios, motivando a algunos individuos a pecar.
Se cree que los ángeles negros han causado desastres como hambruna, enfermedades, guerras y terremotos. En la tradición cristiana, el líder de los ángeles caídos fue Satán, también llamado Lucifer, que lideró una rebelión en contra de Dios, por la que él y otros ángeles fueron condenados al infierno.
En la tradición hindú, los ángeles negros que hacen el mal no saben distinguir el bien del mal. Sin embargo, en la tradición cristiana, estos ángeles saben la diferencia y sin embargo eligen actuar en contra de la voluntad de Dios.
Satán, también llamado Lucifer, fue el primer ángel negro. Lucifer fue expulsado del paraíso durante la llamada batalla de los cielos. Dios había creado los ángeles y entonces creó a los seres humanos.
Dios les pidió a los ángeles que cuidaran de la humanidad. Lucifer se negó a ver por los seres humanos. Fue el primer rebelde. La leyenda dice que él era el ángel más bello y que era tal su envidia hacia Dios que quería recibir la misma adoración que Dios recibía.
Esta historia ha sido contada en distintas culturas, con algunas variaciones en la narración. En la biblia cristiana, se encuentra en el Evangelio de Lucas. Cuando Lucifer salió del paraíso, se llevó a una tercera parte de los ángeles con él. Todos ellos inmediatamente se convirtieron en ángeles negros.
Entre ellos había distintos tipos de ángeles, incluidos algunos que gozaban de un nivel muy alto en la jerarquía. Había Serafines, Querubines, Tronos, Poderes y otros más. Todos ellos comenzaron a llamar a Lucifer el Príncipe del Infierno.
Tal como los seres humanos tienen libertad para hacer el bien o el mal, Dios les dio esa misma libertad a los ángeles también. Aquellos ángeles que eligieron hacer el mal fueron expulsados del paraíso y se convirtieron en ángeles negros.
Los ángeles negros, sin embargo, no deben ser confundidos con el Ángel de la Muerte, quien es un enviado de Dios y trae a la muerte paz y cura.
Algunas personas que temen a la muerte podrían pensar que un ángel negro podría venir por ellos o algún ser amado al final de sus vidas. Esto no es cierto, en realidad. Ante la muerte, un generoso y cuidadoso Ángel de la Muerte viene para llevarlos al paraíso.
Un ángel negro no es amoroso ni curativo. Los ángeles negros no tienen respeto por la humanidad. Pasan su tiempo intentando tentar a la gente para que hagan el mal y promoviendo la maldad. Los ángeles negros hacen la voluntad de Lucifer.
En distintas culturas existen algunos ángeles negros conocidos por nombre, que han convivido con la humanidad en distintas épocas y han cumplido distintas funciones. Muchos de ellos son nombrados en escrituras sagradas en distintas religiones.
Uno de ellos es Abaddón, cuyo nombre en hebreo significa destrucción. Abaddón es parte del inframundo donde, de acuerdo a algunas leyendas, las almas perdidas yacen entre fuego y nieve.
El lugar donde habita este ángel negro dentro del infierno es uno de los que visitó Moisés. Cuando aún estaba en el paraíso, Abaddón era un ángel de tipo Serafín.
También está Leviatán. Su nombre en hebreo significa monstruo marino, algo que podría interpretarse como una ballena. Se cree que Leviatán es un monstruo surgido de la naturaleza que representa el caos.
Es extremadamente grande de tamaño y la leyenda cuenta que come al menos una ballena al día. En la historia de Jonás y la ballena, dicha ballena apenas logra escapar de ser devorada por Leviatán. Él también era un Serafín en el paraíso.
Belcebú, o de acuerdo a algunas traducciones de su nombre, el Señor de las Moscas, es otro ángel negro que en ocasiones es representado en imágenes como una mosca. Es considerado el comandante en jefe del ejército de Lucifer y goza de uno de los rangos más altos en la jerarquía infernal.
Belcebú ha sido considerado responsable de muchos de los siete pecados mortales, especialmente la vanidad y la gula. Cuando habitaba el paraíso, Belcebú era un Querubín.
Otros ángeles negros menores son Gresil y Florón. Gresil es considerado el ángel negro de la impureza y la suciedad. Mientras tanto, Florón, un monstruo marino, es el gran marqués de los infiernos y comanda veintinueve legiones de ángeles oscuros.
Una figura prominente en las filas de los ángeles negros es la de Lilith. En la mitología judía, se cree que este personaje surgió como parte de una antigua clase de demonios femeninos en la religión de Mesopotamia.
Lilith aparece en antiguas escrituras hebreas mencionada como la primera esposa de Adán, quien fuera creada al mismo tiempo y del mismo barro. Esto difiere de la tradición cristiana, que dice que Eva fue la esposa de Adán y creada a partir de una de sus costillas.
Lilith abandonó a Adán al no querer subyugarse a él y saldría del jardín del Edén tras reunirse con el arcángel Samael, convirtiéndose en un ángel negro. La leyenda de Lilith continúa siendo materia prima en la literatura, ocultismo, fantasía y horror occidentales hasta nuestro tiempo, convirtiéndose inclusive en un símbolo del feminismo.
Mención aparte merece Azrael, llamado igualmente Ezrael, Izra’il, Abu-Jahia y Abou-Jaria, en el islamismo. Es conocido también como el ángel de la muerte, que goza en el paraíso de la categoría de arcángel.
Un arcángel es un ángel de muy alto rango jerárquico. Seres semejantes a los arcángeles son encontrados en un gran número de tradiciones religiosas, sin embargo el término específico usualmente se relaciona con religiones abrahámicas. El nombre proviene del griego y significa literalmente ángel jefe.
Distintas religiones consideran al Ángel de la Muerte como parte del ejército de Dios. Encargado de conducir a las almas hacia el paraíso después de su muerte terrenal, la función de Azrael es oscura y por tanto algunas leyendas lo toman como un ángel negro.
Sin embargo, su presencia en el infierno se debe a que rescataría a las almas dirigidas hacia ese lugar para llevarlas finalmente ante Dios. De ahí que se le relacione en ciertas mitologías con Lucifer y el resto de los ángeles negros.
Aun cuando existe una mitología desarrollada alrededor de los ángeles negros y su origen a partir de Lucifer, otra interpretación del término, especialmente en la práctica de la metafísica, es la de un amante.
Se podría tratar de una relación kármica que es, de cierto modo, problemática o nociva. El ángel negro del amor es alguien en presente en la vida de quien lo padece y en quien no se puede dejar de pensar u obsesionarse con él o ella. Es aquella relación que no se puede manejar y que causa gran pena.