Sístole y diástole: qué son, definición, funciones, características

La sístole y la diástole son parte del ciclo cardíaco. Se puede definir al ciclo cardíaco como una secuencia en la que hay una contracción y relajación alternada de las aurículas y los ventrículos para que el organismo pueda bombear la sangre.

Este ciclo comienza en el inicio de un latido, y termina con el inicio del siguiente. El proceso está presente en el ser humano desde la cuarta semana de gestación, momento en que el corazón se contrae por primera vez. 

En cada ciclo cardíaco hay una fase diastólica, conocida como diástole, en la que la cámara del corazón se encuentra en estado relajado y se llena de sangre que proviene de las venas. Al medir la presión arterial se arrojan dos números, el primero es la presión sistólica y el segundo es la diastólica.

La fase sistólica o sístole implica que las cámaras del corazón se contraen y bombean la sangre, llevándola hacia la periferia de las arterias. Las aurículas y los ventrículos alternan entre sístole y diástole. Esto significa que, cuando las aurículas están en diástole, los ventrículos permanecen en diástole, y al revés.

Sístole

La fase llamada sístole es un periodo en el que se contraen los ventrículos, unas cavidades inferiores del corazón. En la fase ventricular, que dura de 0.3 a 0.4 segundos, la sangre se expulsa hacia la aorta y el tronco pulmonar. Se inicia con un periodo de contracción y luego ocurre la expulsión de la sangre.

Es durante la sístole cuando la presión arterial alcanza su mayor punto y esta es la llamada presión sistólica. El valor regular de la presión sistólica en los seres humanos adultos es de 120 mm de mercurio.

Función de la fase sistólica o sístole

A partir de la sístole se llenan de sangre los ventrículos del corazón, y cuando se genera la contracción, el organismo es capaz de bombear la sangre hasta los diferentes sistemas que componen el cuerpo humano.

En el caso de la sangre que reciben los pulmones, se trata de un proceso clave para que estos órganos puedan oxigenarse.

Características de la sístole

Los vasos sanguíneos contraídos es una de las principales características de la fase sistólica.

En la presión arterial alta aislada se presenta un valor elevado de la presión sistólica, mientras que la presión diastólica permanece en un rango normal. Es común que se detecte en personas de la tercera edad.

Una presión sistólica mayor a 130 mm de mercurio se considera peligrosa, pues representa un factor de riesgo para enfermedades cardíacas y problemas cerebrales.

La presión arterial media es la presión promedio que ocurre en las arterias mayores durante todo el ciclo cardíaco. Se ha determinado que en el caso de los adultos, el valor normal es de 120 mm de mercurio, mientras que los niños presentan un valor medio de 100 mm.

Fases de la sístole

La sístole se divide en dos fases: auricular y ventricular.

Durante la sístole auricular se presenta una contracción caracterizada porque se llena el ventrículo. Al contraerse la aurícula, aumenta la presión y se eyecta la sangre residual, aproximadamente un 20% del volumen sanguíneo en el ventrículo.

En la fase sístoleventricular la presión en el ventrículo es mayor que la presión de las arterias aorta y pulmonar. Las válvulas semilunares se abren y se expulsa la sangre desde el corazón.

Valores normales y anormales de la sístole

Una presión sistólica con un valor de 120 mm de mercurio se considera normal. Dependiendo de la variación en este número, se pueden detectar diferentes problemas de presión.

La hipotensión o presión baja se presenta cuando la presión sistólica es menor a 90 mm de mercurio, y las causas de esta caída de presión pueden ser variables entre cada persona, siendo una de las más comunes la deshidratación, pero también puede deberse a enfermedades que requieren tratamiento inmediato.

Entre los síntomas de la presión baja están los mareos, cansancio, náuseas y desmayos. 

La prehipertensión se puede identificar cuando una toma de presión arroja valores entre 121 a 139 mm de mercurio para la presión sistólica. Se considera que al presentar estos números de manera frecuente, la persona está en riesgo de desarrollar hipertensión o presión arterial alta.

La hipertensión etapa 1 se diagnostica cuando la presión sistólica va de los 130 a los 139 mm de mercurio.

Mientras que la hipertensión etapa 2 se considera más problemática, con valores superiores a los 140 mm de mercurio en el caso de la presión sistólica.

Diástole

La diástole o fase diastólica es el periodo de relajación del corazón que se acompaña del llenado sanguíneo en las cavidades. Las aurículas y ventrículos en diástole derivan en que disminuye a su mínimo la presión sanguínea.

A esta disminución se le conoce como presión diastólica, que normalmente es de 80 mm de mercurio en los seres humanos adultos.

Funciones de la diástole

En la diástole el ventrículo izquierdo se llena con suficiente sangre a una presión baja, con el objetivo de que se evite una congestión pulmonar.

Sus funciones principales son que se relaje el ventrículo y el llenado del ventrículo de sangre. La función diastólica comienza cuando se cierra la válvula aórtica y se puede dividir en cuatro etapas: relajación isovolumétrica, llenado rápido, diástasis, contracción auricular.

Características de la diástole

Los vasos sanguíneos relajados es una de las características principales de la fase diastólica.

Una presión arterial diastólica baja se diagnostica cuando arroja un valor de 60 mm de mercurio o menor. No en todos los casos representa un problema, pues depende de cada organismo. En el caso de que se presenten síntomas, los más comunes son mareos y desmayos.

Los valores normales de la presión arterial media indica un valor de 135/85 mm de mercurio, durante el día, mientras que por la noche el valor cambia a 130/80 mm de mercurio.

Fases de la diástole

La diástole se puede dividir en dos fases: diástole auricular y ventricular.

La diástole auricular dura unos 0.7 segundos, se relajan las aurículas y se llenan de sangre que proviene de las venas mayores.

La diástole ventricular dura 0.5 segundos y comienza antes de la diástole auricular, lo que permite que los ventrículos se llenen de forma pasiva con la sangre de las aurículas.

Valores normales y anormales de la diástole

La medida normal de la presión arterial es de 120/80 mm de mercurio, siendo el número más bajo el que corresponde a la presión diastólica.

Se diagnostica una presión diastólica baja cuando el valor que arroja la lectura es igual o menor a 60 mm de mercurio. Hay algunos medicamentos que pueden ocasionar esta caída en la presión y también ciertas enfermedades.

La prehipertensión se presenta al tener una presión diastólica que va de 81 a 89 mm de mercurio. En ocasiones, es posible corregir este problema haciendo cambios en la dieta y en los hábitos relacionados con el consumo de alcohol o cigarro.

La hipertensión etapa 1 se refiere a personas que tienen presión alta con un rango de presión diastólica entre 140 a 159 mm de mercurio.

La hipertensión etapa 2 es la más peligrosa y se diagnostica cuando se presentan valores de la presión diastólica iguales o mayores a 100 mm de mercurio.