Cultura general

Aristocracia: concepto, origen, características, ejemplos


¿Qué es la aristocracia?

La aristocracia es un término que designa a una élite gobernante cuyos poderes políticos y riqueza están investidos de títulos y privilegios. Estos, generalmente, se transmiten a través de la sucesión hereditaria.

Esta forma de gobierno se originó en la antigua Grecia, donde, aparte de los clanes políticos y los principales clérigos, la población era en gran medida analfabeta. Esto hacía deseable a los hombres altamente calificados.

Además de la superioridad política, moral, intelectual y militar, una aristocracia también puede incluir miembros de la élite de origen adinerado o religioso. En estos casos, se llamará plutocracia y teocracia, respectivamente.

En tiempos históricos, este sistema estaba compuesto por un consejo de las clases privilegiadas. Con unas pocas excepciones, estos sistemas se desarrollaron bajo el marco de una monarquía.

Con el tiempo, esto condujo al surgimiento de una clase noble, cuyos miembros tenían títulos oficiales (barón, duque, conde) y ayudaban al monarca a gobernar su reino. A veces, el mismo rey era seleccionado entre las clases aristocráticas.

Etimología del término aristocracia

Etimológicamente, el término aristocracia deriva del griego antiguo, aristos ( mejor) y kratos (poder, gobierno, fuerza) (aristokratia: gobierno de los mejores).

Su significado original suponía un contraste moral entre los poderes aristocráticos – legitimados por la responsabilidad y autocontrol que supuestamente acompañan a la buena educación – y los poderes oligárquicos.

Estos últimos son adquiridos por ambición, cálculo y nuevas fortunas y vicios similares que, se cree, prevalecen en regímenes autodesignados o ilegítimos.

Probablemente, el término aristocracia fue acuñado después del siglo V a. C. Este denotaba un tipo de sistema político en el que la autoridad y la excelencia moral estaban intrínsecamente conectadas y eran alcanzables por unos pocos.

Alrededor de 1780, los reformadores en la República holandesa comenzaron a denunciar a sus propios oligarcas como aristócratas, una palabra previamente desconocida.

En unos pocos años, los revolucionarios franceses lo utilizaron para describir a sus propios oponentes, pues esta lucha había comenzado, en principio, para destruir los privilegios y el poder de la nobleza francesa.

Desde entonces, la palabra aristocracia claramente empezó a significar algo más que una forma de gobierno. Significaba el poder de un grupo social en particular y sus seguidores.

Origen histórico de la aristocracia

En la República, Platón planteó que las mejores personas serían las más expertas en identificar y perseguir el interés común. Serían llamados ‘guardianes’: gobernantes y líderes profesionales.

Como tales, recibirían una capacitación larga y cuidadosa, y no disfrutarían de ninguna propiedad sustancial que pudiera inducirlos a buscar intereses privados en lugar de intereses públicos.

Por su parte, Aristóteles ofreció una definición de aristocracia basada en la observación. En esta forma de gobierno, unos pocos gobiernan: los mejores hombres o los que defienden los mejores intereses del estado y sus ciudadanos.

De acuerdo con Aristóteles, la riqueza era esencial para sustentar el ocio y la falta de tentación necesarios para los titulares de cargos públicos. Así, en las aristocracias los magistrados eran elegidos por su riqueza y por sus méritos.

Además, pensaba que el principio de una aristocracia era la virtud, y esta se encontraba más probablemente entre personas de “nacimiento y educación”. Según su criterio, este tipo de gobierno tenía matices sociales.

En la antigua Roma, también, una distinguida ascendencia traía prestigio, privilegios y derechos al poder. Esta distinción hereditaria se reflejaría en toda la historia del gobierno y la organización social en Europa.

Características de la aristocracia

– Una aristocracia es una forma de gobierno donde los líderes provienen de las clases de élite de la sociedad.

– Se basa en la presunción de que solo aquellos con los más altos estándares morales e intelectuales merecen gobernar.

– También, sostiene la creencia que las masas son desordenadas. Por tanto, no se puede esperar que tengan la aptitud requerida para los asuntos políticos.

– Asimismo, anteriormente se pensaba que los miembros de tales clases privilegiadas poseían el valor para la batalla en su juventud, y la capacidad de dar consejos valiosos en la vejez.

– En la mayoría de las aristocracias, tanto históricas como modernas, las clases dominantes nombran a sus propios herederos como sucesores. Esta transferencia hereditaria de poder se basaba en la creencia de que las buenas cualidades de liderazgo se transmitían por la línea de sangre.

Ejemplos de aristocracia

Brahmanes en India

Un brahmán es un miembro de la casta más alta del hinduismo. Son la casta de la cual se forman los sacerdotes hindúes, y son responsables de enseñar y mantener el conocimiento sagrado.

Según algunos registros, durante el período medieval de la India, los brahmanes realizaban otras obras además de llevar a cabo tareas sacerdotales o enseñar religión. Algunos eran guerreros, comerciantes o arquitectos.

Hasta el reinado de la dinastía Maratha (1600 al 1800 d. C.), los miembros de esta casta sirvieron como administradores del gobierno y líderes militares, ocupaciones más típicamente asociadas con el Kshatriya (guerreros y príncipes).

Espartiatas en Esparta

Los espartiatas conformaban una verdadera aristocracia. Eran pocos en número, y pertenecían al más alto estatus de las clases sociales. Gozaban de muchos derechos, pero dedicaban su vida a la perfección física y al entrenamiento.

Eupátridas en Atenas

Atenas fue gobernada por una aristocracia llamada los Eupátridas (eupatridae: bien nacidos). Este grupo tenía derechos y privilegios exclusivos. Durante este tiempo, fue el estado más rico en el continente griego.

Luego de derrocar la monarquía, los eupátridas gobernaron Atenas hasta finales del siglo VII o principios del VI d. C. Estos miembros de las familias más poderosas de Ática eran guerreros y grandes terratenientes.

En general, realizaban todos los servicios públicos importantes y tenían en sus manos la vida política ateniense. La base económica de su poder político era una enorme propiedad territorial inalienable, que era propiedad heredada.

Patricios en la Antigua Roma

En 509 a. C., cuando el rey etrusco fue finalmente derrocado en la antigua Roma, las familias aristocráticas de la ciudad -los patricios- tomaron el control del gobierno y crearon una república.

Pero, no era un gobierno representativo. Los nobles patricios se consideraban privilegiados y más capaces de gobernar. Estaban convencidos de que ciertas personas nacieron para liderar y otras estaban destinadas a seguir.

Por lo tanto, a la mayoría de los ciudadanos, los plebeyos, se les negó cualquier participación sobre cómo, o por quién, iban a ser gobernados.

Nobleza medieval en Europa

Durante la Edad Media, la aristocracia era muy influyente. Un noble contribuía a la defensa de su país al proporcionar soldados, armas, armaduras y caballos, todos en buenas condiciones. A cambio, no tenía que pagar ningún impuesto.

Alrededor del 1% de la población pertenecía a la nobleza. Dentro de esta clase, había grandes diferencias. Los miembros más ricos, la nobleza más alta, eran miembros del Consejo del Rey y tomaban las decisiones importantes.

Por otro lado, la nobleza menor no tenía tanta riqueza y poder a su disposición. A menudo, era bastante difícil para ellos encontrar las armas y los caballos que se exigían para la defensa del país.