Historia

Cultura chachapoyas: origen, ubicación, organizació, religión


La cultura chachapoyas se desarrolló en el noreste de Perú entre el siglo VIII d. C. y el 1470 d. C., cuando fue conquistada por el Imperio inca. Su territorio llegó a abarcar unos 300 kilómetros a lo largo de las regiones actuales de San Martín y Amazonas. Las fuentes más antiguas sobre su existencia se deben a los cronistas españoles de la conquista.

Aunque se tienen pocos datos sobre el origen de este pueblo, los arqueólogos afirman que posiblemente fueran descendientes de inmigrantes cordilleranos. Una vez en la zona debieron modificar su modo de vida y adaptarse al nuevo medio. Además, se piensa que recogieron algunas tradiciones de los habitantes de la zona.

Esta cultura estuvo conformada por varios señoríos ubicados en las alturas del río Utcubamba. Su pericia arquitectónica se demuestra en la construcción monumental de Kuélap, en Gran Pajatén o en la Laguna de los Cóndores. Dentro de sus construcciones destacan las destinadas a los enterramientos.

Los chachapoyas tuvieron a la agricultura como su principal actividad económica. La fertilidad de las tierras que habitaban les permitió obtener cosechas abundantes de productos como la papa, la oca o la quinoa. Otras fuentes económicas importantes fueron la caza, la ganadería y la recolección.

Índice del artículo

Descubrimiento de la cultura chachapoyas

No existe un descubridor concreto de la cultura chachapoyas, ya que se tiene constancia de su existencia desde los inicios de la conquista española de Perú. En cambio, sí existen descubridores de algunas de sus fortalezas y ciudades.

Así, por ejemplo, la fortaleza de Kuélap fue descubierta por Juan Crisóstomo Nieto, quien la denominó “torre de Babel peruana” por su altura.

Relatos de los cronistas

Fueron muchos los cronistas españoles los que dejaron por escrito referencias sobre la cultura chachapoyas. Entre ellos se encuentran Pedro Cieza de León, Sarmiento de Gamboa, Acosta o el Inca Garcilaso de la Vega.

Todos estos cronistas dejaron breves descripciones sobre diversos aspectos de los chachapoyas. Un aspecto que casi todos destacaron fue la belleza de sus mujeres, la tonalidad blanca de su piel o su feroz resistencia frente a los incas.

Pedro Cieza dejó escrito sobre los chachapoyas que “…son estos indios naturales de Chachapoyas los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las Indias que he andado, y sus mujeres fueron tan hermosas que por sólo su gentileza muchas de ellas merecieron serlo de los incas y ser llevadas a los templos del sol…”.

El mismo autor también dejó su opinión sobre la textilería chachapoya: “…hacían rica y preciosa ropa para los Inca, y hoy día la hacen muy prima y tapicería muy fina y vistosa, que es de tener en mucho por su primor…”

El propio Cieza dejó algunas referencias sobre la vestimenta de los chachapoyas y sobre su dios principal. Sus palabras fueron: “…van vestidos con ropas de lana y tienen grandes rebaños de ovejas, adoran serpientes y tienen al cóndor como su dios principal”.

Por su parte, Antonio Vásquez de Espinosa afirmó que los chachapoyas habitaban “…una tierra muy rica y muy fértil… muchas minas de oro de gran riqueza”.

Origen

Existen pruebas de que la región estaba poblada mucho antes de que apareciera la cultura chachapoyas. No se sabe si estos primeros habitantes estuvieron relacionados con esa cultura o si existió alguna otra civilización de la que no se conservan registros.

La información existente sobre el origen de la cultura chachapoyas es escasa. Mayoritariamente procede de las mencionadas crónicas españolas y, sobre todo, del estudio de los restos arqueológicos. A partir de esas fuentes, los investigadores han estimado que  apareció hasta el siglo VII d. C.

Inmigrantes cordilleranos

Los chachapoyas fueron descendientes de inmigrantes cordilleranos que llegaron a la región en una época aún por determinar. Una vez allí, fueron cambiando sus costumbres y forma de vida para adaptarse al nuevo medio y, posiblemente, adoptaron algunas tradiciones de los pueblos que ya habitaban en la zona.

Entre otros aspectos, los chachapoyas modificaron el paisaje selvático. La explotación de los terrenos y las quemas anuales de sus tierras, provocó que la zona fuera erosionándose y volviéndose más yerma. Los expertos señalan que esta circunstancia se dio, sobre todo, en los alrededores del río Utcubamba.

Desarrollo de la cultura chachapoyas

El mejor momento de esta cultura comenzó a partir del siglo XI, cuando su agricultura prosperó. Durante varios siglos, este pueblo controló la zona y se desarrolló sin apenas contacto con otros pueblos. Solo se ha demostrado que se relacionaron con poblaciones situadas al norte y el oeste del río Marañón.

