Historia

Edicto de Milán: antecedentes, características, consecuencias


El Edicto de Milán fue un decreto promulgado en el 313 d. C. por el cual se ponía fin a la persecución que habían sufrido los cristianos durante los siglos anteriores. Sus autores fueron Constantino y Licinio, emperadores de los imperios romanos de Occidente y Oriente respectivamente después de reunirse en la ciudad que le da nombre.

Durante trescientos años, los emperadores romanos habían impulsado la represión contra todos aquellos que hubieran adoptado el cristianismo como religión. Diocleciano y Galerio, en el 303, desataron lo que se conoció como “gran persecución” en un intento de acabar con la amenaza que, a su entender, suponía el crecimiento del cristianismo.

El propio Galerio fue el responsable del primer gesto en favor de la libertad religiosa. Así, en el 311, promulgó el denominado Edicto de Tolerancia de Nicomedia, por el que se reconocía la existencia legal del cristianismo y se concedía libertad para que sus seguidores se reunieran y pudieran levantar templos.

Cuando en el 313 se promulgó el Edicto de Milán, los cristianos en el Imperio romano tenían unas 1500 sedes episcopales y sumaban alrededor de seis millones de creyentes. En el 380, el emperador Teodosio emitió el Edicto de Tesalónica y el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio.

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Antecedentes

El crecimiento del cristianismo fue considerado por los emperadores romanos como una amenaza para el imperio. Eso dio lugar a persecuciones violentas contra los seguidores de la nueva religión.

Entre las campañas contra los cristianos más sangrientas destacó la emprendida por Diocleciano y Galerio. Además de las condenar a muerte a muchos cristianos y sacrificarlos a sus dioses, estos emperadores demolieron y quemaron iglesias y ordenaron destruir copias de la Biblia.

Esta persecución, al igual que las anteriores, no fueron solo causadas por motivo religiosos. Las fuentes históricas indican que los emperadores pensaban que los cristianos conspiraban contra el Estado de manera sistemática.

Edicto de Tolerancia de Nicomedia

El primer paso en la concesión de derechos religiosos a los cristianos fue la proclamación del Edicto de Tolerancia de Nicomedia, promulgado por Galerio el 30 de abril del 311. Este edicto significó el final de las medidas represivas que el propio Galerio había impulsado anteriormente junto con Diocleciano.

Galerio, que murió cinco días después de promulgar este edicto, comprendió que sus medidas represivas no estaban siendo eficaces. Con su decreto, ordenó terminar con las persecuciones y concedió a los cristianos existencia legal.

“Habiendo recibido esta indulgencia, ellos habrán de orar a su Dios por nuestra seguridad, por la de la República, y por la propia, que la república continúe intacta, y para que ellos puedan vivir tranquilamente en sus hogares.” —Emperador Galerio

Según los historiadores, el cambio de opinión de Gelario se debió a consideraciones políticas. El emperador sabía que el sistema de gobierno de la Tetrarquía era un fracaso y pretendía que su sucesor el oriente tuviera mejores condiciones. Para ello trató de eliminar la constante fuente de conflictos que eran los cristianos y ponerlos a su favor.

Promulgación del Edicto de Milán

Constantino había sido elegido emperador en occidente en el 306 Mientras tanto, Constantino había sido elegido emperador en occidente y, tras derrotar a Majencio en febrero del 312, se reunió con el máximo dirigente romano en oriente, Licinio.

El encuentro tuvo lugar el Milán y, entre otros temas, los dos mandatarios trataron sobre el problema cristiano. El resultado fue el Edicto de Milán, aunque algunos autores defienden que esta proclamación no llegó a existir como tal, sino que se trató solo de un edicto publicado por Licinio para la zona oriental del Imperio.

El acuerdo sobre los cristianos al que llegaron los dos mandatarios fue enviado por Licinio a los gobernadores provinciales en Oriente. Esas cartas son la principal fuente sobre el contenido del edicto.

Algunos historiadores señalan que la pretensión real de Licinio era unificar el Imperio romano y dominar el territorio entonces en manos de Constantino I.

Características

El Edicto de Milán, también conocido como Edicto de Tolerancia, tuvo la forma de una carta de contenido jurídico. Estaba dividida en tres partes y, en conjunto, establecía la libertad de religión en el Imperio romano, ponía fin a las persecuciones por motivos de creencias, especialmente, contra los cristianos.

