Quetognatos: características, hábitat, reproducción, alimentación
Los quetognatos son un grupo de animales marinos que se caracterizan por tener un cuerpo alargado en forma de torpedo. Son bastante controvertidos, ya que aún los especialistas discuten algunas de sus características para clasificarlos filogenéticamente de manera correcta.
Fueron descritos por el zoólogo alemán Karl Leuckart en 1854. Estos animales han logrado sobrevivir en el planeta durante bastante tiempo, ya que los primeros registros que se tienen de su existencia datan de la era Paleozoica, específicamente del período Cámbrico.
Este filo está integrado por dos clases: Sagittoidea y Archisagittoidea. En estas clases hay un total de 20 géneros, los cuales están integrados por unas 120 especies aproximadamente. Estas son ubicuas, ya que se encuentran distribuidas por todos los mares del globo terráqueo.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Taxonomía
- 3 Morfología
- 4 Hábitat y distribución
- 5 Reproducción
- 6 Alimentación
- 7 Referencias
Los quetognatos son animales con un cuerpo transparente que destacan porque presentan en todas sus células su material genético empaquetado y encerrado dentro del núcleo celular, delimitado allí por una membrana.
Además son organismos pluricelulares porque están conformados por diferentes tipos de células, cada una especializada en diversas funciones, como por ejemplo la secreción de sustancias, la nutrición o la reproducción.
Los quetognatos son hermafroditas. Se reproducen de forma sexual, con fecundación interna y desarrollo directo, además de ser ovíparos. Así mismo, presentan simetría bilateral, lo que quiere decir que están conformados por dos mitades exactamente iguales.
La clasificación taxonómica de los quetognatos es la siguiente:
Dominio: Eukarya.
Reino: Animalia.
Superfilo: Spiralia.
Filo: Chaetognatha.
Los quetognatos son de pequeño tamaño, oscilando este entre 1 cm y 12 cm. Además poseen un cuerpo alargado, con forma de torpedo y translúcido, aunque algunas especies presentan colores rojizos, naranjas o rosados.
El cuerpo de los quetogntos está conformado por tres áreas o regiones: cabeza, tronco y cola.
Cabeza
Está claramente diferenciada del resto del cuerpo por una serie de estructuras que la caracterizan. En primer lugar presenta una especie de ganchos, también conocidos como garfios, los cuales se disponen en 2 hileras en los bordes laterales de la cabeza. Su función está relacionada con la captura de las presas.
En la cabeza se encuentra una abertura, la boca. Esta se encuentra rodeada por unas estructuras denominadas dentículos que contribuyen con la masticación del alimento. Igualmente presentan unos pequeños ojos de tipo compuesto.
Entre la cabeza y el tronco se encuentra el cuello, el cual es de corta longitud. Este constituye el punto de origen de un repliegue de tegumento, tipo capuchón, el cual sirve de protección a la cabeza cuando esta se retrae.
Tronco
Es la porción más larga del cuerpo de los quetognatos. Presenta dos pares de aletas, un par de posición anterior y otro de posición posterior. Estas no presentan ningún tipo de musculatura y se hallan sostenidas por unos órganos denominados homalopterigios, que son una especie de radios blandos.
Hacia su región posterior se encuentran el orificio del ano y las aberturas que corresponden al conducto genital femenino.
Cola
Es la parte más corta del cuerpo del quetognato. Internamente se encuentra ocupada en su totalidad por los testículos del animal. Presenta una aleta caudal, así como también dos extensiones de posición lateral que se conocen como digítelas.
El cuerpo se encuentra delimitado por una pared que presenta varios estratos. De adentro hacia afuera, se pueden mencionar: musculatura longitudinal, plexo nervioso, membrana basal, epidermis y la cutícula. Esta última cumple la función de proteger al animal.
Los quetognatos presentan varias cavidades de tipo celomático. En la cabeza, esa cavidad se denomina procele y es impar. El tronco tiene el mesocele que resalta por ser par. Y finalmente, la cola se encuentra el metacele, siendo también par.
Estos animales presentan un sistema digestivo, un sistema nervioso y órganos reproductores. Sin embargo, no poseen sistema respiratorio, sistema excretor ni sistema circulatorio.
