Cheese rolling: el festival del queso rodante
Cheese rolling o festival del queso rodante es una competición en la que se tira un queso por un cerro y los participantes se tiran para alcanzarlo. Se celebra anualmente en la colina de Cooper, de la que toma su nombre oficial.
Conocido originalmente como Cooper’s Hill Cheese-Rolling and Wake, generalmente se celebra en el bank holiday de primavera, y tiene lugar cerca de Brockworth, en Gloucestershire.
Este evento tan extraño pertenece a una tradición que se lleva a cabo en la pequeña localidad de Brockworth, Gloucestershire, una zona perdida de Inglaterra que ahora ha saltado a la fama debido a esta competición.
Pero, ¿en qué consiste exactamente este deporte con un nombre tan extravagante? Hoy descubrirás qué es el festival del queso rodante, de dónde viene esta tradición, y por qué es tan famosa a nivel mundial.
Además, aprenderás todo lo que tienes que saber sobre ella para poder participar en alguna de las siguientes ediciones, si eres lo suficientemente valiente como para hacerlo.
Índice del artículo
- 1 ¿En qué consiste el festival del queso rodante?
- 2 ¿De dónde viene el festival del queso rodante?
- 3 El festival del queso rodante en la actualidad
- 4 ¿Cuáles son las reglas del festival?
- 5 ¿Por qué es tan peligroso el festival?
- 6 ¿Qué queso se utiliza en esta tradición?
- 7 Conclusión
La competición en sí es sencilla de entender y de preparar, aunque participar en ella conlleva bastantes riesgos. Desde lo alto de la colina, una rueda de queso (normalmente el Double Gloucester que se produce en la región) de entre 3 y 4 kilos de peso se lanza rodando, y los participantes tienen que perseguirla pendiente abajo.
Supuestamente, el objetivo es alcanzar el queso en primer lugar y conseguir capturarlo; pero debido a que la rueda puede llegar a moverse a 110 kilómetros por hora, en la práctica esto es imposible. Por lo tanto, el primer participante que cruce la línea de meta gana la competición, y puede llevarse el queso a casa para disfrutar de él o como recuerdo.
La tradición comenzó como algo puramente local y hecho por diversión; pero hoy en día, participantes de todo el mundo llegan a Brockworth cada año para tratar de alzarse con la victoria. En los últimos años, algunos de los ganadores provenían de lugares tan lejanos como Australia y Nepal.
Por supuesto, las poblaciones cercanas han tratado de sacar el máximo provecho posible de este evento, creando sus propias tradiciones e intentando atraer a turistas y curiosos. Por ejemplo, en el pueblo de Shurdington, que se encuentra a 5 kilómetros de la colina de Cooper, se encuentra el pub Cheese Rollers, que toma su nombre del evento.
Al mismo tiempo, la tradición también implica dirigirse a uno de los pubs situados en Brockworth, Cross Hands y The Victoria, para tomarse una pinta antes de la competición y discutir sobre la mejor estrategia posible. Estos locales también sirven como lugar de reunión después del evento, donde el alcohol ayuda a los participantes a olvidar el dolor o celebrar su victoria.
Los orígenes del festival del cheese rolling no están del todo claro. Lo único que sabemos a ciencia cierta es que originalmente tenía lugar el Lunes de Pentecostés, una fiesta cristiana que cambia de fecha cada año. Más tarde la celebración cambió de fecha, y se ha mantenido en el bank holiday desde entonces.
Sin embargo, existen varias teorías sobre el posible origen del festival del queso rodante. La primera de ellas, una de las más plausibles, afirma que esta celebración tan extraña evolucionó de manera natural a partir de ciertos requerimientos que existían en el pueblo de Brockworth para distribuir los derechos públicos de pastoreo entre sus habitantes.
Otra segunda teoría dice que el festival del queso rodante tendría en realidad un origen religioso, concretamente pagano. En esta religión tradicional, existe la costumbre de lanzar objetos rodantes por una colina, lo que habría acabado desembocando en la extraña celebración que tiene lugar hoy en día.
Se cree que los practicantes de la religión pagana lanzaban paquetes de madera ardiente por la ladera de una colina, con el objetivo de simbolizar la llegada del año nuevo después de un largo invierno. Además, durante esta celebración se repartían todo tipo de alimentos, lo que puede tener cierta relación con el hecho de que hoy en día se lance un queso en lugar de madera.
A pesar de que ambas teorías proponen una explicación bastante plausible para el origen de este fascinante deporte, no sabemos a ciencia cierta cómo pudo acabar apareciendo la costumbre de lanzar un queso de 4 kilos por una ladera y perseguirlo a toda velocidad.
A pesar de que pueda parecer algo moderno, como sería el caso de otros deportes extraños tales como el quidditch muggle o el extreme ironing, lo cierto es que el festival del queso rodante lleva practicándose al menos dos siglos.
La primera evidencia escrita sobre el tema data de 1826, en un mensaje enviado al pregonero de Goucester. Aparentemente, ya por aquel entonces la tradición llevaba celebrándose un largo tiempo.
A pesar de la brutalidad de este deporte, en el que la mayoría de los años se registran varios heridos, algunos de ellos de gravedad, lo cierto es que el festival del cheese rolling es cada vez más popular. Año tras año, cientos de personas se reúnen en la pequeña localidad de Brockworth para participar, animar a los jugadores, o simplemente para curiosear.
A pesar de ello, las autoridades locales están bastante preocupadas debido a la peligrosa naturaleza del juego. En 1993, quince de los participantes sufrieron heridas durante el concurso; y cuatro de ellas tuvieron que ser hospitalizadas debido a la gravedad de su condición física.
