Anatomía y fisiología

Aparato reproductor femenino: partes, funciones, enfermedades


¿Qué es el aparato reproductor femenino?

El aparato reproductor femenino es el sistema de órganos del cuerpo humano que se relaciona con los procesos reproductivos sexuales de la mujer. Está formado por distintos órganos como la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Aunque este sistema tiene muchas otras funciones, tiene una participación trascendental en la reproducción sexual de los seres humanos.

La reproducción sexual es el proceso por el cual dos individuos -un hombre y una mujer- pueden dar lugar a más hombres y mujeres al interactuar en un proceso físico conocido como cópula, que busca acercar las células reproductivas o sexuales del hombre (espermatozoides) a las células sexuales de la mujer (óvulos).

La reproducción sexual no es necesaria para mantener con vida a ninguno de los dos individuos por separado, pero sí es muy importante para el mantenimiento o la preservación de la especie y esto es válido para cualquier especie de ser vivo que se reproduzca sexualmente.

Aunque la participación del aparato reproductivo masculino es imprescindible para que un hombre y una mujer tengan un hijo a través de la reproducción sexual, es el aparato reproductor femenino es el sitio donde se forma y desarrolla inicialmente el bebé y desde el cual ocurre el alumbramiento.

Funciones del aparato reproductor femenino

El aparato reproductor cumple una gran cantidad de funciones en el cuerpo de las mujeres, tanto durante la niñez como en la edad adulta y la vejez.

Una de las funciones primordiales de este sistema de órganos es la producción de las células necesarias para la reproducción sexual, es decir, para la formación de un nuevo ser humano, las cuales se conocen como óvulos u ovocitos.

Los óvulos son los gametos femeninos (sus contrapartes masculinas son conocidas como espermatozoides). En los óvulos se concentra prácticamente todo el alimento que nutre al embrión que se produce cuando tiene lugar la fecundación, es decir, la fusión entre un óvulo y un espermatozoide y, además, se almacena la mitad de la información genética de la mujer que lo produce.

El aparato reproductor femenino no solo produce los óvulos, sino que también los ubica específicamente en el lugar donde son accesibles a los espermatozoides que un hombre introduce en el cuerpo de una mujer durante el coito o la cópula.

Así mismo, este sistema de órganos se encarga de la implantación de los óvulos fecundados y de la protección, nutrición, oxigenación y cuidado del bebé que se va formando a lo largo de la gestación (el embarazo), que en los seres humanos corresponde a un periodo de 9 meses.

Hormonas

Los ovarios, órganos internos del aparato reproductor femenino, producen hormonas como los estrógenos y las progesteronas, las cuales participan activamente en distintos aspectos del control del desarrollo sexual, la menstruación y el embarazo.

Partes del aparato reproductor femenino

El aparato reproductor femenino está formado por dos partes: una interna y otra externa.

Órganos externos del aparato reproductor femenino

Las estructuras externas de este aparato también se conocen como genitales y tienen funciones esencialmente protectoras, pero también se considera que permiten la entrada del esperma masculino en el interior del cuerpo femenino. Las partes externas del aparato reproductor femenino son las siguientes:

  • Labios mayores, que encierran y protegen al resto de los órganos reproductivos externos. Son dos estructuras carnosas de gran longitud, ricas en glándulas sudoríparas productoras de sustancias aceitosas. En las mujeres, después de la pubertad, estos labios están cubiertos con vello.
  • Labios menores se encuentran justo por debajo de los labios mayores y rodean la apertura de la vagina (parte de los órganos internos) y la uretra (la última porción del sistema urinario).
  • Clítoris, que es una pequeña carnosidad que se encuentra entre los dos labios menores y que es comparable con el pene de los hombres; está cubierto por una delgada piel y es una estructura muy sensible.
  • Glándulas de Bartholin o glándulas vestibulares, unas glándulas que producen una sustancia mucosa y que se encuentran a los lados de la apertura vaginal.

Órganos internos del aparato reproductor femenino

Los órganos internos de este aparato incluyen a la vagina, el útero, los ovarios y las trompas de Falopio.

  • La vagina es una especie de canal muscular que se abre hacia el exterior muy cerca de la uretra, el tubo por el cual se descarta la orina. Se encarga de conectar la parte más baja del útero (cérvix) con la parte externa del cuerpo y también se conoce como “canal de parto”. La vagina permite tanto la entrada del pene durante la cópula, como la salida de la sangre durante la menstruación.
  • El útero o vientre es un órgano hueco con forma de pera, formado por paredes musculares. Tiene dos porciones: la cérvix y el corpus. La cérvix es la parte inferior, conectada con la vagina, entretanto el corpus es la región superior, que se expande para soportar al bebé en desarrollo.

  • Los ovarios son, tal vez, de los órganos más importantes de este aparato. Se trata de dos glándulas pequeñas, ovaladas, ubicadas a ambos lados del útero, las cuales se encargan de la producción de los óvulos (gametos femeninos) y de algunas hormonas sexuales femeninas.
  • Las trompas de Falopio son dos tubos delgados que se encuentran en la parte superior del útero y que sirven de “túnel” para el transporte de los óvulos desde los ovarios hacia el útero. Son, además, el lugar donde ocurre la fertilización de los óvulos por los espermatozoides, desde donde los huevos fecundados viajan al útero para su desarrollo posterior.

El útero, los ovarios y las trompas de Falopio se encuentran en la región pélvica-abdominal. Cuando una niña nace, sus ovarios contienen cerca de 500 mil óvulos, que son todos los óvulos que tendrá hasta la adultez.

