Neuropsicología

Tumores cerebrales: tipos, síntomas, causas y tratamientos


Los tumores cerebrales son un tipo de patología que se caracteriza por la formación anormal de tejidos tanto en el encéfalo como en la médula espinal (National Institute of Cancer, 2015). Se trata de una acumulación anormal de células que forman una masa (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

A pesar de que el cuerpo de conocimientos sobre este tipo de neoplasias ha progresado de forma considerable en las últimas décadas y que por tanto la supervivencia de los pacientes se ha incrementado, el pronóstico no ha variado de forma significativa. Por tanto, en su tratamiento se siguen empleando los abordajes tradicionales: cirugía, radioterapia, quimioterapia e introducción de nuevos fármacos (Lafuente-Sánchez, 2002).

Las células son las unidades estructurales y funcionales básicas para los seres humanos. Cuando nuestro organismo funciona de forma coordinada y normalizada, el camino de desarrollo normal es la formación de nuevas células que reemplacen a las viejas o dañadas. Sin embargo, las células también pueden comenzar a crecer de forma anormal, formando un tumor (Johns Hopkins Medicine, 2016).

Este desarrollo descontrolado de células se debe a una mutación o lesión de los genes encargados de la regulación del crecimiento y muerte celular (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

Cuando los mecanismos reguladores genéticos no funcionan de forma óptima, las células pueden comenzar a crecer y a dividirse de forma descontrolada y por tanto, formar tumores en cualquier zona corporal (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

Estas masas o tumores van a causar daño a nivel neurológico, tanto por la presión que pueden ejercer sobre otras estructuras cerebrales y medulares como por la propagación de este a través de las diferentes áreas (Johns Hopkins Medicine, 2016).

Índice del artículo

¿Todos los tumores cerebrales y medulares van a causar daños neurológicos?

En general, todos los tumores independientemente del lugar donde se ubiquen se pueden clasificar en benignos o malignos (Johns Hopkins Medicine, 2016):

Tumor benigno

Se trata de una masa celular de tipo no cancerosa que crece de forma lenta y localizada, no se expanden hacia otras áreas. Las células que forman este tumor son similares a las no-patológicas y se suelen extirpar de forma quirúrgica sin que vuelva a reaparecer. 

Puede dañar y comprimir áreas encefálicas; cuando se localizan en zonas vitales pueden ser potencialmente mortales Johns Hopkins Medicine, 2016).

Tumor maligno

Se trata de una masa compuesta por células cancerosas, suelen crecer de forma más rápida y global y se expanden hacia otras áreas. Además del empleo de la cirugía es frecuente la quimioterapia y la radioterapia para su tratamiento. En general, los tumores malignos amenazan gravemente la vida de la persona que lo padece Johns Hopkins Medicine, 2016).

Al margen de que se trata de un tumor benigno o maligno, todas las masas que crezcan en el tejido cerebral o lo invadan son potencialmente capaces de dañar las distintas funciones neurológicas.

Aunque algunos de los tumores cerebrales pueden expandirse a otras áreas del cuerpo, la mayoría de ellos tienen a propagarse entre el tejido neural, tanto los tumores malignos como benignos (Johns Hopkins Medicine, 2016).

Consecuencias a nivel cerebral y medular

Dependiendo del tipo, los tumores pueden causar diferentes eventos a nivel cerebral y medular (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016):

  • Dañar o destruir células sanas.
  • Dañar o perturbar la función de las células sanas.
  • Puede desplazar o presionar el tejido circundante.
  • Pueden bloquear el flujo sanguíneo causando inflamación, obstrucción, hipoxias, entre otros.
  • Puede bloquear el flujo de información neural dañando vías de entrada o salida estimular.

Aunque lo más frecuente es la aparición de una amplia sintomatología, también se han documentado casos en los que la presencia de un tumor cerebral o medular es asintomática.

Tipos de tumores cerebrales y espinales

Los reportes clínicos y experimentales han identificado más de 120 tipos de tumores cerebrales y medulares. Todos estos tipos pueden clasificarse por el lugar de origen y expresión, por el tipo de células que los origina y/o por la ubicación concreta en la que se encuentran (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

-En función del origen y expansión

Normalmente en la literatura científica en función del origen y expansión de este tipo de tumores, se habla de tumores primarios o metastásicos:

Tumor primario

Las células comienzan a crecer de forma localizada en el sistema nervioso central. Pueden ser benignos o malignos y se dan preferentemente en adultos (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016). Los más prevalentes son los meningiomas y los gliomas (Johns Hopkins Medicine, 2016).