Debido a estos problemas, en el año 2009 se intentó prohibir por completo la celebración del festival del queso rodante. Sin embargo, al año siguiente un grupo de espontáneos formado por participantes locales y periodistas hicieron su propia versión del evento, aunque más pequeño y sin tantas medidas de seguridad. Lo mismo ocurrió al año siguiente, por lo que la tradición se mantuvo.
Desde ese momento y hasta la actualidad, todos los años se sigue celebrando el festival del queso rodante, aunque sin ningún tipo de supervisión por parte de las autoridades. Sin embargo, corren rumores de que en el año 2020 el propio ayuntamiento de la localidad va a celebrar una nueva edición oficial del evento.
A pesar de que hoy en día no se celebra de manera oficial, el festival del queso rodante sigue manteniendo las mismas reglas que tenía originalmente desde que se tienen registros históricos sobre el mismo. Por suerte, la tradición se ha mantenido y los participantes pueden disfrutar de la experiencia en su forma original.
El funcionamiento del evento es muy sencillo. Hay cuatro carreras: tres exclusivas para hombres, y una para mujeres. Teóricamente cada una de ellas tiene un máximo de 14 participantes de una sola vez, pero normalmente esta norma no se respeta y puede haber más personas corriendo. En algunas ocasiones, hasta 40 personas han participado al mismo tiempo.
Un Maestro de Ceremonias da comienzo a cada una de las carreras, recitando para ello una frase ritual: “One to be ready, two to be steady, three to prepare and four to be off”. La traducción aproximada sería “Uno para estar listo, dos para mantener el equilibrio, tres para prepararse y cuatro para comenzar a correr”.
El Maestro de Ceremonias suelta el queso cuando llega hasta el número tres; y cuando dice el cuatro en voz alta, los participantes pueden salir corriendo detrás de la rueda. La primera persona en llegar hasta la meta se alza con la victoria, aunque supuestamente si alguien consigue atrapar el queso, también sería nombrado ganador.
En cuanto a la participación, no existe ningún requisito especial. Cualquier persona puede presentarse el día del evento, hablar con los organizadores, y correr bajo su propia responsabilidad.
Sin embargo, se recomienda que solo los individuos con una buena forma física formen parte del festival, ya que es bastante común que se produzcan heridas de todo tipo durante el mismo.
Debido a lo inclinada que está la pendiente de la colina de Cooper, y a lo irregular que es su terreno, normalmente hay varios heridos todos los años, ya sea por caerse y rodar hasta abajo del todo o por ser golpeados por el queso, que se mueve a una gran velocidad y puede llegar a hacer mucho daño si alcanza a alguien.
De hecho, varios servicios médicos y paramédicos atienden el evento de manera gratuita, ya que todos los años hay al menos un participante que requiere de atenciones sanitarias o incluso que tiene que ser llevado al hospital más cercano. En este sentido, el festival del queso rodante siempre cuenta con la presencia de ambulancias de la asociación de St John.
Por otra parte, también es habitual ver a voluntarios pertenecientes al equipo de rugby local o a grupos como la Asociación de Jóvenes Granjeros que actúan como “atrapadores”. Su función es agarrar a los participantes que hayan podido perder el equilibrio durante el descenso, de tal manera que se amortigüe su llegada al suelo y se eviten las heridas más graves que pueden ocurrir en el proceso.
Además de esto, el propio uso del queso también implica varios peligros. El principal de ellos tiene que ver con la velocidad que alcanza la rueda cuando va colina abajo, que puede estar cerca de la de un coche en plena autopista.
Aunque el peso del alimento no es demasiado alto, se han producido casos en los que ha golpeado a alguien en la cabeza, lo que ha llevado a una visita obligatoria al hospital.
El queso empleado en este peculiar festival sigue siendo el mismo que se utilizaba tradicionalmente: un Double Gloucester con forma de rueda, que puede llegar a pesar hasta cuatro kilos. Actualmente, el alimento está fabricado por la quesera local Diana Smart y su hijo Rod, que han sido los proveedores oficiales del concurso desde 1988.
Para proteger al queso de los golpes durante la carrera, habitualmente es rodeado por el borde con unas planchas de madera sólida, que se decoran con lazos al comienzo del evento. Por otra parte, Diana Smart y su hijo también fabrican versiones más pequeñas de la rueda, además de dulces y otros recuerdos del festival, con el objetivo de poder otorgar un premio en metálico al ganador.
Sin embargo, en tiempos recientes el queso se ha sustituido varias veces por una versión fabricada con materiales más ligeros, que aunque mantiene la forma original es menos peligrosa y no provoca heridas si golpea a alguien en la cabeza. Esto se ha hecho principalmente por dos motivos.
El primero de ellos tiene que ver con las heridas ya descritas anteriormente. A pesar de que los participantes saben perfectamente lo que están haciendo, lo cierto es que la mayoría de ellos preferirían evitar sufrir heridas graves. Por eso, muchos están contentos con el cambio llevado a cabo a partir del año 2013.
Por otra parte, las autoridades locales amenazaron a la quesera encargada de proporcionar el Double Gloucester. Aparentemente, debido a que su queso era el que provocaba las heridas, podría acusársela de negligencia y de herir a otras personas.
Sin embargo, el arreglo de sustituir la rueda tradicional por otra más ligera no ha contentado a todo el mundo, ya que esto también disminuye su velocidad. En el año 2013, el primero en que se implantó el cambio, uno de los participantes logró atrapar la rueda y se alzó con la victoria, a pesar de no ir en primer lugar.
Pocas tradiciones hay tan extrañas como el festival del queso rodante de Brockworth. Sin embargo, a pesar de lo peligroso que parece que es, cientos de personas se desplazan cada año desde todos los rincones del mundo para verlo y participar en él. Y tú, ¿correrías la carrera si pudieras?