Georg Stahl: biografía, teoría del flogisto, vitalismo
Georg Stahl (1659-1734) fue un médico, químico y teórico de origen alemán que se hizo muy conocido por ser el fundador de la teoría del flogisto de la combustión. Además, tuvo gran relevancia en el mundo científico porque fue el autor de ideas vitalistas dentro del área de la medicina.
La teoría flogística, ya refutada, fue el aporte más relevante que tuvo a lo largo de su carrera. Está teoría, que tuvo que ver con la combustión, se volvió uno de los más notables principios que sirvieron para unificar la química del siglo XVIII.
En su teoría del flogisto, Stahl aseguró que las diferentes sustancias que se quemaban contenían un combustible que recibió el nombre de flogisto (que quiere decir inflamable o llama” según los filólogos griegos), el cual era liberado durante el proceso de combustión.
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Biografía
Los primeros años de la vida de Georg Stahl transcurrieron en una parroquia de St. John en Ansbach, en Brandeburgo, Alemania. Allí nació en 1659.
Georg Ernst Stahl fue el hijo de Johann Lorentz Stahl, quien se desempeñó en diferentes cargos de gran importancia. Por ejemplo, fue secretario del consejo de la corte de Ansbach y también ejerció como secretario del consistorio de la iglesia Anhalt-Brandenburg.
Se casó en tres ocasiones y, por desgracia, sus dos primeras esposas murieron a causa de la fiebre puerperal. Esta se trata de una enfermedad que afecta a las mujeres después del parto, debido a una infección que ocurre por las heridas que genera el embarazo.
El pietismo fue parte fundamental de su vida. Esta fue una doctrina religiosa que formó parte del movimiento luterano y que, aunque se inició en el siglo XVII, su mayor auge ocurrió durante el siglo XVIII, época que le tocó vivir al médico alemán.
Stahl adquirió sus primeros conocimientos en su ciudad natal, donde mostró gran interés en la química gracias a la influencia que ejerció en él su profesor de medicina Jacob Barner, así como el químico Johann Kunckel.
Para 1679 Stahl se matriculó en la Universidad de Jena con el objetivo de estudiar medicina. Esta facultad era una de las más reconocidas en la época por su enfoque en la medicina química, profundizando en la aplicación de la química en los procesos o fenómenos médicos.
Trabajos
Stahl se graduó en 1684 y empezó a trabajar como profesor, aunque sin remuneración. Esta etapa duró tres años, hasta que se convirtió en el médico personal del príncipe Johann Ernst de Saxe-Weimar.
Años más tarde, en 1694, Stahl ocupó el cargo de profesor de medicina en la Universidad de Prusia en Halle, que llevaba muy poco tiempo funcionando. Luego, en 1716 Stahl renunció a sus obligaciones como profesor para dedicarse de lleno a ser el médico personal del Rey Federico I de Prusia, función que desempeñó hasta su muerte en 1734.
Teoría del flogisto
La teoría más importante de Georg Stahl fue la del flogisto. Para su desarrollo se basó en las ideas del físico alemán Johann Joachim Becher, quien planteó los principios básicos de la teoría, pero no se adentró en la parte experimental. El flogisto nació entonces como un principio de inflamabilidad. La palabra en griego significó “hacer arder”.
Stahl fue el responsable de experimentar con la teoría del flogisto y que pudiera ser aplicada en la química. Su trabajo se basó en demostrar que el flogisto se separaba de los elementos cuando a estos se les aplicó el proceso de combustión.
Stahl expuso que el flogisto podía ser liberado al hacer arder minerales sulfurosos (que eran aquellos formados por azufre y elementos metálicos). También el flogisto era liberado al quemar sustancias vegetales que estaban en proceso de fermentación o en pedazos de animales que se encontraban en la fase de pudrición.
La teoría del flogisto mutó con el paso del tiempo y se convirtió en la teoría de la oxidación, unos principios propuestos por el químico francés Antoine-Laurent Lavoisier. A pesar de este cambio, la teoría de Stahl sobre el flogisto se consideró como el paso de la alquimia a la química, respetándose el mérito del químico alemán a pesar de que su teoría había sido refutada.
Vitalismo
El vitalismo surgió en el siglo XVIII gracias a los pensamientos expuestos por Georg Stahl en sus estudios. Una de las tesis del químico, que sustentó esta nueva corriente, fue en la que habló de la diferencia que existía entre los diferentes organismos vivos y los cuerpos que eran inorgánicos.
Stahl apuntó que los cuerpos orgánicos tenían un proceso de descomposición que era muy rápido una vez que terminaba su vida, mientras que aseguró que los cuerpos inorgánicos más bien tenían una permanencia química mucho más estable.
