Preguntas retóricas: qué son, ejemplos y usos
Una pregunta retórica es la que se realiza sin la intención de obtener una respuesta, el emisor simplemente la hace para precisar su propia percepción sobre una situación determinada. La formulación de estas preguntas busca generar reflexión en el receptor para que cambie su pensamiento o conducta.
Para ampliar lo explicado anteriormente, es necesario destacar que una interrogante retórica no siempre va dirigida a alguien en particular. Esto significa que quien hace la pregunta solo quiere manifestar con más intensidad algún tipo de sentimiento o emoción. Un ejemplo de lo descrito es: “¿En dónde está mi entusiasmo por la vida?”.
Por otro lado, este tipo de interrogante también es usada en una conversación cotidiana, en conferencias, discursos o en argumentos para convencer. Igualmente, una pregunta retórica recibe el nombre de erotema. El vocablo erotema se origina del latín erotêma y de la palabra griega erôtêma. Los términos anteriores, se traducen al español como “preguntar”.
Índice del artículo
- 1 ¿Qué son las preguntas retóricas?
- 2 Características de las preguntas retóricas
- 3 ¿Cómo funciona?
- 4 Ejemplos de preguntas retóricas
- 5 Usos
- 6 Temas de interés
- 7 Referencias
Las preguntas retóricas se pueden definir como aquellas que se formulan sin ánimo de generar un diálogo o contestación, sino para invitar al oyente a vincularse con el mismo pensamiento del emisor. De otro modo, estas interrogantes pueden aportar sarcasmo o crítica a la idea que se transmite.
Ahora bien, cuando se realizan preguntas retóricas es necesario que quien las escucha tenga claro que no tiene que responder, eso facilita la comunicación.
Puede suceder que al hacer una pregunta retórica se obtenga una respuesta. Este caso ocurre cuando una persona desconoce la intención de la pregunta o no está familiarizada con un idioma.
Por lo general las preguntas retóricas no se responden porque la contestación está incluida dentro de ellas. De allí parte el hecho de que una conversación no se produzca con las características propias de un diálogo donde se formulan interrogantes abiertas, es decir, que sí requieren ser contestadas.
– Una pregunta retórica no necesita una respuesta.
– No va dirigida a un receptor determinado.
– El emisor puede hacerse una pregunta retórica a sí mismo.
– Una pregunta retórica puede darse en cualquier contexto, ya sea cotidiano, literario o académico.
– Las preguntas retóricas son aplicadas en las áreas de la publicidad, la política, los discursos, en los textos y en la vida cotidiana.
– El entendimiento y la comprensión de una pregunta retórica dependen de la intención con que se haga.
– La pregunta retórica busca consolidar el pensamiento y las ideas de quien la realiza.
– Con una pregunta retórica se persigue modificar el comportamiento del receptor.
– En la literatura, la pregunta retórica es usada por los autores para profundizar en alguna idea o sentimiento.
– Una de las finalidades de la pregunta retórica es convencer o persuadir en relación a una situación.
Una pregunta retórica funciona aparentando un diálogo, pero en realidad da por sentado que quien la escucha está de acuerdo con el significado que guarda la interrogante. Del mismo modo sucede si una persona se plantea una pregunta retórica a sí mismo, solo busca llegar a un estado de reflexión que le permita cambiar algún pensamiento o actitud.
Por otro lado, la función de una interrogante retórica se extiende hacia el plano de expresiones habituales que quieren tapar algún tipo de señalamiento o crítica. Lo anterior es muy frecuente en la relación que se da entre padres e hijos o entre maestros y alumnos cuando hay un comportamiento inadecuado.
A la idea del párrafo anterior se suma la característica de sarcasmo o ironía que puede presentar esta forma de pregunta. La intención está en cubrir el tono hiriente o dañino de cómo se hace la interrogación. En cualquier caso que se use una pregunta retórica su finalidad estará orientada a ser concluyente, determinada y convincente.
– ¿Julián, no te parece que esos zapatos están muy caros?
– ¿Cuántas veces te tengo que decir que no quiero verte?
– ¿Hasta cuándo este tormento en mi vida?
– ¿Tengo cara de payaso?
– ¿Dónde se ha visto semejante disparate?
– ¿Hasta cuándo voy a esperar que ordenes tu habitación?
– ¿Cuántas veces tengo que decirte que no tengo hambre?
– ¿Acaso me estoy volviendo loco?
– ¿Por qué la indiferencia ante el sufrimiento de los niños?
– ¿Será que me corto un dedo para que me prestes atención?
– ¿Cuántas veces te he ayudado cuando me pides un favor?
– ¿Quién puede querer a una persona tan mala en su vida?
– ¿A quién sino a ti iba a llamar?
