Historia

El Origen de la Ciencia: desde la Edad Antigua hasta Hoy


El origen de la ciencia es incierto; no se sabe exactamente quién fue el primero en comenzar a hablar de ciencia y en definir el concepto, pero se afirma que su práctica (la búsqueda de conocimiento) comenzó en la Prehistoria, en las civilizaciones del Neolítico.

La ciencia es tan antigua como el hombre. Esto se ve reflejado en su intento temprano y constante de dar respuesta a las cosas, de entender por qué y cómo ocurren los hechos de la naturaleza. Surge en la Prehistoria en respuesta a la necesidad de sistematizar la búsqueda de conocimiento, porque desde entonces el hombre se pregunta: ¿por qué?

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La palabra “ciencia” tiene su origen en el vocablo latino scientia, que significa “conocimiento”. La ciencia también es asociada con definiciones relacionadas con el saber o la erudición, incluso con la habilidad para hacer algo o cuando se posee un conjunto de conocimientos sobre cualquier tema.

¿Cuándo se empezó a hablar de ciencia? Puede decirse que hace más de cinco mil años, en 3000 a. C., con el hombre de Neardenthal y el descubrimiento del fuego o la invención de la rueda.

Desde edades muy tempranas el ser humano ha buscado mejorar su calidad de vida y dar respuesta a las preguntas que surgen cotidianamente; a ese proceso hoy lo llamamos ciencia.

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Ciencia y religión: motivación compartida

Mucho se ha dicho sobre la ciencia como disciplina que se opone a la religión y viceversa, aunque sus orígenes bien podrían ser los mismos: la búsqueda de respuestas a situaciones de la naturaleza que el hombre no puede explicar.

Mientras la religión atribuye esto a un ser superior a quien se le llama Dios, la ciencia intenta explicarlo desde un punto de vista más pragmático, basándose en la observación de la naturaleza y la consiguiente extracción de conclusiones.

Ante esta diatriba, en pleno inicio de la Segunda Guerra Mundial, el científico alemán Albert Einstein, premio nobel de física en 1921 —quien se reconocía un hombre de fe, religioso— dio esta respuesta interesante a dicho cuestionamiento: “Yo no dudo que Dios creó el mundo, mi trabajo es entender o explicar cómo lo hizo”.

Etapas del origen de la ciencia

Antecedentes en Medio Oriente

Las civilizaciones que habitaban el Medio Oriente en la antigüedad desarrollaron las primeras nociones de ciencia, puesto que además de crear herramientas e instrumentos, idearon métodos que les permitieron un desarrollo más óptimo.

Entre estas civilizaciones destaca la egipcia, que se dedicó a estudiar ámbitos tan diversos como la astronomía, las matemáticas e incluso algunas nociones relacionadas con la medicina. Todos estos procesos se apoyaban en métodos concretos que arrojaban resultados esperables.

Tales de Mileto, el primer científico

Nacido en Mileto en 624 a. C., el filósofo Tales de Mileto es considerado por la cultura occidental el primer investigador filosofo-científico especializado en el cosmos. Se le reconoce por ser el primero en promover la investigación científica en disciplinas como la matemática y la astronomía.

Junto con Anaximandro y Anaxímenes, fue el iniciador de la escuela de Mileto —también conocida como la escuela jónica—, considerada la escuela filosófica más antigua de Grecia y la primera escuela naturalista. Estos personajes se esforzaban por resolver la relación que existía entre la materia y los fenómenos de la naturaleza.

Para ellos, la naturaleza era una materia en movimiento y desarrollo constante; afirmaban que el mundo no era obra de los dioses.

También son reconocidos como los primeros en intentar dar una respuesta materialista al surgimiento de objetos reales del aire, el agua o el fuego, y guiaron los intentos por descubrir leyes en la naturaleza.

Alejandría

Tras las múltiples conquistas de Alejandro Magno, el conocimiento generado por los griegos fue esparcido por diversos lugares, lo que promovió un mayor desarrollo de las ciencias.

