Biología celular

Promielocito: características, funciones y patologías


Los promielocitos son las células hematopoyéticas progenitoras de una clase especial de células sanguíneas conocidas como granulocitos (neutrófilos, basófilos y eosinófilos), que pertenecen al linaje mieloide de las células sanguíneas y que están incluidas en el grupo de los glóbulos blancos.

La sangre es un tejido conectivo líquido especializado en el transporte de oxígeno, nutrientes y desechos. Se distribuye por todo el cuerpo y está compuesta por elementos celulares y no celulares.

Entre sus componentes celulares se encuentran los eritrocitos o glóbulos rojos, los leucocitos o glóbulos blancos, los megacariocitos, las plaquetas y los mastocitos, que son producidos a lo largo de la vida de un organismo a través de un proceso conocido como “hemopoyesis”.

Durante la hemopoyesis, un grupo de células madre pluripotenciales que está en la médula ósea se multiplica y da origen a las células progenitoras de dos linajes conocidos como el linaje mieloide (unidad formadora de colonia del bazo CFU-S) y el linaje linfoide (unidad formadora de colonia de linfocitos CFU-Ly).

Del linaje mieloide se originan dos grupos de células progenitoras unipotenciales (que se multiplican para dar origen a una sola línea celular). Uno da lugar a los granulocitos/macrófagos, y otro a los megacariocitos/eritrocitos.

El grupo de células progenitoras de granulocitos/macrófagos se divide, a su vez, para formar cuatro líneas celulares que corresponden a los eosinófilos, basófilos, neutrófilos y monocitos. Promielocito es la denominación que reciben las células precursoras de los primeros tres tipos de células.

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Formación de los granulocitos

Los granulocitos derivan, cada uno, de un grupo de células progenitoras unipotenciales específico, con excepción de los neutrófilos, que provienen de unas células bipotenciales (que son capaces de originar dos líneas celulares separadas).

Estas células progenitoras descienden de una célula madre pluripotencial, que es el primer eslabón del linaje mieloide y que se conoce como unidad formadora de colonia del bazo o CFU-S. Los eosinófilos y los basófilos provienen de precursores que se conocen como CFU-Eo y CFU-Ba, respectivamente.

Los neutrófilos, como se comentó, provienen de una línea celular bipotencial, conocida como CFU-GM (granulocito/monocito), que se divide posteriormente en la línea celular CFU-G (de los neutrófilos) y la línea CFU-M (de los monocitos).

Tanto las células progenitoras CFU-G como las CFU-Eo y CFU-Ba se dividen y originan a la primera célula precursora que se conoce como el mieloblasto. Los mieloblastos son idénticos entre sí, sin importar la línea celular de la que provengan.

Los promielocitos surgen a partir de la división mitótica de los mieloblastos provenientes de las tres líneas celulares, es decir, tanto de los progenitores de los eosinófilos y basófilos como de los neutrófilos. Estos se dividen nuevamente y forman a los mielocitos.

Los mielocitos se dividen por mitosis y forman los metamielocitos, que se diferencian progresivamente hasta formar las células maduras de cada línea celular.

Todo el proceso es modulado por diferentes elementos moleculares y factores de crecimiento, que son los que dictan el progreso de una etapa a la siguiente y que son fundamentales durante la maduración y diferenciación celular.

Características

Así como ocurre en el caso para los mieloblastos, no es posible distinguir entre los promielocitos que provienen de cualquiera de las tres líneas celulares, pues estos son idénticos.

En cuanto a morfología se refiere, se sabe que los promielocitos son células de gran tamaño y que su diámetro varía entre las 18 y 24 micras. Tienen capacidad mitótica, es decir, pueden dividirse por mitosis.

Poseen un núcleo redondo o semi-ovalado que se tiñe de un color azul-rojizo y donde se puede apreciar una trama cromatínica delicada con uno o dos nucléolos. En este estadio se observa el comienzo de la formación de las indentaciones de la envuelta nuclear característica de los granulocitos.

Si se comparan con los mieloblastos, sus células precursoras, los promielocitos tienen una mayor acumulación de heterocromatina, que es lo que se aprecia como la “trama cromatínica” y que antes de esta etapa no es evidente.

