Nebulosa de Orión: origen, localización, características y datos
La gran nebulosa de Orión es una nebulosa de emisión, cuyo centro se parece a una mariposa. Está al sur de la constelación de Orión y es visible a simple vista fácilmente, como una tenue mancha blanquecina en medio del cinturón de Orión.
Las nebulosas, llamadas así por su forma difusa, son inmensas regiones en el espacio repletas de material interestelar: polvo y gas. La nebulosa de Orión fue descrita por vez primera por el astrónomo francés Nicolas-Claude Fabri de Peiresc en 1610, aunque civilizaciones antiguas como la maya, por ejemplo, tienen registros de objetos parecidos. Sin embargo, no es posible asegurar que efectivamente se tratara de la misma nebulosa de Orión.
De hecho, Galileo no la menciona, aunque se sabe que examinó la región con su telescopio y detectó algunas estrellas en su interior (conocidas como el Trapecio). Tampoco lo hicieron otros astrónomos notables de la antigüedad.
Pero como ahora se puede ver fácilmente a simple vista, posiblemente la nebulosa haya incrementado su brillo por el nacimiento de estrellas nuevas.
Charles Messier la catalogó en 1771 como el objeto M42, nombre con el que también se la puede buscar en la web y en aplicaciones de astronomía para teléfonos.
Desde el punto de vista astronómico, nebulosas como la de Orión son importantes, puesto que allí se forman estrellas continuamente.
En virtud de la fuerza de gravedad, es allí donde surgen los agregados de materia que luego se condensan y constituyen la semilla de los sistemas estelares. En el interior de la nebulosa se están formando estrellas continuamente.
Índice del artículo
- 1 Localización
- 2 ¿Cómo observar la nebulosa de Orión?
- 3 Características y datos
- 4 Estructura
- 5 Referencias
La gran nebulosa de Orión está relativamente cerca del sistema solar, a 500 parsec (1 parsec = 3.2616 años luz) o 1270 años luz. Como dijimos, se encuentra en el cinturón de Orión, conformado por las tres estrellas brillantes en diagonal en el centro del cuadrilátero de la constelación.
Esas tres estrellas son Mintaka, Alnilam y Alnitak, aunque coloquialmente se las llama las Tres Marías o los Tres Reyes Magos.
Desde la Tierra, el diámetro angular (el tamaño del ángulo con el que se ve el objeto desde la Tierra) de la nebulosa en el cielo es de aproximadamente 60 minutos de arco.
Por comparación, el de Venus, un cuerpo celeste fácilmente visible, oscila entre unos 10 y 63 minutos de arco, según la época, pero la apariencia de Venus es más brillante por razones de cercanía.
Puede hacerse una idea del tamaño de la nebulosa y de su verdadero brillo al comparar las distancias: 1270 años luz = 1.2 x 1016 km, contra la distancia Venus-Tierra de apenas 40 x 106 km.
La nebulosa de Orión es una nebulosa de emisión, lo cual significa que emite luz en el rango visible. Es visible en el este, hacia el amanecer a partir del mes de julio, pero la mejor época de observación es durante los meses invernales del hemisferio norte o en el verano del hemisferio sur.
Es visible a simple vista si el cielo está oscuro y bien despejado. Y si bien es cierto que puede ser visible desde una ciudad grande, lo mejor es alejarse lo más posible de la contaminación luminosa.
A través de unos prismáticos o un telescopio pequeño, la nebulosa luce como una pequeña mancha nacarada, aunque a veces se observa un ligero tinte de color rosado. Esto no es lo más usual, porque el ojo no es tan sensible a los colores como una película fotográfica.
Así que el observador no la verá como en la fotografía mostrada en la figura 1. Para eso se necesitan telescopios más grandes o tomar fotografías de larga exposición, que además suelen recibir un procesamiento posterior para resaltar los detalles.
A pesar de ello, incluso si se observa solamente con prismáticos, la nebulosa es una imagen de asombrosa belleza, más todavía sabiendo que en su interior están naciendo estrellas en este preciso momento.
Dar con la nebulosa es fácil, como se dijo antes, ya que Orión es una de las constelaciones más conocidas. De igual forma una aplicación como Sky Map mostrará su ubicación de inmediato. Y con los telescopios modernos se puede programar la búsqueda para que el enfoque sea automático y ubicar el Trapecio en su interior.
En el centro de la nebulosa de Orión hay cuatro estrellas conocidas como El Trapecio (Θ-Orionis). Galileo descubrió tres de ellas en 1610, pero curiosamente no dejó registro de la nebulosidad que las rodeaba, lo que sí hizo Fabri de Peiresc.
Las estrellas que conforman el Trapecio son de color blanco azulado y muy brillantes. También son masivas, tienen entre 15 y 30 veces la masa del Sol.
