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Salamanquesa común: características, reproducción, alimentación


La salamanquesa común (Tarentola mauritanica) es un gecko de la familia Phyllodactylidae del orden Squamata. La especie fue descrita por Linneo en 1758 con ejemplares de Mauritania.

Es la salamanquesa más frecuente en la región del Mediterráneo. Las poblaciones continentales presentes en Europa parecen estar expandiéndose hacia el norte como consecuencia del cambio climático global.

La actividad de T. mauritanica es principalmente nocturna, de manera similar a otras especies de geckos y salamanquesas. Por otro lado, también se le atribuye cierto grado de actividad diurna pues tienden a tomar sol durante las primeras horas de la mañana.

La especie puede ocupar hábitats rocosos, muros de roca, áreas escarpadas, zonas boscosas relativamente húmedas, matorrales, zonas áridas y desiertos, y una gran variedad de construcciones humanas como ruinas, casas, edificios, entre otros.

Al ser animales ectotermos, pueden ser observados asoleándose por el día y entrar en actividad durante el crepúsculo y gran parte de la noche, cuando se alimentan y realizan sus actividades de cortejo y reproducción.

Puede cambiar de manera activa la coloración de su cuerpo en respuesta a una serie de características ambientales no asociadas con la termorregulación, sino más bien como una característica antidepredatoria y de camuflaje. Además, suelen poseer una coloración oscura durante el día y clara durante la noche.

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Características de la salamanquesa común

Esta especie de salamanquesa puede tener una longitud hocico-cloaca de hasta 86 mm en los ejemplares más grandes y una longitud hasta la punta de la cola que puede llegar hasta los 190 mm. En este sentido la cola puede representar más del 50% de la longitud total.

Los machos suelen presentar un mayor desarrollo corporal que las hembras, el cual es más evidente en el desarrollo de la cabeza y el diámetro del ojo. Estas diferencias entran en juego en las actividades de cortejo y en aquellas que involucran combates por territorio como resultado de la selección sexual.

En su región dorsal posee una gran cantidad de bandas de granulaciones abultadas o tubérculos lisos. Poseen un plan corporal aplanado dorsoventralmente. La cabeza está separada del cuerpo por un cuello claramente diferenciado y los ojos poseen una pupila vertical.

Los dedos son ensanchados lateralmente, comprimidos dorsoventralmente y poseen 12 filas de laminillas adhesivas no dividas. Las uñas son evidentes en al menos dos de los dedos en los machos y en todos en el caso de las hembras.

Su coloración dorsal es pardo grisáceo con un juego de 5 bandas transversas de coloración oscura irregular. Ventralmente es de coloración crema.

Distribución

La especie presenta un amplio rango de distribución que abarca gran parte de los países que bordean la región occidental del Mediterráneo, ocupando desde hábitats a nivel del mar hasta los 2300 metros de elevación, constituyendo este su límite superior.

Su distribución en Europa continental incluye Portugal, el sur de España, las zonas costeras de Italia, Francia y Eslovenia, la costa norte de Croacia, Grecia y Albania. En la región norte de África, se encuentra ampliamente distribuida en Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto y el Sahara occidental.

También se encuentra presente en la mayoría de las islas del Mediterráneo, donde probablemente fue introducida en el pasado especialmente en aquellas ubicadas al norte.

Actualmente se encuentra en la isla de Córcega (Francia), Creta (perteneciente a Grecia), Cerdeña, Sicilia, Pantellaria y Lampedusa (Italia) y como introducida en la mayoría de las Islas Baleares y Tenerife (España) y Madeira (Portugal).

Por otro lado, al igual que otras especies de geckos, ha sido introducida por la actividad del hombre en otros países alejados de su área nativa como Chile, Uruguay y Estados Unidos en las que ya existen poblaciones viables y en crecimiento y expansión.

Estado de conservación

Esta especie no presenta amenazas importantes debido a que posee un amplio rango de distribución y que sus poblaciones se ven favorecidas notoriamente por la presencia del hombre.

Además de esto, la especie es capaz de sobrevivir en un amplio rango de condiciones y hábitats, por lo que su población estimada es muy alta y su tendencia de crecimiento es estable, siendo catalogada por la IUCN bajo la categoría de “Preocupación Menor” (LC).

En general, debido a su amplia distribución, existen muy bajas probabilidades de que su número disminuya de manera crítica ante cualquier amenaza o modificación del hábitat. Sus poblaciones se ven favorecidas con el aumento de la urbanización.

Algunas poblaciones en Egipto tienen una mayor presión debido a su comercio ilegal como mascotas, el aumento de la extracción de individuos de sus hábitats y por la degradación de ambiental.