Funcionamiento

El aparato reproductor femenino se encarga de:

  • Producir y mantener los óvulos (gametos femeninos) necesarios para la reproducción sexual.
  • Proteger y nutrir al embrión que se forma a partir de la fusión de las células sexuales femenina y masculina después de las relaciones sexuales.
  • Alumbrar o dar a luz al bebé ya formado al final del periodo de gestación.

Las células sexuales o gametos femeninos -los óvulos- son producidos y almacenados durante el desarrollo embrionario por los ovarios. Por ello, cuando una niña nace, lo hace con una cantidad de óvulos finita, es decir, definida, los cuales comienzan a liberarse maduros al comienzo de una fase conocida como la pubertad.

La pubertad es el proceso de maduración sexual que se da tanto en hombres como en mujeres a principios de la adolescencia. Tiene lugar gracias a una serie de hormonas producidas por estimulación nerviosa, y que, en las mujeres, estimulan a los ovarios para la producción de estrógeno y otras hormonas sexuales que conducen a la madurez sexual.

El ciclo menstrual y la menstruación

Cuando la pubertad finaliza y se comienzan a observar los caracteres sexuales secundarios como, por ejemplo, el crecimiento del busto y la aparición de vello púbico, las mujeres comienzan un proceso cíclico que continuará por la mayor parte del resto de su vida adulta: el ciclo menstrual.

El ciclo menstrual comienza con la ovulación, un evento que tiene lugar aproximadamente una vez al mes y que consiste en la liberación de un óvulo desde los ovarios hacia las trompas de Falopio. Dicho óvulo, en principio, está listo para ser fecundado por un espermatozoide y desarrollarse en un embrión.

A menos de que el óvulo liberado por los ovarios sea fecundado por un espermatozoide (para lo cual debió darse previamente la cópula), este abandona el cuerpo alrededor de 2 semanas después, a través del útero y de la vagina, y en combinación con sangre y el parte del recubrimiento interno del útero.

Puesto que todo este proceso ocurre con la participación de gran cantidad de hormonas, es muy común que las mujeres sientan algunas molestias en los días previos, lo que suele denominarse síndrome pre-menstrual.

Este síndrome puede estar caracterizado por la aparición de acné, cansancio, dolor en el busto y/o en la espalda, diarrea o constipación, irritabilidad emocional, dificultad para la concentración, calambres abdominales, antojos alimentarios, hinchazón de piernas y vientre, etc.

Relaciones sexuales y embarazo

Si un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales durante la fase de ovulación del ciclo menstrual puede ocurrir la fecundación de ese óvulo liberado en las trompas de Falopio.

Las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer consisten en la introducción del pene masculino en el interior de la vagina y la deposición allí de miles de espermatozoides cuya función potencial es viajar por el útero hacia las trompas de Falopio y fecundar al óvulo que ha sido liberado.

Solo un espermatozoide puede fecundar a un óvulo a la vez, aunque puede haber excepciones. La fecundación consiste en la introducción del núcleo del espermatozoide en el citosol del óvulo y la fusión de ambos núcleos celulares, cada uno de los cuales posee la mitad de la carga genética del individuo que los produjo.

Embarazo: cigoto y desarrollo embrionario

El resultado de la fecundación es una célula nueva conocida como cigoto. Algunos días después de este proceso, el cigoto comienza a dividirse, formando una estructura llamada blastocisto, muy pequeña y formada por una pared de células y un interior hueco lleno de fluido.

El blastocisto continúa su desarrollo y entre el sexto y décimo día posterior a la fecundación se adhiere al endometrio, que es el recubrimiento interno del útero, periodo conocido como implantación.

Una vez en el útero continúan los procesos de división y migración celular, que más adelante corresponderá a una fase conocida como gastrulación, en la cual se forman las capas germinales de donde se originarán los diferentes órganos y tejidos del cuerpo del feto.

Cuando el embrión alcanza aproximadamente la novena semana de gestación ya se han formado los principales órganos y sistemas corporales y este comienza a llamarse feto, el cual continúa creciendo progresivamente.

El proceso de desarrollo y crecimiento lleva alrededor de unas 38 a 40 semanas, que corresponden a más o menos 9 meses, hasta que se produce el alumbramiento.

El parto o alumbramiento

La finalización del embarazo consiste en la salida del bebé a través de la vagina, que entonces se conoce como canal de parto, capaz de expandirse un diámetro muy cercano al de la cabeza fetal.

Enfermedades

Algunas de las principales afecciones del aparato reproductor femenino incluyen:

  • Cáncer, que puede formarse en cualquiera de los órganos de este aparato (útero, ovarios, vagina, etc.).
  • Endometriosis, que tiene que ver con el crecimiento del endometrio en otra región del aparato reproductivo diferente al interior del útero.
  • Síndrome de ovarios poliquísticos: causado por la producción exagerada de hormonas en los ovarios, lo que resulta en el desarrollo de quistes en estos órganos.
  • Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), una enfermedad derivada de la infección con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), generalmente contraído por tener relaciones sexuales sin protección con personas infectadas o por recibir transfusiones sanguíneas de personas infectadas.
  • Infecciones virales o bacterianas, debidas a mala higiene y a otros factores.

Temas de interés

Fecundación humana.

Aparato reproductor masculino.

Referencias

  1. Fox, S. I., & Rompolski, K. (1996). Human physiology. Dubuque, IA: Wm. C. Brown.
  2. Gartner, L. P. (2020). Textbook of Histology EBook. Elsevier Health Sciences.
  3. Krafts, K. (1996). Female reproductive system.
  4. Moore, K., Persaud, T., & Torchia, M. (2016). The Developing Human. Clinically Oriented Embryology (10th ed.). Philadelphia, Pennsylvania: Elsevier.
  5. Solomon, E., Berg, L., & Martin, D. (1999). Biology (5th ed.). Philadelphia, Pennsylvania: Saunders College Publishing.