Escotoma: características, tipos y causas
Un escotoma es una alteración que se caracteriza por la experimentación de una zona de ceguera en el campo visual de la persona. La afección provoca una ceguera parcial, ya que no limita la visión por completo, y puede resultar tanto temporal como permanente.
Por otro lado, es preciso tener en cuenta que el escotoma puede resulta una situación normal en las personas, o bien una condición patológica. Cuando se trata de este segundo caso, la alteración suele ser provocada por una lesión en la retina del nervio óptico.
En este sentido, hoy en día se han descrito dos tipos principales de escotoma: el escotoma negativo que no es percibido por el sujeto y el escotoma positivo que sí es percibido por la persona.
Así mismo, estas alteraciones también se pueden dividir en función del campo visual afectado, y en función de las causas que originan el trastorno visual. En este artículo se revisan las principales características de los escotomas, y se explican los tipos y las patologías que los pueden causar.
Índice del artículo
El escotoma es una alteración de la vista que genera puntos ciegos o “agujeros oscuros” en el campo visual de la persona.
Esta alteración se caracteriza por afectar únicamente a regiones específicas del campo visual. De este modo, a pesar de que originan una ceguera completa en ciertos puntos del campo visual, no motivan una pérdida total de la capacidad de visión.
Lo más habitual es que una persona con escotoma pueda ver con relativa normalidad, pero visualice puntos negros en su campo de visión, hecho que limita su capacidad para visualizar el entorno.
Esta alteración puede resultar tanto temporal como permanente. Es decir, puede aparecer durante periodos de tiempo determinados o extenderse de forma crónica. No obstante, lo más habitual es que constituya una afección pasajera.
Por otro lado, los escotomas se caracterizan por poder ser tanto una condición normal como una afección patológica. Es decir, los puede experimentar una persona sin ningún tipo de proceso patológico y los puede padecer un sujeto debido a una enfermedad determinada.
En la mayoría de casos, los escotomas están causados por una lesión en la retina del nervio óptico. Esta lesión impide la recepción de estímulos visuales en regiones específicas de la retina, por lo que la información visual que se transmite al cerebro presenta puntos negros en algunas zonas del campo visual.
No obstante, el escotoma también puede estar producido por una lesión en las áreas visuales del cerebro. En este caso, la retina funciona adecuadamente pero cuando el cerebro procesa la información captada, genera puntos negros en ciertas partes del campo visual.
Finalmente, esta afección también puede deberse a una alteración vascular. El caso más típico de escotoma debido a alteración vascular suele presenciarse durante los ataques de migraña.
De forma general, los escotomas pueden clasificarse en dos grandes grupos. Los escotomas negativos y los escotomas positivos.
El escotoma negativo se caracteriza por no ser percibido por el sujeto. Es decir, la persona que padece esta alteración no detecta ninguna condición de ceguera ni visualiza puntos negros en su campo de visión.
En cambio, el escotoma positivo constituye una alteración totalmente contraria. En este caso, la persona sí que percibe alteraciones en se campo visual y es capaz de detectar los elementos referentes al escotoma que se han comentado previamente.
A pesar de que estas son las dos clasificaciones principales de escotoma, en la actualidad se han descrito varios tipos de esta afección que permiten una mayor delimitación de sus propiedades.
En este sentido, los tipos de escotoma se elaboran en función de varios criterios como la localización de la ceguera en el campo visual, las regiones anatómicas lesionadas o las patologías que provocan directamente el padecimiento del trastorno visual. Los principales tipos de escotoma que se han descrito hoy en día son:
La mancha ciega resulta un escotoma fisiológico y absoluto, por lo que suele englobarse dentro de los escotomas negativos que no son percibidos por la persona.
Esta alteración corresponde a la proyección de la papila (región de la retina que no contiene fotorreceptores) en el campo visual.
La mancha ciega suele medir unos siete grados en vertical y unos cinco grados en horizontal y suele estar ubicada a unos quince grados hacia temporal y un grado por debajo del rafe medio horizontal.
