¿Cómo era la Organización Social de los Otomíes?
La organización social de los otomíes, durante la época prehispánica, estaba constituida por dos estratos: nobles y campesinos. Esta cultura se instaló en el Valle del Mezquital alrededor del 650 e.c., y se cree que fueron los primeros habitantes permanentes de la región.
Aproximadamente en el año 1000 e.c., los nahuas migrantes hacia el sur desplazaron y marginaron a muchas comunidades otomíes. En 1519, cuando los españoles llegaron al centro de México, los otomíes eran súbditos del Imperio azteca.
Hoy día, este grupo etnolingüístico es uno de los más numerosos y extendidos en la nación mexicana. Muchas de sus comunidades se encuentran ubicadas en la región central de México, sobre la vertiente norte del Eje Neovolcánico y su entrelazamiento con la Sierra Madre Oriental.
Organización social de los otomíes en la época prehispánica
Durante la época prehispánica, la organización social de los otomíes tenía cierto grado de complejidad. Esta estaba constituida por grupos familiares de tipo calpulli.
El calpul consiste en un barrio habitado por personas emparentadas o de un mismo linaje. Estos contaban con territorios reservados para futuras familias.
Cada uno de estos clanes tenía un espacio geográfico definido. En conjunto formaban un pueblo con una organización política común.
En este sentido, el patrón de asentamiento de los ñha-ñhú, como se denominan a sí mismos, era disperso. Y la evidencia apunta a que eran un pueblo seminómada cuyas casas eran bajas y pequeñas.
En estos asentamientos había sitios principales que eran habitados por gobernantes, sacerdotes y la nobleza. Por su parte, los macehuales (agricultores de clase humilde) vivían en los calpulli.
Así, su sistema social se basaba en dos estratos bien diferenciados: nobles (sacerdotes, propietarios y tributados) y macehuales (campesinos y tributarios).
Este sistema social estratificado funcionaba dentro de un sistema político territorial organizado en señoríos. Estos estaban formados por uno o varios pueblos que reconocían una autoridad única.
Pero solo algunos clanes podían ser cabeceras de estos señoríos. Con frecuencia, clanes vecinos luchaban para imponer o liberarse de los tributos.
Luego de la conquista y con la consolidación de la encomienda, se desarticuló la organización social de los otomíes.
Los caciques se convirtieron en intermediarios en el pago de los tributos. Con el tiempo, se fueron limitando sus atribuciones hasta que desaparecieron.
Los otomíes en la actualidad
Hoy día, la unidad básica de las comunidades es la familia. Esta está conformada por el padre, la madre y los hijos. Sin embargo, se trata generalmente de familias extensas patrilineales.
Es decir, el parentesco se reconoce desde la línea paterna. Además, la residencia es patrilocal (los varones permanecen en la casa paterna).
Todos los miembros de la familia participan en las actividades agrícolas, cada quien con un trabajo establecido de acuerdo al género y la edad.
Por otra parte, los otomíes tienen un fuerte sistema de parentesco ritual. La vinculación simbólica más importante para esta etnia es el compadrazgo.
El que goza de más prestigio es el de bautizo. Pero también están los padrinos de evangelio, de comunión y de bodas. Los padrinos gozan de mucho respeto y son considerados protectores de los hogares otomíes.
Referencias
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