Sistema digestivo
Es bastante sencillo. Se encuentra conformado por la boca, que da paso a la cavidad bucal. Inmediatamente le sigue la faringe, que es donde se producen la mayor cantidad de enzimas digestivas.
Después de la faringe se encuentra el intestino, que es el sitio de absorción. Finalmente, el tracto digestivo culmina con el ano, que es el orificio por el cual se liberan los desechos de la digestión.
Sistema nervioso
Es de ubicación superficial. Presenta a nivel de la cabeza un acúmulo neuronal, el ganglio cerebroideo, a partir del cual salen algunas fibras nerviosas que se dirigen hacia las distintas estructuras del animal. A parte del ganglio cerebroideo, hay otros como los ganglios vestibulares y el ganglio ventral.
Sistema reproductor
El sistema reproductor masculino se encuentra localizado en la cola. Está conformado por los testículos (1 par) que presentan unos conductos, a través de los cuales liberan los espermatozoides. Estos desembocan en las vesículas seminales.
Por otra parte, el sistema reproductor femenino presenta dos ovarios que se ubican en el tronco. De estos salen unos conductos (oviductos) que presentan una estructura conocida como receptáculo seminal. Finalmente los oviductos desembocan en la vagina, la cual se abre al exterior mediante el poro genital.
Los miembros del filo Chaetognatha son animales netamente acuáticos. Sin embargo, no les va bien en todos los ecosistemas de este tipo, sino que se encuentran exclusivamente en ecosistemas de tipo marino.
Dentro de los ecosistemas marinos, los quetognatos son más abundantes en aquellos en los que los niveles de salinidad son menores. Es por esto que puede afirmarse que el hábitat predilecto de este tipo de animales son los espacios marinos con aguas de baja proporción de sal.
El tipo de reproducción que se observa en los quetognatos es sexual. En esta, para que se desarrolle un nuevo individuo son necesarios el contacto, unión y fusión de células sexuales. La reproducción sexual es ventajosa frente a la asexual, ya que está íntimamente relacionada con la variabilidad genética.
Los quetognatos son animales hermafroditas. Esto quiere decir que un mismo individuo presenta órganos reproductores masculinos y órganos reproductores femeninos. En este sentido, resulta comprensible creer que estos animales presentan autofecundación. Sin embargo esto no ocurre así, al menos no de forma regular.
Un individuo fecunda a otro. Aunque en algunas ocasiones puede existir la autofecundación.
La reproducción en los quetognatos se caracteriza porque la fecundación es interna, el desarrollo es directo y son ovíparos.
Antes de que ocurra la fecundación, estos individuos exhiben algunos ritos de cortejo que aún no han sido dilucidados completamente por los especialistas.
Para que se dé la fecundación, lo que ocurre es que dos individuos entran en contacto y uno de ellos libera en cualquier parte del tronco del otro individuo un espermatóforo. Este contiene los espermatozoides.
El espermatóforo tiene la capacidad de disolver la capa externa del cuerpo (cutícula) para que así los espermatozoides puedan penetrar el tronco y así llegar a los óvulos para poder fecundarlos.
Posterior a la fecundación, viene la puesta de los huevos. No todas las especies de quetognatos ponen los huevos de la misma manera. Algunos los colocan uno por uno, algunos en grupo y otros en hileras.
Finalmente, cuando ha transcurrido el tiempo adecuado y el individuo se ha desarrollado correctamente, de los huevos emerge un animal que posee las características de un quetognato adulto. De ahí que el desarrollo sea directo, ya que los individuos que eclosionan de los huevos no atraviesan por estadios larvarios.
Estos animales son carnívoros, alimentándose frecuentemente de pequeños animales como algunos invertebrados, tales como los copépodos e incluso algunas medusas.
Los quetognatos son depredadores muy eficientes. En el momento en que percibe alguna presa, instintivamente el animal eyecta su cabeza del capuchón y la asegura con los ganchos que tiene allí para tal fin.
Inmediatamente engulle a la presa, lo cual lo hace prácticamente entera. El alimento entra en la boca y pasa hacia la faringe, donde es sometido a la acción de enzimas digestivas que son secretadas allí.
Posteriormente, en el intestino es donde ocurre mayoritariamente la absorción de los nutrientes procesados. Los desechos producto de la digestión, que no son requeridos por el organismo, son enviados al ano, para ser liberados al exterior.
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