Anatomía y fisiología

Aparato reproductor masculino: funciones, partes, enfermedades


¿Qué es el aparato reproductor masculino?

El aparato reproductor masculino es el conjunto de órganos y estructuras del cuerpo humano que se relaciona con los procesos sexuales reproductivos del hombre. Está compuesto por distintos órganos como el pene y los testículos.

Aunque los hombres y las mujeres son muy similares en numerosos aspectos físicos y fisiológicos, parte importante de las diferencias que observamos entre estos tiene que ver con las características particulares de cada uno de sus órganos reproductivos, que en el hombre están determinadas por la presencia de los genes pertenecientes al cromosoma sexual Y.

Estas diferencias son precisamente las que hacen posible que entre hombres y mujeres puedan establecerse las relaciones sexuales que resultan en la formación, el desarrollo y el nacimiento de nuevos seres humanos, lo que contribuye a la continuidad de nuestra especie.

La mujer tiene estructuras reproductivas especiales para sostener el desarrollo de un embrión después de la fecundación, y es quien aporta todos los nutrientes y el ambiente propicio para su crecimiento. En cuanto al hombre, su participación es fundamental, pues sin espermatozoides no puede haber fecundación.

La reproducción sexual solo es posible si un hombre y una mujer se juntan para acercar sus gametos, que son las células sexuales de cuya fusión resultará un cigoto, el cual posteriormente se convertirá en un embrión, después en un feto y finalmente en un bebé.

Los gametos femeninos se conocen como óvulos y son células inmóviles de gran tamaño, entretanto los gametos masculinos se conocen como espermatozoides y son células flageladas, mucho más pequeñas que los óvulos, con capacidad de desplazamiento por “natación”.

Tanto los óvulos como los espermatozoides contienen la mitad de la carga cromosómica del individuo que les dio origen, y es por eso que cuando se fusionan entre sí durante la fecundación se forma una nueva célula en la cual se ha restituido el contenido de cromosomas que caracteriza a los seres humanos.

Funciones del aparato reproductor masculino

El aparato reproductor masculino no solo es fundamental para la reproducción, sino que también participa en la producción de hormonas relacionadas con el control de distintas características físicas del hombre.

Desde el punto de vista reproductivo, este conjunto de órganos trabaja en la producción de los espermatozoides (células sexuales masculinas), en su transporte y liberación en el interior del tracto reproductivo femenino, específicamente en la vagina, que es el canal que conecta con el útero.

Esto ocurre cuando un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales y el hombre introduce su pene en la vagina de la mujer para liberar allí el fluido que contiene a las células espermáticas, capaces de nadar hacia los óvulos liberados hacia las trompas de Falopio durante la ovulación.

Producción de hormonas sexuales

El aparato reproductor masculino tiene un par de glándulas muy importantes –los testículos– de quienes depende la producción de la testosterona, la principal hormona sexual masculina.

La testosterona también puede ser producida en pequeñas cantidades por la glándula suprarrenal, tanto en hombres como en mujeres, pero no se compara con la cantidad producida por los testículos. Esta hormona tiene múltiples funciones en el cuerpo humano, incluyendo:

  • El control de la libido o el apetito sexual.
  • El desarrollo de la masa ósea (de los huesos).
  • La distribución de la grasa corporal.
  • La modificación del tono de voz.
  • El crecimiento de vello facial y corporal.
  • La fuerza y el tamaño de los músculos.
  • La producción de glóbulos rojos y del esperma.

Partes del aparato reproductor masculino

Así como es cierto para el aparato reproductor femenino, el aparato reproductor masculino consiste en una serie de órganos internos y órganos externos, conocidos en conjunto como genitales. Dichos órganos son los siguientes:

  • Los testículos: son un par de glándulas con forma de huevo que se encuentran en el escroto, en la parte externa de la pelvis y muy cerca del pene. En su interior se encuentran los tejidos necesarios para la producción de las células sexuales y también tienen a su cargo la producción de la hormona sexual masculina llamada testosterona.
  • El escroto: el escroto es un “saco de piel suelta” que cuelga fuera de la pelvis, bajo el pene y que se encarga de sostener los testículos en su lugar.
  • El epidídimo: es un tubo sumamente enrollado que se encuentra en la parte posterior interna de los testículos. A través de este ducto deben viajar los espermatozoides inmaduros producidos en los testículos y, a medida que esto ocurre, maduran y adquieren la capacidad de nadar.
  • Conducto deferente: es otro conducto unido al epidídimo; tiene paredes más gruesas y se encarga de la conducción de los espermatozoides desde el epidídimo hacia la próstata y la uretra (un canal asociado también con el sistema urinario para la expulsión de orina fuera del cuerpo).
  • La glándula próstata: es una glándula con forma de nuez que se encuentra en la región media interna de la pelvis masculina y que es atravesada por la uretra. Su trabajo es producir las secreciones o sustancias que nutren a las células espermáticas.
  • La uretra: es el tubo asociado tanto al sistema urinario (específicamente con la vejiga urinaria) como al aparato reproductor masculino; a través de este se expulsa la orina y el esperma. Se abre hacia el exterior en la punta del pene.
  • El pene: es uno de los principales genitales masculinos y quizá el más evidente; se trata de un órgano compuesto por tres columnas de un tejido esponjoso eréctil, capaz de llenarse de sangre y de aumentar su tamaño durante la erección. Tiene dos funciones, pues es a través del cual los hombres pueden orinar y copular.

Funcionamiento

La producción de esperma en un ser humano ocurre por primera vez durante la pubertad, de forma análoga a la ovulación, que tiene lugar por primera vez durante la pubertad femenina.

Este proceso se conoce como espermatogénesis y se da en los testículos, específicamente en unos ductos conocidos como túbulos seminíferos. Al comienzo de la pubertad es normal que el escroto y los testículos aumenten su tamaño, lo que posteriormente sucede con el pene, la próstata y los demás órganos asociados.

La espermatogénesis es un proceso muy controlado por el sistema nervioso y el sistema endocrino, lo que significa que depende de la acción de distintas señales eléctricas y hormonales.

Un ser humano adulto (o sexualmente maduro) produce y almacena millones de espermatozoides en los testículos diariamente. Los espermatozoides son células flageladas pequeñas y muy parecidas a un renacuajo, que van madurando progresivamente a medida que son producidas.

Si un hombre y una mujer sexualmente maduros tienen relaciones sexuales durante la fase de ovulación del ciclo menstrual de la mujer, puede ocurrir la fecundación.

La excitación sexual es generalmente uno de los eventos previos a la cópula y, en el hombre, es necesaria por varias razones:

  • El pene se endurece por aumento de irrigación sanguínea, lo que hace más fácil su inserción en el interior de la vagina.
  • La próstata produce el fluido seminal que se mezcla con los espermatozoides para nutrirlos y proveer un vehículo para su movimiento.
  • Los músculos alrededor de los genitales se contraen, forzando el semen a desplazarse a lo largo del sistema de ductos internos, alcanzando finalmente la uretra durante la eyaculación.

Cuando un hombre eyacula en el interior de la vagina de una mujer, libera alrededor de 500 millones de espermatozoides que viajan por el útero hacia las trompas de Falopio, donde se encuentra un óvulo maduro.

Solo un espermatozoide puede penetrar el óvulo, perdiendo su flagelo al mismo tiempo que se fusionan las membranas celulares del óvulo y el espermatozoide y el núcleo del espermatozoide es depositado en el interior del óvulo, con cuyo núcleo podrá se fusionará; este es el proceso conocido como fertilización o fecundación.

Enfermedades

Como cualquier otro sistema de órganos del cuerpo humano, el aparato reproductor masculino puede sufrir diferentes condiciones o patologías que pueden derivar en su mal funcionamiento, molestias, etc., entre estas están:

  • Impotencia, que tiene que ver con la incapacidad de obtener una erección adecuada para la cópula.
  • Pérdida de la libido o del apetito sexual, probablemente debido a déficit hormonal.
  • Cáncer: en los testículos o en la próstata
  • Dificultad para orinar, pues la uretra funciona tanto en el sistema urinario como en el aparato reproductor. Puede ocurrir por distintas razones, pero una muy común es la inflamación de la próstata.
  • Hidrocele: formación de un saco lleno de fluido alrededor de los testículos; se observa como hinchazón a los lados del escroto y puede ser molesto, por lo que suele ser removido quirúrgicamente.
  • Varicocele: dilatación exagerada y retorcimiento de las venas que irrigan los testículos. Son similares a las hemorroides, pero ocurren en el escroto y se aprecian como hinchazón o como una “bolsa de gusanos”; puede relacionarse con esterilidad masculina.
  • Pueden darse también infecciones virales (como el herpes) o bacterianas en los tejidos externos o internos de los genitales, bien sea por mala higiene o por transmisión sexual.

Temas de interés

Fecundación humana.

Aparato reproductor femenino.

Referencias

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