Tumor metastásico

El tumor primario de tipo canceroso o maligno se genera en otra parte del cuerpo y se expande hacia regiones del sistema nervioso central (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

Aproximádamente el 50% de los tumores metastásicos encefálicos y medulares son producto del cáncer del pulmón, aunque también pueden derivarse en melanomas, cáncer de mama, cáncer de riñón y cáncer de nasofaringe (National Institute of Cancer, 2015).

-En función del tipo de célula originaria

En función del tipo de célula originaria o la parte del cerebro o la médula donde se localiza, algunos de los tipos más prevalentes tanto e niños como en adultos son (National Institute of Neurological Disorders, 2016):

Gliomas

Los tumores derivan de las células gliales (células que apoyan las diferentes funciones neuronales). Suelen presentarse en los hemisferios cerebrales y en otras áreas como el nervio óptico, el tallo cerebral o en el cerebelo. Podemos realizar una clasificación de los gliomas en función de qué tipo de célula glial se encuentre afectada:

  • Atrocitomas: se desarrollan a partir de los astrocitos. Son la causa de aproximadamente el 50% de los tumores del sistema nervioso central. Las formas más comunes son: astrocitoma anaplásico, astrocitopa policítico, glioblastoma multiforme.
  • Ependimomas: se desarrollan a partir de las células que revisten los acueductos y cavidades cerebrales y el canal espinal, donde se produce y almacena el líquido cefalorraquídeo. Suele ser de tipo benigno.

-Otros

Otros tumores que pueden aparecer incluyen:

Cordomas

Se desarrolla en la columna vertebral, suelen ser de tipo congénito y pueden invadir tanto el canal espinal como el cerebro.

Papilomas del plexo coroideo

Afectan esencialmente a la producción del líquido cefalorraquídeo aumentado su producción o bloqueando el flujo normal.

Carniofaringiomas

Suelen crecer en la base encefálica, en regiones próximas a la glándula pituitaria, nervio óptico y tejido circundante. Suelen ser de tipo congénito.

Tumores neuroepiteliales desembrioplásmaticos

Se suelen desarrollar en la mitad superior cerebro. Aunque generalmente son beningos, causan un número importante de episodios convulsivos.

Tumores de células germinales

Se desarrollan a partir de células que no migran durante el desarrollo del sistema nervioso central para diferenciarse en un órgano específico. Generalmente se van a formar en el interior del encéfalo, cerca de la glándula pineal y pueden expandirse hacia otras áreas encefálicas y medulares. Dependiendo del tipo de célula germinal que lo origina podemos encontrar teratomas, carcinomas embriónicos y germinomas.

Meningiomas

Se desarrollan en las membranas que protegen el cerebro y la médula espinal, las meninges. Generalmente son benignos y no suelen invadir los tejidos adyacentes.

Tumores neuroectodérmicos primitivos

Suelen desarrollarse a partir de células primitivas o inmaduras que están presenten durante el desarrollo del sistema nervioso. Puede expandirse por todo el cerebro y la médula espinal de forma irregular. Existen dos tipos muy comunes:

  • Méduloblastomas: se presentan en más del 25% de los tumores cerebrales infantiles. Normalmente se generan en el cerebro y pueden diseminarse a lo largo de toda la medula espinal.
  • Neuroblastomas: suelen desarrollarse por encima de las glándulas suprarrenales, pero se pueden localizar en otras áreas cerebrales y medulares.

Tumores vasculares

Se desarrollan en los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y la médula espinal.

Síntomas

Como hemos visto existen una amplia variedad de tumores, por lo tanto los síntomas van a variar en función de la localización del tumor. Además, el tamaño y el ritmo de crecimiento también va a determinar el curso clínico de la sintomatología (Johns Hopkins Medicine, 2016).

