Botánica

Hedera helix: características, hábitat, propiedades, cuidados


Hedera helix es una planta trepadora de hojas perennes que pertenece a la familia Araliaceae del orden Apiales. Nativa de Europa, Asia, norte de África y ubicua en América, se ha utilizado durante siglos con fines terapéuticos.

Es una planta leñosa cuyos tallos trepadores pueden alcanzar hasta 30-40 m de longitud, ya que crece trepando sobre árboles o muros. Son características sus hojas de color verde brillante y las pequeñas flores amarillo-verdoso agrupadas en corimbos, el fruto es una baya tóxica.

Se desarrolla en ambientes sombreados y húmedos en zonas de sotobosque o roquedales, siendo una especie cosmopolita que se adapta a diversas condiciones climáticas. A pesar de ser una especie ornamental, su principal uso es como planta medicinal, las hojas y frutos contienen ciertos principios activos que le aportan propiedades terapéuticas.

Entre los principios activos se encuentran saponinas, glucósidos y taninos, como la hederina, foliculina e inotisol, así como ácidos orgánicos y yodo. Cada uno con propiedades terapéuticas específicas, por ejemplo, las saponinas actúan como expectorantes favoreciendo la expulsión de mucosidades del sistema respiratorio.

Los extractos de Hedera hélix tienen efecto bronco-dilatador y expectorante, siendo indicado para el tratamiento natural de la tos. Su consumo permite reducir la secreción bronquial, desinflamar los conductos respiratorios, facilitar la eliminación del moco, regular la tos seca y aliviar cuadros bronquiales.

La hiedra es una planta rústica que soporta ciertas condiciones adversas, pero para mantenerlas sanas se debe evitar ambientes cálidos y secos. Durante el verano y primavera se recomienda rociar frecuentemente y disponer de luz adecuada.

Índice del artículo

Características generales

Apariencia

Planta trepadora perennifolia de consistencia leñosa, caracterizada por sus fuertes raíces adventicias a lo largo del tallo que le permite trepar. Puede alcanzar más de 40 m de longitud, siendo su media anual de crecimiento de 30-45 cm.

Hojas

Las hojas simples, alternas, coriáceas y de color verde brillante, son de forma triangular, ovada o reniforme y pueden ser trilobuladas o pentalobuladas. Se distinguen dos tipos de hojas, las estrictamente lobuladas presentes en las ramas no floríferas y las carentes de lóbulos en las ramas floríferas.

Están provistas de un pecíolo largo que varía de color verde a rojo intenso. El color y forma de las hojas depende de cada variedad, pero generalmente son lobuladas y de color verde o variegadas.

Flores

Las pequeñas flores de color verde-amarillento se disponen en umbelas globulares simples con entrenudos muy cortos y colgantes, o formando un corimbo. Por lo regular, la floración se presenta a mediados de otoño solo en plantas de más de 8 a 10 años de edad.

Frutos

El fruto es una baya globosa de color negro de 5-8 mm de diámetro y contiene en su interior 2-5 semillas. Su pulpa jugosa posee ciertos metabolitos secundarios que pueden ser venenosos o tóxicos para animales y el hombre.

Composición química

En las hojas los principales principios activos son los flavonoides rutina y kaempferol-3-rutinósido, yodo y las saponinas a-hederina, hederagenina, caulósido y glucopiranosil-hederagenina. Así como los ácidos polifenólicos cafeico y clorogénico, trazas del alcaloide emetina, fitoesteroles campestrol, epinasterol, estigmasterol y sitosterol, sesquiterpenos b-elemeno y germacraneno, y los poliacetilenos falcarinona y falcarinol.

El tallo leñoso emana una gomorresina con trazas de la cetona poliacetilénica falcarinona y saponinas. Los frutos contienen aceites esenciales, ácido hederotánico, helixósidos a y b en menor concentración y saponina hederina en mayor concentración.

Las saponinas ejercen una acción antimicrobiana y antiviral, siendo efectivas para controlar hongos como Candida albicans y Microsporum canis. Además, en combinaciones con determinados compuestos polifenólicos, constituyen los principales responsables de los efectos antiespasmódicos y expectorantes.

Taxonomía

– Reino: Plantae

– Subreino: Tracheobionta

– División: Magnoliophyta

– Clase: Magnoliopsida

– Subclase: Asteridae

– Orden: Apiales

– Familia: Araliaceae

– Subfamilia: Aralioideae

– Tribu: Schefflerieae

– Género: Hedera

– Especie: Hedera helix L.

Etimología

Hedera: el nombre del género proviene del término latino «haerere», que significa «adherirse», debido a su capacidad de aferrarse a ramas y paredes.

helix: el adjetivo específico deriva de la palabra que en griego antiguo significa «torsión o vuelta».

Nombre común

– Comúnmente es conocida como hiedra, hiedra común, hiedra arbórea o yedra.

Sinonimia

Hedera poetarum Bertol.

Hedera poetica Salisb.

Variedades

Hedera helix subsp. helix

Hedera helix subsp. rhizomatifera McAll.