Esta alteración constituye una deformación visual de la macha ciega. Suele estar producida por un defecto arqueado precoz ligeramente curvo.
Estas afecciones engloban un pequeño grupo de escotomas aislados que se producen en el área circular, entre los diez y los veinte grados que rodean el punto de fijación de la retina. Suele ser habitual que estos escotomas aparezcan en el sector superior y conforme avanza la patología, se forme un escotoma arqueado superior.
Estas alteraciones visuales afectan la fijación y el campo que le rodea. Resultan uno de los tipos de escotamos papilomaculares y se caracterizan por ser los más habituales y los que producen una mayor disminución de la visión.
Corresponden a un tipo de escotoma cecal que afecta el área de la macha ciega normal. En este caso, la alteración se extiende hacia el área de fijación y parece afectar al haz papilomacular.
El escotoma de Bjerrum se produce en el área arcuata, debido a la unión de escotomas paracentrales. Suelen iniciarse en el polo superior y afectan la zona central del campo visual.
El escalón nasal se produce debido a una lesión en el haz de fibras nerviosas arqueadas de la retina. Esta alteración puede generar asimetrías en los polos superior e inferior, así como a lo largo del rafe.
Las afecciones visuales pueden ser causadas por una gran variedad de patologías y situaciones, por lo que los escotomas presentan una etiología muy variada.
Lo más normal es que estas alteraciones se produzcan como efecto directo o indirecto de una patología determinada. Por este motivo, se considera que los escotomas resultan un grupo de síntomas pertenecientes a una gran variedad tanto de patologías visuales como de afecciones no relacionadas con la visión.
Concretamente las principales enfermedades que se relacionan con estas alteraciones visuales son:
La presbiopía es una condición que cusa una notoria reducción de la capacidad para enfocar lo objetos. Es una alteración altamente ligada a la edad que suele ocurrir entre las personas mayores de 40 años. Constituye una patología degenerativa y, en algunos casos, puede motivar la aparición de escotomas.
La catarata es una patología que genera opacidad parcial o total del cristalino, hecho que provoca que la luz se disperse dentro del ojo y no se pueda enfocar en la retina, produciendo así imágenes visuales difusas.
Esta condición presenta varias causas aunque suele atribuirse fuertemente a la edad y puede tratarse mediante cirugía.
El glaucoma es una de la principales patologías de la vista. Se caracteriza por generar una presión dentro del ojo que ocasiona una visión defectuosa en la noche. Así mismo, provoca la experimentación de puntos ciegos y pérdida de visión en cualquiera de los lados del campo visual.
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y una de las principales causas de ceguera a nivel mundial. Esta afección aparece debido al daño de los pequeños vasos sanguíneos de la retina. Puede ocasionar sangrado en dicha región del sistema visual y suele generar tanto escotomas como ceguera total.
La degeneración macular es un trastorno ocular en el que se destruye de forma lenta y progresiva la visión central y aguda, hecho que dificulta la visión específica de las personas.
Resulta la patología visual más común entre las persona mayores de 60 años y puede generar visión borrosa, visión distorsionada, percepción desvanecida de los colores y escotomas.
Otra de las causas importantes de los escotomas recae en los procesos infecciosos o inflamatorios de la retina, así como de lesión ocular.
En estos casos, la afección puede resultar temporal y desaparece cuando se ponga fin al proceso infeccioso que causa la alteración visual.
Las moscas volantes constituyen unas pequeñas partículas que flotan a través del ojo. Suelen durar poco y tienen un carácter inofensivo pero, en algunos casos, pueden ser un signo de desprendimiento de retina.
El desprendimiento de retina es una alteración producida por una separación de la membrana sensible a la luz (la retina) de sus capas de soporte localizadas en la parte posterior del ojo.
Esta afección suele provocar visión borrosa, destellos de luz brillante, moscas volantes en el ojo y ceguera en una parte del campo visual de un ojo.
La neuritis óptica conforma una inflamación del nervio óptico debido a una infección o al efecto directo de la esclerosis múltiple. Suele provocar dolor en el ojo y ceguera en ciertas regiones del campo visual.
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