En esta época destaca el griego Arquímedes, que se desempeñó como astrónomo, ingeniero, físico, inventor y matemático.

Además de haber construido máquinas sumamente novedosas y útiles —como el tornillo de Arquímedes, herramienta que permite el ascenso de harina, agua y otros elementos—, este científico enunció los principios vinculados con la palanca, así como con la estática y la hidroestática.

Otro científico destacado de la época dorada de Alejandría fue Eratóstenes, geógrafo, astrónomo y matemático a quien se le atribuye la primera medición de la circunferencia y del eje planeta Tierra. Los datos obtenidos por Eratóstenes fueron bastante precisos, razón por la cual aún hoy se le considera un científico notable.

Edad Media

Tras la caída del Imperio romano, la civilización experimentó una especie de retroceso en el ámbito de la ciencia, debido a que la mayoría del material documentado por los científicos griegos se perdió o se destruyó.

Sin embargo, durante el siglo XII hubo un despertar gracias al cual se promovió el desarrollo de la ciencia, especialmente en el ámbito de la naturaleza, buscando explicar sus leyes por medio del razonamiento.

El desarrollo de procedimientos y métodos científicos tuvo un auge, que fue frenado por la peste negra y sus consecuencias en la región.

Tras este grave incidente, la cultura cristiana comenzó a tener más importancia en Occidente, lo que llevó a regresar a la visión teocéntrica del mundo. Por esta razón se considera que la Alta Edad Media implicó un retraso en el desarrollo de la ciencia.

Sin embargo, las civilizaciones orientales siguieron adelante con sus procesos de desarrollo científico, y al final del periodo antes mencionado Europa comenzó a adoptar invenciones que se habían generado en Oriente, como la pólvora o la brújula, que indudablemente fueron determinantes para el curso de la historia.

El Renacimiento y la imprenta

Sin duda, uno de los avances más importantes que promovió el crecimiento de la ciencia fue la creación de la imprenta moderna, invención hecha por Johannes Gutenberg aproximadamente en 1450.

La implicación más relevante de la imprenta fue la democratización de la información, lo que ayudó a que las ideas se difundieran con mayor rapidez.

A pesar de que muchos personajes del Renacimiento centraron su atención en el hombre y sus cuestiones, se estima que los avances científicos en esta época fueron importantes, especialmente en cuanto a cómo leer de forma adecuada los textos.

Varios investigadores concuerdan en que durante esta etapa comenzó a gestarse la llamada revolución científica, fenómeno que abarcó la Edad Moderna.

Revolución científica

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII la civilización fue testigo del nacimiento de la revolución científica, movimiento que creó la estructura para la ciencia clásica que hoy conocemos.

Los descubrimientos en áreas como física, química, biología y anatomía, entre otras, contribuyeron a comprender al mundo desde un punto de vista empírico, descartando muchas de las nociones de la época medieval.

Siglo XIX

En la Edad Contemporánea se dio el paso más relevante relacionado con la ciencia: la profesionalización de la disciplina. En este contexto, grandes descbrimientos siguieron transformando a la sociedad.

Ejemplos de ello son la aparición del electromagnetismo, de la termodinámica, de la radiactividad y de los rayos X. También destaca el nacimiento de la genética como ciencia, así como la producción de vacunas.

Actualidad

La ciencia no se detiene; se reta, se cuestiona y nunca deja de evolucionar, porque el hombre y la naturaleza, que son su principal fuente de información, tampoco dejan de hacerlo.

Actualmente hemos sido testigos de avances científicos de gran importancia, como el área de la genealogía forense, la generación de embriones artificiales, la protección del ámbito privado de los ciudadanos y la búsqueda de una energía realmente limpia, sin la presencia de agentes contaminantes.

Todos estos hallazgos confirman que la ciencia es una disciplina vital para los seres vivos, que está en constante evolución y que seguirá siendo muy relevante para el desarrollo de la vida humana.

Referencias

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  6. “Estos son los avances científicos más revolucionarios del 2018” en El Comercio. Recuperado en 23 de mayo de 2019 de El Comercio: elcomercio.pe