A pesar de que los miembros de esta cultura eran apodados “guerreros de las nubes”, no pudieron resistir la fortaleza del mayor imperio de la zona, el inca. Sus fortalezas y otras estructuras militares no fueron suficientes para que en 1470 fuera derrotados y anexionados.

El triunfo de los incas fue bastante rápido, en parte por la manera en la que los chachapoyas se habían dispersado a partir del siglo XII. No obstante, durante los años en los que estuvieron bajo dominio inca, las rebeliones fueron constantes.

Los gobernantes incas intentaron resolver los problemas causados por los chachapoyas mediante su aislamiento en varias zonas de la región.

Cuando los conquistadores españoles llegaron a la zona, muchos chachapoyas se unieron a ellos para luchar contra el Imperio inca. Este apoyo no obtuvo recompensa y tras el triunfo de los europeos, su población disminuyó hasta desaparecer.

Ubicación geográfica

La cultura chachapoya estaba localizada en los bosques septentrionales de los Andes peruanos, en la margen derecha del río Marañón.

El centro principal de su civilización estuvo en el valle del río Utcubamba y, posiblemente, se extendieron hacia el sur hasta llegar al río Abiseo, afluente del Huallaga. Es allí donde se encuentra una de sus ciudadelas más importantes: Gran Pajatén.

De acuerdo al Inca Garcilaso de la Vega, su territorio era muy amplio. En sus escritos dejó reflejado que le “pudiéramos llamar reino porque tiene más de cincuenta leguas de largo por veinte de ancho, sin lo que entra hasta Moyobamba que son treinta leguas de largo […]”. Hay que tener en cuenta que una legua se corresponde a casi cinco kilómetros.

Tomando como referencia las divisiones administrativas actuales, su territorio abarcó unos 300 kilómetros sobre los departamentos de San Martín y Amazonas.

Organización política-social

La cultura chachapoyas estaba compuesta por pequeños señoríos políticamente independientes. Cada uno de ellos estaba gobernado por la clase sacerdotal, con un curaca al frente de la misma.

El nexo de unión entre estos señoríos era la cultura común que compartían, además de la religión. Igualmente, también colaboraban militarmente.

Algunos autores, como Waldemar Espinosa, afirman que además de por los sacerdotes, cada unidad contaba con un consejo de ancianos. En tiempos de guerra, el consejo elegía a un capitán al que todos los habitantes del ayllu debían obedecer.

Arquitectura

La arquitectura fue la actividad más distintiva de la cultura chachapoyas. Sus construcciones se realizaban con piedras frisadas y decoradas con diseños geométricos o figuras de serpientes.

Los chachapoyas construyeron sus ciudades, denominadas llactas, en lugares situados a una altura considerables. Tanto las viviendas como los monumentos tenían una forma circular y, como se ha señalado, sus paredes estaban decoradas con figuras.

Lo más habitual era que los edificios se erigieran sobre plataformas situadas en pendientes. Para acceder se usaban rampas inclinadas o escaleras.

Entre sus centros arquitectónicos destacan Kuélap y Gran Pajatén, donde se pueden contemplar restos de sus edificaciones más características.

Kuélap

Este asentamiento estaba rodeado por unos altos muros defensivos con una longitud de 600 metros. Se encontraba situada al borde de un precipicio, en los Andes amazónicos.

La ciudad contaba solo con tres accesos y tenía un complejo sistema de caminos y de canales para drenar las aguas. En su interior albergaba una 500 construcciones, la mayoría de ellas de forma circular.

Las estructuras más importantes eran el torreón, con 7 metros de altura y con funciones defensivas; el tintero, un observatorio astronómico con forma de cono invertido y de 5 metros de alto; y el castillo, un edificio rectangular compuesto por tres plataformas y que servía como residencia a la élite gobernante.

Gran Pajatén

Esta fortaleza fue construida cerca del río Abiseo, en la selva de la región de San Martín. Las paredes de la edificación fueron adornadas con frisos con motivos religiosos. Se trata de figuras antropomorfas, aves con sus alas extendidas y cabezas clavas.

El complejo arqueológico de Gran Pajatén está compuesto por unas veinte estructuras, entre las que se encuentran tres edificios con un diámetro de 15 metros.

Religión

La información sobre las creencias y dioses de los chachapoyas es bastante escasa, aunque se piensa que sus principales divinidades fueron la serpiente, el jaguar y el cóndor. En cambio, sí se sabe a ciencia cierta que practicaban el culto a los muertos.

En sus rituales funerarios, los chachapoyas envolvían los restos de los difuntos en telas. Los enterramientos se realizaban en sitios aislados o en precipicios montañosos, en dos clases diferentes de cementerios: los sarcófagos y los mausoleos.

Sarcófagos

Los sarcófagos, denominados purunmachos, fueron la evolución del simple fardo funerario. Estas tumbas de forma humana se elaboraban con arcilla, palos y piedras. En el interior se dejaba un espacio para colocar el cuerpo en cuclillas y envuelto en telas.

