¿Qué es la igualdad política?
La igualdad política es una de las premisas fundamentales para el desarrollo del régimen democrático, en el cual se vinculan la participación ciudadana y las instituciones que garantizan los derechos de los ciudadanos.
La igualdad política asegura la libertad de participar, elegir y exigir el cumplimiento de leyes y preceptos para la convivencia de una sociedad en armonía.
Se puede hablar de igualdad política en dos dimensiones: formal -los ciudadanos tienen los mismos derechos a participar de la vida política de una nación- y sustantiva -los ciudadanos deben tener las mismas oportunidades para ejercer esos derechos-.
Diferencias entre la igualdad política formal y la igualdad política sustantiva
Igualdad política formal
La igualdad política formal garantiza que todos los ciudadanos tengan acceso a los mismos derechos políticos, es decir, que todos y cada uno de ellos puedan votar, presentarse como candidato a determinado cargo, manifestar sus opiniones sin reservas ni censuras, exigir responsabilidad a sus representantes y a organizarse en partidos políticos.
Al mismo tiempo, las instituciones reconocen a cada uno de los ciudadanos el acceso y ejercicio de esos derechos en partes iguales a cada uno.
Igualdad política sustantiva
La igualdad política sustantiva se contempla cuando en el campo de la práctica política, y por consiguiente, social y económica, todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades para acceder a estos derechos.
Principios en los cuales se basa el concepto de igualdad política
El concepto de libre albedrío es uno de los pilares fundamentales para asegurar la igualdad política de los ciudadanos. Los hombres poseen, además, derechos esenciales que se relacionan con el concepto de propiedad: derecho a la propiedad de bienes materiales, derecho a la propiedad de la vida y derecho a la propiedad de la libertad.
Los reclamos por la igualdad política de todos los ciudadanos son una consecuencia directa de la evolución de las sociedades, ya que a medida que los derechos políticos no respondían a las necesidades de la ciudadanía, la discusión se trasladó a las esferas social y económica.
La igualdad política ya no quedaba relegada a una inspiración divina, como en la Edad Media, sino que nacía del consenso de los derechos y obligaciones de cada individuo, concepto que nació en los grandes pensadores de la Ilustración.
El desafío de las sociedades modernas consiste en poder conciliar las dos dimensiones de la igualdad política -la formal y la sustantiva- para lograr un estado democrático ideal.
Bases para la constitución de la igualdad política en las sociedades modernas
Las cuatro premisas fundamentales para lograr la igualdad política son:
-Las personas nacen como iguales ante la ley.
-Todos los seres humanos tienen un sentido de lo que es correcto y justo y son igualmente valiosos.
-Todos los seres humanos tienen las mismas oportunidades para el ejercicio de sus derechos ante la ley.
-Los talentos y la posición económica en la que cada ciudadano nace, son una oportunidad circunstancial en la vida de esa persona, que siempre tendrá derechos para adquirir mejoras en su posición socioeconómica.
Referencias
- Valverde, facundo, “Es realmente valiosa la igualda política”, 2015. Recuperado el 24 de diciembre de 2017 de .scielo.org
- Biglieri, P., (2004), “Sociedad civil, ciudadanía y representación: el debate de los clásicos de la modernidad”. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. México: año XLVII, núm. 191, mayo-agosto de 2004. Recuperado el 24 de diciembre de history.com
- Anderson, E. (1999), “What is the Point of Equality?, Ethics, vol. 109, pp. 287-337 . Recuperado el 24 de diciembre de 2017 de history.com