Anatomía y fisiología

Huesos neumáticos: qué son, funciones


Los huesos neumáticos son aquellos que tienen cavidades llenas de aire, lo cual los hace más ligeros que los huesos que son completamente sólidos. La palabra “neumático” hace referencia al aire contenido bajo presión, se deriva del griego y está relacionado con el viento y la respiración.

En biología, el término “neumático” se refiere a la respiración, por lo que a estos huesos también se les conoce como “huesos que respiran” o “huesos huecos”. En las aves, este tipo de huesos ofrecen una ventaja evolutiva que les ha permitido volar gracias a su ligereza.

Los huesos faciales humanos son neumáticos, se encuentran alrededor de la ceja interna, debajo de los ojos, alrededor de la nariz y de las mejillas inferiores, son los llamados senos paranasales.

Estas cavidades de los huesos neumáticos están normalmente tapizados en su interior por una capa celular llamada epitelio y está cubierto por mucosa.

Además de hacer al cráneo más ligero, también contribuye a la resonancia del sonido y se ha sugerido que, junto a la mucosa, sirve para acondicionar el aire inspirado antes de que llegue a los pulmones.

El proceso de neumatización de los huesos se ha descrito en cráneos de mamíferos, aves y cocodrilos, pero también se ha documentado en animales extintos como los dinosaurios y los pterosaurios.

Funciones de los huesos neumáticos

No se ha definido únicamente una función para estos huesos huecos en la naturaleza. Sin embargo, se han descrito algunas hipótesis sobre el papel que cumplen estos huesos en los organismos que los poseen:

Reducción de la masa corporal

En los huesos neumáticos las cavidades han sido modificadas para contener aire en vez de material medular, y en consecuencia se ha reducido la masa corporal.

Esto facilitó el vuelo en aves y pterosaurios, ya que hay menos masa pero la misma cantidad de músculo que impulsa el vuelo.

Alteración de la densidad ósea

La neumatización de los huesos permite la redistribución de la masa ósea dentro del cuerpo. Por ejemplo, un ave y un mamífero de tamaño similar tienen aproximadamente la misma masa ósea.

Sin embargo, los huesos de las aves pueden ser más densos debido a que la masa ósea debe distribuirse en un espacio menor.

Lo anterior sugiere que la neumatización de los huesos de las aves no afecta la masa general, pero promueve una mejor distribución del peso dentro del cuerpo del animal y, en consecuencia, mayor equilibrio, agilidad y facilidad de vuelo.

Equilibrio

En los terópodos (un suborden de dinosaurios), el sistema óseo del cráneo y del cuello estaba muy neumatizado, y los antebrazos eran reducidos. Estas adaptaciones ayudaron a disminuir la masa lejos del centro de gravedad.

Este ajuste al centro de masa permitió a estos animales reducir la inercia rotacional, aumentando así su agilidad y equilibrio.

Adaptación a las alturas

Las aves que vuelan a grandes alturas tienen adaptaciones anatómicas que les han permitido colonizar estos hábitats. Una de estas adaptaciones ha sido precisamente la neumatización extrema de su esqueleto.

Referencias

  1. Elsevier’s Veterinary Assisting Textbook (2nd ed.). Mosby.
  2. Vertebral pneumaticity, air sacs, and the physiology of sauropod dinosaurs. Paleobiology, 29(2), 243–255.