Motivación para estudiar: qué es y cómo construirla
¿Qué es la motivación para estudiar?
La motivación para estudiar es ese impulso que nos mueve al aprendizaje y al estudio. Son las ganas y los motivos por los cuales nos aplicamos en la escuela, la universidad o en el trabajo para aprender cosas nuevas.
¿No encuentras tu motivación para estudiar? Puede que estés cansado de leer las mismas materias, que no te interesen las asignaturas o que te resulten extremadamente aburridas. Pero tranquilízate, puedes aumentar tus ganas de estudiar, comenzar a sacar mejores calificaciones, y lo que es más importante: disfrutar estudiando.
En este artículo te explicaremos cómo motivarte a estudiar, intentar disfrutar del estudio e incluso algunos hábitos que te ayudarán a tener mejores calificaciones. Es algo que no se suele enseñar en colegios, institutos o universidades, pero de hecho saber motivarse a uno mismo es esencial para tener buenos resultados.
Aprender a tener más ganas de estudiar es importante para alcanzar tus metas académicas a lo largo de tus años de estudio porque:
- Te concentrarás más fácilmente.
- Estudiarás de forma más constante.
- Evitarás tentaciones.
- Persistirás a pesar de una posible suspensión.
Claves para que estés motivado/a
Entender cuáles son las claves de la motivación te ayudará a tener más ganas de estudiar y a encontrar los motivos para hacerlo. Según Daniel H. Pink, en su libro La sorprendente verdad sobre lo que nos motiva, las personas están motivadas cuando tienen:
- Autonomía: a las personas les motiva no estar controladas, tener libertad para elegir cómo hacer su trabajo.
- Dominio: a las personas les motiva dominar habilidades o materias. Tu nivel de aptitud en lo que estás aprendiendo va ascendiendo con la práctica. Casi siempre dominar una materia o una habilidad requiere esfuerzo. Por otra parte, nunca se llega al dominio completo de una habilidad o materia, aunque cuanto más se entrena, más cercano está.
- Finalidad: a las personas les motiva trabajar y dedicar tiempo a algo que tiene una finalidad. Por ejemplo, estudiar bien para exámenes de medicina tiene la finalidad de tratar mejor a pacientes o salvar más vidas.
Algunas formas de aumentar tu motivación para estudiar
1. Toma descansos
Para de estudiar cuando observes cualquier signo de fatiga o cansancio. No pares cuando tus energías estén al mínimo porque de esa manera lograrás tomar aversión al estudio. Lo ideal es descansar cada 50-60 minutos.
Si tomas un descanso cuando tu nivel de energía es alto, tras 10 minutos volverás al estudio descansado y aún con más energía.
2. Piensa en los objetivos a largo plazo
Pensar que si apruebas un examen podrás accedes a un puesto de trabajo o sacarte la carrera que deseas, hará que te motives y que encuentres una razón para realizar todo ese esfuerzo.
Escribe en un post-it los beneficios del esfuerzo y recuérdalos cuando tu motivación decaiga. Por ejemplo:
- Este conocimiento me servirá para el resto de mi vida.
- Me ayudará a conseguir aprobar mi carrera y acceder a un buen trabajo.
- Cuando termine no lo tendré que volver a estudiar.
Además, escribir tus objetivos en un papel será importante para motivarte y recordar los logros que tienes que ir consiguiendo para cumplirlos.
3. Cambia de perspectiva
Aunque algunas materias son aburridas, puedes tratar de cambiar de perspectiva y percibir el contenido que estudias como interesante. Si sientes un interés real en ello te será mucho más sencillo adquirir el conocimiento y profundizar en su estudio.
Recuerda también que no todo el mundo tiene la oportunidad de estudiar.
4. Usa recompensas
Si has estado toda una tarde estudiando y sientes que has rendido, date a ti mismo una recompensa: una comida que te guste, ver una película, practicar algún deporte…
Si tienes en mente que al final del esfuerzo obtendrás algo placentero, estudiarás con más ganas, energía y motivación.
Para recompensarte a ti mismo:
- Establece un objetivo (por ejemplo, estudiar el tema 8) y su recompensa si lo consigues (ver una película).
- Los logros más complicados y que requieren más esfuerzo deben tener recompensas mayores. Asimismo, los esfuerzos pequeños deben tener recompensas menores.
- Si no te esfuerzas, no te recompenses.
- Usa también recompensas con autoafirmaciones: “lo estás haciendo muy bien”, “eres el mejor”, “sigue así y sacarás buenas calificaciones”.
5. Planifica la sesión de estudio
Si comienzas a estudiar y no sabes a dónde quieres llegar estarás perdido y desperdiciando el tiempo. Planifica el temario que quieres estudiar y trata de ponerte un límite adecuado en el que terminarlo. Recuerda la ley de Parkinson y trata de hacer menos cosas en menos tiempo.
¿Cómo planificar?
- Haz una lista de tareas a terminar y pon un límite a cada una.
- Ordena la lista de las tareas de más a menos importantes.
- A medida que vayas terminando cada tarea, ve tachándolas en la lista.
6. Ve a una biblioteca
Si te sientes enclaustrado en tu casa, acude a una biblioteca donde podrás ver que mucha más gente está estudiando igual que tú. Si acudes con amigos, mejor estudia en mesas diferentes para no distraerte y toma los descansos de forma conjunta.
7. Evita distracciones
Con las distracciones solo perderás el tiempo y verás cómo han pasado las horas sin avanzar en el temario, lo que contribuirá a que disminuya tu motivación.
Sobre todo, apaga el móvil o colócalo fuera de la vista para no estar constantemente comprobando si te han mandado un mensaje.
8. Haz primero lo más difícil
Debido a que cuando comenzamos una tarea tenemos más energía, será mejor si la invertimos en las tareas más difíciles. Además, de esta manera no estarás preocupado durante el día en que tienes que terminar algo complicado.
9. Escucha música
La música es una buena forma de motivarte, concentrarte o evitar distracciones. Siempre y cuando la misma música no te distraiga. Por tanto, deberá ser música clásica o bandas sonoras, principalmente.
10. Acepta el estrés
Una de las cosas que peor efecto tiene tanto en el estudio como en los exámenes es el exceso de estrés. Algo de estrés es positivo porque te activará para estudiar, pero demasiado solo logrará síntomas fisiológicos, que gastes demasiada energía y te desconcentres.
Simplemente, piensa que los exámenes y el estudio son una parte más de la vida y que esta no se acabará si suspendes un simple examen. Si te esfuerzas lo suficiente y perseveras, aprobarás y recibirás las recompensas que deseabas.
11. Hazlo poco a poco
Esto está relacionado con planificar. No estudies de golpe 10 horas en un día. Te frustrarás y desarrollarás asco al estudio.
En su lugar, estudia un poco todos los días. 2-3 horas para no saturarte y desmotivarte. Además, si estudias con tiempo, en lugar de solo el día antes, harás que los conocimientos que adquieres se asienten en tu memoria a largo plazo.