Los intentos de colonización del norte de México
Los intentos de colonización del Norte de México fueron los intentos del gobierno mexicano de poblar los territorios del norte -Texas, especialmente- y de defender las fronteras del ataque de los aborígenes americanos desplazados por las fuerzas norteamericanas.
Los antecedentes comienzan en el año 1819, con el Tratado de Adams-Onis que permitía el traslado de ciudadanos españoles hacia diferentes rincones de la entonces colonia española y de la Ley de Colonización del año 1821, en la cual intervinieron varios legistas mexicanos.
Después de la caída del Emperador Agustín I, el congreso adoptó la ley de colonización nacional el 18 de agosto de 1824, ley fundamental para crear la base de los futuros contratos de la colonización en Texas.
Historia de la colonización del norte de México-Texas
Después de la declaración de independencia de México de la corona española, el territorio atravesaba por momentos muy difíciles, debido a que la producción de bienes manufacturados había decaído, las regiones rurales se hallaban en un estado lamentable, las luchas por el poder generaban un clima de desconcierto y los ingresos de hacienda estaban casi quebrados.
El crecimiento de Estados Unidos: repercusiones en Texas
Mientras México decrecía en economía, la economía y el desarrollo de Estados Unidos, independiente ya de la corona inglesa, eran contundentes. Compró a Francia los territorios de Luisiana, y a España los territorios de las Floridas.
Mientras tanto, México tenía la necesidad de impulsar el crecimiento de la población en los estados de Texas, Nuevo México y las Californias, en las que la población no llegaba a los cincuenta mil ciudadanos mexicanos.
Por lo tanto, los primeros colonos en llegar con grandes ventajas fueron ciudadanos norteamericanos.
¿Qué establecía la política de colonización del estado de Texas de 1824?
La política de colonización del Estado de Texas establecía la venta de grandes extensiones de terrenos a precios muy bajos y exentos de impuestos por un período de cinco años a todo extranjero que se transformara en ciudadano mexicano, que hablara el idioma español y que profesara la religión católica.
También se les ofreció a los extranjeros la posibilidad de colonizar territorios a cambio de recibir tierras, medida impulsada por Moses Austin y luego por su hijo, quien llegó a Texas con más de trescientas familias.
Consecuencias de la colonización de Texas de 1824
Con la esperanza de convertirse en propietarios de las tierras deshabitadas de Texas, llegaron muchos colonos norteamericanos y de otras nacionalidades, que aceptaron la ciudadanía mexicana.
A partir de 1827 Estados Unidos comienza a dar muestras de sus intenciones de anexar el estado de Texas a su territorio, apoyado por la mayoría de los colonos, quienes deseaban formar parte del territorio norteamericano.
A pesar de los intentos de detener la llegada, y casi invasión de colonos norteamericanos, en el año 1836 William Travis y David Crockett encabezan una revuelta en San Antonio de Béjar contra el presidente mexicano Antonio López de Santa Anna y finalmente declararon la independencia de Texas.
Desde el año 1836 hasta el 1845 Texas permaneció como un estado independiente, hasta que en el año 1848, mediante el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, que pone fin a la guerra entre Estados Unidos y México, el estado de Texas y parte de los actuales estados de Arizona, California, Nevada, Utah y Nuevo México pasan a formar parte de Estados Unidos.