Tras estas afirmaciones pudo concluir que la rápida descomposición de los cuerpos orgánicos debe ser una consecuencia directa de su naturaleza material, que es lo mismo que su composición química.
Ánima
Este análisis lo denominó Stahl como el principio de la vida. También le otorgó el nombre de ‘natura’ (que se origina de la naturaleza) y otras veces usó el término ‘ánima’ (que se refiere al alma). En este caso, el ánima funcionó como una razón natural.
Esta razón natural de la que habló Stahl cuando se refirió al ánima era considerada la fuente que otorgaba al organismo de poderes de autocuración. Cuando la razón natural se confundió con el razonamiento lógico o crítico, como es el caso de las emociones, dio pie al nacimiento de enfermedades.
Esta característica dual que tuvo el principio vital de Stahl sentó las bases de la fisiología y la patología. Estableció que la labor de los médicos debía estar centrada en trabajar para restaurar el poder curativo gracias a la observación atenta.
Oposición a lo mecánico
Stahl nunca estuvo de acuerdo con las propuestas e ideas de los médicos mecánicos, más conocidos como iatromecánicos. Estos médicos no contaban con el papel del ánima, sino que el fenómeno vital, fisiológico o patológico en el que ellos se basaron fueron los principios mecánicos.
Para Stahl esto fue un error. El alemán argumentó que las máquinas nunca serían capaces de responder con la rapidez, la exactitud y la naturalidad con la que el propio organismo respondía ante cualquier amenaza o necesidad.
A pesar de todo, Stahl no rechazó por completo cualquier elemento mecánico en la función vital, reconociendo la importancia del movimiento tónico. Este se refería a un movimiento contractivo y relajante en partes del cuerpo (o tejidos) que cumplió un papel relevante para el metabolismo. Aunque, para Stahl, era el ánima lo que dirigía estos movimientos.
Aunque con el paso del tiempo los vitalistas fueron desechando las ideas sobre el ánima, algunos destacaron la tesis de Stahl en donde diferenció entre organismos vivos y máquinas sin vidas.
Otros aportes
Los aportes de Stahl al mundo científico se pudieron observar gracias a la gran cantidad de experimentos que realizó a nivel químico sobre los aceites, las sales, los ácidos y los metales. Sus publicaciones estuvieron destinadas en muchas ocasiones a temas que tenían que ver con la química práctica.
Entre otras investigaciones trató temas como la elaboración de la cerveza, el proceso de teñido, la producción de salitre y el procesamiento de minerales.
Su labor también estuvo centrada en defender la contribución que hizo la ciencia y las industrias químicas a otras áreas, especialmente el beneficio que generó a la economía a nivel nacional.
Stahl fue un fiel creyente de la existencia de la transmutación alquímica de los metales cuando comenzó su carrera. Este pensamiento fue cambiando con el paso del tiempo y finalmente fue un escéptico de la alquimia.
Como maestro tuvo mucha influencia en quienes buscaron sus conocimientos. Algunos estudiantes suyos tuvieron una destacada presencia en las instituciones académicas alemanas, al igual que en puestos gubernamentales.
Su fama como pensador médico no alcanzó picos más altos por la presencia de Hermann Boerhaave y Albrecht von Haller, de la Universidad Estatal de Leiden en Holanda y de la Universidad de Göttingen en Alemania, respectivamente. Las ideas de estos médicos tuvieron gran repercusión en Europa y se convirtieron en las corrientes principales, algo que ensombreció la figura de Stahl.
La teoría del flogisto propuesta por Stahl se aceptó de forma categórica en Europa, pero fue pronto desplazada por la revolución química, la cual empezó en la década de los 80 del siglo XVIII, de la mano del químico de origen francés Antoine-Laurent Lavoisier.
Obras
Entre las obras más relevantes que realizó Georg Stahl durante su carrera destacan cinco publicaciones hechas entre 1697 y 1730.
En 1702, publicó Specimen becqueriano que fue una obra donde Stahl fijó una posición favorable sobre la teoría expuesta por Becher en relación a la combustión. Fue aquí donde Stahl plasmó sus ideas sobre la teoría del flogisto.
A pesar de su trascendencia, su historia no ha sido muy divulgada, de hecho, no existen estudios relevantes sobre la vida de Stahl en inglés. Solo autores como John Stillma y James Partington hablaron sobre sus aportes al área de la química en algunos de sus trabajos.
Referencias
- Chambers, R. (1856). Modern History. Edinburg: W. & R. Chambers.
- Martini, A. (2014). The renaissance of science. Florida: Abbott Comunication Group.
- Porter, R. (2008). The Cambridge history of science. Cambridge: Cambridge University Press.
- Thompson, C. (2012). Alchemy and alchemists. Mineola, N.Y.: Dover Publications.
- Zumdahl, S., & DeCoste, D. (2013). Chemical principles. California: Brooks/Cole.