Anatomía y fisiología

Bíceps braquial: origen e inserción, funciones, patologías


¿Qué es el bíceps braquial?

El bíceps braquial es un músculo de importante tamaño ubicado en el área anterior del miembro superior, visto claramente por debajo de la piel y que ha sido venerado por la cultura humana como símbolo de fortaleza y belleza corporal.

El músculo bíceps braquial, junto con el músculo braquial anterior ubicado más profundamente y de menor tamaño, conforman el grupo de músculos flexores del miembro superior, actuando en la articulación del codo y sus alrededores.

Del latin bíceps brachii, debe su nombre a la presencia de dos “cabezas” en su origen, recordando que el prefijo “bi” significa “doble”“ceps” se refiere a “cabezas”“porciones”.

El bíceps braquial se nutre gracias a la vascularización aportada por una o en ocasiones dos ramas directas de la principal arteria del brazo, la humeral, conocidas por el nombre de arterias bicipitales, y su inervación motora y sensitiva depende de una rama proveniente del nervio musculocutáneo directamente: el nervio del bíceps.

Origen e inserción

Como ya se mencionó previamente, se compone de dos porciones o cabezas proximales al hombro:

Porción corta o breve

Se inicia en el proceso o apófisis coracoides de la escápula.

Porción larga

Se inicia en el tubérculo supraglenoídeo de la escapula por un tendón largo, atraviesa la articulación humeral y se asienta en el surco intertubercular del húmero.

Ambas porciones, uniéndose, se continúan en un vientre alargado que termina en un tendón común que se inserta en la tuberosidad bicipital del radio.

Funciones

El bíceps efectúa la flexión del antebrazo en la articulación del codo. Gracias a su inserción en el radio, actúa también como supinador, produciendo un movimiento rotatorio si en el antebrazo se ha ejecutado previamente la pronación con rotación contraria.

Patología

Las lesiones del bíceps pueden presentarse desde cualquiera de sus dos orígenes, en su trayecto o en la región del codo donde se inserta y termina.

Diversos factores influyen en la aparición de enfermedades en el bíceps, muchas relacionadas con actividades físicas – deportivas o laborales – o a la edad.

Entre las patologías más frecuentes del bíceps braquial tenemos:

Tendinitis bicipital

Aunque por el nombre se asume que la patología abarca la totalidad del músculo, realmente se refiere a la porción o cabeza larga del mismo y está asociada a otras lesiones del hombro como las del manguito rotador.

Suele presentarse como consecuencia de una acción repetitiva del hombro, como ocurre en algunas actividades laborales o deportivas, y su diagnóstico y tratamiento son tardíos porque inicialmente las molestias son tolerables.

Quienes sufren de tendinitis o inestabilidad bicipital cursan con dolor de intensidad variable en la región anterior del hombro que puede extenderse hasta el brazo y empeora con actividades que ejerzan presión sobre el hombro.

Un signo particular de la inestabilidad bicipital es un chasquido o “clic” que se escucha o se palpa al mover o rotar el hombro.

La rotura del tendón bicipital se caracteriza por la aparición de un dolor súbito e intenso, ya sea a nivel del hombro o del codo, con sensación de desgarro referido por los pacientes como si algo se hubiese roto por dentro. Se acompaña de inflamación local, moretones, debilidad y dificultad para mover el brazo afectado.

Inestabilidad de la cabeza larga del bíceps

Se produce por la salida del tendón de su ruta habitual que es el surco intertubercular del húmero, también conocida como corredera bicipital del hombro.

El sobreuso y los traumatismos son las principales causas de dicha inestabilidad, aunque puede hallarse también en personas de edad avanzada por debilitamiento de las fibras tendinosas y musculares.

Rotura del tendón bicipital

Puede afectar a cualquiera de las dos cabezas del bíceps:

Proximal

La lesión puede ser parcial o completa y se inicia en un tendón ya debilitado, que puede romperse definitivamente posterior a un gran esfuerzo al levantar peso.

La cabeza larga del bíceps se lastima más frecuentemente, en cambio el daño de la cabeza corta es inusual, por lo que al estar una sana, la persona puede seguir usando el hombro aunque con dolor.

El daño puede ser de origen traumático, como ocurre al intentar frenar una caída con el brazo completamente extendido, o por desgaste de un tendón sobreutilizado, el cual es más propenso a lastimarse.

El riesgo de lesión se incrementa con la edad, ciertas prácticas deportivas como tenis, natación o halterofilia y por actividades laborales pesadas.

Distal

Menos frecuente que la anterior pero más dramática. Se presenta como la avulsión o desgarro completo de la inserción del tendón en el codo, especificamente en la tuberosidad bicipital del radio.

Se produce cuando el codo flexionado es forzado a extenderse de forma violenta, como al soltar una caja pesada o intentar atrapar una carga en caída libre.

Diagnóstico y tratamiento

Además de la clínica sintomática, la cual es bastante característica, pueden realizarse estudios complementarios como radiografías, ecosonogramas de partes blandas y más especificamente resonancias magnéticas del área afectada.

Existen dos tendencias a la hora de tratar este tipo de lesiones: conservadora o quirúrgica, que dependerán de muchos factores, como la edad, forma de aparición, actividad del paciente y preferencias del médico.

El tratamiento conservador requiere de inmovilización temporal con reposo, tratamiento analgésico y antiinflamatorio y luego terapia rehabilitadora. La cirugía resuelve la lesión en lo inmediato, pero es más dolorosa y riesgosa, además de que puede dejar cicatrices grandes cuando el daño no puede resolverse por vía artroscópica o minimamente invasiva.

El bíceps braquial en la cultura

Históricamente, este músculo ha representado el máximo logro de la belleza corporal, especialmente la masculina, como un símbolo de prestigio entre guerreros y soldados. Ha sido exaltado en esculturas y otras obras de arte, así como en la fotografía y el cine en nuestros tiempos.

También es un elemento primordial en el fisicoculturismo, siendo uno de los músculos más trabajado y evaluado por atletas y jueces en las competencias, existiendo regímenes de ejercicios específicos para esa zona del cuerpo que ocasionalmente rayan en lo peligroso e insensato.

Esta práctica del culturismo es una de las principales causas de lesiones bicipitales, y no solo por el esfuerzo físico que conlleva, sino porque su daño se ha relacionado con el consumo de esteroides anabolizantes, producto muy utilizado por quienes practican este deporte, aún a sabiendas de las consecuencias negativas que traen consigo.