¿Por qué cuando fumo me mareo?
Sentir mareo cuando se fuma por primera vez no es extraño; de hecho es normal tener incluso otros síntomas como las náuseas. Por lo general, los cigarrillos contienen una gran cantidad de sustancias tóxicas que entran rápidamente en nuestro organismo, produciendo diversos efectos nocivos en él.
Los cigarrillos contienen hojas de la planta del tabaco. Ésta se seca y se fermenta antes de colocarse en ellos. Además de otros productos químicos dañinos, el tabaco lleva nicotina, una sustancia que puede provocar una fuerte adicción. Por eso existen tantas personas fumadoras que tienen graves dificultades para dejar este hábito.
Fumar tabaco es una de las principales causas de cáncer de pulmón. Aunque también se ha relacionado con otros problemas de salud como tensión arterial alta, ataques de corazón, enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares.
Razones por la que te mareas cuando fumas
La nicotina
La nicotina está presente de manera natural en la planta del tabaco. Es una sustancia estimulante, es decir, que incrementa la actividad de algunas funciones del organismo.
La nicotina es la responsable de la adicción al tabaco, y es la que provoca la mayoría de los mareos. Cuando se fuma, esta sustancia penetra en el torrente sanguíneo mediante el revestimiento de los pulmones. Tarda en llegar al cerebro entre 7 y 10 segundos.
Una vez que entra en la sangre, la nicotina estimula de inmediato las glándulas suprarrenales. Estas glándulas consisten en dos pequeños órganos situados justo encima de los riñones. Sirven para producir hormonas que mantienen un adecuado funcionamiento del cuerpo. Por ejemplo, median el desarrollo sexual y las respuestas ante el estrés.
Al estimular dichas glándulas, éstas liberan epinefrina (adrenalina). Esta hormona es la misma que segregamos cuando nos preparamos para dar respuestas de lucha o de huida.
Cuando entra en el sistema nervioso central, la adrenalina incrementa la presión sanguínea estrechando los vasos sanguíneos. Además, aumenta la frecuencia respiratoria y cardíaca.
Tal como hacen la cocaína y la heroína, la nicotina también incrementa la liberación de dopamina. Este neurotransmisor estimula los centros del cerebro encargados de la sensación de placer y de recompensa.
Por otro lado, otros productos químicos presentes en el humo del tabaco pueden potenciar aún más los efectos de la nicotina en nuestro cerebro. Uno de ellos parece ser el acetaldehído.
Otro efecto señalado de la nicotina, es que retrasa la liberación de insulina del páncreas. La insulina es una hormona que se encarga de eliminar el exceso de azúcar en la sangre y sirve para mantener equilibrados los niveles de azúcar de nuestro organismo.
Cuando el páncreas falla y no libera suficiente insulina, los niveles de glucosa (azúcar) aumentan en sangre. Ésto es lo que ocurre en algunos tipos de diabetes con consecuencias muy peligrosas para la salud.
Por tanto, las primeras veces que fumas, la nicotina impide que se libere la insulina como debería. Lo que se traduce en una sensación de falta de apetito, náuseas, y por supuesto, mareos.
Los mareos pueden deberse a el aumento rápido de la frecuencia cardíaca y la respiración que provienen de la poca liberación de insulina. Por eso, cuando un fumador deja el tabaco, un importante síntoma de abstinencia es el aumento del apetito.
Esto se debe a la hipoglucemia que sufre el organismo al abandonar el consumo de nicotina cuando ya se ha adaptado a ella. En este caso, la bajada de los niveles de azúcar también produce leves mareos.
Estimulación de los receptores nicotínicos
En nuestro organismo existen receptores de nicotina. Cuando fumamos por primera vez, la nicotina entra en grandes cantidades y se une excesivamente a estos receptores de manera duradera.
Por eso puedes sentir un “petolazo” o “subidón” tras fumar, que conlleva al mareo cuando no se está acostumbrado.
