Cultura de la Edad Media: historia, religión, literatura, arte
La cultura de la Edad Media o medieval estuvo marcada desde sus inicios por asuntos de reestructuración política, económica y social. La caída del Imperio romano de Occidente asomaba la necesidad de una nueva organización.
Uno de los grandes elementos influyentes fue la religión, la cual sería la nueva base de los mayores cambios en la forma de vida durante esta época. La cristianización de la población fue una de las actividades más importantes.
La Edad Media es un período de mil años que suele ubicarse entre la caída del Imperio romano entre los siglos IV y V y la llegada del Renacimiento en los siglos XIV y XV. Forma parte de la historia de Europa.
El término de “Edad Media” es posterior a la época. Su autoría suele atribuírsele a los humanistas italianos. Muchas referencias se toman acerca de los diferentes estudiosos que intentaron dividir la historia.
Una de las más populares, es la de Petrarca, influyente humanista del siglo XIV. Él ubicó el inicio de la Edad Media en el siglo IV con la cristianización de los emperadores romanos.
La Edad Media suele verse como la época del reinante oscurantismo y la represión, sin embargo, no estuvo exenta de dar lugar a grandes manifestaciones artísticas que formaron parte de la cultura del momento y que hoy en día aún prevalecen.
Índice del artículo
- 1 Religión
- 2 Concepciones de la vida y la muerte en la Edad Media
- 3 Literatura
- 4 El arte medieval
- 5 La sociedad medieval
- 6 Referencias
El cristianismo jugó un rol importante en la Edad Media y venía tomando fuerza desde la época del Imperio anterior. A partir del siglo IV, los altos cargos del clero religioso fueron tomando cierta autoridad sacramental que estaba al mismo nivel de los asuntos civiles.
Para los siglos V y VI, los obispos llegaron incluso a reemplazar a los gobiernos locales, haciéndose cargo de la administración de los asuntos de las ciudades.
La gran cantidad de población rural suponía un reto para la cristianización. A esto se le suman las creencias “paganas” que iban en contra de los ideales cristianos, los cuales debían ser erradicados. La religión servía como instrumento para regular a las personas en una nueva estructuración que abarcaba desde lo político hasta lo cultural.
La influencia de la Iglesia incluso alcanzaba a los reyes. Estos debían mantener una buena relación con la religión. El poder de los miembros importantes del cristianismo era tal que los obispos podían levantar ejércitos en tiempos en los que hiciese falta.
La iglesia instauró los sacramentos como principios fundamentales. Muchos de los monjes eran instruidos en la lectura y la escritura, cosas que el común de la gente no aprendía a hacer. Eran los monjes quienes enseñaban a los niños, sobre todo los hijos de nobles y también realizaban copias a mano de los libros.
Las prácticas de la iglesia también incluyen la introducción de las procesiones y los días sagrados en los que no se podía trabajar. Aparte, utilizaron el teatro como forma de transmitir contenido religioso.
En la vida cotidiana mucha gente optaba por unirse al clero en la iglesia o en el monasterio y muchos caballeros creían en la redención de sus pecados mediante la ida a las cruzadas. También se tenía la idea de que la peregrinación reduciría el tiempo de condena en el purgatorio.
Aquellas personas que no profesaban la fe cristiana católica eran perseguidas. Las tradiciones paganas eran comunes entre las poblaciones más pobres de la sociedad, en este sector fueron muchos los condenados a la hoguera por ser descubiertos en prácticas ofensivas a la iglesia.
En cuanto a la vida en los monasterios, los monjes vivían en condiciones mucho más saludables que en los pueblos y villas. Por deber cumplían con votos de pobreza, castidad y obediencia.
El tema de la muerte fue de gran impacto para las sociedades medievales. Era un elemento constante y se manifestaba de forma común. Grandes tasas de mortalidad, enfermedad, sumando los conflictos bélicos y la deficiencia en medicina, hacían de la muerte un hecho al que se adhirieron muchas creencias.
La idea de que la presencia en esta vida era solo una prueba para el tránsito al más allá, movía a las personas a seguir la tradición cristiana para la salvación. No pecar, cumplir con los sacramentos y obrar bien, eran principios fundamentales para ser aceptado en una vida más allá de la muerte.
Sin embargo, existía también un relación entre la forma de morir y el más allá. Las personas se preocupaban por tener una “muerte buena”, la cual solía verse como una muerte en cama, rodeado de seres queridos y familia, con un padre que intercediera para realizar los últimos ritos.
