Trastornos mentales/Psicopatología

Alexitimia: qué es, síntomas, causas, consecuencias, tratamiento


¿Qué es la alexitimia?

La alexitimia se manifiesta en la dificultad de sentir, reconocer y expresar las emociones. Se trata de un problema subclínico; es decir, no se considera un trastorno mental. Sin embargo, puede traer todo tipo de dificultades a quienes lo padecen.

Frecuentemente los alexitímicos también tienen dificultad para entender emociones ajenas, lo que dificulta sus relaciones.

En términos generales, se puede hablar de dos versiones de este problema: alexitimia como estado, y alexitimia como rasgo. La primera es una condición temporal, a menudo causada por un shock o un evento traumático. La segunda es parte de la personalidad del individuo.

Es un problema psicológico relativamente frecuente, afectando aproximadamente al 10% de la población. Normalmente aparece junto a trastornos más graves y a otras dificultades del mismo estilo.

Síntomas de la alexitimia

Incapacidad para entender las propias emociones

El rasgo básico de las personas alexitímicas es una incapacidad más o menos grave para entender sus propios sentimientos. A menudo, confunden sus emociones con simples sensaciones corporales, o no pueden entenderlas más allá de adjetivos simples como “alegría” o “tristeza”.

Esto no quiere decir que los alexitímicos no sientan emociones. Por el contrario, a menudo experimentan sentimientos como la tristeza, la ira o la ansiedad. Sin embargo, no comprenden qué están sintiendo, se sienten sorprendidos por ellas, y no cuentan con recursos para gestionarlas.

Esto les hace sentirse y verse a sí mismos como autómatas. La mayoría de estas personas se sienten desconectadas de sí mismas. Este síntoma básico es, además, del que derivan prácticamente todos los demás.

Escasa vida interior

Suelen ser muy críticos consigo mismos; no suelen plantearse metas ambiciosas, ni se dejan llevar por ensoñaciones ni fantasías. Están desconectados de su vida interior.

Todo esto les lleva a vivir la vida en “piloto automático”: al no reflexionar sobre sus propias conductas ni pensar en lo que quieren, suelen dejarse llevar por los acontecimientos. Esto hace que normalmente no tengan demasiado control sobre lo que les ocurre.

Falta de empatía

No solo son incapaces de reconocer sus propias emociones; también tienen grandes dificultades para entender las ajenas.

Esto suele llevarles a vivir todo tipo de conflictos con las personas de su entorno, que no se sienten entendidas por ellos y suelen acabar frustradas.

Esto tiene que ver con una gran falta de inteligencia emocional. Piensan que los demás tienen que pensar y reaccionar como ellos, por lo que también tienden a ser muy poco tolerantes y a enfadarse fácilmente con otros.

Excesiva practicidad

Se centran extremadamente en el aquí y ahora. No les interesa planificar, pensar en las consecuencias a largo plazo de sus actos, ni quieren reflexionar sobre los aspectos éticos, filosóficos o morales de sus acciones.

Por lo general, su enfoque es muy práctico y racional, lo que normalmente no tendría por qué ser malo; pero en ocasiones llevan esto al extremo y acaban actuando de manera contraproducente para su propio bienestar.

Literalidad

Cuando un alexitímico habla de sus experiencias, se centra en los detalles de lo ocurrido hasta niveles extremos. Para él, lo importante son los hechos; por eso, estos individuos suelen tener problemas para contar historias interesantes o mantener la atención de los demás.

En general, debido a este síntoma, una persona con alexitima será percibida como seria, aburrida o falta de imaginación.

Problemas sexuales

Los alexitímicos suelen sufrir de disfunciones sexuales.

En los hombres, esto puede traducirse en impotencia o eyaculación precoz, y en las mujeres puede aparecer la anorgasmia. Ambos sexos, además, normalmente presentan una libido anormalmente baja.

Conformismo

Como no entienden bien sus propias emociones y deseos, las personas alexitímicas tienden a no plantearse qué es lo que realmente quieren conseguir en su vida.

Por lo tanto, aceptan lo que les ocurre y se conforman con situaciones mediocres que no les hacen realmente felices.

Esto puede traducirse, por ejemplo, en el mantenimiento de relaciones poco saludables, la permanencia en un trabajo que les aburre, o la falta de metas o sueños que les motiven.

Impulsividad

Tienden a reaccionar de manera exagerada a aquello que les ocurre. Esto se traduce en dos comportamientos distintos: la aparición de conductas arriesgadas, y explosiones emocionales repentinas.

El primero de los comportamientos tiene que ver con su tendencia a actuar sin pensar. Por eso, es más probable que lleven a cabo conductas como abuso de sustancias o conducción temeraria que aquellos que no presentan este rasgo.

El segundo comportamiento consiste en la sobrerreacción a algunos estímulos en forma de estallidos emocionales. Ante una situación concreta, tienden a actuar de manera exagerada, mostrando normalmente enfado, tristeza o ansiedad.

Causas

Una de las divisiones más importantes es la que distingue entre aquellas veces en que el problema es innato y las que no.

En el caso de que este rasgo sea algo con lo que nace la persona, estaríamos ante alexitimia primaria; y cuando se trata de algo adquirido, se conoce como alexitimia secundaria. 

