Medicina

Trombosis: qué es, tipos, causas, síntomas, tratamiento, factores de riesgo


¿Qué es la trombosis?

Una trombosis es la formación de un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo. Este coágulo recibe el nombre de trombo e impide que la sangre circule con normalidad.

La trombosis es muy riesgosa y potencialmente mortal, pudiendo afectar a cualquier persona. Aparece sobre todo en las venas profundas de las piernas e impide el retorno de la sangre hacia el corazón y luego a los pulmones.

Cuando la sangre no puede circular libremente, se solidifica ahí donde ocurre el trombo, y si llega a romperse, en última instancia puede llegar a las arterias de los pulmones, donde puede ocluir una o varias de estas arterias, lo que causa una embolia pulmonar.

Tipos de trombosis

Hay dos tipos principales de trombosis: la trombosis arterial y la trombosis venosa. 

Trombosis arterial

Cuando hablamos de una trombosis arterial nos referimos a un coágulo que está bloqueando una de las arterias del organismo. 

Debido a que las arterias llevan sangre a diferentes partes del cuerpo, un coágulo en una arteria puede ocasionar que el corazón o el cerebro se queden sin suficiente sangre, lo que puede llevar a sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral. 

Trombosis venosa

En el caso de la trombosis venosa, el coágulo se forma en una vena y puede derivar en una trombosis venosa profunda o en una embolia pulmonar. 

La trombosis venosa se clasifica de acuerdo con el lugar en donde ocurre, pudiendo ser trombosis en la vena porta, que es la que lleva sangre al hígado, trombosis de la vena renal, trombosis de la vena yugular o trombosis de seno venoso cerebral, entre otros. 

Causas de la trombosis

La trombosis venosa puede ser ocasionada por enfermedades o lesiones en las venas de las piernas, por inmovilidad, por fractura, y también por el uso de algunos medicamentos o por obesidad.

La trombosis arterial puede deberse a que las arterias se endurecieron, enfermedad conocida como arteriosclerosis, que ocurre cuando hay depósitos de grasa o calcio que engrosan las paredes de las arterias, lo que hace que se acumule grasa en ellas; esta grasa puede estallar y causar un coágulo. 

Cuando la trombosis ocurre en las arterias coronarias, encargadas de transportar sangre al corazón, esto puede derivar en un ataque cardíaco. Por otro lado, si la trombosis afecta un vaso sanguíneo del cerebro, podría llevar a un derrame cerebral.

Síntomas de la trombosis

Dependiendo del tipo de coágulo y del tamaño de este, los síntomas que se presenten serán distintos. Es común que estos coágulos se formen en las piernas, pero también pueden ocurrir en otras partes.

La probabilidad de que una trombosis afecte lugares con vasos sanguíneos pequeños es mayor, como es el caso del cerebro, pulmones, brazos o piernas. 

En el caso de una trombosis arterial, los primeros síntomas pueden ser:

– cambios evidentes en el color de la piel, con áreas muy pálidas en donde se encuentra el coágulo.

– Alteraciones en la temperatura de la zona que presenta la afectación, que se sentirá más fría que el resto del cuerpo.

– Posible dificultad para mover el área afectada.

– Sensación de entumecimiento o incluso dolor.

En casos más graves:

– Se pueden presentar ampollas y heridas.

– Desprendimiento de piel y necrosis, que sucede cuando el tejido se muere y se vuelve de color negro.

En el caso de una trombosis venosa:

– Cambios en la piel, particularmente piel roja o más oscura en el área del coágulo.

– Puede haber dolor en la zona.

– Inflamación.

– La piel del área se sentirá más caliente que el resto del cuerpo.

Cuándo buscar ayuda médica de inmediato

Debido a que una trombosis puede poner en riesgo la vida, es importante que si se presenta cualquiera de los siguientes síntomas, se acuda a un hospital de inmediato:

– dolor en el pecho,

– tos con sangre,

– falta de aire,

– boca caída,

– no poder levantar ninguno de los brazos,

– presentar arrastre al hablar,

– sentir mareos,

– desmayarse,

– náuseas o vómitos,

– sentir entumecimiento en un lado del cuerpo,

– confusión generalizada,

– notar que una de las piernas se ve de diferente color a la otra. 

Tratamiento para la trombosis

Cuando se trata de una trombosis superficial, se puede atender con medicamentos, solo en algunos casos se recomendará cirugía y también se puede vendar la extremidad que se vio afectada. 

Si se trata de una trombosis profunda, es posible que requiera hospitalización, esto dependerá de dónde esté el coágulo y de cuánto daño haya causado.

En ocasiones se requiere una cirugía para eliminar el coágulo o hacer más grande la arteria, pero también es posible en otros casos que con medicamentos se disuelva el coágulo.

Hay casos en los que se recetan medicamentos anticoagulantes para evitar que se forme otro coágulo en el futuro. 

Factores de riesgo

Hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de padecer una trombosis. En especial hay que poner atención después de una cirugía o de permanecer en el hospital, pues el 50% de los casos de coágulos se presentan después de alguna de estas dos circunstancias. 

Otros factores son:

– Pasar mucho tiempo sentado o en cama, así como viajar por más de cuatro horas sin moverse.

– Fumar.

– Tomar pastillas anticonceptivas o llevar tratamientos de reemplazo hormonal que incluyen estrógeno.

– Algunos fármacos usados en la quimioterapia pueden causar este efecto secundario.

– Cuando existen antecedentes de coágulos en la familia, se debe prestar atención, así como si en el pasado se sufrió de un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.

– Enfermedades que aumentan el riesgo de que se formen coágulos: hipertensión, colesterol alto, algunos tipos de infecciones, obesidad, arteriosclerosis, trastornos genéticos de coagulación, problemas cardíacos y pulmonares, enfermedades autoinmunes, lesiones mayores, parálisis en las piernas y cáncer. 

¿Cómo prevenir que se formen coágulos?

– Para prevenir la trombosis se puede usar ropa floja, especialmente los calcetines, y levantar las piernas por encima del nivel del corazón cada cierto tiempo también puede ayudar.

– Si ya se tienen algunos problemas de circulación, es posible que recomienden el uso de calcetas de compresión, lo que puede ayudar en la prevención para que no se formen coágulos. 

– Hacer ejercicio y mantenerse activos. Si no se cuenta con mucho tiempo para una rutina específica de ejercicios, caminar diariamente por al menos 30 minutos puede hacer una gran diferencia en la salud en general. 

– Si hay que viajar por varias horas, no es recomendable quedarse en la misma posición durante todo el viaje, es recomendable cambiarla cada poco tiempo. Si es posible, levantarse del asiento cada hora para caminar un poco, sobre todo si el viaje durará más de 4 horas. 

– No es recomendable permanecer sentado o parado realizando alguna actividad durante más de una hora seguida. 

– Se puede hacer ejercicios con los dedos del pie o círculos con los pies cuando no sea posible moverse mucho.

– Si hay que conducir por varias horas, detenerse cada dos horas para caminar un poco, y mantenerse bien hidratado. Evitar el uso de ropa apretada durante el viaje. 

– En cuanto a hábitos alimenticios, es importante disminuir el consumo de sal o incluso evitarla por completo.

– Controlar el peso y buscar ayuda profesional para perderlo, si se padece obesidad.

– Si se tienen problemas cardíacos o diabetes, seguir las indicaciones del médico y prestar atención a todas las instrucciones del tratamiento. 

– Después del embarazo, durante una terapia de reemplazo hormonal o durante la utilización de anticonceptivos, mantenerse en comunicación con el médico para poder detectar cualquier anomalía.