Botánica

¿Dónde se Originan las Semillas?


Las semillas se originan a partir del óvulo vegetal, generalmente después de la fertilización. Son la primera fase del desarrollo de una nueva planta. Algunas semillas se originan dentro de las flores que dan lugar a los frutos. En otras plantas que no poseen flores, las semillas se encuentran expuestas en las ramas de crecimiento productoras de hojas fértiles.

La semilla es un embrión de planta acompañado por un almacén de alimento, protegido por varias capas de envueltas exteriores. En la fase reproductiva de algunas plantas aparecen las flores. Estas se consideran órganos que poseen la parte fértil de la planta.

Es justo en las flores donde se forman las esporas o gametos. Allí tiene lugar la fecundación que lleva a la formación del embrión. En este último es donde está latente la semilla.

Cuando el fruto madura libera las semillas, estas al caer al suelo, germinan y forman una nueva planta comenzando un nuevo ciclo reproductor. Cada semilla da un fruto que germinando en la tierra puede desarrollar una nueva planta.

Las semillas son caracterizadas por su dureza proveniente de su envoltura. Este revestimiento se forma a partir de cubiertas, llamadas tegumentos, que originalmente rodean al óvulo

Una vez el óvulo madura en una semilla, esa envoltura madura también y se puede convertir en una fina cubierta.

Las semillas se producen en las plantas con flores, llamadas angiospermas, y en las gimnospermas. La semilla está formada por el embrión, la cubierta seminal y el almacén de alimento.

Proceso por el que se originan las semillas

La semilla como unidad reproductiva es compleja. Para entender su formación se debe conocer el ciclo vital de las plantas que tiene lugar en las flores.

Dentro de estas, las estructuras sexuales como los estambres y el ovario hacen el trabajo. Para ello primero debe ocurrir una polinización. Los granos de polen, gametos masculinos, deben viajar por el aire, agua o con ayuda de los insectos hasta los ovarios de las plantas.

Al llegar el polen al pistilo, que es el órgano femenino, este desciende por el estilo hacia el óvulo. Como en los animales, esta unión, conocida como fecundación o fertilización, produce el cigoto.

A partir de ese momento, la flor comienza a perder parte de su estructura, mientras que otra parte se transforma. Este cambio acompaña a la fecundación que termina por convertirse en los frutos que albergan las semillas.

Los frutos y las semillas

Al producto comestible de los frutos se le conoce como fruta, que no es más que la cubierta carnosa que protege a la semilla, llamada mesocarpo.

En la naturaleza existen infinidad de variantes con respecto a la estructura de los frutos y los mecanismos de dispersión de las semillas. Por eso, no todas las flores son iguales.

Por ello la producción en las plantas sin flores tan obvias y vistosas como las más comunes puede parecer complicada. Sin embargo, la adaptación ha permitido multiplicar las formas de reproducción según las condiciones propias.

Las semillas también han sido producto de muchos estudios y a partir de ellos se han permitido controlar su producción en la agricultura.

Referencias

  1. De la cuadra, C. (1992). Germinación, latencia y dormición de las semillas. Recuperado desde mapama.gob.es
  2. Las semillas. Biblioteca digital. Recuperado desde bibliotecadigital.ilce.edu.m
  3. Megías, M.; Molist, P y Pombal, M. (2015) Órganos vegetales SEMILLA.  Recuperado desde mmegias.webs.uvigo.es
  4. Real Jardín Botánico. (2010). Taller de botánica: Los frutos. Recuperado desde rjb.csic.es
  5. Tema 24: Fecundación y embriogénesis. (2013). Morfología de Plantas Vasculares – Facultad de Ciencias Agrarias. Recuperado desde biologia.edu.ar.