Cultura general

Cómo comparar calidad y precio (explicación con ejemplos)


Comparar calidad y precio cuando se va a adquirir un bien o servicio, es una buena práctica, ya que de esta forma se puede establecer si lo que se desea comprar vale realmente lo que dice. Por medio de esto, se podrá satisfacer una necesidad puntual con un costo razonable.

Para poder determinar si un producto o servicio tiene buena calidad y su precio es justo y razonable, se deben tener en cuenta distintas características sobre lo que se comprará. Sin embargo, para cada persona, estas condiciones son diferentes, toda vez que cada uno tiene necesidades y opiniones distintas.

Por otra parte, es importante siempre establecer la relación calidad/precio sobre algo que vaya a adquirirse, ya que se debe buscar obtener el mejor beneficio posible dentro del alcance económico de cada persona.

Igualmente, puede decirse que el precio es subjetivo y relativo a cada persona, pues para unos algo puede ser muy costoso, mientras que para otros no. En otras palabras, tanto la calidad, como el precio dependen de las necesidades y puntos de vista de cada individuo.

Lo más importante es comprender que calidad y precio son distintos. El precio es la cantidad numérica que se paga y la calidad es lo que obtienes por ello. Por ejemplo, puedes pagar un precio alto ($ 100.000) por una casa y obtienes una calidad alta. Al contrario, si pagas un precio bajo ($ 10.000), es posible que obtengas una calidad baja de materiales, instalaciones, localización, etc.

¿Cómo comparar calidad y precio?

Actualmente, hay distintas formas y elementos que pueden ayudar a que todo individuo compare el costo/beneficio de un bien o servicio.

Una de las herramientas más utilizadas para esto, es el internet, apoyado en todo lo que las redes sociales presentan. Así, cualquier persona sin importar su ubicación, puede ver distintos productos o servicios que necesite y establecer si tanto su precio como su calidad le benefician.

Ejemplos para comparar calidad y precio

Para entender aún más cómo se logra establecer si un producto es de buena calidad y su precio es razonable, se pueden analizar los siguientes ejemplos:

Televisor

Al momento de querer adquirir un televisor, las personas deben analizar si quieren que sea un Smart TV, con alta resolución, pantalla curva de gran tamaño o simplemente quieren uno con características más sencillas. Teniendo esto claro, se puede establecer entonces si su precio es justo dependiendo de las especificaciones técnicas que se requieran.

Celular

En caso de querer un celular que pueda conectarse a internet y acceder a todas las redes sociales, reproducir juegos de alta definición o que sea resistente al agua y a caídas, las personas deben establecer si consideran justo su precio y compararlo con otro celular que tenga características más simples.

Automóvil

Dentro de la gran gama de vehículos que existen, se deben revisar  diversas condiciones como. Por ejemplo, la seguridad que ofrece, la potencia del motor, su tracción, materiales de fabricación, entre otras cosas que lo hacen de mayor o menor calidad, y por ende su precio varía de más a menos según las características.

Lavadora

El precio para este tipo de elementos puede depender de si es una lavadora de gran capacidad, con conexión a internet o con secado de ropa integrado, lo que la haría más costosa que una con especificaciones más sencillas.

La persona debe comprobar qué satisface más su necesidad y determinar si paga un mayor o menor valor.

Laptop

Al igual que con todos los elementos tecnológicos, es importante que se establezca si se requiere un equipo con gran potencia y capacidad o simplemente un computador para tareas sencillas. De esta forma el consumidor podrá comparar precios y saber que requiere para sus necesidades.