Anatomía y fisiología

¿Qué son las articulaciones fibrosas? Tipos y características


Las articulaciones fibrosas, denominadas también articulaciones fijas, son aquellas que se caracterizan por tener poca o ninguna movilidad. En este tipo de acoplamientos óseos, las superficies de los huesos están unidas por tejido fibroso rico en colágeno.

Comúnmente, las articulaciones del cuerpo permiten el movimiento mediante el desplazamiento de un hueso sobre el otro, como en el hombro o la cadera. Sin embargo en las articulaciones fibrosas no existe una cavidad o alguna característica anatómica que permita esta función.

Se reconocen tres tipos de articulaciones fibrosas: las suturas, las gonfosis y las sindesmosis. Las suturas y las gonfosis se encuentran en el cráneo y la boca, respectivamente, y no tienen movilidad en condiciones normales.

Las sindesmosis se diferencian de las anteriores, en que permiten o ayudan en movimientos de poco rango. Además preservan la estructura anatómica y la estabilidad en algunos huesos largos. Un ejemplo de sindesmosis es la unión entre los huesos del antebrazo, radio y cúbito.

Las patologías asociadas a las articulaciones fibrosas pueden ser genéticas, de nacimiento, o adquiridas (por un traumatismo o factor ambiental, por ejemplo).

Índice del artículo

Tipos de articulaciones fibrosas

Las articulaciones fibrosas son aquellas en las cuales no hay un gran rango de movimiento. Consisten en la unión de dos superficies óseas por medio de un tejido formado principalmente por fibras de colágeno.

Estas articulaciones se subdividen en: suturas, gonfosis y sindesmosis. Las dos primeras se encuentran únicamente en el cráneo y la boca, respectivamente.

Suturas craneales

Las suturas craneales son un ejemplo claro de articulación fibrosa. Las superficies de los huesos del cráneo están unidas por un tejido elástico muy laxo durante el nacimiento.

Las suturas permiten que el tamaño del cráneo se adapte al crecimiento del cerebro, el cual continúa desarrollándose progresivamente durante los primeros años de vida del niño.

A medida que pasa el tiempo, las suturas se cierran y los huesos quedan completamente fusionados. Entonces estas articulaciones pasan a formar parte del esqueleto protector del cerebro.

Cuando las suturas se cierran antes de tiempo ocurre una malformación del cráneo conocida como craneosinostosis. Por lo general no afecta el intelecto del paciente, pero su pronóstico dependerá de la causa.

Gonfosis

Gonfosis es el término que se utiliza para denominar las articulaciones que forman los dientes con el hueso de la mandíbula.

En este caso, el tejido que une las superficies óseas es un ligamento fuerte llamado ligamento periodontal. Así, la raíz del diente permanente queda fijada en un espacio específico de la mandíbula.

Sindesmosis

Las sindesmosis son aquellas articulaciones fibrosas que unen dos huesos que se encuentran separados por una distancia considerable. Las superficies óseas quedan unidas por un tejido fuerte formado por fibras entrelazadas de colágeno en algunos casos, pero también puede ser mediante una membrana blanda y elástica de centro pulposo.

Los huesos del brazo, cúbito y radio, y los de la pierna, tibia y peroné, son ejemplos de sindesmosis. En estos casos el tejido fibroso impide la rotación exagerada que puede causar la lesión de sus componentes.

Las sindesmosis cumplen una importante función protectora en la biomecánica del esqueleto.

Las articulaciones de las vértebras, en la columna, son también ejemplo de sindesmosis. En este caso la unión es a través de un disco que permite el movimiento y amortigua el peso.

Articulaciones: generalidades

Una articulación es el área donde convergen dos o más huesos. El término proviene del latín articulatio que significa “partes unidas de un todo”.

Según su estructura y función pueden estar conformadas por tejido fibroso, cartílago o líquido articular especializado, entre otros elementos. Además, cuentan con un elaborado sistema de soporte que evita sus lesiones.

La mayoría de las articulaciones del cuerpo son móviles, aunque algunas tienen un rango de movimiento más amplio que otras. Esta función permite el desplazamiento del cuerpo en todos los planos, su plasticidad y desenvolvimiento.

Sin embargo existen otro tipo de articulaciones que son llamadas fijas, por presentar un movimiento muy limitado o nulo.

A pesar de no aportar movilidad, las articulaciones fijas tienen otras funciones, siendo algunas un elemento básico durante el crecimiento y otras responsables de la estabilidad de algunos huesos. También sirven de protección para determinados órganos.

Tipos de articulaciones

Las articulaciones se clasifican en tres grandes grupos según su rango de movimiento. Las articulaciones falsas o sinartrosis, que son aquellas que carecen de movilidad; las anfiartrosis, que tienen movimientos limitados y escasos; y las articulaciones verdaderas o diartrosis que son las que sí aportan movilidad al esqueleto.

Las diartrosis son también llamadas articulaciones sinoviales. Su estructura cuenta con un membrana especial, líquido articular y cápsula. Todos esos elementos contribuyen a que no haya fricción entre las superficies óseas y puedan moverse libremente sin desgastarse.

En este tipo de articulaciones uno de los huesos cuenta con una cavidad y el otro con una estructura anatómica que encaja en ella. Por ejemplo, la cabeza del fémur entra en la cavidad del hueso pélvico para formar la articulación de la cadera.

Las sinartrosis y las anfiartrosis son articulaciones que no cumplen funciones de movimiento pero se ocupan de proteger algunos órganos o  contribuyen en el proceso de crecimiento del niño desde el nacimiento hasta la adultez.

Este tipo de articulación las superficies óseas están unidas por medio de un tejido fibroso, como las suturas del cráneo, o una estructura blanda y pulposa que permite el movimiento restringido, como los discos que se encuentran entre las vértebras de la espina dorsal.

Embriología

Los huesos del esqueleto comienzan a diferenciarse tempranamente en el feto. Entre la cuarta y la quinta semana las células madre se disponen formando una columna vertebral primitiva y comienza el desarrollo de los miembros superiores e inferiores.

Al mismo tiempo se desarrollan los elementos neurológicos, como el cerebro y la médula espinal, y las céulas óseas los recubren, quedando en su posición definitva hacia la decimoquinta semana de gestación.

Desde la cuarta semana, a medida que pasa el tiempo, se forman los huesos con las articulaciones. Las células multipotenciales se diferencian en todos los elementos articulares, como cápsula fibrosa y líquido articular.

Además, por medio de un proceso especializado mediado por hormonas, las células óseas primitivas dan origen a los cartílagos y a un tejido rico en colágeno que permitirá el crecimiento del esqueleto después del nacimiento.

El cráneo se fusiona a medida que el cerebro termina su desarrollo, alrededor de los 2 años de edad. Todo el proceso de fusión del cráneo termina a los 5 años y el desarrollo del esqueleto se completa entre los 25 y 30 años.

Referencias

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