– ¿Cuándo el pueblo podrá olvidar el daño que le hicieron sus gobernantes?
– ¿Quién va a querer lavar con este detergente de baja calidad?
– ¿Mario está loco o se le aflojó un tornillo?
– ¿Por qué todo lo malo me sucede a mí?
– ¿Dónde están los que decían que la revolución iba a mejorar la situación del país?
– ¿Cómo no vas a apoyar a ese candidato si gracias a él tienes trabajo?
– ¿Para qué aumentan el salario si igual no alcanza para nada?
– ¿Cómo pretende el gobernador que se arreglen las calles del municipio si el presupuesto que manda no es suficiente?
– ¿Puedes creer qué después que comimos se fue sin pagar?
– ¿Cuántos años pasarán para que me devuelvas el libro que te presté?
– ¿Cuántas veces tengo que mandarte a quitar los zapatos de la escalera?
– ¿Qué mujer no soñaría con tener un hombre como yo?
– ¿Hasta cuándo les voy a decir que hagan silencio?
– ¿Quién va a leer ese documento tan mal redactado?
– ¿No piensas acabar con esta guerra?
– ¿Tú sabes cuánto tiempo esperé para salir con ella?
– ¿Quién sino tú para cuidar a mis gallinas?
– ¿Quieres que piense que nuestros padres son tontos?
– ¿Por qué ese fuerte y sofocante deseo?
– ¿Cuántas noches más tengo que desvelarme por tus llegadas tardes?
– ¿Cuándo será el día que no me dejes sola en la casa?
– ¿Acaso debo esperar toda una vida para que cambies?
– ¿Cuántos litros más de agua vas a gastar bañándote?
– ¿Quieres que te quite el celular?
– ¿Hasta cuándo vas a seguir con el mismo tema?
– ¿No entiendes o es que hablo en chino?
– ¿Cómo que en Caracas no hay electricidad desde hace tres días?
– ¿Cuántas veces tengo que decirte que te vayas?
– ¿Cuándo se habrá visto una cosa igual?
– ¿Tengo monos en la cara?
– Pies, ¿para qué os quiero?
– ¿Estás loco?
– ¿Cuándo te olvidaré?
– ¿Cuándo terminará este calvario?
– ¿Por qué todas las desgracias me ocurren a mí?
– ¿Qué me ocurre hoy?
– ¿Por qué vuelvo a cometer el mismo error?
– ¿Dónde se ha visto cosa igual?
– ¿Por qué este inquieto y abrasador deseo? –José de Espronceda
– ¿Ya olvidaste la canción
que decía penas hondas?
De un violín el grato son
se oía bajo las frondas.
Suspendida del alar
lucía mata de flores.
¿Ya olvidaste aquel cantar,
cantar de viejos amores?
Ismael Enrique Arciniegas
– En libertad anda la muerte
a pesar de la primavera.
¿En dónde la verde alegría
si un mal viento la torna negra?
¿Será la muerte necesaria
para implantar la primavera?
Rafael Alberti (s. XX)
– Si me encierro es porque lloro
lo que vivo por dentro.
El querer no es suficiente
ante tanto tormento.
¿Quién me puede sacar
de este mi cruel momento
que apenas me puedo parar
por tener el cuerpo muerto?
Claudia Prado
– ¿Hay zarzas florecidas
entre las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?
¿tienen ya ruiseñores las riberas?
Antonio Machado
– ¿Cómo vive esa rosa que has prendido
junto a tu corazón?
Nunca hasta ahora contemplé en la tierra
sobre el volcán la flor.
Gustavo Adolfo Bécquer
La mayor utilidad que tiene la pregunta retórica, es enfatizar una idea. No solo se utilizan en debates, también son un recurso en conversaciones cotidianas, donde se intentan maquillar comentarios hirientes y se utilizan como forma de ironía. Es un ejercicio para evitar decir lo que se está pensando.
Las preguntas retóricas son una minoría en el uso del lenguaje en contraposición a las preguntas abiertas, que sí esperan respuesta. Tienen que utilizarse de manera que el interpelado comprenda que se le está haciendo un desafío de pensamiento, más que invitándolo a elaborar una respuesta.
También se utilizan en situaciones en los que existe una autoridad y un subordinado, como puede ser en situaciones entre una maestra y un alumno, una madre y un hijo, etc.
Cabe destacar que es normal su uso incluso en primera persona, planteándose cuestionamientos a uno mismo (¿qué me ocurre hoy?).
Las preguntas retóricas también se encuentran en el habla literaria, especialmente en la poesía. La diferencia del uso de las preguntas retóricas cotidianas frente al uso de las mismas en la poesía, es que en la poesía pueden contener varias ideas entretejidas o que susciten más interrogantes, o incluso que establezcan un punto de partida a la introspección.
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