Algunos de los síntomas más comunes que pueden aparecer son ( Johns Hopkins Medicine, 2016):

  • Cefaleas o dolor de cabeza.
  • Episodios de convulsiones.
  • Dificultad para concentrarse o hablar.
  • Cambios en la personalidad.
  • Cambios comportamentales.
  • Debilidad o parálisis de una parte concreta del cuerpo o de un lado completo.
  • Pérdida de audición.
  • Pérdida de visión
  • Confusión y desorientación.
  • Olvidos y pérdida de memoria.

A menudo estos síntomas aparecen clasificados dependiendo de si el origen se encuentra en un tumor encefálico o medular (National Institute of Cancer, 2015):

  • Sintomas de los tumores cerebrales: dolor de cabeza matutino que se alivia al vomitar; crisis convulsivas; problemas o dificultades de visión, audición o habla; pérdida de apetito; náuseas y vómitos recurrentes; cambios en la personalidad, el estado de ánimo, conducta o capacidad de concentración; pérdida de equilibrio o dificultades para caminar; debilidad y somnolencia exagerada (National Institute of Cancer, 2015).
  • Síntomas de los tumores medulares: dolor en la espalda que se expande hacia las extremidades; cambio en los hábitos intestinales o dificultad para miccionar; debilidad y entumecimiento de piernas y brazos; dificultad para caminar (National Institute of Cancer, 2015).

Causas

La investigación clínica actual aún no conoce las causas del desarrollo de los tumores cerebrales y espinales primarios. Algunas de las causas que se están investigado son: virus, mutaciones genéticas, exposición a productos químicos o materiales peligrosos y los trastornos del sistema inmunológico (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

Por otro lado, se conoce que el consumo de alcohol y tabaco o diferentes hábitos dietéticos poco saludables están asociados a algunos tipos de cáncer, pero ninguno de ellos se ha relacionado con la presencia de tumores primarios en el sistema nervioso central (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

Existe un número reducido de pacientes en los que se han identificado algunas causas genéticas específicas: neurofibromatosis y esclerosis tuberosa (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

¿Quiénes padecen tumores cerebrales o medulares?

Las estimaciones estadísticas calcula que pueden existir más de 359.000 personas en EE.UU que conviven con un diagnóstico de tumor en el SNC. Además, cada año se diagnostica más de 195.000 nuevos casos (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016)

En general son más comunes los tumores cerebrales que los espinales. Se pueden presentar a cualquier edad; sin embargo, son más comunes en los adultos de mediana edad y jóvenes (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016)

A pesar de esto, al año se diagnostican aproximadamente más de 3.200 tumores del sistema nervioso central en niños (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

Factores de riesgo de tumores en el sistema nervioso central

Algunos estudios han mostrado que existen algunas condiciones que pueden aumentar el riesgo de padecer este tipo de tumores (Cancer Support Communnity, 2016):

  • Exposición a cloruro de vinilo.
  • Radiación.
  • Infección por el virus de Epsein-Barr.
  • VIH-positivo.
  • Trasplante de órganos.
  • Linfoma primario SNC.

Además, también se han identificado algunos factores genéticos (Cancer Support Communnity, 2016):

  • Neurofibromatosis de tipo 1 o 2.
  • Hippel-Lindau.
  • Esclerosis tuberosa.
  • Síndrome de Li-Fraumeni.
  • Síndrome de Turcot tipo 1 y tipo 2.
  • Síndrome de Klinefelter.
  • Síndrome de carcinoma basocelular.

Tratamientos

Los tratamientos de los tumores del sistema nervioso central van a depender de varios factores: tamaño, localización, síntomas, salud general y preferencias de tratamiento. Algunos de los tratamientos más empleados son:

  • Cirugía.
  • Radioterapia.
  • Quimioterapia.

En algunos pacientes es posible el empleo combinado de estas terapias, mientras que en otros el empleo exclusivo de uno de ellos es beneficioso.

Referencias

  1. ACS. (2016). Brain and Spinal Cord tumors in Adults. Obtenido de American Cancer Society: cancer.org
  2. CSC. (2016). Brain and Spinal Cord Tumors. Obtenido de Cancer Support Community:
    cancersupportcommunity.org
  3. NHI. (2016). Adult Central Nervous System Tumors Treatment. Obtenido de National Cancer Institute: cancer.gov
  4. The Jhons Hopkins University. (2016). About Brain Tumors. Obtenido de Jhons Hopkins Medicine: hopkinsmedicine.org