En su citoplasma de color azulado se encuentra un retículo endoplásmico rugoso asociado con un complejo de Golgi prominente, gran cantidad de mitocondrias activas y lisosomas de más de 0.5μm de diámetro. No se observan vesículas citoplasmáticas en la periferia celular.

Durante la granulopoyesis (formación de granulocitos), los promielocitos son las únicas células que producen gránulos azurófilos (gránulos primarios).

Estos son gránulos inespecíficos que parecen tener actividades similares a la de los lisosomas, puesto que contienen abundante concentración de hidrolasas ácidas, lisozimas, proteínas con actividad bactericida, elastasas y colagenasas.

Funciones

La función principal de los promielocitos es la de servir de células precursoras para las líneas celulares granulocíticas eosinófilas, basófilas y neutrófilas.

Ya que es en este tipo de células el único donde se originan y se acumulan los gránulos azurófilos o inespecíficos, estas células son primordiales para la formación de los granulocitos.

Es importante recordar que las tres clases de células granulocíticas, es decir, eosinófilos, basófilos y neutrófilos, tienen funciones críticas en la primera línea de defensa del cuerpo contra agentes extraños, frente a daños en los tejidos, durante infecciones parasíticas y reacciones alérgicas e hipersensibles, entre otros.

Patologías

En algunas leucemias agudas se han detectado por citometría de flujo algunas anormalidades en los promielocitos, como la sobre expresión de CD 13, CD 117 y CD33, y la ausencia o infra expresión del marcador CD15.

Estos han sido importantes avances en el estudio del inmunofenotipo de algunas leucemias, especialmente en la leucemia mieloide M3 (leucemia promielocítica aguda).

-Leucemia promielocítica aguda (M3)

Es un tipo de leucemia mieloide. Esta patología fue descubierta por Hillestad en 1957 pero su origen genético se describió en 1970.

En esta patología los promielocitos presentan anormalidades genéticas (gen APL-RARα) asociadas a la ruptura de los cuerpos nucleares. Esto impide que la célula pueda madurarse y continúe su proceso de diferenciación.

Por tanto, la célula se queda en esa fase. Además, las anormalidades genéticas también influyen en la inhibición de la apoptosis. Es por ello que las células no mueren y se acumulan en la médula ósea, siendo inevitable que salgan a la circulación. Todo ello agrava el cuadro.

Cursa con sangrados severos e infecciones, fiebre, palidez, pérdida de peso, cansancio, pérdida de apetito, entre otros.

Tratamiento

Afortunadamente estas células anormales presentan receptores para el ácido –alfa-trans-retinoico o tretinoína, y cuando se utiliza este fármaco como tratamiento, promueve la diferenciación del promielocito a mielocito, dando resultados muy satisfactorios.

Concomitantemente se puede incluir transfusiones plaquetarias, administración de trióxido de arsénico (ATO) y quimioterapia con antraciclinas, aunque esta última es cardiotóxica.

Para controlar la enfermedad y verificar si el tratamiento está haciendo efecto, se deben realizar análisis de laboratorio, tales como biopsia de médula ósea y hematología completa.

Después de la remisión el paciente debe continuar un tratamiento de mantenimiento por 1 año para evitar recaídas.

Diagnóstico

En la leucemia promielocítica los promielocitos cambian su morfología. Se presentan con un núcleo deforme que puede tener bordes irregulares o presentar lobulaciones anormales. Presentan abundantes cuerpos de Auer, lo cual es patognomónico de esta patología.

Hay también una acentuación de los gránulos azurófilos (variante hipergranular). Sin embargo hay una variante que cursa con granulaciones muy finas (microgranular), casi imperceptibles al microscopio óptico.

Existen anticuerpos monoclonales para el receptor APL-RARα que sirve para hacer el diagnóstico. Por otra parte, estas células dan tinción positiva para CD33, CD13 y algunas veces para el CD2. Mientras que da tinción negativa para CD7, CD11b, CD34 y CD14.

Leucemia mieloide crónica y aguda

Esta patología suele cursar con solo un 10% de presencia de blastos y promielocitos en frotis de sangre periférica. Es más frecuente en adultos pero también los niños se pueden ver afectados.

Esta enfermedad progresa lentamente, pero puede volverse aguda repentinamente Si se vuelve aguda aumenta el porcentaje de células inmaduras. Las leucemias agudas son más agresivas y por tanto más difíciles de tratar.

Referencias

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