Generalmente, estos sarcófagos contenían también ofrendas de cerámica, calabazas y textiles. En su zona superior se ponía una cabeza falsa de mentón prominente, cara aplanada y con una enorme nariz. Se han encontrado enterramientos de este tipo en Chipuric, Guan, Ucaso, Karajia o Petuen.

Mausoleos o tumbas colectivas

Los también llamados chullpa o pucullo tenían forma cuadrangular y estaban formados por tres niveles de nichos. En ellos se depositaban los cuerpos junto a ofrendas como plumas, objetos de cerámica, collares o instrumentos musicales.

Tanto en el interior como en el exterior del mausoleo se pintaban cruces, rectángulos y formas similares a la letra T, siempre de color rojo. Algunos de los mausoleos más destacados son los de Revash, Usator y, sobre todo, la Laguna de los Cóndores.

En el año 2003, el investigador Álvaro Rocha descubrió el Complejo Funerario de Sholón, en el camino al Gran Vilaya. En este complejo aparecieron mausoleos semicirculares con una altura de casi 10 metros. Las estructuras están adornadas con frisos.

Iconografía

La iconografía dejada por los chachapoyas se ha convertido en la principal fuente de información sobre sus creencias. Se sabe, por ejemplo, que rendían culto al agua, considerada como dadora de vida al fertilizar los campos. Los centros ceremonias de esta cultura se construían orientados hacia los lagos y lagunas.

Además, esta cultura daba una especial importancia a animales como las serpientes, las aves y los felinos. Las primeras aparecen en múltiples representaciones, casi siempre con un diseño en zigzag.

El problema que han encontrado los investigadores al estudiar la iconografía de la región de Chachapoyas es distinguir qué figuras fueron elaboradas por esta cultura y cuáles por los incas.

Por otra parte, algunos cronistas españoles recogieron algunos detalles sobre la religión de este pueblo. Valera, por ejemplo, afirmó que los chachapoyas rendían culto a las culebras y que su principal dios era el cóndor.

Cerámica

La cultura chachapoya no destacó por su trabajo con la cerámica. En general, sus piezas eran bastante simples, sobre todo si se comparan con sus creaciones textiles.

Casi toda la cerámica que se ha encontrado era de tipo utilitario y estaba elaborada con la técnica de rollo o, simplemente, formando la masa de arcilla con las manos. Por otra parte, las piezas se adornaban mediante el estampado, el punteado, la aplicación o la técnica incisa.

Las piezas más habituales eran las ollas de base plana con asas, los vasos globulares y las vasijas con cuerpo oval.

Economía

La economía de la cultura chachapoyas se basaba principalmente en la agricultura. Igualmente, también practicaron el pastoreo, la caza y la recolección. Además, destacaron en la producción de textiles.

Los diferentes señoríos intercambiaban bienes entre ellos, algo que contribuyó a consolidar las redes sociales y las alianzas entre ellos.

Agricultura

La variedad de ecosistemas existente en la región habitada por los chachapoyas fue aprovechada por estos para sacar un gran rendimiento a sus tierras de cultivo.

Así, las laderas de las colinas se convirtieron en anchas terrazas para cultivar, mientras que las zonas bajas fueron dotadas de complejos sistemas de drenaje.

Los cultivos más habituales fueron los de quinua, kiwicha, papa, olluco y mashua, todos obtenidos en zonas que superaban los 3200 metros sobre el nivel del mar.

Textilería

La textilería de la cultura chachapoyas fue una de las más notables de la época, sobre todo en cuento al avance de los tejidos. Los arqueólogos han encontrado piezas en los yacimientos que demuestran el dominio técnico de este pueblo a la hora de trabajar las telas, sobre todo las elaboradas con algodón.

En la Laguna de los Cóndores, por ejemplo, se han encontrado piezas que no solo prueban lo avanzado de sus manufacturas, sino también el uso de una iconografía muy original en sus diseños.

Esta habilidad ya fue reconocida en su época. Pedro de Cieza dejó escrito que “los habitantes de la cultura Chachapoyas hacían rica y preciada ropa para los Ingas, y hoy día la hacen muy prima, y tapicería tan fina y vistosa, que es de tener en mucho por si primor”.

Referencias

  1. Carpeta Pedagógica. Cultura Chachapoyas. Obtenido de carpetapedagogica.com
  2. Historia Peruana. Cultura Chachapoyas. Obtenido de historiaperuana.pe
  3. EcuRed. Cultura chachapoya. Obtenido de ecured.cu
  4. Roric, Valda. Cloud Warriors: The Mysterious Power of the Lost Chachapoya Culture. Obtenido de ancient-origins.net
  5. PeruNorth. Chachapoya – Pre-Columbian Culture. Obtenido de perunorth.com
  6. Crystalinks. The Chachapoyas Culture of Peru. Obtenido de crystalinks.com
  7. WikiZero. Chachapoya culture. Obtenido de wikizero.com
  8. UNESCO World Heritage Centre. Chachapoyas sites of the Utcubamba Valley. Obtenido de whc.unesco.org