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Cocodrilo mexicano: características, hábitat, reproducción, alimentación


El cocodrilo mexicano o de pantano (Crocodylus moreletii) es una de las tres especies de cocodrilos que habita en México. Se conoce como lagarto, cocodrilo negro, cocodrilo pardo, o cocodrilo de pantano. Habita en cuerpos de agua dulce, y en agua con baja concentración salina.

Es una especie de cocodrilo de unos 3.5 m de largo, posee un color en la parte dorsal que puede variar de verde a marrón, y presenta manchas amarillas. Es un cocodrilo de hocico ancho y corto, con escamas caudales y ventrales uniformes.

Aproximadamente el 15 % del área en la que este cocodrilo podría distribuirse en México está catalogada como áreas naturales protegidas. También, se estima que el 85% de la población del cocodrilo de pantano se encuentra en México, y el resto de su población se encuentra en Guatemala y Belice.

Es una especie en condiciones de protección por el gobierno mexicano y otros organismos debido a la caza furtiva para comercializar su piel y su carne, pues es una de las más cotizadas a nivel mundial.

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Características

El cocodrilo mexicano fue descrito por Duméril & Bibron en 1851. Es un reptil del orden Crocodylia, perteneciente a la familia Crocodylidae y al género Crocodylus.

El cocodrilo de pantano es una especie que mide hasta unos 3.5 m de largo. Presenta un hocico ancho y corto, y tiene dimorfismo sexual.

Las fosas nasales son prominentes, delante de la boca. Detrás de las fosas nasales se encuentran los ojos. El iris es de color marrón claro a plateado. Además, posee una cola larga, muy útil para desplazarse en el agua.

El color de los individuos adultos es marrón oscuro a negro con la zona ventral clara. Los individuos juveniles son de coloración variable, normalmente con el cráneo moteado con marrón y negro.

El cuerpo y el cuello son de color marrón con cinco bandas negras transversales, la parte ventral es de color blanco, y las escamas ventrales posteriores de la cola son oscuras.

Hábitat y distribución

Este cocodrilo se distribuye tanto en aguas dulces como en aguas con baja concentración de sales. Puede encontrarse desde el nivel del mar hasta una altura de 350 m. Habita en zonas con bastante cobertura vegetal, por ejemplo en lagunas, presas, pantanos, ciénagas, y ríos de corriente lenta.

El trayecto de distribución abarca desde la costa del golfo de México (Tamaulipas, Tabasco, Veracruz, Campeche, Yucatán), pasando por los humedales interiores de San Luis de Potosí y norte de Chiapas, hasta Belice, en la vertiente del mar Caribe.

En México este cocodrilo se ubica en estados como Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Oaxaca, tabasco, San Luis de Potosí, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. No obstante, el cocodrilo mexicano, también ha sido introducido en rangos fuera de su distribución natural como en Sinaloa y Colima, para fines comerciales.

Las poblaciones de cocodrilos les dan beneficios desde el punto de vista ecológico a los ecosistemas en donde habitan. De hecho, los cocodrilos aportan actividades de control, mantenimiento y recuperación.

El cocodrilo mexicano ejerce un equilibrio sobre el ecosistema debido a que sus actividades afectan directamente las poblaciones de las especies con las que cohabita.

En este sentido, el cocodrilo de pantano puede modificar el paisaje de los flujos o corrientes de agua gracias a su desplazamiento; también puede modificar el paisaje ya que construye cuevas y hace excavaciones que forman charcos en ambientes afectados por épocas de sequía.

Estado de conservación

El cocodrilo de pantano está protegido bajo la categoría “sujeta a protección especial” (Pr) por la NOM-059-SEMARNAT-2010, por el gobierno mexicano. De forma internacional, esta especie de cocodrilo está protegida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), como especie de bajo riesgo y dependiente de conservación en la lista roja.

Para el año 2002-2004, la Conabio (México) indicó que habían resultados positivos en cuanto a la conservación de la especie de cocodrilo mexicano, puesto que reportaron más de cien mil ejemplares en vida silvestre, de los cuales quince mil estaban en edad reproductiva y en condiciones saludables.

Por su parte, en el 2010, para los países de México y Belice el Crocodylus moreletii fue cambiado del apéndice I al apéndice II (especies que no están en peligro de extinción pero que debe controlarse su comercialización porque representa un peligro de incompatibilidad con su supervivencia), en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre.

En México hay varias causas de la disminución de los individuos del cocodrilo de pantano en los ecosistemas, por razones como la cacería furtiva para comercializar ilegalmente, la piel y la carne de estos animales.

Otra de las razones de la disminución de las poblaciones es la destrucción del hábitat por parte del hombre, lo cual ha afectado la reproducción, alimentación y crianza de estos cocodrilos.

Actividades como el desmonte para realizar actividades agropecuarias, disminución  de cuerpos de agua para construir viviendas o industrias, y el descarte de desechos producto de actividades del hombre, son las causas de la destrucción del hábitat del cocodrilo mexicano.

Reproducción

Se conoce que el cocodrilo de pantano es la única especie en el mundo que construye montículos para su anidación. Asimismo, tienen comportamiento maternal con su cría.

Estos cocodrilos construyen sus nidos con materiales vegetales como hojas, tallos, y ramas finas. También se ha encontrado que estos cocodrilos utilizan material de desecho de los humanos para construir sus nidos.

Por ejemplo, en la Laguna de las Ilusiones (cerca de la ciudad), el porcentaje de eclosión de estos huevos es bajo (aproximadamente 34 %), en comparación a otras especies de cocodrilos.