La primera parte del edicto solo contiene la presentación de los autores y las circunstancias en las que se aprueban las disposiciones que señala a continuación, en la segunda parte. Por último, aparece la capitulación final.

Así, el inicio de la misiva explica la reunión entre Constantino y Licinio en Milán y su intención de decretar un edicto para garantizar la seguridad y bienestar en el imperio.

La primera disposición señala que el respeto por la divinidad debía ser un derecho también para los seguidores de religiones distintas al paganismo oficial del imperio. De esta forma, se establece que cada ciudadano era libre de seguir la religión que elija.

La siguiente disposición anula todas las leyes anteriores sobre los cristianos, mientras que la tercera establecía la obligación de devolver los locales y pertenencias que habían sido confiscadas a los cristianos.

Consecuencias

Las consecuencias del Edicto de Milán fueron más allá del reconocimiento de la libertad religiosa para los cristianos. Esta proclamación conllevó cambios profundos dentro del Imperio romano, así como la expansión de la Iglesia y el aumento paulatino de su poder.

El edicto significó la devolución de los lugares de culto a los cristianos, así como de las propiedades que habían sido confiscadas por los romanos y vendidas a particulares. Esto dio al cristianismo un mayor reconocimiento legal, hasta ponerse al mismo nivel que la religión romana. Algunos años más tarde, se convirtió en la religión oficial del Imperio y de sus ejércitos.

Libertad religiosa

El contenido literal del edicto no otorgaba al cristianismo una importancia especial, ya que se refiere a la libertad de cada ciudadano de practicar la religión que eligiera. Esto parece estar en consonancia con las creencias sincréticas de Constantino, quien continuó rindiendo culto al Sol Invicto hasta poco antes de su muerte.

Con el Edicto de Milán, el paganismo dejó ser la religión oficial del Imperio romano. A partir de ese momento, los cristianos tuvieron los mismos derechos que el resto de los ciudadanos. Este reconocimiento permitió que su crecimiento fuera más rápido.

Edicto de Tesalónica

Después de derrocar a Licinio, quien controlaba la zona oriental del imperio, en el 323, Constantino se involucró en las disputas internas de la Iglesia. En el 325, convocó el Concilio de Nicea, en el que se declaró herético al arrianismo. De este Concilio surgió en denominado Credo Niceno, el último en el que las iglesias de oriente y occidente coincidieron.

Constantino se convirtió en el primer emperador romano convertido al cristianismo, aunque esto no fue bautizado hasta poco antes de su muerte. El poder político y la Iglesia estaban cada vez más unidos y la influencia de esta última era cada vez mayor.

Esta relación solo se vio empañada durante el gobierno de Juliano, quien volvió a acosar a los cristianos. Poco más adelante, en el 380, el emperador Teodosio promulgó el Edicto de Tesalónica, mediante el que el cristianismo se convirtió en la religión oficial y única del Imperio, tanto en oriente como en occidente.

La decisión de Teodosio no tuvo solo motivaciones religiosas. Su autoridad como emperador le permitió incluir a los sacerdotes dentro del cuerpo de funcionarios imperiales, lo que significaba ponerlos bajo su autoridad.

La injerencia política en las cuestiones de la Iglesia fue denominada “cesaropapismo” y provocó el rechazo de los obispos. El propio emperador fue excomulgado en el 390 y obligado a prohibir los sacrificios paganos dos años más tarde.

Referencias

  1. Temas para la educación. Los edictos de Milán y de Tesalónica. Recuperado de feandalucia.ccoo.es
  2. EcuRed. Edicto de Milán. Obtenido de ecured.cu
  3. Lara Martínez, María. El Edicto de Milán. Recuperado de laalcazaba.org
  4. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Edict of Milan. Obtenido de britannica.com
  5. Wright, David F. 313 The Edict of Milan. Obtenido de christianitytoday.com
  6. Selwood, Dominic. On this day in 313 AD: Constantine liberates the Christians with the Edict of Milan. Obtenido de telegraph.co.uk
  7. Medieval Histories. Edict of Milan 313. Obtenido de medieval.eu