Están relativamente cercanas: 1.5 años luz de distancia aproximadamente separa a cada una. Forman parte de un conglomerado estelar mucho mayor, de unos 10 años luz de diámetro y de cerca de 2000 estrellas, llamado cúmulo del Trapecio.
El Trapecio se puede observar con la ayuda de un telescopio pequeño y en cielos muy despejados se distingue una quinta estrella adicional. Telescopios más grandes permiten distinguir hasta 8 estrellas.
A simple vista la nebulosa es de color blanquecino, aunque en ocasiones, bajo condiciones adecuadas, el ojo humano es capaz de detectar un leve matiz rosado.
Los verdaderos colores se aprecian en las imágenes tomadas mediante exposiciones largas y provienen de la energía que emiten las moléculas excitadas del gas.
En efecto, las estrellas en el interior de la nebulosa tienen temperaturas de alrededor de 25.000 K. Por ello son capaces de emitir suficiente radiación ultravioleta como para ionizar el hidrógeno, que es el componente mayoritario en la región.
La combinación de longitudes de onda emitidas por la excitación molecular del gas (en rojo, azul y violeta) produce el distintivo color rosa.
En algunas fotografías también se han podido apreciar zonas de color verde, correspondiente a distintas transiciones energéticas que solamente se dan en lugares con las condiciones físicas de la nebulosa.
Por la gran actividad estelar en su interior, la nebulosa de Orión es de gran interés astronómico. En su interior hay gran cantidad de estrellas en formación, llamadas protoestrellas.
Puesto que esta es una etapa muy breve en la vida de una estrella, no es fácil encontrar protoestrellas para su estudio. Y como la gran nebulosa de Orión está lejos del plano de la galaxia, lo que contiene no se confunde fácilmente con otros objetos.
Por todas estas razones los astrónomos y astrofísicos la han estudiado exhaustivamente.
-La edad de la nebulosa se estima en menos de 2 millones de años, que es la misma edad de las estrellas de los cúmulos que la forman.
-El hidrógeno es el elemento más abundante en la nebulosa y por ello la vemos de color rojizo o rosado, debido a que la luz roja de las líneas de emisión del hidrógeno es la más intensa.
-Las estrellas está rodeadas de filamentos brillantes que se extienden a distancias de 8 parsecs. Algunos de estos filamentos son frentes de encuentro entre partículas que se mueven lentamente con otras que lo hacen más lentamente.
-En el interior de la nebulosa se han detectado estrellas con discos protoplanetarios y enanas marrones, entre otros objetos.
Los discos protoplanetarios están compuestos de material que rota alrededor de estrellas recién formadas y dan origen a sistemas planetarios como el nuestro.
Cerca del 85 % de las estrellas en la nebulosa están rodeadas de discos de gas y polvo, aunque no necesariamente significa que desarrollen un sistema planetario como el nuestro.
Por su parte las enanas marrones son cuerpos a medio camino entre estrellas y planetas, porque no tuvieron masa suficiente como para crear el reactor de fusión que da origen a una estrella.
Dado la elevada tasa de nacimientos estelares, hay numerosas enanas marrones en la gran nebulosa de Orión.
-La nebulosa de Orión es una parte visible de la gran Nube Molecular de Orión o Complejo Molecular de Orión, que agrupa distintos tipos de nebulosas y otros objetos astronómicos, como el bucle de Barnard (en forma de cuerno en la imagen siguiente) y la conocida nebulosa oscura Cabeza de Caballo.
-La nebulosa de Orión se está dispersando gradualmente y se espera que se extinga en unos pocos cientos de miles de años, un parpadeo desde el punto de vista del universo. Aún hay tiempo para disfrutar de tan espectacular fenómeno celeste.
El siguiente esquema muestra la estructura de la gran nebulosa de Orión y las regiones adyacentes.
Mediante las tomas en infrarrojo se distingue mucho mejor la estructura, pues el gas y el polvo son transparentes a estas longitudes de onda, mientras que la luz visible es dispersada o absorbida totalmente.
Las estrellas del Trapecio, ya descritas, desplazadas a la izquierda en la imagen.
En el interior de la nebulosa además se distingue la nube molecular externa y dentro de ella, los siguientes objetos, visibles en infrarrojo:
-El objeto Becklin-Neugebauer, visible con infrarrojo, es una protoestrella de masa intermedia, es decir, una estrella en una etapa muy temprana que aún no se incorpora a la secuencia principal.
–Másers o fuentes naturales de emisión de microondas, son formaciones típicas de las nubes moleculares.
-La nebulosa de Kleinmann-Low, una región muy activa de formación estelar en pleno centro de la nebulosa de Orión. Contiene un cúmulo estelar rodeado de polvo y gas que incluye también discos protoplanetarios.
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