Medicina

Asma: qué es, causas, síntomas, tipos, tratamiento


¿Qué es el asma?

El asma es una enfermedad que afecta los pulmones de manera crónica, por lo que no desaparece y requiere de tratamiento continuo. Es una condición en que las vías respiratorias se estrechan y se hinchan, lo que hace difícil la respiración, produce tos, mucosidad y falta de aire.

Si no se trata, esta condición pone en peligro la vida de quien la padece. Es una enfermedad compleja de la que no se conocen a ciencia cierta las causas.

Durante un ataque de asma, la persona no puede respirar con normalidad. Puede ser por un broncoespasmo, que ocurre cuando los músculos que se encuentran alrededor de las vías respiratorias se contraen y esto ocasiona que las vías se estrechen, de manera que el aire no fluye con normalidad.

Otra posibilidad es que haya inflamación, lo que ocasiona que el revestimiento de las vías respiratorias no permite que salga y entre el aire de los pulmones; o por producción de mucosidad, una situación que se presenta durante el ataque de asma en la que el cuerpo crea más mucosidad espesa de la normal, lo que genera una obstrucción en las vías respiratorias. 

Causas del asma

No se sabe con exactitud cuáles son las causas del asma, pero los médicos suponen que podría deberse a una mezcla de factores hereditarios y ambientales.

– Cuando el papá o la mamá tienen asma, es más probable que la enfermedad se presente en los hijos e hijas.

– En el caso de las alergias, también pueden ser una causa de asma. Al igual que con el asma, las alergias también son una condición hereditaria. 

– Infecciones respiratorias: cuando se presentan cierto tipo de infecciones en la infancia, pueden causar inflamación y daño pulmonar. Este daño afecta al funcionamiento de los pulmones.

– Estar en contacto con alérgenos, sustancias irritantes o infecciones virales en la niñez, también puede desarrollar el asma, debido a que el sistema inmunitario aún no ha madurado lo suficiente. En el caso de los adultos, si su trabajo está relacionado con la exposición continua a ciertos químicos o polvos, podría ocasionar el desarrollo de asma.

Síntomas del asma

Cada persona experimenta diferentes síntomas, así como distintas intensidades de estos. Y también hay variaciones entre un ataque de asma y otro, pues algunos pueden ser leves o moderados, mientras que otros se pueden presentar de una forma muy intensa.

Los síntomas más frecuentes del asma son los siguientes:

– Tos, especialmente en la noche o en la mañana.

– Silbido al respirar.

– Dificultad para respirar con normalidad.

– Dolor en el pecho o sensación de opresión.

– Falta de aire.

– Problemas para dormir derivados de síntomas respiratorios. 

Si se trata de un ataque severo, debe buscarse ayuda médica de inmediato. Y es importante contar con un tratamiento para controlar los ataques leves, que son los más comunes, para evitar que se presente uno severo en el futuro. 

¿Qué puede detonar un ataque de asma?

– Las sustancias que causan alergias, también conocidas como alérgenos. Entre los alérgenos más comunes están los ácaros, las cucarachas, el polen, los pelos de animales domésticos y el polvo. 

– Los irritantes presentes en el ambiente como humo de cigarro, contaminación, humo de parrillas de carbón, vapores, olores fuertes a gasolina, pintura o perfumes. 

– Ciertas condiciones como la apnea obstructiva del sueño, alergias a la comida, los sulfitos presentes en algunos tipos de alimentos y los cambios hormonales. 

– Para algunas personas, es motivo de afectación el ejercicio, especialmente si se hace al aire libre. Y también los cambios climáticos, el viento seco o el aire frío.

– Las emociones fuertes son otro aspecto a considerar en los ataques de asma, ya que, al experimentar una emoción de esta naturaleza, el ritmo de la respiración cambia y esto puede ocasionar síntomas de asma. 

Tipos de asma

Asma alérgica

El asma alérgica se produce cuando se inflama el revestimiento de la nariz debido a una respuesta alérgica a sustancias que entran al organismo al respirar.

Los síntomas más comunes son secreción nasal, estornudos, exceso de moco, ojos llorosos y picor en la garganta. Al presentarse esta rinitis alérgica, puede venir con síntomas de asma.

Asma por el ejercicio

Otro tipo es el asma que se produce con el ejercicio, pues es la actividad física lo que funciona como detonante de la crisis. Los síntomas aparecen a los pocos minutos de comenzar el ejercicio y pueden empeorar por un momento, cuando se detiene la actividad.

Asma con tos

En el caso del asma con tos, la tos es el síntoma principal, pero puede ir acompañada de otros síntomas. Este tipo de asma se desencadena con las infecciones respiratorias y con el ejercicio. 

Asma ocupacional

El asma ocupacional está relacionada con el lugar de trabajo. Generalmente, tiene que ver con productos que se respiran durante la jornada laboral, por ello, los síntomas se presentan solo en este lugar.

Entre los sitios de trabajo que más frecuentemente ocasionan este tipo de asma están los salones de belleza, enfermerías y aquellos donde se llevan a cabo labores de pintura o carpintería.

Asma por tormentas eléctricas

El asma por tormentas eléctricas ocurre cuando una tormenta se desata en un área donde hay una gran cantidad de polen. El polen es absorbido por las nubes de tormenta y llega a través del viento hasta el suelo, donde las personas lo respiran con facilidad. 

Tratamiento

En la mayoría de los casos, el asma tiene que ser tratado con medicamentos, pero también es importante considerar incorporar hábitos para lograr un estilo de vida saludable, que pueden ayudar a controlar y disminuir mucho los síntomas. 

Los tratamientos médicos se dividen en dos tipos: preventivos y de alivio. El inhalador es un medicamento de alivio, que se utiliza cuando el ataque de asma se está desarrollando. 

También es posible usar fármacos que se recetan para prevenir los ataques, que contienen corticosteroides, un tipo de medicamentos que alivian la inflamación en los pulmones. 

Es recomendable que, si padeces asma, no te expongas a sustancias químicas fuertes. Además, es fundamental mantener una dieta sana, cuidar el peso, no fumar y hacer ejercicio de manera regular, pues aunque hay personas a las que el ejercicio les puede ocasionar ataques de asma, si se realiza de manera frecuente, se reduce el riesgo de problemas respiratorios.

Un aspecto más a considerar es aprender a controlar el estrés, pues es otro factor que puede causar ataques de asma. 

Recuerda que el asma es un padecimiento crónico, es decir, una vez que se presenta, te acompañará de manera recurrente, por lo que es indispensable que acudas con un especialista que identifique qué tipo de asma padeces y cuál es el mejor tratamiento para ti.