Esto indica que el efecto de la ciudad sobre esta especie puede afectar la ecología de la anidación de varias maneras, como influyendo en el aporte de materiales para la construcción de los nidos, o fomentando la ubicación de lugares alejados de la orilla para la anidación.

Por esta razón, es necesario la reintroducción de hembras y la incubación artificial en esta Laguna de las Ilusiones, pues por el efecto de la ciudad, la mayoría de individuos que eclosionan son machos. Esto permitiría conservan la población de esta especie.

Reproducción en sitios de estudio

En realidad son pocos los estudios que en condiciones silvestres se han podido realizar con respecto a la reproducción del cocodrilo mexicano. Sin embargo, en un estudio realizado en poblaciones que habitan un ambiente urbano en Villa-hermosa en Tabasco, se pudo determinar que los 22 nidos encontrados se ubicaron desde finales de mayo hasta principios de julio, siendo la segunda y tercera semana de junio el momento en el que se encuentra más de la mitad de los nidos.

Así, en uno de los nidos encontrados había 60 huevos, número mayor que el promedio reportado para esta especie animal. Además, el tamaño de los huevos mostraba que era el resultados de dos puestas diferentes.

Alimentación

La dieta de los individuos adultos puede estar conformada por caracoles acuáticos, peces y en menor cantidad crustáceos. Además, estos cocodrilos pueden consumir mamíferos como ratas, zarigüeyas, y puercoespín.

Sin embargo, estos cocodrilos pueden consumir mamíferos de hasta más de 15 kg. Además, se ha observado en campo la necrofagia y el cleptoparasitismo específico (robo de alimento entre individuos de diferentes especies). Pueden consumir cadáveres de ganado (Bos taurus) y de tapir centroamericano (Tapirus bairdii).

Normalmente, el cocodrilo mexicano muerde a su presa, luego agita lateralmente su cabeza de forma vigorosa, y después realiza rotaciones aceleradas del cuerpo (dentro del agua) alrededor de su eje longitudinal hasta que se desprende uno de los trozos de la presa.

En cuanto al consumo de cadáveres, los cocodrilos mexicanos, para desmembrar, rasgan la pared abdominal del individuo para consumirlo, y posteriormente se alimentan de las extremidades, cuello y cabeza.

En este sentido, los individuos adultos son quienes se alimentan con mayor facilidad por su dominio sobre otros individuos jóvenes o subadultos. Por ejemplo, para consumir un cadáver de ganado, los cocodrilos tardan unas 72 a 96 horas.

Comportamiento

Por su parte, el cocodrilo mexicano y otras especies de cocodrilo, en sus etapas tempranas de vida, son parte del alimento para algunos mamíferos, aves, peces de mayor tamaño que ellos; pero cuando son adultos, se comportan como eficaces depredadores que regulan las poblaciones de otros animales.

Sin embargo, no ha sido bien documentado el comportamiento de esta especie de cocodrilo con respecto al comportamiento en vida silvestre.

Importancia económica

En cuanto a su aporte a las poblaciones humanas, los cocodrilos pueden:

  • Permitir el aprovechamiento (no extractivo) en unidades que funcionen para la conservación de fauna silvestre, debido a las actividades de recuperación, investigación y muestra de esta especie de cocodrilo.
  • Permitir el aprovechamiento (extractivo) de unidades de manejo de fauna intensivas, ya que permiten la comercialización de estos cocodrilos y los productos derivados de ellos.

Algunas unidades de manejo de fauna silvestre se dedican a la producción de las pieles del cocodrilo mexicano, pues esta se ubica como la segunda piel de mayor cotización en el mundo, así como a la producción de su carne. Tal es el caso de la UMA Cococanek en Tamaulipas, México.

También, en cuanto a los aportes que puede ofrecer el manejo de esta especie de cocodrilos es el ecoturismo, pues en donde habitan se preparan recorridos en embarcaciones hacia las lagunas para la observación de cocodrilos como atractivo principal.

Por otro lado, los turistas acuden a mercados de artesanías en donde pueden conseguirse partes de estos cocodrilos como cráneos, dientes, huesos y uñas, que se venden como objetos de recuerdo para los visitantes. Además, se utiliza la orina y las gónadas de estos reptiles para la producción (fijación) de perfumes.

Referencias

  1. Cedillo-Leal, C., Martínez-González, Ju.C., Briones-Encinia, F., Cienfuegos-Rivas, E., García-Grajales, J. 2011. Importancia del cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii) en los humedales costeros de Tamaulipas, México. Ciencia UAT 6(1): 18-23.
  2. Catalogue of Life. 2019. Detalles de la especie : Crocodylus moreletii (Duméril & Bibron, 1851). Tomado de: catalogueoflife.org
  3. López-Luna, M., Hidalgo-Mihart, M., Aguirre-León, G. 2011. Descripción de los nidos de cocodrilo de pantano Crocodylus moreletii en un paisaje urbanizado en el sureste de México. Acta Zoológica Mexicana 27(1): 1-16.
  4. Platt, S., Rainwater, T., Snider, S., Garel, A., Anderson, T., McMurry, S. 2007. Consumption of large mammals by Crocodylus moreletii: field observations of necrophagy and interspecific kleptoparasitism. The Southwestern Naturalist 52(2): 310-317.
  5. Ross, C. A. 1987. Crocodylus moreletii. Catalog of American Amphibians and Reptiles 407:1-407.