Monóxido de carbono
El humo del tabaco también contiene monóxido de carbono. Esta sustancia, al igual que la nicotina, disminuye los niveles de oxígeno en sangre. Produciendo como consecuencia que nuestro cerebro no reciba oxígeno suficiente.
Ésto es porque las moléculas de monóxido de carbono se unen a la hemoglobina que circula en el interior de los glóbulos rojos. Ya que éstos poseen más afinidad con la hemoglobina que el oxígeno. Por eso, una vez unidos, no se separan con facilidad.
El resultado es una hipoxia o reducción del oxígeno en sangre que conlleva a mareos, cansancio e incluso desmayos.
Estos síntomas dependerán de la cantidad de tabaco que hayamos fumado en un periodo de tiempo concreto y lo acostumbrados que estemos a fumar. A medida que vamos respirando oxígeno de nuevo, el mareo va desapareciendo.
Mientras que, los periodos prolongados de mareo que suelen producirse en la fase del “mono”, se deben principalmente a los efectos de la nicotina en nuestro cerebro.
Efectos en los pulmones
El mareo también proviene de la sobrecarga de humo en nuestros pulmones. Éstos se llenan de carbono y otras partículas que evitan que el oxígeno fluya libremente por los bronquiolos y la sangre.
Finalmente, el humo ocasiona que nos sintamos débiles, asfixiados y mareados. Ya que nuestro cerebro está luchando para conseguir el oxígeno que necesita.
Ésto también ocurre con las cantidades elevadas de nicotina, aunque su vida media es muy corta y estos efectos no permanecen mucho tiempo.
Además, no sólo fumar cigarrillos ocasiona falta de oxígeno. Lo mismo ocurre con otras maneras de fumar como las pipas tradicionales o las de agua (cachimbas o narguiles).
La forma de fumar
En los mareos también influye la forma en la que la persona fume. Ésto significa la cantidad de nicotina que entra en el organismo en cierto periodo de tiempo.
La nicotina se absorbe en la sangre a través de la mucosa de la boca y los pulmones, llegando al cerebro en pocos segundos. Si dan caladas más frecuentes y profundas, la cantidad de nicotina que llega al organismo de golpe es mayor.
¿Cuánto duran los mareos producidos al fumar?
Los síntomas producidos por el envenenamiento con el humo o la nicotina dependen de cada persona, de su uso del tabaco y la sensibilidad de su organismo. En algunos casos, las personas pueden llegar a sufrir náuseas y vomitar.
En general, el mareo suele desaparecer rápidamente según la cantidad de tabaco que se haya fumado. Normalmente desaparece entre unos minutos y unas pocas horas.
¿Qué hacer para eliminar los mareos?
Una vez que estés sufriendo mareos por el consumo de tabaco, lo mejor es permanecer en la misma posición. Si vas a levantarte, hazlo con cuidado y no seas brusco para que tu cuerpo se adapte a los cambios de presión arterial.
Por otro lado, puedes intentar respirar lentamente y de manera profunda para recuperar el oxígeno. Inhala todo el aire que puedas y mantenlo durante 5 segundos. Luego expúlsalo lentamente contando hasta siete.
Pequeños ejercicios leves también pueden mejorar el flujo sanguíneo al cerebro y reducir los mareos leves. Por ejemplo, dar un paseo. Aunque si el mareo es fuerte, lo mejor es permanecer en la misma posición y beber agua poco a poco en abundancia.
Si te fumas y sientes mareos, tu cuerpo está queriendo decirte que esa sustancia le está haciendo daño. Lo mejor es que le hagas caso a tu organismo e interrumpas el consumo de tabaco inmediatamente. Probablemente aún no tengas adicción, y dejarlo será muy sencillo para ti.
Referencias
- Cigarettes and Other Tobacco Products. (s.f.). Recuperado de drugabuse.gov.
- Harms of Cigarette Smoking and Health Benefits of Quitting. (s.f.). Recuperado de cancer.gov.