Se pensaba que de esta forma se otorgaba el último perdón y se aseguraba un mejor camino hacia la otra vida. Al contrario, la “muerte mala”, sin el perdón de los pecados, sugería una estancia prolongada en el purgatorio y hasta la posibilidad del infierno.
La idea del purgatorio fue integrada a la doctrina católica por el siglo XIII. Se le reconocía como un lugar donde las almas con pecados más o menos moderados buscarían la purificación plena para poder ascender al cielo. Durante esta época la gente solía rezar por los muertos para ayudarlos a disminuir la duración de su paso por el purgatorio.
La población letrada era escasa durante la Edad Media, la mayoría no sabía leer o escribir, solo grupos selectos entre los que se incluyen los eclesiásticos, tenían la capacidad para producir lidiar con los textos. De esta forma, la mayoría de las personas eran acostumbradas a conocer los libros a través de la escucha. El aprendizaje a través de la lectura distaba mucho de ser lo que es hoy en día. Las personas aprendían en conjunto más que en privado.
Las temáticas en la literatura iban desde lo religioso hasta lo fantástico y aventurero. Historias de caballeros, amor, batallas, héroes y crímenes de gente pecadora. También se escribían textos en latín que eran en su mayoría designados a un público relacionado con el clero.
La literatura, sin embargo, no solo se manifestaba a través de los libros. Las telas, los murales e incluso las tallas en madera, fueron elementos que narraban historias. Muchas de estas producciones reflejaban escenas de escenas religiosas o seculares. Por ejemplo, los tapetes, que fueron utilizados en gran medida por las clases más altas de la sociedad.
A diferencia de las producciones textiles, los murales tuvieron una mejor suerte a la hora de conservarse. La mayoría de ellos pueden ser encontrados en iglesias. En ellos es común la temática religiosa que incluye las historias de los santos y la vida de Cristo.
Entre otras curiosidades de la Edad media también se encuentran los libros relacionados con la comida de las casas ricas de los nobles. Otros textos también incluyen apartados de remedios medicinales de la época.
El largo período que define a la Edad Media fue testigo de diversas manifestaciones artísticas. Estas fueron marcadas por períodos y zonas.
El arte en el Imperio bizantino, que conformaba la región del Imperio romano que pervivió, se caracterizaba por alejarse del naturalismo y ser de carácter bidimensional. Solían enfocarse en la representación de figuras y motivos religiosos. Los colores brillantes son los predominantes.
El arte carolingio en tiempos de Carlomagno nace con la idea de usar el modelo de Imperio cristiano de Constantino. A diferencia del arte bizantino, aquí se buscaba recobrar la tridimensionalidad y mejorar la percepción del espacio.
Otra manifestación resaltante es el arte gótico. El sector más resaltante es la arquitectura. Las estructuras comenzaron a tener una gran elevación vertical, con bóvedas puntiagudas, techos de cúpulas y ventanas con vitrales. Un ejemplo de las construcciones pioneras en la arquitectura gótica es la Basílica de Saint-Denis.
De la arquitectura romana se incorpora el uso de la escultura como decoración. Para el período del Alto Gótico se incluyeron los pináculos, capiteles y una característica ventana circular conocida como rosetón. La Catedral de Notre Dame es una de las estructuras más emblemáticas de este período del arte gótico.
Por su parte, el arte vikingo se inclinaba hacia lo ornamental. Era producido en Escandinavia y en sus diversos asentamientos en el exterior. Se enfocaba en la representación de formas animales. Las figuras estaban hechas de materiales como madera, metal, tela y cualquier material que permitiese tallar o esculpir.
La estructura que fue implementándose en la Edad Media era rígida. Las personas solían mantener la clase social con la que nacían durante toda la vida. Los altos puestos de jerarquía eran principalmente ocupados por los nobles y el clero.
La iglesia influía en todos los niveles de la sociedad independientemente de la clase social. Incluso tenía influencia sobre reyes.
Gran parte de los miembros del clero, como los obispos, curas, monjes y monjas tenían roles que se vinculaban con la vida espiritual del pueblo.
Por ejemplo, los curas se encargaban de velar por la vida espiritual de las personas. Eran responsables de la absolución de los pecados y de dar los mensajes que proviniesen de los altos mandos como los obispos.
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