H. helix forma poetarum (Nicotra) McAll. & A. Rutherf.

Hábitat y distribución

Hedera helix es una planta perenne y trepadora que crece sobre roquedales, pedregales, canchales, paredes verticales y sobre muros de todo tipo. Se localiza bajo el sotobosque creciendo sobre la corteza de coníferas y diferentes especies de la comunidad vegetal de la clase Quercus – Fagatea.

Es una especie originaria y distribuida por toda Europa, que se localiza ampliamente en las regiones templadas de Asia y norte de África. Se ubica desde el nivel del mar hasta los 1.400 msnm, cultivada como ornamental se distinguen más de 40 variedades diferentes en forma y color.

Propiedades

La hiedra común es una planta medicinal con diferentes principios activos que puede ser utilizada como remedio casero para aliviar la tos. Asimismo, es empleada en la elaboración de productos cosméticos contra la celulitis y las arrugas, y en farmacología como jarabe para calmar trastornos respiratorios.

En efecto, la hiedra posee propiedades analgésicas, calmantes, cicatrizante, estimulante, expectorantes, hidratante, lipolíticas y vasodilatadoras. De hecho, su consumo está indicado para tratar malestares relacionados con resfriado común, bronquitis, laringitis, tos compulsiva o tos con flema.

Gracias a su efecto expectorante facilita la expulsión del moco y flema de los pulmones, incrementa el reflujo de secreciones bronquiales y regula la irritación de la mucosa gástrica. De esta forma, su consumo permite aliviar las vías respiratorias, siendo recomendable en condiciones de gripe o resfriado.

Por otra parte, sus hojas contienen sales minerales y taninos que actúan como analgésicos y cicatrizantes para curar llagas y heridas. Además, las saponinas presentes en la planta favorecen la eliminación de la celulitis y controlar las varices.

De igual modo, se recomienda para el tratamiento de enfermedades hepáticas, problemas biliares y del baso, reumatismo y cierto tipo de artritis como la gota. Además, sus principios activos actúan como desparasitante para combatir los piojos y de los taninos se obtiene un tinte para reavivar el color negro.

Toxicidad

En la actualidad son muy comunes los reportes sobre problemas de dermatitis de contacto relacionados con la hiedra. Por lo regular, se presentan reacciones de hipersensibilidad a la exposición de saponinas y al alcaloide emetina presente en sus hojas y frutos.

Asimismo, se reportan los alergenos poliacetileno de falcarinol y didehidro falcarinol, que ocasionan lesiones por contacto en manos, antebrazos, cara y cuello. Los principales síntomas se manifiestan como ampollas, eritemas y dermatitis eccematosas, por lo que se considerada una enfermedad ocupacional entre jardineros.

Por otra parte, las bayas maduras presentan un alto contenido de la saponina triterpenoide a-hederina, de efecto tóxico. Su uso en herbolaria como ingrediente vomitivo y purgante, ha ocasionado problemas de toxicidad o reacciones alérgicas en personas sensibles.

La mayor concentración del glucósido a-hederina se localiza en las bayas, aunque las hojas contienen el mismo principio en menor concentración, pero igualmente tóxico. Los síntomas característicos son hiperactividad, sed intensa, trastornos gastrointestinales, falta de coordinación, fiebre, dificultad respiratoria, incluso la persona puede caer en coma.

El consumo de 2-3 frutos puede ocasionar en niños o personas hipersensibles un cuadro tóxico seguido de náuseas, vómito y alteración psicomotriz. Por el contrario, si el consumo es de 5-12 frutos, puede generar un colapso respiratorio que ocasione la muerte en pocos minutos.

En el campo es muy común la intoxicación del ganado bovino o caprino por la ingesta frecuente de frutos de esta especie. Los síntomas se manifiestan como dificultad para caminar o marcha atáxica, excitación y mugidos de dolor, la recuperación ocurre a los 2-3 días.

Contraindicaciones

– Su consumo está restringido durante el embarazo, ya que puede ocasionar contracciones uterinas y posterior aborto.

– Durante la lactancia su ingesta puede generar en el lactante fiebres y estados convulsivos.

– La presencia de yodo en algunos medicamentos elaborados a base de hiedra pueden ocasionar problemas en pacientes con hipertiroidismo.

– No se recomienda su ingesta o aplicación tópica en niños menores de 2 años.

Precauciones

– No exceder la dosis recomendada.

– No administrar a niños de 2-5 años sin prescripción médica.

– Evitar su ingesta por más de quince días seguidos.

– Luego de ingerir en cualquier modalidad, extracto, cocimiento o jarabe, si se observa una reacción alérgica suspender su uso inmediatamente y consultar al médico.

Interacciones

– La hederina tiene capacidad hemolítica, por lo que ciertos medicamentos pueden provocar la alteración de los nervios, cefaleas, cólicos y dolores abdominales.

– El contacto directo con la piel de hojas y principalmente las bayas, puede ocasionar dermatitis, vesículas y ampollas, debido a la presencia del alcohol poliacetilénico falcarinol.

