Trastornos mentales/Psicopatología

Motefobia (fobia a las polillas): qué es, síntomas, causas, tratamiento


¿Qué es la motefobia?

La motefobia es el miedo irracional, persistente e injustificado hacia las polillas. Su vuelo errático e impredecible, su tamaño,  los colores de sus alas, el vello que poseen algunas especies o el desagradable tacto que se siente al tocarlas, son algunas de las razones que más temen los que sufren esta aversión a este lepidóptero.

Investigando, encontramos en un conocido portal,  donde los usuarios cuentan sus los desenlaces fatales que han vivido,  el siguiente anónimo: “Hoy, y desde siempre, tengo fobia a las polillas (a las grandes). Me he tenido que quedar encerrada en mi cuarto, ya que tengo dos revoloteando en la cocina y en el pasillo. No he comido y mis padres no me contestan el teléfono. No sé si saldré de aquí”.

Esto es un claro ejemplo de una persona que padece una verdadera fobia (que no asco) por este insecto volador. La chica ve afectada sus tareas cotidianas (como puede ser comer en este caso) y se ve incapaz de afrontar su miedo a pesar de que puede quedarse sin almorzar o cenar.

En este artículo vamos a desarrollar el problema que acarrea este trastorno para que tanto las víctimas como el resto del mundo pueda comprender las consecuencias, causas y sus posibles tratamientos.

Características de la motefobia

La motefobia es un tipo de fobia específica basada en la repulsión o miedo extremo hacia las polillas y otras mariposas similares. Aunque un alto porcentaje de los lectores sienten asco por las polillas, en el caso de la motefobia el miedo está fuera de lo común y no está justificado.

La estructura del animal, el vello que poseen algunas especies, el tamaño, sus ojos y la forma de mirar, el tacto y sobre todo el vuelo impredecible y errático son las observaciones que más destacan los que sufren este trastorno.

Este miedo se denomina también lepidopterofobia, que deriva de la orden de los insectos lepidópteros, que incluyen a las polillas, mariposas, esfinges o pavones. 

A su vez, es una sub-fobia que se incluye dentro de la zoofobia, miedo irracional a los animales. La entomofobia o aracnofobia son otros ejemplos de fobias específicas incluidas en este grupo.

Síntomas

Dependiendo del grado de pánico, las personas con motefobia experimentarán un tipo de síntomas u otros, variando su gravedad según las características del individuo (estado mental y nivel de miedo).

Los más destacados y más usuales son:

  • Ataques de pánico
  • Ritmo cardíaco alto
  • Náuseas
  • Mareos
  • Sensación de hormigueo
  • Dificultad para respirar
  • Sensación de ahogo
  • Dificultad para hablar y pensar con claridad
  • Entumecimiento
  • Sudoración excesiva
  • Escalofríos
  • Dolor en el pecho
  • Pérdida de control
  • Parálisis instantánea y temporal
  • Incapacidad para distinguir entre lo real y lo que no lo es
  • Miedo
  • Ansiedad

Causas

En este apartado sucede igual que con los síntomas, ya que dependiendo de individuo, las razones para tener pánico a las polillas varían. Ten en cuenta que las fobias pueden desarrollarse sin ninguna causa concreta o que por el contrario pueda aparecer en un momento concreto de tu vida. Nadie está a salvo de poder sufrir en cualquier momento una fobia a lo que sea.

¿Por qué? Normalmente debido a que las fobias se desarrollan a raíz de un trauma, algo a lo que estás expuesto constantemente por los peligros de la vida.

En todo caso, las personas suelen presentar estos eventos traumáticos durante la infancia, derivando en un temor por las polillas (que es el caso que nos atañe) para toda la vida.

Ten en cuenta que en los primeros años de una persona, esta experimenta sin ningún tipo de miedo o pudor y una de las actividades favoritas de los niños es jugar con insectos. Si en una de esas jornadas en la que el niño se dedica a molestar a  la polilla, esta podría responder creando el pánico en el infante y marcándolo de por vida.

Otra causa tiene que ver más con la inducción. Si una persona tuvo una reacción alérgica con una polilla o mariposa, esto desencadenará en un nuevo evento traumático que difícilmente podrá olvidar. ¿Desenlace? Evitarán a toda costa a la polilla por miedo a volver a sufrir una reacción alérgica como la experimentada anteriormente.

Por otro lado, existió una teoría sociológica que asociaba la fobia a la feminidad. Las mujeres y hombres afeminados eran más proclives a adolecer este trastorno por el simple hecho de no poseer el suficiente valor para enfrentarse al insecto. Por supuesto, esta teoría no se actualmente en consideración dentro de la comunidad científica.

Tratamiento

Una vez que estamos cerciorados de que el pánico que sufre un individuo hacía las polillas es una fobia que condiciona su vida, el siguiente paso será ponerse en tratamiento profesional para intentar lidiar con este problema. Algunas de las técnicas más usuales entre los psicólogos que tratan estos miedos son:

Terapia cognitivo-conductual

Su base es la reestructuración del pensamiento negativo sobre lo que se tiene miedo. En este caso se modificarán los pensamientos, emociones y comportamientos hacia las polillas a través de la bioretroalimentación, tolerancia a la angustia o técnicas de relajación.

Terapia de exposición

Esta técnica de sensibilización consiste en la exposición del afectado a su temor de forma gradual. El fin es que vaya tolerando la presencia de las polillas y se familiarice con ellas. Necesita mucha constancia, pero si se hace bien servirá para que el paciente aprenda a controlar sus temores.

Programación Neurolingüística (PNL)

Esta técnica consiste en intentar llegar a la raíz del miedo. Una vez descubierto, a través de una combinación de psicoterapia, desarrollo personal y comunicación se intentará modificar las conductas o habilidades del afectado para que ese miedo irracional derive en calma y relajación.

Medicamentos

Es raro que se despache esta opción. Solo se recomienda en casos extremos en los que el paciente sufre de ansiedad, tiene reacciones severas o sufre ataques de pánicos graves.

Con los antidepresivos, ansiolíticos o anticonvulsivos se pretende calmar la sensación de peligro en el individuo, pero se expone a los posibles efectos secundarios de la ingesta de estos fármacos.

Curiosidades

Existe una comunidad llamada I Hate Butteflies que reúne a todas aquellas personas que temen, odian o les parecen espeluznantes las polillas y por supuesto aquellos individuos que posean motefobia.  Con su iniciativa promueven que sus usuarios compartan sus traumas, historias terribles y demás acontecimientos pocos agradables con los lepidópteros.

La actriz australiana Nicole Kidman padece motefobia. En alguna que otra entrevista a confesado que su miedo la condicionaba tanto que si veía uno de estos bichos en el exterior era incapaz de salir de casa.

En Estados Unidos, el 40% de las fobias provienen del temor a los ‘bugs’, que viene a significar bichos. Las polillas ocupan las primeras posiciones junto a otros insectos como las arañas, cucarachas, saltamontes o escorpiones.

No en todas las culturas se tiene pánico o repugnancia hacia las polillas. En ciertas partes de Australia, este insecto es parte de la dieta de los aborígenes. Concretamente la Agrotis infusa.

El Attacus atlas es el lepidóptero más grande del mundo. La envergadura de sus alas alcanza en algunos casos los 30 cm. Habita en el China, sudeste asiático y archipiélago malayo.