Botánica

Cáliz: qué es, características, partes, funciones


¿Qué es el cáliz?

El cáliz es una estructura floral compuesta por hojas modificadas llamadas sépalos, ubicada en la parte más externa de la flor. Los sépalos son elementos estériles y generalmente poseen una tonalidad verde y herbácea.

Comparados con las demás partes florales, los sépalos son los elementos más parecidos a las hojas normales de la planta.

La función principal del cáliz es proteger al capullo en desarrollo de cualquier lesión o daño físico, además de prevenir la desecación de los delicados tejidos.

En algunas especies, el cáliz puede participar en la atracción del polinizador o en la dispersión de las semillas, convirtiéndose de esta forma en una estructura multifuncional.

La duración del cáliz con respecto al resto de los órganos que conforman la flor es variable. Los sépalos pueden desaparecer cuando ocurre la apertura floral, desprenderse en un evento posterior a la fecundación o permanecer tras la fecundación y aparecer en el fruto.

Este fenómeno es típico de las flores con ovarios inferiores o semi-inferiores.

Características del cáliz

La capa más externa del perianto en las flores está formada por segmentos estériles llamados sépalos, que en conjunto forman el cáliz.

Su aspecto recuerda a una hoja normal, ya que su coloración es verdosa, presentan varias venas y la textura es herbácea, resaltando el parecido entre los sépalos y las hojas.

En contraste con los pétalos, los sépalos son mucho más firmes y duros, puesto que las células que los componen presentan paredes celulares gruesas, con pocos espacios intercelulares. Generalmente, presentan células esclerenquimáticas y colenquimáticas.

Los pétalos se ubican por encima del cáliz y forman la corola. Estos son coloridos –en la mayoría de los casos– y varían ampliamente en forma y tamaño. El término perianto es usado para designar en conjunto al cáliz y a la corola.

Sin embargo, en algunos grupos basales de eudicotiledóneas y paleohierbas, la distinción entre pétalos y sépalos es arbitraria. En estos casos es mejor utilizar el nombre “tépalo” para designar ambas estructuras.

Partes del cáliz

El cáliz está compuesto por sépalos, hojas modificadas verdosas y herbáceas. El cáliz se encuentra en forma de copa donde se ubican el resto de las estructuras florales.

Los sépalos se pueden sobreponer unos con otros y se denominan “dialisépalos” o pueden fusionarse, y entonces se llaman “gamosépalos”.

La superficie externa del cáliz puede estar protegida por pelos glandulares, como es el caso de las solanáceas, o estar cubierta por una capa de cera, como en los eucaliptos.

Funciones del cáliz

Protección

El cáliz juega un papel importante en la protección de las estructuras florales y puede ser maximizada por la presencia de pelos o por la sobreposición de los sépalos.

Para incrementar la función protectora, el cáliz puede fusionarse en una sola capa. Un ejemplo extremo es la formación de la caliptra leñosa encontrada en el género Eucalyptus.

La función de protección también se aplica durante el proceso de floración y se encarga de resguardar la corola.

Algunas flores poseen pétalos finos y delicados, que pueden ser fácilmente dañados por las piezas bucales de los insectos que las visitan. En estos casos, el cáliz protege a los pétalos y evita el robo del néctar.

Polinización

Además de sus funciones protectoras, el cáliz puede realizar otro tipo de funciones. Es frecuente que la coloración de los elementos que forman el cáliz sean intensos y, junto con la corola –definida como el conjunto de pétalos–, participen en la atracción de los polinizadores animales.

Cuando la corola no está presente o ha sido reducida, es posible que las funciones de atracción sean transferidas al cáliz. Este fenómeno ha sido reportado en los miembros de la familia Thymelaeaceae, donde las especies de Gnidia sirven como ejemplo.

En las flores de la especie Salvia splendens el cáliz exhibe un intenso y brillante color rojo, en contraste con las flores de Clerodendrum thosoniae, por ejemplo, donde el cáliz verdoso contrasta con los colores vistosos de la corola.

En al menos cinco tribus diferentes pertenecientes a la familia Rubiaceae, los sépalos son transformados en estructuras largas blancas o de colores, brillando como amarillo y rojo dentro de la inflorescencia.

Estos sépalos alargados pueden diferenciarse en estructuras que recuerdan al peciolo.

Dispersión de las frutas

El desarrollo del cáliz durante la maduración del fruto puede contribuir a la distribución de las frutas por medio de animales, como ha sido descrito en la especie Hoslundia decumbens.

La distribución por animales puede ser incrementada por el desarrollo de ganchos, espinas o pelos glandulares que se adhieren al cuerpo de los mismos.

Igualmente, en la familia Dipterocarpaceae, los sépalos toman formas alargadas similares a “alas” y contribuyen a la dispersión por el viento (anemocoria).

Regulación de la temperatura

Se especula que la presencia de capas de cera en los sépalos ayudan a reflejar la radiación solar, por lo que contribuyen a mantener la base de la corola relativamente fresca.

Barrera contra la depredación

La presencia de estructuras protectoras adicionales en el cáliz, como pelos glandulares y capas cerosas, posiblemente contribuyen a evitar a los folívoros (animales que se alimentan de hojas).

Además, los sépalos son ricos en componentes químicos que ayudan a evitar la predación, como los taninos. Estas toxinas orgánicas producen un rechazo en una amplia diversidad animal cuando intentan consumir el alimento.

Por ejemplo, el ganado y algunos primates se caracterizan por evadir el consumo de plantas (o regiones concretas de la planta) que poseen un alto contenido de taninos.

Este nivel de astringencia se encuentra en algunos alimentos consumidos por el ser humano, como las manzanas y el vino tinto.

Secreción

El cáliz puede secretar un líquido de textura mucilaginosa que ayuda a proteger el capullo en el proceso de apertura.

Los nectarios son órganos glandulares encargados de la secreción del néctar, una sustancia con alto contenido de azúcares que atrae a los polinizadores potenciales. En el caso de Thunbergia grandiflora, se evidencia una transformación completa del cáliz en un nectario.

En algunas especies, los nectarios no están asociados con la polinización, sino con la presencia de hormigas, que contribuyen a la protección floral.

Los sépalos pueden presentar nectarios extranupciales o elaióforos, que son glándulas secretoras de aceites. Como ejemplo tenemos a la familia Malpighiaceae.

Referencias

  1. MacAdam, J. W. (2011). Structure and function of plants. John Wiley & Sons.
  2. Percival, M. (2013). Floral biology. Elsevier.
  3. Roberts, K. (Ed.). (2007). Handbook of plant science (Vol. 1). John Wiley & Sons.
  4. Weberling, F. (1992). Morphology of flowers and inflorescences. CUP Archive.
  5. Willmer, P. (2011). Pollination and floral ecology. Princeton University Press.