– Las hojas y brotes presentan pelillos de forma estrella que pueden ocasionar en cuadro alérgico en caso de contacto con las mucosas de nariz y ojos.

Cuidados

Propagación

La hiedra común (Hedera hélix) es una planta ornamental que se adapta al cultivo en interior, ya sea en macetas o cestas colgantes. En el jardín se emplea para cubrir paredes, columnas o pérgolas debido a su capacidad de sujetarse a cualquier estructura.

El método adecuado para su propagación es a través de esquejes tomados de las ramas fértiles. Por lo regular, se cortan esquejes apicales de 8-10 cm de longitud, procurando mantener de 2-3 nudos con hojas por cada esqueje.

Los esquejes se siembran directamente sobre la maceta definitiva utilizando un sustrato fértil, con alto contenido de materia orgánica y buen drenaje. Es conveniente mantener las macetas bajo nebulización y temperatura promedio de 20 ºC, manteniendo el sustrato húmedo hasta el inicio del enraizamiento.

Bajo condiciones de invernadero, el enraizamiento se inicia a los 15-20 días, las variedades verdes enraízan más rápido que las variedades variegadas. La hiedra común es una especie que se puede multiplicar en cualquier época el año, siempre que se cuiden las condiciones ambientales en su fase de inicial.

Requerimientos

Requiere suelos bien drenados, para el trasplante se puede utilizar tierra de jardín mezclada en partes iguales de arena y turba. Una vez obtenida una planta vigorosa se puede trasplantar al jardín sobre un suelo húmedo y abonado a principio de primavera.

A pesar que, de manera silvestre se desarrolla ampliamente bajo la sombra, cultivada en macetas requiere la luz solar de la mañana o la tarde. Se debe evitar la luz directa, pero evitando la semisombra excesiva. Las variedades variegadas requieren buena exposición solar, de lo contrario se tornan verdes.

Se desarrolla sobre ambientes con temperaturas promedio entre 12-20 ºC, un poco superior para las variedades variegadas. Es tolerante a las heladas ocasionales y se ha adaptado a las condiciones antrópicas y contaminantes de las ciudades.

Es una planta resistente a la sequía, que se adapta a ambientes secos y rocosos, sin embargo, es aconsejable mantener el suelo húmedo. Durante el verano se recomienda regar enérgicamente cada 2-3 días, durante el invierno una vez a la semana.

Manejo

El abonado se aplica durante las estaciones de primavera y verano, intercalando la aplicación de abonos orgánicos y fertilizantes químicos dependiendo del desarrollo del cultivo. Durante el inicio de la primavera es aconsejable la aplicación de un abono foliar para que recupere las hojas después del invierno.

La planta requiere podas de mantenimiento para controlar su crecimiento y favorecer su desarrollo lateral. La poda se realiza una o dos veces al año eliminando los brotes apicales y direccionando el crecimiento a conveniencia.

En plantas de interior, la poda se puede realizar durante la primavera. En plantas de exterior sobre muros o rocallas se realiza al iniciarse el verano.

Bajo condiciones de alta temperatura y ambientes muy secos, puede ser atacada por cochinillas o arañitas rojas. Las cochinillas chupan y succionan la savia de las hojas, las arañitas rojas ocasionan puntos marrones en las hojas que luego se desecan y caen.

En cuanto a enfermedades, algunos patógenos Colletotrichum sp., Glomerella sp., Phyllosticta sp., Ramularia sp. y Septoria sp. ocasionan el marchitamiento de la planta. Por su parte, la bacteria Xanthomonas hederae produce manchas pardas en las hojas y la pudrición del tallo.

Referencias

  1. El cultivo de la Hiedra (2018) Infoagro Systems, S.L. Recuperado en: infoagro.com
  2. Fonnegra G., Ramiro & Jiménez R., Sivia L. (2007) Plantas Medicinales aprobadas en Colombia. Editorial Universidad de Antioquia. 2ª edición. Colección Salud /Interés General. ISBN: 978-958-655-999-7
  3. Hedera helix L. (2015) CONABIO – Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. Método de Evaluación Rápida de Invasividad (MERI) para especies exóticas en México.
  4. Hedera helix L. (2007) Monografía Oficial Instituto Salud Pública de Chile. Recuperado en: cybertesis.uach.cl
  5. Hedera helix L. (2019) Catalogue of Life: 2019 Annual Checklist. Recuperado en: catalogueoflife.org
  6. López Espinosa, J. A. (2018) Hiedra, Yedra. Hedera helix (Araliaceae). Región de Murcia Digital. Recuperado en: regmurcia.com
  7. Morfin-Maciel, B. M., Rosas-Alvarado, A., & Velázquez-Sámano, G. (2012). Anafilaxia por ingestión de jarabe de hiedra (Hedera helix). Reporte de dos casos. Rev Alerg Mex, 59, 31-36.
  8. Rosas-Alvarado, A., & Morfín-Maciel, B. (2013). Reactividad cutánea al extracto del polen de hiedra común (Hedera helix) en pacientes con enfermedades alérgicas. Revista Alergia México, 60(3), 105-109.