Signo de Giordano: qué es y diagnóstico
El signo de Giordano es la respuesta dolorosa de un individuo al estímulo causado por el médico cuando golpea suavemente con su mano a los lados de la espalda baja, en la columna lumbar. Se evidencia en pacientes con infecciones del tracto urinario alto o pielonefritis.
Las infecciones renales tienen síntomas muy aparatosos. Esto quiere decir que el paciente luce realmente enfermo con fiebre muy alta, vómitos y malestar. El dolor lumbar es una característica frecuente. También puede haber dolor inguinal y hacia los genitales. Sin embargo, estos síntomas no son específicos de enfermedad renal.
El dolor puede ser moderado a fuerte, dependiendo del umbral del dolor del paciente, que es la capacidad de cada persona para soportar dolor. Pero cuando la sensibilidad del área lumbar está presente sin necesidad de realizar maniobras agresivas, el médico puede realizar el diagnóstico y comenzar un plan terapéutico adecuado.
Cuando el médico relaciona el interrogatorio del paciente con los exámenes de laboratorio, el signo de Giordano se hace muy específico para el diagnóstico de pielonefritis.
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El signo de Giordano es una maniobra del examen físico que consiste en la percusión con el borde de la mano, a la altura de la región lumbar. Si el paciente presenta dolor, el signo de Giordano es positivo e indica que ese paciente tiene una patología renal.
Esta maniobra fue descrita por el médico Davide Giordano (1864-1954), quien enriqueció el campo quirúrgico con sus importantes aportes en las especialidades de ginecología, cirugía abdominal, urología e incluso traumatología.
Se diferencia de otras maniobras semiológicas para la exploración renal ya que en este caso, la percusión se realiza con el borde de la mano. En otras maniobras, como la de Murphy, se realiza igualmente una percusión a nivel lumbar, pero con el puño cerrado.
También conocido como signo de Pasternacki, es un signo clínico que, en conjunto con la historia clínica y los resultados de laboratorio, resulta bastante específico para enfermedad renal.
Para lograr evidenciar el dolor, no es necesario que se ejerza una gran fuerza al momento de realizar la maniobra ya que con un golpe mínimo el paciente presentará dolor.
El dolor se presenta debido a la inflamación del parénquima renal por a la infección o a la presencia de cálculos o piedras en los uréteres. Por esa razón, con un rebote mínimo causado por la percusión manual del área lumbar, el paciente presenta un dolor de gran intensidad.
El riñón es un órgano par, hay uno derecho y uno izquierdo, que forma parte del sistema urinario alto. Está ubicado en el abdomen por detrás de la lámina peritoneal que es la membrana que recubre la mayoría de los órganos abdominales.
Cada riñón está a un lado de la columna vertebral lumbar y topográficamente se ubican hacia la zona donde las costillas hacen un ángulo con la columna. Esta zona se conoce como ángulo costovertebral.
La enfermedad más común que presentan los riñones son las piedras o litiasis renales y la infección por bacterias o pielonefritis aguda.
Dado que la función de los riñones es la filtración de la sangre de productos tóxicos, cualquier enfermedad que afecte su capacidad de filtrado puede tener graves consecuencias en la salud del paciente. Es por eso que el diagnóstico debe ser oportuno para poder iniciar un tratamiento adecuado y a tiempo.
La pielonefritis aguda es una enfermedad del tracto urinario alto. El tracto urinario alto está conformado por los riñones y los uréteres, que son los conductos de salida que conectan los riñones con la vejiga.
El flujo de la orina es descendente. La orina se forma en los riñones, de allí pasa a los uréteres para almacenarse en la vejiga hasta el momento de su expulsión por medio de la micción, a través de la uretra.
Las infecciones urinarias se encuentran con mayor frecuencia en pacientes femeninos. Esto se debe a que la longitud de la uretra es menor en mujeres que en hombres lo que permite a las bacterias infectar con más facilidad.
Otras causas frecuentes de pielonefritis es el llamado reflujo vesico-ureteral, esto es que hay un flujo invertido de la orina y así como desciende hacia la vejiga, también comienza a subir desde la vejiga hacia el uréter llegando finalmente al riñón y estancándose allí.
La orina estancada en el riñón, se contamina con bacterias que terminan infectando la superficie renal.
Las piedras o cálculos en los riñones es una enfermedad conocida como litiasis renal. Cuando las piedras son lo suficientemente grandes, pueden obstruir la luz de los uréteres lo que hace que la orina no pueda fluir normalmente hacia la vejiga.
La orina que se queda entre el uréter y el riñón termina por contaminarse e infectar el parénquima renal.
Los pacientes con condiciones de inmunosupresión, defensas bajas, son más propensos a sufrir pielonefritis. Así, los pacientes con diabetes mal controlada, VIH, lupus eritematoso, entre otras enfermedades, tienen un riesgo mayor que el resto de la población de tener infecciones urinarias altas.
En estos casos, la infección puede presentarse con síntomas diferentes que dificultan su diagnóstico y pueden infectarse con bacterias que son de difícil tratamiento.
El diagnóstico de pielonefritis se hace a partir del interrogatorio del paciente, los exámenes de laboratorio y sobre todo el examen físico.
El paciente se presenta con molestia al momento de orinar, dolor, ardor o dificultad para la micción. Este malestar aumenta con el paso de las horas pudiendo llegar incluso a la incontinencia urinaria.
El dolor en la región lumbar es también uno de los síntomas que se encuentran con frecuencia en los pacientes con este tipo de enfermedad.
Los exámenes de laboratorio que se solicitan son exámenes de sangre, que pueden indicar infección y el examen de orina simple, que revelará claramente los signos típicos de una infección urinaria que son una orina turbia con gran cantidad de bacterias y, en algunos casos, sangre y otras células.
En cuanto al examen físico, lo más frecuente es que el médico encuentre un paciente con fiebre alta (mayor o igual a 39 °C), malestar general y dolor en la espalda baja.
Es en ese momento cuando se realizan maniobras para ubicar el dolor hacia el riñón. Una de las maniobras más confiables es la descrita por Giordano para evidenciar el dolor en la ubicación del riñón afectado.
El tratamiento de la infección renal depende del tipo de bacteria que esté contaminando el riñón, de la causa de la infección y de las patologías de base de cada paciente.
Lo principal es realizar un cultivo de la orina, que es un examen especial que aísla la bacteria específica y muestra qué antibiótico la ataca con mayor efectividad. Al tener ese resultado puede comenzarse un tratamiento adecuado.
En caso de que el paciente tenga además alguna otra condición médica, como diabetes, debe tratarse también esa enfermedad ya que agrava la infección.
Si la pielonefritis se presenta por piedras o cálculos renales, una vez que mejora la infección el especialista debe limpiar el riñón de las mismas, ya sea por medio de tratamiento médico o quirúrgico.
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