Alexitimia primaria

Tiene que ver con causas exclusivamente biológicas, a menudo presentes desde el nacimiento. Pueden existir diversos factores que la provoquen, pero los más importantes son:

– Problemas de transmisión de la información entre el sistema límbico (encargado de nuestras emociones) y el córtex cerebral (relacionado con la razón).

– Dificultades en la comunicación entre los dos hemisferios. El derecho está más implicado en la regulación e identificación de las emociones, mientras que el izquierdo es el que se encarga principalmente del lenguaje.

En los casos en los que la alexitimia primaria aparece desde el nacimiento, tiene que ver con factores innatos y hereditarios que pueden transmitirse de padres a hijos.

Sin embargo, también puede aparecer más tarde en la vida, a causa de enfermedades como la esclerosis múltiple, traumatismos craneales o ictus.

Alexitimia secundaria

El segundo tipo está provocado por factores ambientales ocurridos en algún momento de su vida. Normalmente, estas situaciones se dan en la infancia, pero cualquier experiencia suficientemente extrema durante la vida adulta puede potencialmente hacer aparecer este rasgo.

Lo normal es que la vivencia sea muy traumática, como malos tratos, acoso o una violación. La persona que desarrolla alexitimia secundaria se aleja de manera inconsciente de sus emociones para no sufrir, lo que a largo plazo puede ocasionarle todo tipo de problemas.

Muchas veces, la alexitimia secundaria viene acompañada de ciertos trastornos psicológicos, como el trastorno de estrés postraumático o la depresión.

También puede surgir con ciertos problemas, como anorexia, adicciones (a la comida, al alcohol), o dificultades para gestionar la ira.

Consecuencias

La vida de un alexitímico puede ser muy complicada. Debido a todo lo descrito anteriormente, estos individuos tienden a experimentar muchos problemas en su día a día, que a la larga pueden provocarles mucho sufrimiento. 

Dificultades en las relaciones interpersonales

Quizás el problema más común es que a menudo no entienden a quienes les rodean. Como no son capaces de comprender ni sus emociones ni las ajenas, esto les lleva a tener toda clase de dificultades con sus amigos, familiares y seres queridos.

Cuando alguien cercano a un alexitímico necesita apoyo, normalmente la persona con este rasgo tiende a desdeñar la situación o a sentirse agobiada. Por lo tanto, el otro se sentirá rechazado y se acabará alejando del individuo.

Por otra parte, al no entender sus propias emociones, suelen sentirse incómodos en situaciones en las que tienen que abrirse a otra persona; pero, al mismo tiempo, buscan intimidad.

Esto les lleva a alejarse y acercarse constantemente a otros, formando así un patrón muy tóxico en la mayoría de sus relaciones.

Imposibilidad para alcanzar metas

Normalmente no quieren pensar en el futuro, planificar ni reflexionar sobre lo que les gustaría alcanzar. Por el contrario, prefieren vivir el momento presente sin preocuparse por lo que ocurrirá más adelante.

El problema es que, en muchas ocasiones, esto significa que se dejan arrastrar por las circunstancias. Así, es frecuente ver a alexitímicos en trabajos que les hacen infelices, en matrimonios que no funcionan, con excesivo sobrepeso o con dificultades financieras.

Comportamientos de riesgo

La impulsividad, junto con el malestar que les provoca el reprimir sus emociones y no entenderlas, suelen llevarles a actuar de formas a menudo peligrosas.

Entre otras cosas, acaban llevando a cabo conductas como sexo inseguro e indiscriminado, gastos excesivos que no pueden permitirse, peleas de todo tipo, o conducción temeraria.

En los casos más graves, pueden incluso desarrollar adicciones, por ejemplo, al alcohol, a las drogas o al juego.

Aparición de otros trastornos

Estar desconectados de nuestras propias emociones no es bueno para la salud mental. Por eso, los alexitímicos a menudo se ven afectados por todo tipo de enfermedades psicológicas, además de sus problemas para entender los sentimientos.

Entre los trastornos más frecuentes que aparecen con la alexitimia se encuentran la depresión, la bulimia, las disfunciones sexuales, y casi todas las patologías relacionadas con la ansiedad.

Tratamientos

Debido a que la alexitimia no se considera un trastorno sino un problema subclínico, no existe demasiada investigación sobre cuál es la mejor manera de solucionarla.

Sin embargo, gracias al desarrollo de disciplinas como la inteligencia emocional, hoy en día contamos con varias herramientas que pueden ayudar a quienes la padecen.

Por lo general, lo más importante es comenzar tratando el problema de base: la falta de comprensión de las propias emociones. Para ello, se pueden utilizar técnicas que pongan la atención de la persona en lo que ocurre en su interior; por ejemplo, el uso de diarios emocionales o terapias de grupo.

Una vez que el individuo sea capaz de detectar qué le pasa, es necesario que aprenda a autorregularse. Se le enseñarán diversas herramientas de gestión emocional. Algunas de las más comunes son la relajación, la parada de pensamiento, el debate racional o el mindfulness.

Por último, el terapeuta puede trabajar uno a uno los problemas provocados por la alexitimia. Por ejemplo, si la persona tiene dificultades en sus relaciones con los demás, puede servirle de ayuda aprender sobre asertividad o practicar su empatía.

Referencias

  1. Alexitimia. Recuperado de webconsultas.com.
  2. The loneliness of alexithymia. Recuperado de mentalhelp.net.
  3. Alexithymia. Recuperado de en.wikipedia.org.