Taxonomía

Tarentola mauritanica (Linnaeus, 1758) descrita originalmente para Mauritania cuenta con tres subespecies actualmente. Estas subespecies son juliae (Joger 1894) procedente de Marruecos, mauritanica (Mauritania) y pallida (Geniez 1999) descrita para el suroeste de Marruecos.

Recientemente la subespecie Tarentola mauritanica fascicularis con la que existía cierto grado de controversia, fue elevada a nivel de especie plena gracias a varios análisis genéticos.

Muchas de las poblaciones ubicadas en el norte de África, aún presentan identificaciones dudosas y deficientes y los análisis genéticos muestran que la especie tiene un origen parafilético.

Por otro lado, estas poblaciones africanas presentan una variabilidad genética enorme, conformada por aproximadamente cuatro linajes bien definidos. Por esta razón, se ha señalado que pudieran representar nuevas especies del género Tarentola y que T. mauritanica constituye un complejo de especies.

De igual manera, se ha establecido a partir de mtADN, que gran parte de las poblaciones existentes en las costas europeas del Mediterráneo provienen de un único haplotipo de Marruecos. Esto último, como producto de colonizaciones recientes provenientes del norte de África y quizás por influencia del hombre.

La existencia de una población ibérica con un linaje distinto (endémico) sugiere la existencia de una especie distinta a T. mauritanica.

Reproducción

Esta especie emite vocalizaciones muy llamativas que implican un sistema de comunicación compleja entre individuos tanto en las actividades de territorialidad como en el cortejo en la temporada reproductiva.

El periodo reproductivo involucra la estación de primavera y comienzos del verano. Los machos suelen atraer a las hembras mediante sus cantos. Una vez existe una hembra interesada el macho la muerde en el área abdominal para retenerla y estimular y garantizar la cópula.

Las hembras en general colocan de uno a dos huevos, debajo de rocas, en hendiduras o fisuras de las rocas, y también en hoyos presentes en árboles. Aquellos lugares con las condiciones ideales suelen albergar las puestas de decenas de hembras y más de 50 huevos.

Durante la temporada reproductiva una hembra saludable puede colocar hasta tres nidadas. Los huevos se incuban alrededor de 40 días, sin embargo, el período de incubación varía dependiendo de las condiciones de temperatura. Luego que eclosionan los huevos, los individuos juveniles pueden medir entre 40 y 60 mm de longitud total.

Alimentación

En la naturaleza, la disponibilidad de presas en los hábitats que ocupa este depredador (generalmente zonas desérticas) suele ser baja. En estos casos esta especie emplea estrategias de búsqueda activa de los recursos alimentarios, incluyendo diversos invertebrados, principalmente artrópodos.

Cuando habitan en las construcciones humanas suelen ser observados posados alrededor de las fuentes de luz, como las bombillas, al acecho de los insectos que son atraídas por estas, una estrategia conocida como “sentarse y esperar”. De esta manera el establecimiento de sus poblaciones se ven favorecidas por la presencia del hombre.

Su dieta consiste principalmente en invertebrados. Es capaz de consumir una gran variedad de artrópodos entre los que se incluyen, lepidópteros, coleópteros, arácnidos variados, himenópteros (hormigas principalmente), homópteros, hemípteros, entre otros grupos de insectos.

En hábitats naturales, las arañas, así como larvas de lepidópteros variados y escarabajos de la familia Carabidae y otros coleópteros como los de la familia Curculionidae suelen ser las presas más frecuentes y las mejores representadas en términos de biomasa en la dieta.

En hábitats relacionados con el hombre las presas suelen ser frecuentemente insectos voladores como lepidópteros, dípteros, neurópteros e himenópteros (Formicidae) representando en promedio más del 35% de la dieta.

Comportamientos adicionales

En varios casos se han reportado individuos de esta especie alimentándose de individuos juveniles de la misma especie. De igual manera, captura juveniles de otras especies como lagartos del género Podarcis (P. hispanica y P lilfordi) y otras salamanquesas como Hemidactylus turcicus.

Generalmente cada ejemplar posee un territorio de forrajeo. Dicho territorio es protegido en varios niveles que incluyen posturas de exhibición y ataques agresivos y vocalizaciones especiales para desalojar a los invasores. Aunque suelen ser tolerantes entre sí, la mayor parte del año durante la época de reproducción los machos son más agresivos entre ellos.

Muchos individuos machos pueden ser observados con lesiones en los arcos maxilares, dorso de la cabeza y extremidades anteriores debido a los combates por territorio.

Para evitar la depredación generalmente huyen de sus depredadores hacia sus refugios o permanecen inmóviles confiando en su coloración criptica con el ambiente. Al ser capturado, puede emitir vocalizaciones de captura que pueden llegar a confundir al depredador y ser liberado para emprender la huida.

También pueden liberar por autotomía la cola al ser capturados por un depredador, sin embargo, al regenerarla es más corta y sus escamas son más lisas.

Referencias

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