Oreja de burro: qué es, características, propiedades
La oreja de burro, también conocida como llantén menor, es una planta medicinal con múltiples propiedades antiinflamatorias, antibacteriales, expectorantes, antihistamínicas, antivirales, cicatrizantes y astringentes.
Su nombre científico es Plantago lanceolata L., es una planta perenne, vive durante más de dos años, y se encuentra presente en toda Europa, EE. UU., Canadá y Asia Occidental.
Se le denomina popularmente oreja de burro, dada la similitud de la forma de sus hojas con las orejas del referido animal. Es ampliamente reconocida por sus propiedades para la salud, ya que su uso ayuda en la limpieza del torrente sanguíneo y la expulsión de los desechos del organismo de forma natural.
Características de la planta oreja de burro
Esta planta se caracteriza por tener tallos florales capaces de alcanzar hasta 50 centímetros de altura. Sus hojas tienen la forma del extremo de una lanza, son largas, y ligeramente dentadas en el borde.
Éstas parten de un mismo punto de origen, ubicado en el centro de la planta y al ras del suelo. Este punto se denomina roseta basal, y es típica de las plantas perennes.
Florece en el lapso comprendido entre la primavera y el verano. Sus flores son pequeñas, conforman una espiga con pétalos marrones un tanto amarillentos, y las anteras son moradas.
Entre sus componentes contiene aucubina, un glucosido iridoide que ofrece potentes beneficios para el hígado y aumenta la excreción renal del ácido úrico en el organismo.
Además, posee un alto contenido de mucílago en sus semillas. El mucílago es una fibra soluble altamente recomendada para promover el correcto funcionamiento del aparato digestivo.
En complemento, la oreja de burro cuenta con una importante porción de hierro, calcio, vitamina C, pectina, ácido silícico, flavonoides, fenoles, tanino y enzimas.
Propiedades medicinales y usos
Dependiendo de la forma de ingesta o aplicación de esta planta, es empleada en el tratamiento de diversas afecciones de la salud.
– La oreja de burro se puede preparar en forma de infusión o jarabe, y es altamente recomendada para tratar afecciones respiratorias como la bronquitis, asma o el catarro, gracias a sus reconocidas propiedades expectorantes.
– También puede ser aplicada directamente sobre los ojos como un colirio, para aliviar los efectos de la conjuntivitis.
– En caso de otitis, se suele machacar la hoja y verter algunas gotas del líquido obtenido directamente sobre el oído, ya que ayuda a paliar la inflamación.
– Su uso tópico es muy recomendado sobre heridas menores, como picaduras de insectos, moretones o quemaduras.
– Los ungüentos a base de esta planta, tienen propiedades regeneradoras sobre la piel, y suelen ser empleados para agilizar la cicatrización de laceraciones pequeñas y raspaduras.
– Las semillas de la oreja de burro son excelentes laxantes naturales.
– Su ingesta directa también se recomienda para aprovechar al máximo sus propiedades de regulación sobre los ácidos gástricos y las irritaciones del estómago e intestinos.
En este caso, sus hojas deben ser recolectadas antes de la floración de la planta, y se consumen crudas como complemento de las ensaladas. Es importante lavar muy bien las hojas y extraer la nervadura antes de la ingesta.
Referencias
- Llantén, propiedades, beneficios y usos medicinales (2013). Recuperado de: ecoagricultor.com
- Oreja de burro (2015). Binipatía. Valencia, España. Recuperado de: binipatia.com
- Plantago lanceolata – Propiedades medicinales (2017). Recuperado de: plantasyremedios.com